miércoles, 19 de junio de 2019
¿El modelo Sirio en Venezuela?
Participación en el Programa de Radio Nacional Colombia
https://www.radionacional.co/podcasts/que-sera/modelo-sirio-venezuela-parte-01
En esta primera parte del programa, se analiza el contexto histórico del conflicto en Siria y la intervención militar de potencias mundiales como Estados Unidos y Rusia. Los expertos hacen un balance sobre las consecuencias de dicha injerencia y las similitudes y diferencias que se presentan en el caso Venezolano.
https://www.radionacional.co/podcasts/que-sera/modelo-sirio-venezuela-parte-02
En esta segunda parte de ¿Por Qué Será? se dialoga sobre la condición actual de Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro y las tensiones políticas mundiales por las sanciones de Estados Unidos y el apoyo militar y diplomático de Rusia e Irán. Además se analizan las implicaciones que este conflicto tiene en Colombia, no solo en temas migratorios sino políticos y económicos.
https://www.radionacional.co/podcasts/que-sera/modelo-sirio-venezuela-parte-01
En esta primera parte del programa, se analiza el contexto histórico del conflicto en Siria y la intervención militar de potencias mundiales como Estados Unidos y Rusia. Los expertos hacen un balance sobre las consecuencias de dicha injerencia y las similitudes y diferencias que se presentan en el caso Venezolano.
https://www.radionacional.co/podcasts/que-sera/modelo-sirio-venezuela-parte-02
En esta segunda parte de ¿Por Qué Será? se dialoga sobre la condición actual de Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro y las tensiones políticas mundiales por las sanciones de Estados Unidos y el apoyo militar y diplomático de Rusia e Irán. Además se analizan las implicaciones que este conflicto tiene en Colombia, no solo en temas migratorios sino políticos y económicos.
1.
Camilo Vargas Betancourt
Politólogo
e internacionalista de la Universidad del Rosario, máster en
Sociología de lo Político y de la Acción Pública del Instituto de
Estudios Políticos (Sciences Po) de Bordeaux. Ha sido catedrático
sobre temas de relaciones internacionales y conflicto armado.
2.
Martín Martinelli // desde Argentina
Docente
- investigador con dedicación exclusiva en la Universidad Nacional
de Luján.
Profesor
de: Historia Contemporánea; Historia de Asia y África; y Seminario
Historia del Medio Oriente Contemporáneo. Miembro de la Cátedra
Libre de Estudios Palestinos “Edward Said”. Doctor en Ciencias
Sociales y Humanas. Co-Director del Área Historia Medio Oriente
Contemporáneo del Programa de Estudios Históricos y Antropológicos
Americanos. Integrante Grupo de Trabajo “Medio Oriente y América
Latina” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO.
3.
Ronal F. Rodríguez // @ronalfrodriguez
Vocero
e investigador del Observatorio de Venezuela de la Facultad de
Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la
Universidad del Rosario (desde 2004 a la fecha). Politólogo,
internacionalista y Magister en Ciencia Política, docente y
coordinador de la Cátedra Venezuela de la Universidad del Rosario,
director del programa "Esto no es una frontera, esto es un río"
en U Rosario Radio.
4.
Óscar Julián Palma // vía skype
Profesor
Principal carrera en la Facultad de Ciencia Política, Gobierno y
Relaciones Internacionales, Universidad del Rosario. Doctor en
Relaciones Internacionales del London School of Economics and
Political Science y Master en Estudios en Seguridad Internacional de
la Universidad de Leicester. Es Conferencista Invitado del George
Marshall European Center for Security Studies, en Alemania, para el
curso de Terrorismo y Seguridad.
5.
Juan Camilo Ito // vía telefónica
Politólogo
de la Universidad del Rosario. Magíster en relaciones
internacionales y ciencia política de Sciences Po Bordeaux e
integrante de la red de estudios Colombo-Venezolanos.
lunes, 11 de febrero de 2019
Orientalismo, Cultura e imperialismo y La cuestión palestina
Ultimátum 1 de febrero de 2019
Martín Martinelli
El objetivo de este
artículo es analizar en conjunto la obra de Edward Said, así como su
influencia. Esta ha recibido el reconocimiento internacional por uno de
sus libros principales, como el que se conmemora y pone en nuevas
valoraciones este año, el cual forma parte de una trilogía que componen
además Cultura e imperialismo y La cuestión palestina, dos afirmaciones más teóricas y la presentación de un caso que hace cuatro décadas era ignorado a escala mundial.
Orientalismo
El orientalismo es una noción con la que
se buscó explicar la respuesta de Occidente (entendido como Estados
Unidos y Europa) al islam y la experiencia de la civilización musulmana.
Tanto es así que desde la academia, los medios y Hollywood, se
representó una imagen y se construyó una idea de Oriente. Dichos medios
masivos han desempeñado un papel preponderante en el siglo XX y lo que
va corrido del XXI, hasta el punto de que esa información fragmentada se
presenta como una descripción objetiva de la realidad. Las imágenes y
conceptos que se divulgaron acerca del Medio Oriente y el «mundo árabe»
estuvieron al servicio de la política exterior occidental y el
imperialismo que impulsaban.
Luego de la disolución de la Unión
Soviética, y por consiguiente del «comunismo» enemigo, el nuevo «otro»
fueron tanto el islam como los musulmanes. De ese modo, se deshumanizó
toda una cultura mediante la estrategia de representar a los países
donde la mayoría de la población es islámica como terroristas, salvajes y
despóticos. Se resignificó así una antigua demonización (Murphy, 2005).
Según las propias palabras de Said, el
orientalismo es un estilo de pensamiento basado en la distinción
ontológica y epistemológica que se establece entre Oriente y Occidente.
En tal sentido, numerosos escritores han aceptado esta diferencia
esencial entre Oriente y Occidente para confeccionar teorías, novelas,
descripciones sociales e informes políticos relacionados con Oriente, su
gente, sus costumbres, su «mentalidad» o su destino.
En líneas generales, la acepción de
orientalismo más admitida es la académica, etiqueta que sirve para
designar una gran cantidad de instituciones de este tipo. Alguien que
enseñe, escriba o investigue sobre Oriente es un orientalista, y lo que
él hace, orientalismo. Orientalismo, por un lado, se trata de poner en
discusión el término, y comenzó con los imperialismos británico y
francés decimonónicos.
El orientalismo es la más grandiosa de
todas las narrativas, un discurso (o metadiscurso) global que representa
a Oriente. Los textos orientalistas, por una parte, ayudaron a crear
conocimiento y la realidad supuesta que describieron, y por otra parte,
esto convergió en el colonialismo y le sirvió como plataforma. Este
libro, que se convirtió en una corriente de pensamiento, estableció
jerarquías en relación con lo político y el poder, dado que demostró los
vínculos entre el orientalismo y el imperialismo.
Las críticas hacia esta obra destacada
fueron que estaba reducido al Medio Oriente y dejaba de lado lo que
podría denominarse los demás orientes: chino, indio o del Sureste
Asiático, a la vez que el análisis era muy general. Y principalmente,
que no ofrecía una resistencia al eurocentrismo —analizado, entre otros,
por Samir Amin—, al tiempo que no reconocía a predecesores de las ideas
que planteó, tales como Tibawi, Abdel Malek o Panikkar.
Retomaremos aquí en primer término a
Tibawi, quien propuso que el orientalismo moderno se basó en imágenes
medievales del islam y buscó diseminar la idea de una supuesta
inferioridad árabe. Y en segundo lugar, a Abdel Malek, que esbozó una
idea persistente: el hombre europeo, blanco y cristiano, se puso desde
la antigüedad griega como la medida de todos los hombres en todas
partes. En los diferentes aspectos, el Oriente sería el pasado,
estático, monolítico y ahistórico; el estudio del árabe como lengua
muerta lo ejemplifica. En suma, esto absolvería de culpa al
colonialismo, al que se le acusa de un pretendido atraso en las regiones
conquistadas (Sardar, 2004, pp. 100-132).
Pese a esto último, debemos señalar que
el orientalismo es tanto una disciplina como un discurso de poder, e
incidió para perpetuar el dominio de Occidente sobre las demás regiones
del globo. Esa visión, que estuvo acompañada de la visión eurocéntrica,
continúa en la actualidad, aun cuando con un pensamiento cada vez más
crítico.
