martes, 10 de marzo de 2015

QUE ES EL SALAFISMO Y EL WAHABISMO

Desde hace años no se ha parado de hablar sobre que es el Salafismo y el Wahabismo. Sobre todo después del vacío que dejaron los Soviéticos como grandes enemigos de Occidente y los ojos del mundo occidental vieran a todo el Islam como un enemigo. Se habla todo el tiempo sobre lo que es el Salafismo y el Wahabismo pero ¿realmente se conocen estas tendencia del Islam Suní? en este análisis les explicaremos que es el Salafismo y el Wahabismo.

EL SALAFISMO

El salafismo es un movimiento tradicionalista que hace un llamamiento a los musulmanes para volver al Islam de los Salaf (Muhammad y los compañeros del profeta del Islam) ya que consideraban que la rapidez de la expansión del Islam en esa época se debía a la pureza de aquellos hombres, pureza que se había ido perdiendo con el devenir de las generaciones debido a la normal evolución de la sociedad humana. Los Salafistas consideran que el Islam se ha ido perdiendo debido a la contaminación cultural con otros pueblos, el olvido de las fuentes del corán, las singularidades culturales regionales, la contaminación cultural externa o el auge de las supercherías.
En su momento se consideró que la razón del retroceso del mundo islámico y el inicio dominio creciente de las potencias europeas sobre el Islam (durante los siglos XVIII-XX) se debió a la desviación de la sociedad musulmana de ahí que consideremos que el Salafismo es un movimiento de respuesta socio-religioso que se ha ido asentando durante cientos de años en el imaginario colectivo del mundo musulmán como la respuesta a todos sus males. En una visión actualizada de este pensamiento podemos, sin lugar a dudas, concluir que el mayor enemigo del Islam salafista es la influencia del mundo moderno de ahí que se le combata en pos de una vuelta al inicio esplendoroso del islam.
El Salafismo reniega de toda concepción filosófica o jurídica del Islam considerando que de ahí nacen las imperfecciones y contaminaciones internas, de ahí que nieguen la etiqueta de musulmán a los musulmanes que siguen corrientes como la Shiíta o la Sufí o que tienen una visión filosófica (como los modernos seguidores de las teorías de Averroes) o moderna del Islam o aquellos que adaptan el Islam a su personalidad para vivir una vida más plena. Por eso el Salafista se sale de las corrientes tradicionales Islámicas y olvida los relativismo para centrarse en practicar un Islam que se basa en estos puntos:
• Lectura literal del Corán

• Seguimiento del Corán, Hadith y Sunna exclusivamente otorgando a este corpus teológico la veracidad del Islam
• Seguimiento de los Hadith (dichos y hechos de Muhammad) e imitación del profeta del Islam en todo lo relativo a actitudes, forma de vida pública y privada, forma de vestir y estética.
• Desculturización del musulmán ya que la cultura representa una forma más de contaminación del Islam de modo que debe ser eliminada para retornar al sistema cultural de los Salaf.
• Proyecto político mediante la refundación del Islam propiciando la vuelta de los musulmanes a la fe originaria instaurando sistemas políticos islámicos.
• Uso de la prédica como método político para concienciar sobre la necesidad de volver al Islam verdadero y desde ahí iniciar un proceso político de catarsis y limpieza interna empezando por la purga de la educación.
La conclusión que se deriva del salafismo es que la causa del mal del Islam es la contaminación cultural de las naciones islámicas y de las potencias europeas por lo que la respuesta de los musulmanes ante esta situación es la vuelta a la época del profeta siguiendo lo establecido en el Corán, los Hadith y la Sunna de tal forma que volviendo a esos principios homogeneizados y estrictos no se permita la inclusión de elementos externos que puedan erosionar el poder islámico de ahí que el movimiento Salafista actúe como un agente desculturizador ya que propugna que cualquier agente cultural y las corrientes de pensamiento internas en el Islam son nocivas y debe eliminarse, siendo el elemento cohesionador el corpus  Corán-Hadith-Sunna eliminándose las diferencias internas entre musulmanes que por motivos raciales y culturales viven el Islam de maneras diferentes así como combatir y expulsar del Islam toda influencia extraña al Islam, véase por ejemplo la influencia Occidental en las sociedades musulmanas.
El Salafismo considera que los elementos como la democracia, el modernismo, el capitalismo o los modernos sistemas sociales como agentes nocivos para el Islam. Como toda creencia fundamentalista más allá de la intención de volver al pasado glorioso nos encontramos con otras características como la interpretación literal de los textos religiosos, el primero, el corán, es un texto teológico en el cual se afirma la existencia de un único ser supremo y se establecen una serie de ritos y leyes que abarcan toda la vida del creyente, asimismo nos encontramos con el Hadith que es usado en esta tendencia religiosa como “segundo corán” para completar las “lagunas” que puedan existir en el corán de ahí el binomio Corán-Hadith, asimismo se usan los hadith para parecerse lo máximo posible a la figura del fundador de la religión, Mahoma, de ahí que se trate de usar como paradigma y como modelo de actuación y después nos encontramos con la Sunna que es toda la tradición islámica derivada directamente de la interpretación del corán y el hadith, El Salafismo es objeto de vivas críticas entre los musulmanes modernos y moderados que consideran que este movimiento omite el contexto de la escritura del texto religioso por lo que su interpretación es parcial y discrimina a las demás tendencias.
Tengamos en cuenta que en el Islam Salafista toda aquella escuela de pensamiento que realice interpretaciones propias son corrientes desviadas, impuras y heréticas del Islam que deben ser eliminadas. El proyecto Salafista consiste entonces en la re islamización del mundo islámico como proyecto político. Uno de sus grandes teóricos Muhammad Nasiruddin al-Albani
Muhammad Nasiruddin al-Albani consideraba que la política en si misma no era suficiente para la correcta marcha de los planes salafistas sino que por el contrario la acción debía ser religiosa, la re islamización mediante la predicación de una fe renovada y la purificación de la educación basandolos en conceptos islámicos puros que permitan la vuelta a la fe de los orígenes del Islam educando a los musulmanes en esta fe pura y originaria apartándoles de las practicas religiosas viciadas por todas aquellas prácticas que hemos ido mencionando.
Debemos entender que el Salafismo está muy próximo al poder Saudí, que si bien consideran a los Yihadistas un peligro para su poder y a todo aquel movimiento islamista que no esté específicamente bajo el paraguas del Salafismo una amenaza. Las condenas de los Al Saoud Árabes son contundentes salvo para el Salafismo que se ha revelado también como un arma para la expansión de su poder a nivel internacional y fuera de la Umma ya que la labor misionera de este Islam fuera de los limites del mundo islámico y su rápida propagación debido a la abundante financiación y a los medios que el régimen saudí y de los emiratos ponen en sus manos ha logrado crear mediante un gran esfuerzo en marketing autenticas comunidades Salafistas en Occidente mediante la re educación de los musulmanes que llegaron a Europa o América así como a la fanatización de los nuevos musulmanes que caen en las redes de esta corriente puritana.
El Salafismo es más complicado de lo que podamos creer ya que es una escuela de pensamiento con una clara finalidad política pero con una base netamente religiosa. La actividad de estos grupos se basan en la prédica de esta fe islámica renovada. Aunque bajo estas premisas existen grupos terroristas, de corte Salafista, aunque el terrorismo o la lucha armada no sea la piedra angular del salafismo contrariamente a la idea Wahabista.