Cultura e imperialismo
En Cultura e imperialismo, otra de sus obras más destacadas, y como continuación de su libro más conocido, Orientalismo,
Said le otorga un papel notable a la novela como constructora de
sentido. Así pues, el orientalismo es un modo de relacionarse con
Oriente, basado en el lugar especial que este ocupa en la experiencia de
Europa Occidental.
Allí analiza el siglo XIX, época en que
el pensamiento relativo a la identidad resultó estratégico en las
culturas imperialistas. Estas influyeron a escala mundial, condicionadas
por nociones alusivas a «ser inferior», «razas sometidas» y «pueblos
subordinados». En esa misma centuria, la oposición Oriente-Occidente
estuvo realzada por el racismo y el colonialismo irradiados desde
Europa. La distinción entre Occidente-Oriente predominó en la
literatura, la pintura y la música europeas decimonónicas. Esa imagen de
Oriente con su despotismo, sensualidad y fecundidad maravillosos, se
usufructuó para justificar el colonialismo. De acuerdo con los
pensadores europeos, Oriente quedó establecido como sinónimo de lo
exótico, lo femenino y lo originario.
Así las cosas, surgió un abismo entre las
dos identidades culturales supuestas al promoverse la orientalización
de Oriente y lo oriental, al igual que un fuerte sentimiento de
identidad cultural amurallado. Este estuvo esencializado hasta el grado
de hacer de Oriente el gran otro de Europa, junto con África y América
(Said, 2001, pp. 40-41).
En ese sentido, los imperialistas
proyectaron la idealización de una superioridad «blanca» o europea,
expresada en la «carga del hombre blanco» o la mission civilisatrice.
La academia europea generalizó la concepción de una supuesta supremacía
a través de su interpretación de las diferencias humanas. Las
exploraciones en África, la conquista de América, el colonialismo y la
esclavitud son acontecimientos ocurridos en ese contexto histórico
(Martinelli, 2013).
La cuestión palestina
Su libro La cuestión palestina
se tradujo al español en 2013, treinta y cinco años después de su
aparición, lo que implica varias cosas. En esa obra se aplican los
conceptos de orientalismo y de cultura e imperialismo al caso palestino,
sobre el que Said escribió a lo largo de su vida.
El contexto histórico de la región, al
cual remite este escritor en su obra, se podría resumir de la siguiente
manera: la decadencia y la posterior disolución del Imperio otomano, así
como la intervención en la zona de los británicos y de los franceses,
iniciaron este proceso. Estas potencias dividieron la región en zonas de
influencia y de mandatos, que serían en buena medida los límites de los
estados nacionales creados en esos territorios. La diferencia
sustancial con los demás países que surgieron en la zona fue que Gran
Bretaña y el movimiento sionista se aliaron (con algunos desacuerdos
políticos) para crear un «hogar nacional judío» en Palestina. En
aquellos momentos, el proyecto de la Gran Siria coexistía con esa
propuesta. El desmembramiento del territorio palestino dificultó crear
un Estado independiente, a diferencia de lo que sucedió con el caso del
mismo Israel, o de Egipto, Siria, Irak, Jordania y Líbano.
Los palestinos se manifestaron contra la
recomendación de partición de Palestina, puesto que, por lógica, un
movimiento nacional no repartiría su tierra con el movimiento
colonizador. En cambio, los sionistas la aceptaron como algo positivo,
que les brindaría legalidad internacional. Estados Unidos demostró su
apoyo a la causa al presionar para lograr una votación positiva en la
Organización de las Naciones Unidas (ONU). Gran Bretaña, luego de la
recomendación de la partición de Palestina en 1947, indicó su retiro de
Palestina para el 15 de mayo de 1948. El Estado árabe estaba
imposibilitado de nacer como consecuencia de los impedimentos de los
palestinos, el triunfo militar del nuevo Estado de Israel y la
complicidad de algunos líderes árabes, como el rey Hussein de Jordania.
Para tomar un parámetro, no hay otra región del mundo que haya
interesado de manera similar ni tan persistente al centro hegemónico.
El Medio Oriente tuvo una relevancia
inusitada en la geopolítica mundial y fue una de las zonas tradicionales
de intervención militar en la historia contemporánea, lo que continúa
hasta el día de hoy, si bien reflexionó también acerca de la condición
árabe que sufrió: por una parte, la opresión otomana; luego de la
Primera Guerra Mundial, la franco-británica, y a partir de la Segunda
Guerra, el imperialismo estadounidense. Y por otra parte, subrayó el
hecho de que esas poblaciones poseen lazos innegables —aun con sus
disputas internas— frente al divide y reinarás (Said, 2003b).
La relación Oriente-Occidente impregnó la
cuestión palestina y al mismo autor: Edward (inglés) Said (árabe). Se
ha procurado presentar al Estado de Israel como el Occidente,
civilizado, sedentario, con un elevado desarrollo tecnológico y
capitalista, en desmedro de Palestina o los palestinos, vistos como el
Oriente, lo tradicional, atrasado, el terrorismo, los nómadas o
beduinos. Said actuó en pos de exhibir algo diferente.
En cuanto al tema de Palestina y su relación con Israel, prosiguió con libros como Crónicas palestinas, pero aquí nos referiremos al documental In Search of Palestine
(1998), el cual sintetiza parte del pensamiento saidiano. En ese video,
Said protagonizó el regreso a su tierra natal en una exploración de su
pasado, además de que buscó reflejar la concordancia entre los recuerdos
personales del escritor y la memoria compartida del pueblo palestino.
En un pasaje, expresó: «La única palabra para esto es desastre, y esta
es, en esencia, la tragedia palestina». En ese momento, se refería a la
expansión de un asentamiento y a la manera en que se practicaban a
diario nuevos desalojos, expropiaciones y demoliciones de hogares.
Finalmente, muestra cómo la población palestina siente impotencia por no
poder hacer nada para impedirlo.
Otro ejemplo es cuando este pensador
palestino-estadounidense trazó una de las reflexiones más profundas
sobre la opresión del pueblo palestino en su libro After the Last Sky (1999),
en el que debatió sobre el desplazamiento, la falta de tierra, el
exilio y la identidad. Además, pidió el reconocimiento internacional de
los reclamos palestinos, así como también criticó la brutal ocupación y
el desposeimiento que han sufrido durante más de medio siglo.
Nuevo prefacio a Orientalismo (2003)
- Desde la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hasta los sucesos actuales, la potencia hegemónica postuló al islam y el Medio Oriente como el nuevo enemigo de Occidente, en remplazo del comunismo. Vale la pena retomar algunas cuestiones de la etapa precedente inmediata, donde destacamos el cambio de escenario previo: la Revolución iraní islámica de 1979; el pacto de Camp David entre Egipto e Israel de 1978-1979; también en 1979, la invasión soviética de Afganistán con los muyahidines, y la guerra entre Irak e Irán de 1980-1988. A su vez, Estados Unidos lideró la guerra del Golfo de 1991, en detrimento de Irak, es decir, la intervención imperialista directa estadounidense.
- A partir del 2001, se realizaron las invasiones encabezadas por Estados Unidos sobre Afganistán e Irak; el descubrimiento del desarrollo nuclear de Irán con una percepción de amenaza, y el denominado «despertar árabe» en 2011, que generaron un proceso de agitación o intento de variación del orden establecido. Esta situación demostró cómo el balance de poder regional se inclinó hacia tres países no árabes: Irán, Israel y Turquía.
Veinticinco años después de publicado Orientalismo,
Edward Said vislumbró ese nuevo imperialismo que se avecinaba o, más
bien, se intensificaba con la invasión estadounidense a Irak y
Afganistán, aunque la influencia de dicha potencia en la zona y su
acción directa no dejaron de estar presentes durante los siglos XX y
XXI. En su nueva introducción plantea, si la leemos en su contexto, y en
conjunto con sus escritos, un hilo conductor no solo humanista, como él
mismo se define, sino que su destacado rol intelectual fue acompañado
por el activismo político y su denuncia de los avasallamientos de los
derechos humanos.
Said defiende la tesis de que todo
imperio pretende establecer diferencias entre cuál es la misión supuesta
que se le encargó, para poder expandirse, apropiarse cada vez más de
territorios y recursos. En otras palabras, detrás del velo de una
hipotética superioridad occidental, y de la tarea de civilizar —mission civilisatrice
o «carga del hombre blanco»—, llevar el orden, el progreso y la
democracia; en realidad, la fuerza es el recurso empleado para dominar
esas regiones.
Adicionalmente, Said estableció
similitudes entre los académicos pagados por los británicos en la India,
la región de la Mesopotamia, Egipto y África Occidental; los ejércitos
franceses en Indochina y África del Norte, y los asesores
estadounidenses que se valieron de los mismos estereotipos y
justificaciones con el objetivo de ejercer la violencia y el despotismo
que ellos mismos les atribuían a las poblaciones subyugadas.
Otra crítica presente en toda su obra fue
hacia las ortodoxias religiosas y nacionalistas, pero que igualmente
los medios masivos —junto a la academia— inducen a una mirada ahistórica
y sensacionalista de los hechos. Esto último, en el caso analizado, no
solo es para vender su mercancía sino que se trata de demonizar a un
enemigo desconocido, «terrorista», el cual es merecedor de una «guerra
preventiva» (acompañada de los «daños colaterales»), que deviene en un
cambio de régimen unilateral. Es decir, que todos esos eufemismos y el
control del lenguaje, las imágenes difundidas, actúan en conjunto para
perpetrar ese nuevo imperialismo sobre la región (recordemos que en 2016
se cumplieron los cien años del Pacto de Sykes-Picot), donde se
repartió el territorio sin atender a las características de los propios
habitantes. Ese escrito engloba una serie de ideas saidianas, en un
ciclo sobre el que Said reflexionó pero que aún continúa, en el cual
tanto las potencias europeas como Estados Unidos, junto a la URSS (luego
Rusia también), pretendieron influir y prevalecer en la toma de
decisiones del Medio Oriente.
Durante los cuarenta años transcurridos desde Orientalismo, así
como también en este último periodo, las potencias —encabezadas por
Estados Unidos y los miembros de la OTAN— intentaron reconfigurar el
mapa y los estados nación de la región, al tiempo que hubo
intervenciones devastadoras de estas en Irak, Siria, Afganistán y Libia,
cuyas consecuencias sufren sus habitantes. Por lo tanto, esta
imposición ideológica, simbólica y material (aunque resistida por
diversos medios) nos evidencia el accionar de las potencias
capitalistas, las cuales abusan —en esta región más que en otras— de su
poderío militar y financiero.
Intelectuales de la talla de Said
marcaron la impronta de uno de los modos inequívocos de enfocar el
análisis de la coyuntura mundial, como sus reprobaciones a las presuntas
jerarquías de poder entre los sistemas culturales. Su voz nos resulta
recurrente para pensar estos entramados entre la cultura, el poder y el
imperialismo. A través de este breve recorrido por algunas de las obras
de este activista palestino-estadounidense, expusimos la manera en que
denunció el imperialismo cultural con el que se trató de enmascarar la
opresión y apropiación de los recursos del «mundo árabe».
Referencias
Chedid, S. (2003). El legado de Edward Said. Buenos Aires: Canaán.
Martinelli, M. (2010). Antítesis, 3 (6), 1077-1093. Recuperado de http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=193314445004.
Masalha, N. (2011). Edward Said: el sionismo y la visión democrática laica. En S. Chedid y N. Masalha (eds.), La Biblia leída con los ojos de los cananeos. Recordando a Edward Said. Buenos Aires: Canaán.
Murphy, S. (2005a). La imagen demonizada del islam: ayer y hoy. Recuperado de cdsa.aacademica.org/000-006/538.pdf.
Said, E. (1979). The Question of Palestine. Nueva York: Times Book (versión en español, 2013. Barcelona: Debate).
Said, E. (1990). Orientalismo. Madrid: Prodhufi.
Said, E. (1996). Cultura e imperialismo. Barcelona: Anagrama.
Said, E. (2001). Crónicas palestinas. Barcelona: Grimaldo.
Said, E. (2005). Cultura, identidad e historia. En G. Schröder y H. Breuninger (comps.), Teoría de la cultura (pp. 37-53). Buenos Aires: FCE.
Sardar, Z. (2004). Extraño Oriente. Historia de un prejuicio. Barcelona: Gedisa.
Documental
In Search of Palestine – Edward Said’s Return Home (BBC) (1998). Una producción de la BBC (50 minutos).
Martín Martinelli
Universidad Nacional de Luján
martinellima1982@gmail.com
ZERO IMPRESA EDICIÓN 36
ISSN ELECTRÓNICO: 2344-8431
ISSN IMPRESO: 0123-8779
Fuente Revista Zero Universidad Externado de Colombia 2019
https://zero.uexternado.edu.co/orientalismo-cultura-e-imperialismo-y-la-cuestion-palestina/
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Estudios del Mashriq y el Magrib desde la contemporaneidad. Problemas de la colonización, descolonización, transformaciones y resistencias.
Título de la mesa nº 16: Estudios
del Mashriq y el Magrib desde la contemporaneidad. Problemas de la
colonización, descolonización, transformaciones y resistencias.
Coordinadores:
Ángel H. Molina (UNR-CEDCU)
angelhmolina@gmail.com
Martin A. Martinelli (UNLu – UBA)
martinellima1982@gmail.com
Gabriel F. López (UBA – ISPJVG)
historialfilo@gmail.com
Objetivos:
La mesa propone
reflexionar sobre los cambios políticos, sociales, económicos y
culturales que han atravesado el Magrib y el Mashirq desde los
procesos de colonización y descolonización, así como las
transformaciones se encuentran actualmente en curso. Nos convocamos a
reflexionar en torno a las experiencias de la colonización, las
condiciones y procesos de descolonización, hasta los movimientos que
han llevado a cabo las sociedades para alcanzar la instauración de
regímenes democráticos. Daremos énfasis a los aportes y
conflictos en los procesos por la liberación en la región, tanto en
sus aspectos políticos, diplomáticos, culturales, económicos y/o
sociales. El objetivo de esta mesa es brindar el espacio en el que
exponer y desarrollar enfoques críticos sobre los proyectos
coloniales que ejecutaron los europeos y los países colonialistas
luego de asumir el liderazgo del imperialismo mundial en el
transcurso de la segunda mitad del siglo XIX, y las consecuencias que
en el pasado y aún en el presente se manifiestan tanto entre los
colonizadores como en el seno de los pueblos colonizados en Asia y
África.
Atenderemos, sin excluir
otras propuestas pertinentes, a: 1- el proceso denominado “Primavera
árabe” y sus múltiples consecuencias, 2- la situación e historia
del pueblo palestino así como la sociedad y el régimen israelí, 3-
las problemáticas de la descolonización y los abordajes críticos
que la piensan y la analizan (materialismo histórico, perspectiva de
poscolonial y subalternistas, entre otras tendencias). La mesa
propiciará el debate transversal, el cruce entre lo epistemológico,
la lectura histórica y la comprensión a partir de las teorías
críticas propuestas para ello, evocando así la tensión entre la
superación del colonialismo y la persistencia de la colonialidad y
el imperialismo. Nuestro propósito es problematizar el conocimiento
histórico de la región, dada la gran importancia de los
acontecimientos contemporáneos. El
esfuerzo crítico en el análisis de los procesos permite una
conexión entre modernidad, nacionalismo, colonialismo e
imperialismo, términos profundamente ligados. La propuesta aspira a
abrir el debate hacia nuevas formas interpretativas de la realidad
del mal llamado “Medio Oriente” desde una perspectiva de sur a
sur, una mirada argentina y latinoamericana ya que encontramos entre
ambas regiones una empatía epistemológica digna de ser aprovechada
para nuestras inquietudes teórico-políticas en los problemas a
tratar.
2.
PRESENTACIÓN DE RESÚMENES
Hasta
el 15
marzo de 2019 a las 23:55 hs. Se
deja establecido que NO
habrá prórroga para
la presentación de resúmenes.
2.1.
Criterios de presentación
Los
trabajos podrán ser de autoría individual o en coautoría con un
máximo de 2 (dos) autores. No se aceptará más de un trabajo por
autor, ya sea en forma individual o en co-autoría.