WAHABISMO

Que es el Salafismo y el Wahabismo. La corriente Wahabista nace con en el siglo XVIII de la mano del reformador religioso Muhammad Ibn Abd al-Wahab (1703-1792) este reformador y predicador fue contemporáneo del creciente dominio y control que sobre el mundo islámico, sobre todo mediante el contacto Europa-Imperio Otomano se estaba produciendo. Como reacción a esta realidad el predicador decidió iniciar una corriente islámica que debido a su relación con la incipiente casa Saoud acabaría imponiéndose en Arabia y siendo promocionada por la casa real de Saudí.
El wahabismo representa una corriente igual de puritana que el Salafismo y tienen notables puntos en común, socialmente predican una vuelta al purismo religioso poniendo énfasis en la Sharía, mediante este mecanismo pretenden limpiar el Islam de las prácticas que, según ellos, han ido contaminando el Islam. De las escuelas de interpretación religiosa Hanafí, Malekí, Shafei y Hanbali, el Wahabismo usa como fuente esta última, la más radical y puritana lo cual confiere una naturaleza justificada a esta tendencia dogmática.
Hay que tener en cuenta que la familia saudí y la tendencia wahabí van unidas ya que el predicador ofreció sostén ideológico a los primeros Saudíes siendo estos quienes acabarían promocionando ese Islam, la alianza llegó a tal punto que una de las hijas del predicador se casó con el hijo del fundador de los Al Saud. Esta unión inseparable hizo que cuando los Saudíes lograron expulsar a los Otomanos de Arabia, Meca y Medina los sabios Wahabíes se apoderaran de los lugares de peregrinaje y comenzaran a predicar la corriente Wahabí, que no tuvo mucho éxito hasta el descubrimiento del petróleo en los años treinta lo cual permitió a Arabia Saudí realizar una inversión de capital tan grande para la expansión del Wahabismo que esta se está convirtiendo en la tendencia mayoritaria del Islam Suní.
El Wahabismo se caracteriza por estos puntos:
-Tasrik: Consideran sirk (idolatría) pedir ayuda a un santo muerto ya que según la concepción Wahabí Allah no comparte sus dones asimismo consideran que esta práctica es Bid´a (innovación) por lo que iría en contra de la pureza del Islam. El Tasrik se considero siempre Haram (Prohibido) pero no una forma de idolatría o politeísmo. Esta concepción nace de la mano del fundador del Wahabismo.
-Taysim: Este es un concepto netamente teologico que declara que Allah esta fuera del mundo en un lugar inexistente, en este caso el Wahabismo retoma una idea propia de la doctrina Muyassima.
-El Tabdī: El Wahabismo en sus intento por lograr la pureza del Islam y el retorno a la sociedad simple de los Salaf consideran Bid´a (innovación) todo lo relacionado con las vías espirituales propias de las corrientes filosófico-teológicas propias de las tariqqas sufíes, de ahí que los musulmanes sufíes sean sus mayores enemigos dentro del Islam.
-Yihad: El Wahabismo considera  la Yihad como una manera de lograr sus fines haciendo la guerra a los musulmanes desviados que no aceptan volver al Islam así como a los infieles enemigos del Islam, hay que tener en cuenta que la Yihad en el Islam es un concepto de defensa y no de ataque y su naturaleza en el plano guerrero propuesto por el wahabismo está más enfocado hacia el interior de la Umma más que al exterior, el objetivo primario del yihadismo Wahabista es la de hacer la Yihad contra los gobiernos impíos y aquellos musulmanes desviados que no aceptan volver al Islam primigenio.
Posterior a esta purga y reestructuración interna viene la vertiente externa que consiste en la lucha activa contra el infiel que ocupa tierra que perteneció al Islam y que debe volver a ser reintegrada en el total de la Umma. Lo cual les enfrenta con aquellas comunidades no musulmanes dentro de la ummah y con los estados no islámicos alrededor del mundo musulmán.
http://www.mbctimes.com/

jueves, 5 de marzo de 2015

« Hay un ideal más igualitario y democrático que choca con este clientelismo »

Juan Ignacio Castien Maestro, profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, aceptó contestar a nuestras preguntas acerca de sus trabajos sobre el clientelismo y las sociedades árabes.

Entrevista realizada por Thomas Loupias.