Los
resúmenes tendrán un mínimo de 350 y un máximo de 400 palabras, y
deberán contener los planteos problemáticos del tema a desarrollar.
El tipo de letra requerida será Times New Roman, tamaño 12,
interlineado de 1,5.
Cada
resumen deberá tener un encabezado donde conste el título de la
ponencia, nombre y apellido de los/as autores/as, correo/s
electrónico/s y filiación institucional (sin formatos: ni
subrayado, ni bold ni itálica, etc.) e indicar tres palabras clave.
2.2.
Modalidad de envío
Los
resúmenes deben:
1.
ser cargados en el formulario web de las XVII Jornadas Interescuelas
alojado en la siguiente dirección:
https://goo.gl/forms/PySOd4ODVWd4zTdW2
y,
2.
ser enviados a los mails de los/as coordinadores/as de la mesa
seleccionada.
No
se aceptarán resúmenes que no hayan cumplido estos pasos.
Los/as
coordinadores/as deberán acusar recibo de la correcta recepción.
3.
ACEPTACIÓN DE LOS RESÚMENES POR PARTE DE LOS/AS COORDINADORES/AS DE
MESA
Hasta
el 29
de marzo del 2019.
Una
vez finalizado el plazo de recepción de resúmenes, los/as
coordinadores/as serán los encargados de comunicar su aceptación o
rechazo a los/as autores/as.
Asimismo,
deberán remitir al mail institucional de las Jornadas
(jornadasinterescuelashistoria@gmail.com) un listado donde harán
constar nombre y apellido de los/as autores/as, correo/s
electrónico/s, filiación institucional y título de los resúmenes
aprobados (sin formatos: ni subrayado, ni bold ni itálica, etc.).
Se
deja aclarado que la aceptación de los mismos no implica la
posterior aceptación de ponencia.
4.
PRESENTACIÓN DE PONENCIAS
Hasta
el 30
de junio de 2019 a las 23:55 hs.
4.1.
Criterios de presentación
Las
ponencias podrán tener un máximo de 40000 caracteres, en letra
Times New Roman, tamaño 12, interlineado de 1,5. Las citas a pie de
página, con el mismo tipo de letra y en tamaño 10, numeradas
consecutivamente de 1 en adelante. Oportunamente se fijarán los
requisitos para cita de bibliografía.
4.2.
Modalidad de envío
Las
ponencias serán enviadas a los mails de los/as coordinadores/as de
la mesa seleccionada y también deberán ser cargadas en un
formulario web de las XVII Jornadas Interescuelas que oportunamente
será comunicado.
Ambos
pasos serán obligatorios para la aceptación de las ponencias. No se
aceptarán ponencias que no hayan cumplido estos pasos.
4.3.
Comunicación a los/as interesados/as de la aceptación o rechazo de
las propuestas de ponencia por parte de los/as coordinadores/as
Hasta
el
31 de julio de 2019.
Los/as
coordinadores serán los encargados de comunicar la aceptación o el
rechazo de las ponencias a sus autores/as. Asimismo, deberán remitir
al mail institucional de las Jornadas
(jornadasinterescuelashistoria@gmail.com) un listado donde harán
constar, en orden de exposición, nombre y apellido de los/as
autores/as, filiación institucional, correo/s electrónico/s y
título de las ponencias aceptadas (sin formatos: ni subrayado, ni
bold ni itálica, etc.).
Se
deberá tener en cuenta que para el funcionamiento de cada Mesa se
requiere un mínimo de diez (10) y un máximo de veinte (20)
ponencias.
Se
aclara que no está previsto el financiamiento para coordinadores.
SEDE:
Facultad
de Humanidades - Universidad Nacional de Catamarca
INFORMES:
Departamento
de Historia de la Facultad de Humanidades, UNCA
Dirección:
Avenida Belgrano 300, San Fernando del Valle de Catamarca
Teléfono:
+54 383 4422708
Fax:
+54 383 4450168
Facebook:
jornadas interescuelas/departamentos de historia
Instagram:
jornadasinterescuelashistoria
E-mail:
jornadasinterescuelashistoria@gmail.com
martes, 4 de diciembre de 2018
Un gobierno sometido a la autoridad israelí
El conflicto entre Israel y los palestinos no tiene tregua. Qué rol ha cumplido históricamente la Autoridad Nacional Palestina en esta disputa por los territorios y cuál es su alcance hoy.
Luca Di Nardo // Lunes 23 de julio de 2018 | 14:37
Aunque creada con ese propósito, la ANP no ha logrado aún
convertirse en un puente para la solución del conflicto
palestino-israelí. (Foto: Télam)
La mayoría de los analistas internacionales concuerdan al afirmar que, al menos en un primer momento, la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) significó un avance en el reclamo de los palestinos que,
al firmar los acuerdos de Oslo en 1993, buscaban recuperar su
independencia para poder crear su propio Estado en un territorio que
desde la "Guerra de los 6 Días", ocurrida en el año 1967, estaba ocupado
por Israel.Varios años después de su creación, las limitaciones impuestas sobre su poder hacen que la situación en esa zona de Medio Oriente esté lejos de ser la ideal y que los palestinos sigan reclamando por su independencia.
La ANP funciona como una entidad política con autonomía, pero no independiente de Israel. “No tiene control de sus límites aéreos, marítimos o terrestres”, destaca el doctor en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Luján Martín Martinelli, cuya tesis se basó en la “identidad nacional palestina”.
“Está sujeta fundamentalmente a la ayuda financiera internacional que proviene de los países del Golfo, con Arabia Saudita a la cabeza”, señala el analista internacional Jorge Castro. Por su parte, el politólogo especializado en relaciones internacionales Mariano Beldyk agrega que “depende del propio Israel para recibir alimentos, elementos de construcción, energía y hasta agua potable”.
Martinelli puntualiza que el territorio que controla la ANP está dividido en tres zonas, en las cuales tiene diferentes niveles de poder y distintas responsabilidades. Sin embargo, no todas esas zonas son controladas por la ANP, cuyo presidente actual es Mahmoud Abbas, del partido político Fatah. En la Franja de Gaza, donde las imposiciones israelíes son aun mayores que en Cisjordania, el control está en manos de Hamas, la organización islamista tildada de "terrorista" por Occidente.
Esta inestabilidad interna genera que haya diferentes actores que buscan participar de la negociación internacional en reclamo de la independencia. En los últimos años, pese al poder de Hamas, la decisión de Fatah de adoptar una postura más dialoguista, según explica Beldyk, lo ha posicionado como el interlocutor legítimo en las negociaciones.
El conflicto entre Israel y el pueblo palestino perdura desde la fundación del Estado de Israel, en 1948, hasta la actualidad, y a los históricos motivos religiosos envueltos en el enfrentamiento se suman fuertes intereses políticos y económicos por el control de la región. "Lo que hace Israel es cercenar la ANP para que no pueda actuar", explica Martinelli al referirse al accionar de Israel en Cisjordania, particularmente respecto de la construcción de nuevos asentamientos de colonos israelíes. En el mismo sentido, Jorge Castro agrega: "Hay una penetración completa de Israel (sobre el territorio palestino)".
"Hace ya años que la ANP debería haber sido el puente hacia una solución definitiva", afirma Beldyk. Si bien su creación significó un primer paso importante, su poder está limitado por el propio Israel, cosa que, sumada a las diferencias entre los diferentes grupos palestinos, hace que no tenga la influencia necesaria para configurarse como un actor central en la zona y que la vida en ese territorio sea, para muchos palestinos, la de “una prisión a cielo abierto”, como define Martinelli.
Fuente
http://www.diariopublicable.com/politica/8156-un-gobierno-sometido-a-la-autoridad-israeli.html
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jueves, 18 de octubre de 2018
miércoles, 17 de octubre de 2018
De Dhofar a Bahréin, memorias de lucha y de esperanzas, 1965-2011 por Bernard Drean
Prefacio a la obra de Abdulnabi Al-Ekri
De Dhofar a Bahréin, memorias de lucha y de esperanzas, 1965-2011
12/10/2018 |
Bernard Drean
1 de septiembre de 1969... La zona liberada, alrededor de un tercio de Dhofar, se extiende desde Ras Darbat Ali a la frontera con Yemen del Sur en Raysut... Los árboles de incienso están en flor, flores amarillas de corazón escarlata. Sonallah Ibrahim, Warda 1/Las Memorias del Bahréiní Abdulnabi Al-Ekry alias Hussein Moussa (su nombre de guerra revolucionario) van quizás a sorprender a más de una persona. Descubrirán en ellas su itinerario, que es también el de toda una generación de militantes, comprometidos en el nacionalismo árabe, luego en la acción socialista y revolucionaria, y finalmente en la lucha por los derechos humanos.
Aprenderán que existía hace medio siglo una izquierda árabe activa "desde el Atlántico al Golfo". Era en la época de la "revolución en el sistema mundial de 1968"2/. Militantes, hombres y mujeres, "partían al asalto del cielo" incluso en los más recónditos rincones de la península arábiga.
Esta ola revolucionaria fue rota por las contrarrevoluciones, la reacción feroz de las potencias exteriores poscoloniales e imperiales, de sus aliados conservadores locales, y también demasiado a menudo la de los nuevos regímenes republicanos supuestamente "progresistas" y convertidos en autoritarios y corruptos.
Esto no hizo desaparecer las aspiraciones de los pueblos a más igualdad y dignidad, de justicia social y de libertad política. Ni a las y los militantes, muchos de los cuales se insertaron en la acción de las "sociedades civiles".
Cuarenta años más tarde, en los años 2009-2013, otra generación de activistas se apoderó de las plazas públicas y puso en cuestión los poderes... desde Wall Street a Hong Kong, Teherán o Madrid y por supuesto, con qué fuerza, durante la "primavera árabe" de 2011 desde Marruecos a Omán, encontrando las aspiraciones de la generación precedente, pero en un contexto diferente y con métodos diferentes.
Aquí también, la reacción ha sido brutal y violenta. Prosigue ante nuestros ojos. con la contrarrevolución de los antiguos regímenes3/, y las insurrecciones yihadistas.
El pequeño emirato de Bahréin (autoproclamado reino en 2002) conoció los mismos acontecimientos: un movimiento nacional-demócrata (y también obrero), precoz para la región, reprimido y luego aplastado en los años 1970-1980, obligando a jóvenes militantes como Abdulnabi al exilio. Luego una liberalización relativa al comienzo de los años 2000, permitiendo la vuelta de las personas exiliadas. En fín, la represión brutal del levantamiento pacífico "de la plaza de la Perla", en marzo de 2011, con intervención militar de los vecinos, principalmente el "jefe" saudita.
El "68" árabe, la izquierda olvidada o perdida
A mediados de los años 1960, cuando Abdulnabi Al-Ekry llega a Beirut a estudiar, el mundo árabe está dividido entre, por una parte, los poderes tradicionales monárquicos, la "reacción árabe" aún poderosa a pesar de la caída de los reyes en Egipto (1952) e Irak (1958), sometidos a los británicos (Emiratos del Golfo, Jordania) o aliados a los americanos (Arabia Saudita, Marruecos) y, de otra parte, los "regímenes progresistas", Argelia, Irak, Siria y por supuesto el Egipto de Nasser. Los movimientos liberales, que conocieron su momento de gloria en Egipto (Wafd), prácticamente han desaparecido. Y si las organizaciones del islam político -principalmente los Hermanos Musulmanes, están activas, no tienen, salvo en Egipto, mucha influencia... El momento parece ser el de las "izquierdas" árabes. Pero ¿qué izquierdas?
Las y los comunistas no son entonces un número despreciable. Existen organizaciones en casi todos los países árabes, a veces con una influencia social considerable: durante un breve período en Sudan, y de forma más prolongada en Irak (principalmente entre la gente chiíta y la minoría cristiana). En Bahréin el Frente Nacional de Liberación (FNL-B), fue creado en 1955 por las y los comunistas4/. En su conjunto siguen la linea soviética. Aunque Nasser y otros países dirigidos por nacionalistas árabes se acercaran a la URSS en los años 1955-65, los comunistas son rivales de los diversos movimientos nacionalistas árabes. Tras la revolución de 1958 en Irak, el poderoso Partido Comunista local que apoya al régimen del general Kassem está en violento conflicto con nasserianos y baasistas.
Las diferentes corrientes nacionalistas árabes son entonces las más dinámicas en toda la región. Desde la toma del poder por los "oficiales libres" en Egipto en 1952, Gamal Abdel Nasser es, para todo el mundo, el líder árabe por excelencia. Pero las corrientes nacionalistas son muy diversas. Hay una "galaxia" propiamente nasseriana, con grupos y redes más o menos controladas desde Egipto y movimientos panárabes construidos totalmente de forma independiente de las iniciativas egipcias: el partido Baas y el Movimiento de Nacionalistas Árabes (que nunca fueron autorizados a organizarse en Egipto).
El Baas, Partido Socialista de la Resurrección árabe, fue creado en 1947 en Damasco por Michel Aflak y Salah Eddine Bitar. Sus organizaciones "regionales" (en cada uno de los Estados) se desarrollarían a través del Machrek, la península arábiga y un poco el Magreb, bajo la égida de la dirección "nacional" (es decir, panárabe). La creación en 1958 de la República Árabe Unida (RAU) entre Egipto y Siria que despierta el entusiasmo en todo el mundo árabe, está apoyada por el Baas... pero la dirección egipcia quiere un control total del nuevo Estado, lo que provoca en 1961 la "secesión" de Siria y la ruptura de la dirección nacional del Baas con Nasser y quienes se reclaman de él. Por otra parte, el propio Baas va a dividirse a partir de 1966 en varias fracciones; la "dirección nacional" histórica va a abandonar Damasco para ir a Bagdad (donde el Baas conrola el poder desde 1968 con Saddam Hussein), mientras que otra dirección rival es constituida en Damasco. Baas sirio y Baas iraquí van a combatirse sin tregua.
El Movimiento Nacionalista Árabe (MNA) Harakiyyin fue creado en Beirut en 1950 por el palestino Georges Habache y el sirio Constantin Zuriek, tras la derrota de los ejércitos árabes frente a Israel en 1947-48. Nacionalista, sin referencia socialista, atrayendo en los años 1960 a numerosa juventud, como Abdulnabi, se desarrolló en Palestina, Líbano, Yemen, Kuwait y luego en el resto del Golfo. Se reclamaba de Nasser (y se oponía por ejemplo a la secesión siria de la RAU) sin estar a pesar de todo dependientes de Egipto (por ejemplo en Yemen del Sur -aún colonia británica- el Frente Nacional de Liberación creado por militantes MNA, se negó a unirse al FLOSY de obediencia nasseriana y armado por Egipto). En junio de 1967, la naksa, la derrota en la Guerra de los Seis Días con Israel, pero también en noviembre la victoria del Frente Nacional de Liberación contra los Británicos en Yemen del Sur, van a acelerar un proceso de radicalización ya en curso en las secciones del MNA. Las referencias no son ya Nasser sino China, Vietnam, Cuba y la Tricontinental5/ (y el mensaje de abril de 1967 del Che Guevara, hacer florecer dos, tres, varios Vietnam); la unidad árabe y la liberación nacional Y la lucha antiimperialista Y la igualdad y la revolución social... Además del FNL sudyemení ya citado, las secciones del MNA van a crear el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático de Liberación de Palestina ((FDLP, escisión del precedente), la Organización de Acción Comunista en Líbano y otras numerosas organizaciones de menor importancia en los diferentes países. Fracciones disidentes de los partidos comunistas van a acercarse a esta corriente (en Irak el PC-dirección central, en Siria el PC -buró político- más tarde Partido Democrático del Pueblo y el Partido de la Acción Comunista) igual que algunos disidentes del Baas (tendencia siria).
Revolución en el Golfo y en Omán
La misma radicalización tuvo lugar en el Golfo donde militantes del MNA crean, en una conferencia en Dubai en febrero de 1968, un Movimiento revolucionario en Omán y en el golfo arábigo (MNR)...
Ahora bien, el 9 de junio de 1965 comenzó una lucha armada en la lejana provincia Ománesa de Dhofar. Para comprender sus razones, hay que mirar un poco atrás.