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1° Siria, Jordania, Líbano, Túnez, Egipto, Libia, Argelia, Marruecos: todos estos casos quedan como situaciones distintas y presentan diferentes grados de clientelismo político. ¿De qué maneras se han estructurado las redes clientelares en cada uno de estos países? ¿En qué escalas de la sociedad? ¿Por dónde los encontramos? ¿Quienes son los intermediarios (oficiales y extraoficiales) entre el poder y la sociedad?
Juan Ignacio Castien Maestro : Es muy difícil generalizar y realmente habría que realizar más estudios sobre el terreno. Sin embargo, hay claras diferencias. En países como Líbano y Siria el clientelismo se entrelazaría sobre todo con las diferencias confesionales. En Libia y Jordania ocurriría lo mismo con las diferencias tribales. De este modo, se puede hablar en estos casos de un clientelismoconfesional o tribalmente acotado. Es un clientelismo que se desarrolla fundamentalmente entre personas que poseen una identidad colectiva común contrapuesta a otros de sus conciudadanos.  De todas formas, se podría decir que la relación entre el clientelismo y estas identidades y solidaridades colectivas es dialéctica. Ciertamente, se refuerzan entre sí, pero al mismo tiempo se contradicen. El clientelismo supone la existencia de jerarquías y, por lo tanto, de desigualdades, lo que puede debilitar estas identidades compartidas. Además las redes clientelistas pueden ir integrando también a gentes con otras identidades o enfrentando a gentes que las compartan, con lo cual la situación se hace compleja. De ahí que la dinámica política y social tampoco se pueda explicar ni mucho menos únicamente sobre la base de estas identidades genéricas. Hay que afinar más. Países como Argelia, Marruecos, Egipto y Túnez son relativamente más homogéneos en este aspecto. En su caso nos encontramos con que este clientelismo es, en cierto modo, más inclusivo, aunque, evidentemente, las diferencias etno-regionales también pesan y mucho. Pero parece que ha existido una mayor capacidad para articular estas distintas redes entre sí. En el caso de Marruecos, sobre todo, se observa una clara capacidad para articular las distintas redes clientelistas en un todo, pasando por encima de divisiones doctrinales y regionales, convirtiendo al Monarca en un árbitro entre las diferentes facciones enfrentadas. Aquí reside, sin duda, uno de los secretos de la estabilidad del régimen.
Por lo demás, estas redes tienen un claro carácter “interclasista”. Atraviesan de arriba abajo la pirámide social, ligando entre sí a gentes de distintos estratos sociales. De ahí también su ubicuidad. Muchas veces nos encontramos con que, si se sigue ahondado en la realidad, las pequeñas corruptelas que se observan a nivel cotidiano entre la gente corriente no son sino el último eslabón de esas otras que se dan en los niveles sociales más altos. A través de estas redes se establecen entonces una serie de conexiones extraoficiales entre los poderosos y las gentes de a pie.
2° ¿Cuales son las manifestaciones concretas de la gestión social por medio del clientelismo? ¿Qué formas toman? ¿Cuáles son los actores principales del clientelismo
El clientelismo abarca una gran parte de lo que se suele conocer como corrupción. Sus manifestaciones son diversas. Se manifiestan en la necesidad de recurrir a los “contactos” para encontrar empleo, para poder abrir negocios o, simplemente, para que las autoridades no te molesten. Evidentemente, este clientelismo involucra sobre todo a las oligarquías que dominan los sectores público y privado. Pero una parte importante de la población se encuentra también involucrada en estas redes, le guste o no. Podría decirse que no sólo son víctimas del sistema, sino también sus cómplices, aunque sea a la fuerza. Es una cuestión de supervivencia. Hay que tener en cuenta que se produce un fuerte movimiento de cooptación. Aquellos que destacan en el terreno económico o intelectual, entre otros, se convierten en un personal al que se va a intentar reclutar e integrar en el sistema. En este aspecto, se trata de un sistema con una gran capacidad para fagocitar a cualquier posible rival, a cualquier posible núcleo de un poder social autónomo. Este movimiento se produce constantemente y en la medida en que se produce hay una cierta renovación de las altas esferas y el sistema escapa al riesgo de volverse demasiado cerrado.
3º ¿Las sociedades consideran el clientelismo como una característica natural e intrínseca? 
Realmente, clientelismo hay en todas partes. Siendo realistas, una cierta dosis de relaciones informales, de relación de intercambio informal y desigualitario, que es lo que es el clientelismo, es algo inevitable y, hasta cierto punto, necesario, ya que le brinda una cierta flexibilidad a la vida social. En este sentido, es lógico que exista una cierta tolerancia hacia el clientelismo en cualquier lugar del mundo. En lo que se refiere en concreto a estas sociedades, la tolerancia hacia el clientelismo ha sido históricamente elevada. La nación y el Estado eran vistos muchas veces como algo lejano y ajeno, y la gente tendía a estructurar sus relaciones sociales de un modo clientelista. Desde este punto de vista el clientelismo ha funcionado como un primer mecanismo de integración social. Pero lo que parece es que la tolerancia se ha ido haciendo bastante menor con el paso del tiempo. Las sociedades se modernizan. Hay un ideal más igualitario y democrático que choca con este clientelismo. Lo mismo ocurre con la asunción de criterios meritocráticos que tampoco son compatibles con un clientelismo desaforado.
4º El clientelismo se manifesta bajo varias formas. ¿Podría usted bosquejar una clasificación de esos clientelismos según una tipología?
Creo que puede distinguirse, por una parte, entre un clientelismo más incluyente y otro más excluyente, en función de la capacidad, o la voluntad, de integrar a los distintos sectores sociales dentro de las redes de reparto de prebendas. El clientelismo más excluyente es el que se va a darse cuando se produce ese acotamiento al que me he referido antes de carácter confesional, tribal, étnico o ideológico, como, por ejemplo, en este último caso cuando se excluye a los que profesan una determinada ideología política. Lo que ha venido caracterizando progresivamente a una gran parte de los regímenes árabes en las últimas décadas ha sido una creciente desideologización, o, dicho de otro modo, la evolución hacia lo que podemos denominar un autoritarismo pragmático, poco ideológico. De lo que se trata es de que el régimen ha ido relajando sus compromisos ideológicos, su compromiso expreso con algún proyecto ideológico en concreto para limitarse a  una mera gestión del poder, pudiendo integrar con ello a sectores ideológicamente dispares, pero unidos por el afán de disfrutar de su parte del pastel. Y ello le ha brindado una fuerte capacidad inclusiva.
Aparte de ello, podría distinguirse entre aquellas sociedades en las cuales este clientelismo es omnipresente y aquellas otras en las cuales convive de manera conflictiva con formas de organización más moderna. Es lo que ocurre cuando existen ya administraciones burocráticas bien establecidas, que funcionan con criterios más basados en la eficiencia. En estos casos, parece más fácil que el clientelismo sea percibido, no como “algo” natural, sino como una especie de cáncer del cual habría que librarse. Seguramente no es casualidad que las revoluciones se hayan dado con tanta facilidad precisamente en países más modernos en este aspecto como Túnez y Egipto. Éstas serían, pues, sociedades más híbridas.
5º Las revoluciones dicen que luchan en contra de la corrupción en general, pero no mencionan específicamente el clientelismo. ¿Le parece que, a largo plazo, el advenimiento de sistemas políticos establecidos en una pluralidad de actores y en una institucionalización más fuerte cambiará algo en cuanto al clientelismo?
El clientelismo es un término más “culto”. Aún así a menudo se denuncia al zabunya, que es el clientelismo en árabe. El discurso de crítica contra la corrupción está muy extendido, sólo que a menudo esta corrupción, al-fassad, no se entiende solamente como corrupción económica, sino en un sentido más amplio, que abarca también el plano de la sexualidad. Ello, evidentemente, beneficia a los islamistas.
En principio, si se produce una mayor democratización y un mayor desarrollo del Estado de Derecho, el clientelismo quedaría debilitado. Cuando se disfrutan de ciertas garantías legales, frente a los abusos del poder, no es tan necesario buscarse patrones que le protejan a uno. Lo mismo ocurriría, grosso modo, con una mejora de las condiciones de vida de la población. Todo esto puede aminorar las manifestaciones más extremas de clientelismo, pero lo más probable es que las más complejas y las menos visibles perduren por mucho más tiempo. A largo plazo, la  contención del clientelismo implicaría también el fortalecimiento de unas identidades nacionales y regionales capaces de trascender las divisiones étnicas, confesionales e incluso tribales que son tan importantes en tantos lugares de esta región. En la medida en que existan estas identidades más incluyentes, será también más fácil que la gente no tenga que refugiarse en identidades más reducidas, capturadas a menudo por ciertos caciques, ni que tampoco requiera del poder de arbitraje de sus gobernantes. En mi opinión, una identidad de este tipo tendría que basarse, inevitablemente, en los componentes árabe e islámico, entendido éste en un sentido más cultural que religioso, pero interpretándolos de una manera abierta y flexible, diferente de los modos en que se ha tendido a hacerlo tradicionalmente y superando, por supuesto, los errores del arabismo de hace unas décadas.