Los sultanes de "Omán y Mascat" habían creado una amplia red militar y comercial en el océano Indio y la costa de Africa del Este (en particular el sultanato de Zanzíbar) que la presión europea, portuguesa y luego francesa y sobre todo británica destruyó. Preocupada por asegurar la ruta de la India, en 1798 Inglaterra "protegió" al sultán de Mascat (va a depender del "Raj", el sistema de control británico de India), luego en 1820 los pequeños emiratos del golfo Arabo-persico (llamados Estados de la Tregua) antes de implantarse en Aden, salida del mar Rojo en 1832, de "proteger" su interior (Hadramaut) en 1874, y finalmente "proteger" Kuwait en 1899. La mayor parte de estos protectorados solo lograrán la independencia en 1971.
Desde su capital, Mascat, los sultanes no controlaban verdaderamente el interior del país (el Omán interior o toda la región del Djebel Akhdar -la montaña Verde), sede de un imanato (principado religioso) ibadí -una variante del islam distinta del chiísmo y del sunismo6/. En 1955-57 el sultán Said ben Taimur (en el poder de 1932 a 1970) y sus protectores británicos destruyeron militarmente el imanato, destrucción atizada por rivalidades petroleras (por temor a que las sociedades americano-sauditas se implantaran en una zona reservada a la Shell).
Dhofar, región montañosa y húmeda en período de cosechas, está separada del resto de Omán por un desierto y la población habla una lengua distinta. El ultrarreaccionario y esclavista Said ibn Timur había hecho de ella una especie de propiedad privada, sobreexplotada y oprimida. En ese contexto trabajadores y estudiantes emigrados dhofarianos y jefes tribales crearon en 1965 el Frente de Liberación de Dhofar. Algunas de las personas que lo fundaron eran miembros del MNA.
En este pequeño rincón de la península arábiga de menos de 80.000 habitantes va a desarrollarse una experiencia sorprendente a la que va a sumarse Abdulnabi en 1971.
Las y los militantes del Frente (FLD luego FPLGAO, FPLOGA, FPLO, ver recuadro), ven la lucha armada de Dhofar como la base inicial de una guerra popular prolongada (en el sentido maoísta), llevada a cabo a partir de zonas liberadas y que afectaría a medio plazo a toda la región. Esta guerrilla mal armada (un poco de apoyo chino al comienzo, soviético más tarde) resistirá más de diez años a los asaltos de las fuerzas británicas, con sus mercenarios nepalíes (Gurkas), pakistaníes (Baluches), el apoyo de un cuerpo expedicionario jordano y raros soldados Ománíes... En 1970-72 las y los militantes del MNR intentaron crear en Omán interior un segundo frente, un núcleo de guerrilla o foco según la práctica cubana teorizada por Che Guevara y Regis Debray7/ en nombre de un efímero Frente Nacional Democrático... pero la experiencia va a abortar (como sus equivalentes en la misma época en América Latina).
En aquellos momentos (1970-71) Inglaterra cambia de táctica, depone al viejo y obsoleto sultán y le reemplazan por su hijo Qabus, formado por preceptores del Foreign Office y de la Shell y que solo conoció como universidad su escuela de oficiales de Sandhurst. Intentan "Ománizar" la guerra (como los EEUU "vietnamizarla" entonces en Vietnam). Paralelamente los antiguos protectorados del Golfo acceden a la independencia, en parte reagrupados en los Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo Dhofar, donde el Frente goza del apoyo de la mayoría de la población, resiste. Solo será reducido militarmente en 1975-76 tras la intervención masiva de las tropas del sha de Irán.
Abdulnabi nos cuenta lo que ocurrió en Dhofar y el Yemen del Sur revolucionarios. En particular, las experiencias agrícolas de las que se encargó en las zonas liberadas de Dhofar, la educación (en Dhofar el 90% de los hombres y el 100% de las mujeres eran analfabetas), el final de la esclavitud, la liberación de las mujeres que, en Dhofar, es considerada como una causa prioritaria (y no remitida a más tarde como en la mayor parte de los movimientos revolucionarios de entonces).
Cuando Abdulnabi Al-Ekry habla del "Frente" y de las otras organizaciones políticas de las que es miembro, se trata de varios movimientos en el espacio y en el tiempo, desde Dhofar a Bahréin:
- El Frente Popular de Liberación del Golfo Arábigo Ocupado (FPLGAO), creado en 1968: el antiguo Frente de Liberación de Dhofar de 1965 (campo de acción: Dhofar) enriquecido por el aporte de militantes del Golfo (campo de acción: Dhofar y potencialmente Omán y todo el Golfo).
- El Frente Popular de Liberación de Omán y del Golfo Arábigo (FPLOGA), creado en 1971, tras la fusión del FPLGAO con el Frente Nacional Democrático (FNDOGA) activo en Omán interior (campo de acción: todo Omán con Dhofar y potencialmente el Golfo).
- A partir de 1974 hay disociación del Frente Popular de Liberación de Omán (FPLO) (campo de acción Omán incluyendo Dhofar) y acciones en el resto del Golfo, en particular con la creación del Frente Popular de Bahréin (FPB) del que Abdulnabi es uno de los fundadores.
- En el exilio, al comienzo de los años 1980, el Frente Popular de Bahréin (FPB) y el Frente Nacional de Liberación de Bahréin (comunista) crean un comité de enlace; Abdulnabi evoca regularmente "los dos Frentes".
- De vuelta a Bahréin, se crea en 2001, a iniciativa en particular de militantes del FPB, entre ellos Abdulnabi, la Asociación de Acción Nacional Democrática WAAD (Asociación, pues los partidos políticos no están autorizados como tales). El Waad se reclama de la socialdemocracia.
La solidaridad
La experiencia de la República Popular y Democrática del Yemen (Yemen del Sur) está hoy olvidada y más aún las luchas en Omán y en el Golfo y la epopeya del Dhofar... Sin embargo en los años 1970 existió un verdadero movimiento de solidaridad con esos movimientos de la península arábiga.
El contexto de la época era la guerra fría "Este-Oeste", y su declinación regional entre "progresistas" y "reacción" árabes. El apoyo político y material de los países socialistas y de los regímenes progresistas árabes al Yemen democrático y a Dhofar va a ser variable, a menudo equívoco, a veces extraño (¡como cuando la República Democrática Alemana ofreció accesorios de playa a la corriente yemení!).
Las luchas en el sur de la península arábiga son menos conocidas que las de Palestina o Líbano, pero van a desarrollarse acciones de solidaridad militante que Abdulnabi nos cuenta en detalle, a través de diferentes comités de apoyo. Las y los militantes están impresionados por el carácter radical y moderno de la revolución de Dhofar, emocionados cuando ven, filmada por la libanesa Heiny Srour, a una joven militante armada declarar "nuestra lucha no es solo contra el sultán, es también contra el sultán-padre y el sultán-marido"... En Europa y en América del Norte esos comités están compuestos de militantes de las "nuevas izquierdas", de estudiantes y de trabajadores y trabajadoras inmigrantes árabes e iraníes; en los países árabes solo existen cuando no hay una dictadura que les impida organizarse.
En Francia en particular, esta solidaridad, primero asunto de unos pocos individuos desde 1970 en un Comité de Solidaridad con la revolución yemení y los movimientos de liberación de la península arábiga, que se amplía luego con la formación del Comité Palestina-Yemen-Golfo arábigo. La evolución de la situación sobre el terreno, tanto en Yemen -con los desgarros internos del Yemen democrático- como en el Golfo, con la reorganización de los Frentes, va a conducir a una reorientación en un campo restringido con la creación del Comité de Apoyo a la Revolución en Omán. En fin tras el final de la lucha armada en Omán, y la evolución del contexto regional, el comité va a evolucionar hacia un comité por la defensa de los derechos humanos y la democracia en la península arábiga, priorizando el apoyo de las luchas de emancipación democrática y de defensa de los derechos humanos en Bahréin.
El tiempo del repliegue
La situación ha cambiado, en efecto, a finales de los años 1970 y comienzos de los años 1980.