6º ¿Qué opina usted sobre el potencial de transformación de estas relaciones clientelistas que permiten esperar los cambios políticos radicales ocurridos en las sociedades árabes desde el 2011?
Existe el riesgo cierto de que este clientelismo en gran escala perviva, a pesar de los cambios políticos. Evidentemente, las redes clientelistas subsisten todavía con independencia de que puedan ser mal vistas por muchos. De igual manera, si no hay reformas más profundas, las viejas oligarquías económicas van a perdurar y van a poder mantener su control sobre el Estado. Por ello, aunque una democratización política atenúe este clientelismo, si no hay un profundo cambio económico y social, si no se reducen drásticamente las desigualdades sociales, que son enormes, las bases objetivas del clientelismo van a subsistir. En consecuencia, podría decirse que sería preciso que el cambio político no se quede en lo meramente político, sino que se extienda también hasta la puesta en marcha de un modelo económico mucho más inclusivo. Pero eso, por supuesto, requeriría mucho más tiempo y, sobre todo, la existencia de fuerzas organizadas capaces de llevarlo a cabo.
7° ¿Existe una voluntad sincera por parte de las sociedades civiles o de algunos actores políticos para acabar con las prácticas clientelistas y con la personalización excesiva de los vínculos de poder, con vistas a dirigirse hacia una institucionalización más fuerte?
Evidentemente hay actores políticos y sectores sociales amplios que apuestan por la democratización. Resulta especialmente esperanzador el hecho de que esta asunción de la necesidad de democratizar la sociedad y combatir las corruptelas hegemoniza actualmente una gran parte del discurso social y fuerza a muchos a plegarse a ella, aunque quizá a regañadientes, como puede estar ocurriendo con una parte de los islamistas. El viejo caudillismo parece que ya no entusiasma tanto. De hecho, una de las cosas más llamativas, tanto para bien como para mal, de estas revoluciones ha sido la relativa ausencia de líderes carismáticos. Del mismo modo, parece ampliamente asumida la necesidad de construir unas instituciones democráticas sólidas. Pero con esta voluntad sola no basta, es necesario afianzar la base social de las mismas, a través de las políticas a las que me he acabo de referir.


8º ¿Se podría dar que un sistema democrático basado en instituciones fuertes
conviva o cohabite con las redes clientelares? ¿Esas redes podrían jugar a
favor de una democracia?

Lo más lógico es pensar que una convivencia entre unas instituciones formalmente democráticas y unas redes clientelistas muy fuertes se plasmasen en eso que Eduardo Galeano llamaba una “democradura”, una pseudo-democracia, muy de fachada, como las que han sido- y son -tan comunes en Latinoamérica. Y éste parece un resultado altamente factible, sino se profundiza en la vía de la reforma social y cultural. Por otra parte, tampoco hay que demonizar todo tipo de clientelismo. Hasta cierto punto, el clientelismo crea vínculos sociales, aunque éstos tengan un cierto carácter perverso. En este sentido, se puede decir, incluso, que contribuye a la estructuración de la sociedad civil, aunque de una forma muy ambivalente, y, por lo tanto, también pueden contribuir, de un modo igualmente contradictorio, al fortalecimiento de la democracia.
fuente http://desorient.com/

viernes, 27 de febrero de 2015

Rescatar al islam de sus estereotipos

Por Hamurabi Noufouri

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La intrascendencia dada al asesinato de tres estudiantes estadounidenses musulmanes por un fundamentalista que no lo era; la detención e interrogatorio en una comisaría del sur de Francia de un niño de 8 años por negarse a mantener el minuto de silencio con que su colegio homenajeaba a las víctimas de los recientes atentados; que nadie se pregunte porqué para la sensibilidad colectiva no asocia el islam a la conducta heroica del empleado musulmán del super kosher ni a los muertos musulmanes en Charlie Hebdo, y sí con la de sus victimarios; o que casi no se mencionara que los cuatro judíos asesinados en el supermercado eran tambien árabes norafricanos; y luego de los atentados en Copenhague que la policía danesa informara que buscaba a un hombre de “apariencia árabe”; todo ello induce a pensar que más que un problema con “el islam” y “lo árabe”, lo que ocurre es que se tiene una imagen de estos que es un problema.