La izquierda árabe está derrotada un poco en todas partes, la experiencia del Yemen democrático sucumbe bajo el peso de sus adversarios americano-saudíes y de sus contradicciones internas que Abdulnabi nos explica sin rodeos. Cantidad de militantes van a encontrarse, como Abdulnabi, en el exilio en Beirut en el corazón de la guerra civil. Una guerra (1975-1990) que va a producir la derrota de la resistencia palestina y de la izquierda libanesa, bajo el efecto primero de la intervención del ejército del sirio Hafez el-Assad (1976-1977), luego los masivos ataques israelíes: ocupación del sur de Líbano en 1978 (durará hasta 2000), invasión del país en 1982 y asedio de Beirut por Israel y milicias cristianas libanesas, y en fin el asedio de Trípoli por Siria y partida de las y los últimos combatientes palestinos. En otras partes, las diversas dictaduras, monárquicas o republicanas desde Hassan II a Saddam Hussein persiguen a la militancia de izquierdas local, incluyendo por supuesto a Bahréin.
Las organizaciones que pueden hacerlo casi no tienen otra opción que establecer su sede en el exilio, principalmente en Damasco, aunque con trabas a sus actividades por parte del régimen local.
Otros actores van a ocupar el terreno: las corrientes islamistas, aupadas por una ola doble y contradictoria.
- Por una parte, la de la Revolución islámica iraní en 1979 que tiene un eco, por supuesto, entre las poblaciones chiítas (la mayoría de la población en Bahréin e Irak, fuertes minorías en Líbano y en Arabia Saudita), y bastante más allá, incluso en medios sunitas o de izquierdas. Esta revolución va a endurecerse y a sectarizarse, sobre todo tras la agresión iraquí (sostenida por las petromonarquías y los países occidentales) y la izquierda iraní va a ser destrozada.
- De otra, la de la nueva potencia de Arabia saudita, cuyos medios financieros aumentan considerablemente tras los choques petroleros de 1973 y 1979, y que se encuentra libre de la competencia nasseriana. La versión wahabita saudí ultraconservadora del islam se erige en norma, y se convierte en la matriz de los grupos yihadistas que comienzan a formarse. Y el antagonismo irano-saudita, que desde la época del sha permanecía silencioso a pesar de las intervenciones y ocupaciones de tierras árabes por este último, se convierte en una constante para los siguientes decenios.
La "sociedad civil" y la lucha por los derechos
La situación árabe apenas se diferencia de la que prevalece en otras partes del mundo: retroceso de las esperanzas progresistas, incluso revolucionarias de la época de las independencias y del "68", ascenso del conservadurismo y del neoliberalismo. Las estrategias de la izquierda han fracasado, comenzando por la de la lucha armada.
A Abdulnabi y gran número de sus camaradas, ni se les pasa por la cabeza dejar de actuar. Pero, ¿en qué marco? ¿en un movimiento político como el Frente Popular de Bahréin la mayor parte de cuyos cuadros está en el exilio?
Abdulnabi se volverá hacia los movimientos de la "sociedad civil" y contribuirá a la creación, desde comienzos de los años 1980, del Comité de Defensa de los Derechos Humanos de Bahréin.
Sociedad civil... derechos humanos
El término de sociedad civil tiene una larga historia pero se comienza a hablar de ella en los años 1970 a propósito de las organizaciones o redes de ciudadanos que actúan sin voluntad de tomar y gestionar el poder (el campo de la política), sino para obtener o defender derechos por "el poder de la gente sin poder" según la expresión del checo Vaclav Havel8/. Movimientos en disidencia en los regímenes autoritarios de América Latina de una parte, de Europa del Este de otra, se reclaman entonces explícitamente de ella y se va pronto a hablar de la sociedad civil para referirse a las asociaciones, las organizaciones no gubernamentales o los sindicatos. La sociedad civil, no es ni el Estado (y todos los aparatos que le están adheridos), ni el Mercado (la esfera del intercambio económico lucrativo), ni la Familia (en el sentido de las instituciones privadas, que pueden ser sin embargo amplias comunidades, clanes o tribus). No tenía y no tiene por el contrario ningún sentido hablar de ella refiriéndose a las empresas y estructuras económicas lucrativas9/...
Los derechos humanos remiten por supuesto a la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano de 1789 y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y comprenden hoy los derechos políticos, cívicos y civiles (sociales) de las personas, los derechos económicos, sociales y culturales (que se concretan en derechos colectivos) y los derechos "de tercera generación", derecho a la paz, al desarrollo, a un medio ambiente sano, al patrimonio común de la humanidad, a la información.
La primera organización específica de defensa de los derechos humanos en el mundo árabe es la Liga Tunecina de Derechos Humanos (LTDH), fundada en 1976. Otras van a seguir en Marruecos en 1979, y el Comité de Defensa de los Derechos Humanos en Bahréin se crea en 1981. Luego vendrán Argelia, Egipto... y hoy una cuarentena de asociaciones y movimientos de la región están adheridas a la federación internacional, la FIDH. Abdulnabi va a implicarse en el exilio, y luego a la vuelta a Bahréin, en la defensa y la promoción de esos derechos en el seno de diversas organizaciones de derechos cívicos y sociales.
¿Cómo actuar? Mediante la información y la denuncia, acciones de defensa legal, la influencia en las instancias nacionales o internacionales, los partidos y movimientos, la formación de los actores sociales. Actividades que Abdulnabi va a proseguir, en particular participando en numerosas reuniones y conferencias internacionales.
Desde este punto de vista hay evidentemente varios tipos de encuentros.
Los organizados por los movimientos de las sociedades civiles, para intercambiar experiencias entre militantes, plantearse campañas comunes, informarse y formarse, etc. Como los congresos de la FIDH y demás reuniones internacionales (foros sociales mundiales, conferencias paralelas, etc.) o regionales (foro de los derechos humanos en el Golfo, Red Árabe para las organizaciones no gubernamentales de desarrollo, etc.).
Los seminarios y conferencias universitarias, reuniones de investigadores, conferencias de reflexión en las que participan actores sobre el terreno. Y también las reuniones organizadas por las instituciones internacionales, las Naciones Unidas, las conferencias interparlamentarias o las celebradas por iniciativa del Parlamento europeo...
En fin las organizadas por los Estados, o agencias, clubs o fundaciones que les están más o menos ligadas. A finales de los años 1980, y hasta el comienzo de los años 2000, en el contexto del final de la guerra fría y del "proceso de paz" israelo-palestino, tales reuniones están "de moda" y van a multiplicarse: las conferencias del proceso euro-mediterráneo llamado "de Barcelona por la paz y la seguridad", luego el "diálogo euromediterráneo" iniciado por Jacques Chirac, o el Foro para el futuro propuesto por los Estados Unidos. En estas reuniones las personas de Europa y las de América han multiplicado las bellas palabras sobre la paz y la equidad, a las que los Estados árabes autoritarios han puesto cara de aprobar, la voz de las organizaciones de la sociedad civil siendo minorizada o ignorada, mientras que se desarrollaba el fenómeno GONGO (las falsas ONG)10/. Como ha constatado Abdulnabi, nada ha desembocado en nada de provecho. Los Estados árabes, en particular Arabia saudita y Egipto, no querían bajo ningún concepto que sus prácticas dictatoriales y corruptas pudieran ser puestas en cuestión, y los Estados occidentales, en particular los Estados Unidos (a pesar del discurso de El Cairo de Obama en 2009) y el Reino Unido, así como Francia (sobre todo a partir de 2007), no tenían la voluntad de promover la justicia, los intercambios equilibrados y la paz.
Esperanza y regresión en Bahréin
No obstante, ciertos regímenes árabes se "liberalizaron" en ese período: ampliación de los espacios de expresión, de las posibilidades de organizaciones políticas o asociativas, fin de la represión brutal. en Marruecos, al final del reino de Hassan II y el comienzo del de Mohamed VI (199), en Jordania e incluso en Siria, aunque muy brevemente (durante la "primavera de Damasco" en 2001). Es también el caso de Bahréin, lo que va a permitir a exiliados como Abdulnabi volver a su país y a movimientos, asociaciones, periódicos... desarrollarse.
La oposición legal, que acepta una monarquía constitucional por poco que preserve los derechos humanos, participó en los escrutinios de 2006 y de 2010, en los que el partido chiíta Wifaq obtuvo el 64% de los votos y en los que el partido laico Waad, el de Abdulnabi, fue privado de representante por la movilidad oportunamente dirigida de los sufragios militares11/.