Se trata de un problema que viene siendo aprovechando para propagar el pánico y aversión hacia todo lo que se califique con tales palabras. Toda una estrategia de destrucción del tejido social y cultural euroamericano para conseguir adeptos a los fanatismos.



Cabría preguntarse si esto seria posible si no se viniera empleando esa imagen, quizás más que a ninguna otra, para definir “aquello que nosotros no somos” desde mucho antes que el 11S.



Si para muestra vale un botón, y recordando que el gusto estético por lo “morisco” o “islámico” hacía furor en la Europa y America del siglo XIX y principios del XX, un reciente estudio de la biblioteca de Hitler ha revelado que éste subrayó el siguiente párrafo del libro “Ensayos Alemanes” del reputado orientalista y especialista en religiones Paul de Lagarde (1827-1891): “A pesar de su deseo de que se les ponga en igualdad de condiciones con los alemanes, los judíos insisten constantemente en su condición extraña a la nuestra, y ello de la manera más obvia, a través del estilo de sus sinagogas. ¿Qué se supone que significa esto? Por una parte reclaman para ellos el honroso nombre de ‘alemán’, mientras, por otro, formulan lo más sagrado que uno tiene en un estilo «moro», para que no se olvide que uno es semita, asiático, extranjero” (T.W. Ryback, Hitler’s Private Library. The book that Shaped His Life, Londres, Vintage, 2010, p.140, cit. Yvonne Sherratt, Los filósofos de Hitler, Cátedra, 2014, p.43)



Si la solución a los problemas depende de los términos en que estos se formulen, entonces cabe esperar que la falta de modificación de esta matriz de pensamiento nos condene a contestar como aquel beduino a su compañero de ruta, quien para demostrarle que el bulto que veían en la cumbre de del risco era una cabra y no un ave, arrojó una piedra contra la ladera cuyo golpe hizo que el ave volara, a pesar de lo cual en el acto le espetó: “¡Cabra aunque vuele!".



Hamurabi Noufouri es Director del Instituto y la Maestría en Diversidad Cultural de la UNTREF.

jueves, 26 de febrero de 2015

Siria: en el foco de la tormenta

Miércoles, 25 Febrero 2015
Siria: en el foco de la tormenta

Por Leandro Albani. Un sinfín de denuncias confirma la estrecha relación entre Washington y los grupos terroristas en Medio Oriente. Dinero, armamento y entrenamiento forman parte de la estrategia estadounidense contra el gobierno sirio.
Una larga lista de denuncias y acusaciones se vienen acumulando en algún lugar donde las pujas de poder se definen bajo profundos conceptos guerreristas. El escenario de estas pujas es Siria, que desde hace cuatro años sufre una intensa guerra de agresión encabezada por grupos terroristas, principalmente el Estado Islámico (EI -o Daesh, en árabe-) y el Frente Al Nusra. El resultado es la muerte de 200 mil personas y la huída de cientos de miles, ahora refugiadas en las peores condiciones en los países vecinos.
El gobierno del presidente Bashar Al Assad, junto a Irán y Rusia, no dejó de presentar pruebas concretas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el financiamiento de las monarquías del Golfo Pérsico, Turquía, Israel y Estados Unidos a las organizaciones irregulares armadas.
Desde Washington, la respuesta es redoblar los intentos de derrocar al gobierno sirio. La administración de Barack Obama y el Congreso estadounidense aprobaron recientemente la entrega de 500 millones de dólares anuales a la “oposición moderada” siria, además de armamento y entrenamiento. La oposición que la Casa Blanca defiende y promociona como democrática y civilizada, por lo visto necesita un respaldo a puro fuego para desarrollar su política.
En los últimos días las acusaciones contra Estados Unidos y sus aliados confirman que los mercenarios liderados por Abu Bakar Al Bagdadi gozan de una buena salud financiera. En el terreno, los golpes recibidos por el EI por parte las milicias del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en Rojavá, del Ejército sirio y del movimiento libanés Hezbollah muestran un retroceso cada vez mayor de una organización que basa su ideario en matanzas crueles y bolsillos repletos de dólares. Mientras tanto las denuncias no dejan de aparecer: 
-El general estadounidense Wesley Clark, ex comandante supremo de la OTAN, declaró a la cadena CNN que el EI fue “creado por nuestros amigos y aliados para vencer a Hezbollah. El militar explicó que “si se requiere a alguien que luche a muerte contra Hezbollah, se busca a fanáticos y fundamentalistas. Sólo ellos pueden lidiar contra Hezbollah”. En un libro publicado en 2003, Clark señaló que Estados Unidos lleva a cabo una campaña de guerra que comenzó en Irak y que se extendería por Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y, al final, Irán.
-El representante de Siria ante la ONU, Bashar Al Yafari, acusó a Turquía por apoyar y movilizar a terroristas de muchos países. En un sesión especial del Consejo de Seguridad realizada el lunes 23 de febrero, Al Yafari denunció “el entrenamiento de mercenarios extranjeros en campamentos supervisados por Estados Unidos en Arabia Saudíta, Turquía, Qatar y Jordania, y su envío, a través de las fronteras, para luchar contra el Estado sirio, hechos que constituyen una violación flagrante de los principios más elementales de la Carta de la ONU”.
-El ex enviado especial de la ONU para Siria, Lajdar Brahimi, acusó a Estados Unidos de generar las condiciones que permitieron el surgimiento del EIIL. En una entrevista al diario Al Hayat, el ex funcionario afirmó que luego de la invasión a Irak en 2003 “llevaron a Al Qaeda” a ese país “y causaron que Daesh ganase poder”. Brahimi, que renunció a su cargo en mayo de 2014, había suplantado a Kofi Annan, que también dejó su puesto argumentando que no había recibido “todos los apoyos que merecía la causa. Hay divisiones en la comunidad internacional. Todo esto complicó mi tarea”. 
-El parlamentario iraquí Harem Al Zameli denunció que las fuerzas de su país derribaron dos aviones británicos que llevaban armas al EI. El hecho ocurrió en la provincia occidental de Al Anbar. Al Zameli, que preside la Comisión de la Seguridad y Defensa del Congreso, alertó que Estados Unidos busca que esa zona se mantenga en estado de conflictividad por su cercanía a Bagdad. El legislador agregó que diarios locales revelaron los frecuentes vuelos de aeronaves británicas y estadounidenses. El domingo 22 de febrero, el ministro iraquí de Defensa, Jaled Al Obeidi, había advertido que “cualquier aeronave que busque ayudar a Daesh es un blanco legítimo para las fuerzas iraquíes. No importa a qué país pertenece”. Ante esta situación, el presidente de la Asamblea Suprema Islámica de Irak, Seyed Amar Al Hakim, demandó explicaciones al máximo general del Comando Central de Estados Unidos, Lloyd Austin. En un encuentro que sostuvieron en Bagdad, el militar estadounidense rechazó la acusación.
-Esta semana, Faud Hussein, jefe de Gabinete del gobierno autónomo del Kurdistán iraquí, expresó que “existe simpatía hacia el Daesh en muchos países árabes y esto se ha traducido en dinero”. Aunque la administración comandada por Masud Barzani es aliada de Washington desde siempre, el avance del EI tensionó la relación. Hussein explicó que el Estado Islámico y el Frente Al Nusra absorbieron a los grupos terroristas más pequeños, por lo cual ahora poseen “el dinero y las armas” entregadas por las monarquías del Golfo.
-El 21 de febrero se conoció un video, publicado en Youtube por Mehwar TV, en el que se ven cargamentos de armas arrojados en la frontera entre Egipcio y Libia. En este último país el EI tomó la ciudad de Sirte y comenzó el avance por diferentes poblados de la costa del país. Desde Mehwar TV se denunció que el “cargamento está destinado a grupos terroristas con voluntad de matar”. Según testimonios de pobladores, los aviones que lanzaron el armamento eran estadounidenses.
-El presidente de Sudán, Omar Al Bashir, declaró a Euronews que los principales responsables de la existencia del Estado Islámico son Israel y Estados Unidos. “He dicho que la CIA y el Mossad están detrás de estas organizaciones. Lo que está claro es que ningún musulmán está preparado para hacer este tipo de acciones”, remarcó el mandatario. Al Bashir manifestó que “la injerencia de Estados Unidos en la región y el apoyo a Israel explican por qué muchos jóvenes se unen a este tipo de organizaciones, grupos que sin duda cuentan con el apoyo de los organismos internacionales que quieren dañar la imagen del islam”.
-En el informe “El Balance Militar 2015”, el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres reconoció que países como Turquía, Qatar y Arabia Saudíta sostienen a los grupos terroristas en Siria, ya que consideran a Al Assad como el “principal enemigo”. En el mismo documento se aseveró que en 2014 la política del gobierno sirio “se hizo más fuerte que en ningún otro momento desde 2012”, por lo cual “continúa demostrando su capacidad para adaptarse y mantener su superioridad militar” sobre los grupos irregulares, además de que “las fuerzas armadas sirias se han convertido en más expertas en las tácticas de la guerra y la contrainsurgencia en las áreas urbanas”.
-A finales de enero, el diario israelí Haaretz reveló que Tel Aviv “proporciona asistencia al Frente Al Nusra, que está en la lista de organizaciones terroristas, y también se cree que está recibiendo ayuda por parte de ese grupo”. A su vez, el grupo terrorista que operan en los Altos del Golán “suministran información de inteligencia en curso para Israel y también reciben ayuda de este último en forma de armas y entrenamiento militar”. Haaretz informó que el gobierno hebreo traslada a los terroristas heridos a hospitales en los territorios ocupados por Israel, los asiste y luego los envían nuevamente a Siria. El 24 de diciembre del año pasado, el ministro israelí de asuntos militares, Moshe Yaalon, había reconocido la cooperación mutua entre Tel Aviv y el Ejército Libre Sirio (ELS), una de las organizaciones terroristas que opera en la nación árabe. El año pasado también fue difundida la foto del primer ministro Benjuamin Netanyahu visitando a miembros de grupos terroristas que estaban siendo atendidos en hospitales israelíes.
-A finales de diciembre, el presidente Al Assad denunció que la aviación israelí opera “como la Fuerza Aérea de Al Qaeda”. En una entrevista a la revista Foreign Affaire, el mandatario explicó que donde las fuerzas armadas sirias logran un avance “ellos atacan para socavar al ejército”. “Es por eso que algunos en Siria dicen en broma: ¿cómo pueden decir que Al Qaeda no tiene Fuerza Aérea? Ellos tienen a la Fuerza Aérea israelí”, argumentó Al Assad.
El 12 de febrero pasado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución en la que sanciona a los estados, organizaciones o personas físicas que apoyen o comercien a al EI y al Frente Al Nusra. Una resolución que por lo pronto duerme en los cajones de la diplomacia internacional.
www.marcha.org

viernes, 20 de febrero de 2015

Islamofobia y Cristianofobia

Por:  

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En lo posible vamos a tratar de no caer en lugares comunes, o sea, en lo ya dicho y repetido desde el momento que se produjo el hecho luctuoso de Charlie Hedbo.
En las notas de prensa y artículos de comentaristas y analistas, figura la palabra "Islamofobia". Se utiliza el vocablo sin dar su definición, en el supuesto que el lector sabe qué es "Islamofobia". Pero hasta ahora – que yo sepa - nadie la ha definido con pelos y señales.
En ese interés, traté de hacerlo y me encontré ante la dificultad de seleccionar el vocablo más apropiado. Ensayé con varios: "rechazo", "discriminación", "racismo", "fundamentalismo", "exclusión", "repudio", "desprecio" "¿odio?" y otros. Escogí "desprecio" y ensayé mi definición:
Islamofobia es el desprecio que la población europea y estadounidense siente contra la población musulmana, producto de la campaña mediática y el fundamentalismo que comenzó con Las Cruzadas durante los siglos XI al XIII, organizadas por el Occidente cristiano (Papado), con el objeto de reconquistar los "Santos Lugares", que se encontraban bajo el poder musulmán. Las cruzadas fueron expediciones horrendas de exterminio de la población árabe. En esos doscientos años se realizaron ocho cruzadas. Resulta difícil diferenciar cuál fue más cruel y genocida.
Luego de transcurridos siglos de "civilización", encontramos que de nuevo, en el siglo XXI, la campaña mediática/fundamentalista, enerva las conciencias contra el Islam (Islamofobia), y realiza guerras de exterminio contra Afganistán, Irak, Libia, Siria, Irán, Líbano, Mali, Sudán, Somalia, Yemen, con el urdido pretexto de combatir el "terrorismo", vocablo que hasta ahora, ningún organismo internacional ha definido con claridad. ¿Qué es el terrorismo?
En las constituciones de todos los países figura el derecho de los pueblos a rebelarse contra los gobiernos que los esclavizan o les niegan los derechos humanos, cívicos, políticos (Colombia). O el derecho de los pueblos a constituirse en Nación y formar su propia República (Saharaui). Ese derecho que en su momento lo ejerció Cuba, Nicaragua, Argelia y otros países, ahora lo consideran "terrorismo".
Este es un aspecto del problema, por cuanto tiene otra cara más horrenda, la invasión, destrucción, demolición de países por el "delito" de la autodeterminación. Dentro de esa geopolítica estadounidense, se realizó la invasión a Granada, Panamá (1990), Yugoeslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Malí, Sudán, Somalia, la lista pudiera ser más larga por las amenazas que llueven contra Irán, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Venezuela.
Según la ley de los contrarios, si existe la Islamofobia, tiene que existir la Cristianofobia, vamos a tratar de definirla.
Cristianofobia es el desprecio que la población musulmana tiene contra la población cristiana, por la permanente agresión que durante mil años (1000 al 2015) han realizado contra la población árabe/musulmana, calificada de hereje, y en consecuencia, según la teología cristiana, deben morir en la hoguera como lo dispuso la Santa Inquisición o Santo Oficio, ahora encubierta bajo el eufemístico nombre de Congregación para la doctrina de la fe.
Es necesario dejar sentado que, la Cristianofobia, tiene su fundamento en las agresiones que, durante mil años, han padecido los pueblos árabe/musulmanes - ya lo explicamos - por Las Cruzadas, y más reciente, por las guerras genocidas del imperialismo, EE.UU/OTAN, contra los países del Norte de África y el Medio Oriente.
En contrario, los pueblos árabe/musulmanes nunca organizaron Cruzadas contra el Occidente cristiano. Tan sólo invadieron España, permanecieron durante 700 años y cuando se retiraron dejaron muestras de su extraordinaria cultura con aportes al idioma castellano, el arte, la ciencia, la arquitectura, la filosofía griega que había sido rescata por los filósofos árabes de Alejandría. No impusieron ni su religión ni su idioma ni sus costumbres. En España no se habla árabe ni se le reza a Alá ni se honra al profeta Mahoma, pero, se come cerdo en chuleta de sabor exquisito. No ocurre igual ahí donde llegó el cristianismo e impuso por la cruz, la espada, el caballo y el arcabuz, la religión, el idioma, las costumbres. En América esa imposición dejó 70 millones de aborígenes muertos por diferentes causas. Verdadero holocausto y no el que proclaman los judíos.
La Islamofobia tiene su raíz en el fundamentalismo cristiano. Carece de otra motivación, por cuanto la cultura árabe como intermediaria entre Europa y Asia (China, India) creó vínculos pacíficos de ciencia y cultura. Por ello a la península arábiga se le da el nombre de bisagra, pivote de culturas entre África y Asia, por cuanto Europa no es un continente, sino una península del gran continente asiático.
No ocurre igual con la Cristianofobia que tiene su raíz en las agresiones militares, genocidas, que durante mil años ha padecido el pueblo árabe/musulmán. Los imperialismos europeos nunca les permitieron la autodeterminación a los pueblos árabes del Medio Oriente. Geopolítica asumida por el imperialismo estadounidense que ha desatado todo el poderío militar para destruir la infraestructura hasta los cimientos, según la orden dada por el general que comandó la segunda invasión de Irak. - "que no quede piedra sobre piedra".
Por similares motivos los pueblos latinoamericanos han cultivado el odio contra los Estados Unidos, por haber sido víctimas durante doscientos años de sus agresiones, invasiones, golpes de Estado. Sentimiento que definió con claridad la poetisa chilena, premio Nobel de Literatura (1945), Gabriela Mistral: "En América Latina lo que más une, además de nuestro bello idioma, es el odio contra los Estados Unidos". Aquí, no es la Cristianofobia lo que nos une y motiva, aquí es el derecho a la autodeterminación y a ser dueños de nuestras riquezas, arrebatadas por el saqueo y la rapiña imperialistas.
En los países árabes del Norte de África y el Medio Oriente, el odio contra las agresiones de los países europeos, a falta de poderío militar para rechazarlas, ha encontrado entre los luchadores más conscientes y audaces, formas de lucha elementales, que los pueblos, desde la más remota antigüedad, han utilizado contra sus agresores.
Paradójico, la Islamofobia tiene "derecho" a agredir a los países árabe/musulmanes para arrebatarles sus riquezas (petróleo, gas). Pero, la Cristianofobia no tienen derecho ni a defenderse, por cuanto, dichas acciones son calificadas de "terroristas".
Si colocamos en el Terrorisómetro, aparato parecido al Hijueputómetro, ideado por el canciller Raúl Roa, el cual, según decía, no se le puede aplicar a Estados Unidos porque lo revienta. Ahora bien, según el Terrorisómetro, la invasión a Irak causó la destrucción de su infraestructura física (acueductos, centrales eléctricas, carreteras, puentes. hospitales, universidades, escuelas, museos que guardaban el origen de la civilización asirio/caldea/ fenicio/mesopotámica; más el millón de habitantes asesinados; más el millón de niños muertos durante el bloqueo de diez años anteriores a la segunda invasión, más los gravísimos daños a la salud por el uso de "uranio empobrecido" que deja la secuela de cáncer y niños deformes. Esa segunda invasión fue realizada por n ejército de cobardes, por cuanto, durante esos diez años, destruyeron la posibilidad defensiva del pueblo iraquí. A pesar de esas ventajas militares, perdieron la guerra, salieron derrotados y ahora, para intentar un nuevo regreso, se inventaron lo del Califato, financiado y armado (Mosul), por Estados Unidos para poder continuar la agresión contra Irak y contra Siria, donde también han sido derrotados.
En todas estas guerras, agresiones, genocidios, torturas (Abu Ghraib, Guantánamo), ataques con drones a la población civil, está la raíz de la Cristianofobia, que tiene la obligación de dejarse agredir, sin ni siquiera intentar defenderse o vengarse, porque de inmediato recibe la condena de la comunidad internacional, esa misma que carece de humanismo o se hace de la vista gorda, para repudiar los crímenes contra los países árabe/musulmanes, cuya "desdicha" está en poseer el recurso natural de mayor ambición imperialista: petróleo y gas.
Las agresiones contra los pueblos incitan el odio. Las agresiones de los quince últimos años de EE.UU y la OTAN contra los pueblos del Medio Oriente, han fomentado el odio y elevado al clímax, que encuentra su trágica expresión en los hechos ocurridos en Paris esta semana. Estados Unidos está consciente de ese odio, de allí el temor a que un país árabe tenga capacidad nuclear, o la obtenga de algún país con desarrollo atómico. En lugar de cultivar el odio con las 700 bases militares que tiene dispersas por la mayoría de países, debería cultivar la paz para no tener que padecer la zozobra en que viven sus habitantes en los propios Estados Unidos o en el resto del mundo, cuando viajan como turistas. Han sembrado demasiado odio que sólo puede revertirse en tragedia. Ni Rusia ni China que son potencias nucleares, tienen bases militares en otros países.
http://www.aporrea.org/internacionales

martes, 3 de febrero de 2015

"Hagamos normal la libertad y la vida. Zarpemos hacia Gaza"

Manifiesto "Rumbo a Gaza"


www.rumboagaza.org


Tras los 50 días de bombardeos israelíes del pasado verano, que dejaron 500 niños y niñas muertos y 18.000 viviendas destruidas, la franja de Gaza vuelve a la normalidad. ¿Vuelve a la normalidad? Israel suele hacer olvidar un crimen con un crimen mayor, de manera que el alivio del fin de la guerra, y la dolorosa alegría de la resistencia, inducen la ilusión de una comunidad apaciguada y hasta de un mundo mejor. Si no hay guerra, hay paz. Si no hay bombas, hay flores. Si no hay aviones, hay bicicletas. Israel bombardea en realidad para que, al dejar de bombardear, Gaza se llene de paz, de flores y de bicicletas. Gracias a Israel, Gaza regresa ahora a la “normalidad”.
Gaza ha vuelto a la normalidad, sí, y eso es precisamente lo terrible. Porque en Gaza la normalidad no es la vida sino la muerte lenta; no es la libertad sino la celda; no es el pan y la luz sino la escasez y la oscuridad; no es la paz sino otra guerra. La normalidad en Gaza es el bloqueo israelí y sus consecuencias para la salud, la educación y la alimentación de los palestinos. Cada vez que Israel bombardea Gaza -2008, 2012, 2014- los gobiernos occidentales y los medios de comunicación deshumanizan y justifican los muertos; cada vez que Israel deja de bombardear, los gobiernos occidentales y los medios de comunicación olvidan a los vivos. Después de una agresión israelí no llega la “normalidad”; sigue la agresión israelí. Y lo único que es desgraciadamente normal es la indiferencia de todos.
¿Por qué hay que acabar con un bloqueo que dura ya casi ocho años? Sin duda por los terribles efectos que causa, agravados ahora por los bombardeos del pasado verano y por la posición de la dictadura egipcia, que ha cerrado el puesto fronterizo de Rafah. Israel tiene prisioneros a casi dos millones de palestinos -es decir, seres humanos- y les desliza entre los barrotes lo justo para que sufran sin morirse del todo. Gaza, la zona con mayor densidad demográfica del planeta, necesita 70.000 viviendas más y 400 escuelas nuevas, pero Israel no deja entrar materiales de construcción. El 40% de los gazatíes no puede trabajar, el 90% gana un dólar al día y el 80% depende de ayuda alimentaria para no morir de hambre mientras Israel prohibe la pesca, la agricultura y la exportación. En Gaza sólo hay electricidad cuatro horas al día y un consumo de agua de entre 20 y 70 litros por persona (frente a los 300 de Israel) porque Israel raciona el combustible, roba 12 millones de metros cúbicos de agua todos los años y para colmo destruye las depuradoras. En Gaza los pacientes con dolencias crónicas o enfermos de cáncer, tratados en hospitales sin luz eléctrica, no tienen acceso a aparatos y medicinas porque Israel puede manipular a distancia, sin tocarlos, los cuerpos de los palestinos y su esperanza de vida. Esto es el bloqueo: un pueblo entero en las fauces de un gato que aprieta los dientes, sin masticar, para prolongar la agonía de la que extrae su poder.
Porque el bloqueo es más que un dosificador cruel de sed, hambre, dolor y pobreza. Es sobre todo una infame declaración de poder absoluto que la mayor parte de los gobiernos del mundo tolera sin protestar. Lo que está en juego es aún más importante que la salud o la alimentación de los palestinos de Gaza. Lo que está en juego es, sí, su derecho a la normalidad. A una normalidad normal de gente con nombre que ríe y llora sin que nadie la empuje; una normalidad que no puede ser una tregua entre dos bombardeos; una normalidad que no debe ser el regalo del gato asesino. El bloqueo empobrece, encadena y mata, pero sobre todo ofende. Es una ofensa a la humanidad de los palestinos y a la de todos los seres humanos de la tierra. Y es la dignidad la que debe rebelarse contra él.
Es por eso que la Coalición Internacional, de la que forma parte Rumbo a Gaza, prepara una nueva campaña, Flotilla de la Libertad III “Gaza Puerto Abierto”, que pretende restablecer la normalidad ofendida mandando tres barcos a Gaza durante el año 2015. Es más urgente que nunca denunciar el bloqueo de Israel, exigir a nuestros gobiernos que se tomen en serio los Derechos Humanos que tan selectivamente invocan y ayudar a poner fin a la ocupación. Gaza Puerto Abierto se propone de entrada recordar que no se pueden poner vallas al campo ni clavar estacas en el cielo ni dar zarpazos a la dignidad humana.
Hagamos normal la libertad y la vida. Zarpemos hacia Gaza.

Fuente original: http://www.rumboagaza.org/manifiesto/