Abdulnabi y las organizaciones de los derechos humanos:
Abdulnabi participó en la creación en 1981-82 del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Bahréin, registrado en Dinamarca como lo fue luego la Organización Bahréiní de derechos humanos.
En 1991, el comité se convirtió en miembro de la Federación Internacional de las Ligas de Derechos Humanos FIDH. A partir de 1996 Abdulnabi le representa en el seno de la Red árabe para las organizaciones no gubernamentales de desarrollo.
En 2000 la Sociedad (Asociación) Bahréiní de Derechos Humanos (BHRS) toma la continuación del comité, es autorizada en Bahréin en 2001. Reemplaza al comité en el seno de la FIDH. La otra organización, que se había convertido en el Centro Bahréiní para los Derechos Humanos (BCHR), es también reconocida como miembro de la FIDH. En fin es creada en 2011 una organización de vocación regional, el Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCHR). Existen otras organizaciones como Salam for Democracy and Human Right (Salam DHR), activa desde 2011.
Finalmente, en 2001 Abdulnabi participará en la creación de la rama local de Transparency International que analiza y denuncia los casos de corrupción.
Pero esto no duró mucho. En nombre de la "guerra contra el terrorismo", las dictaduras y regímenes autoritarios van a endurecerse y sus amigos extranjeros a apoyarles. En la región del Golfo, tras la invasión americana de Irak en 2003, Arabia saudita va a exigir el alineamiento de las petromonarquías del Golfo contra la "amenaza iraní". Por supuesto, tras la enorme conmoción de la primavera árabe de 2011 y los levantamientos pacíficos, la reacción es brutal.
En Bahréin se percibían en los años 2000 dos líneas internas, la de la "apertura" atribuida al rey Hamed ben Salman Al-Khalifa y la de la "firmeza" atribuida al Primer Ministro (¡desde 1971!) Khalifa ben Salman Al-Khalifa, muy cercano de los saudíes. Con toda evidencia es esta última la que constituye la regla.
En marzo de 2011 y en los meses que siguieron, la represión de la primavera de Manama, la capital de Bahréin, provocó decenas de muertes. Miles de enseñantes, médicos y médicas, funcionarios y funcionarias fueron despedidos entonces y en numerosos casos, detenidos. Los partidos políticos legales como el Wifaq islámico (muy mayoritario electoralmente) y el Waad, el partido laico, fueron progresivamente prohibidos, sus principales dirigentes encarcelados y condenados a duras penas, el único diario independiente, Al-Wasat, cerrado, la tortura se extendió a las personas defensoras de los derechos humanos ahora acusadas de "traición al
Estado", encarceladas o prohibida su salida del país para sobre todo no poder testificar en el Examen periódico universal de las Naciones Unidas.
El régimen, que quiere debilitar a la mayoría chiíta de la población autóctona, privó de su nacionalidad (y a veces expulsó) a centenares de personas, entre ellas periodistas o personalidades, incluso a la más alta figura religiosa del chiísmo, el jeque Issa Qassem. Al mismo tiempo, prosigue una política continua de naturalizaciones selectivas de personas sunitas extranjeras, reclutadas particularmente en los servicios de seguridad, el ejército y la magistratura.
Bahréin tiene sin duda, relativamente a su población, el mayor número de personas presas políticas del mundo árabe (varios miles sin duda), y entre ellas el vicepresidente de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, Nabil Rajab, después de que hubiera denunciado la corrupción y escrito en Le Monde: "Existen libros, publicados por el ministerio de defensa de Bahréin, que defienden el asesinato de la gente chiíta que no se arrepienta. ¿En que se diferencia esto de las ideologías del Estado Islámico contra el que se supone que lucha Bahréin?". En fín, la implicación de Bahréin en Yemen sirve de pretexto para encarcelar por traición a cualquier persona que evoque los estragos humanitarios de esa guerra.
¿Y Omán? Tras el aplastamiento de la revolución que Abdulnabi nos cuenta, el sultán Qabus instaló progresivamente en todo el territorio (incluyendo Dhofar), y por primera vez, un verdadero Estado. Un régimen de monarquía absoluta en el que las primeras elecciones parlamentarias -para una asamblea de poderes ultralimitados- solo tendrán lugar en 2003. Tras 1980, el país conoció un desarrollo económico real, menos llamativo y artificial que los emiratos vecinos, y el sultán ha dirigido una política extranjera prudente y equilibrada (no sumisión a Arabia saudita, no ruptura con Irán). Contribuyendo todo esto a hacer de Omán un destino turístico apreciado...
Pero la primavera árabe también recorrió Omán en 2011, con reivindicaciones socioeconómicas y manifestaciones de estudiantes y trabajadores y trabajadoras, en particular en la ciudad de Sohar en el norte, pero también un poco en Dhofar. como consecuencia de lo cual el sultán despidió a algunos ministros y altos funcionarios, decidió aumentos de salario y subsidios sociales y anunció un cierto desarrollo de la enseñanza superior...
Es así como Abdulnabi pudo presentar el primer tomo de sus Memorias (con todo el relato de Dhofar que descubriréis) ¡en el Salón del Libro de Mascat!
No tiene, sin embargo, nada de un apacible jubilado, y a pesar de las trabas, acoso policial y presiones de todo tipo, continúa luchando para que la gente de Bahréin, las y los habitantes del Golfo, las personas tengan "el derecho a tener derechos12/".
Como escribía cuando se produjo la aparición del primer tomo de sus Memorias en 201513/: "He consagrado una parte de mi vida, de la que estoy orgulloso, al pueblo Omání, uno de cuyos hijos me considero y a Omán a la que considero mi patria tanto como Bahréin"
"He intentado reconstituir una experiencia humana forzosamente manchada de errores, de pasiones y de incapacidades procurando no proyectar el presente sobre nuestro pasado. No sirve para nada decirse: "Ah, si se hubiera hecho esto o lo otro!" Habría intentado la aventura con los riesgos de errores que supone. Todo el honor que reivindico es haberlo intentado".
Abdulnabi Al-Ekri : Du Dhofar à Bahreïn, mémoires de lutte et d’espoirs, 1965-2011 Editions Non-Lieu, Paris octobre 2018, Isbn 978-2-35270-272-6
3/10/2018
https://entreleslignesentrelesmots.blog/2018/10/03/preface-de-bernard-dreano-a-louvrage-dabdulnabi-al-ekri-du-dhofar-a-Bahréin-memoires-de-lutte-et-despoirs-1965-2011/
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
Notas
1/ Warda, novela de Sonallah Ibrahim traducida por Richard Jacquemond (Actes Sud, 2002) es un homenaje a las y los combatientes de Dhofar.
2/ Immanuel Wallerstein, 1968 : Revolution in the World-System. Thesis and Queries, Coédition Cambridge University Press / Éditions de la Maison des Sciences de l’Homme, 1991.
3/ Gilbert Achcar, Symptômes morbides : La rechute du soulèvement arabe, trad. de l’anglais par Julien Salingue, Actes Sud, « Sindbad », 2017.
4/ Abdulnabi Al-Ekry, Al-tanzimat al-yasariyya fi al-jazira wa-l-hhalij al-‘arahi, 2003, 2 édition, Dar Farades, Beyrouth, 2014, résumé dans Abdulnabi Al-Ekry “The Gulf Left : Emergence, Rise and Demise ; Transitional Histories of Left in The Middle East”, mémoire, St. Antony College, Oxford, 29-30 avril 2016.
5/ La primera Conferencia Tricontinental tuvo lugar en enero de 1966 en La Habana; fundación de la Organización de Solidaridad con los pueblos de Asia, África y América Latina OSPAAL.
6/ Antes incluso de la diferenciación entre sunitas y chiítas, una fracción kharidjita (disidente) se había separado del resto de musulmanes no reconociendo el mecanismo de nominación del Califa (comendador de las personas creyentes). El ibadismo fue una salida. Hoy las y los ibaditas son mayoritarios en Omán y presentes en algunos oasis del borde norte del Sahara (entre ellos el Mzab en Argelia).
7/ Régis Debray, Révolution dans la révolution ? Lutte armée et lutte politique en Amérique latine, François Maspero, 1967.
8/ Sobre la historia y los desarrollos del concepto, ver Bernard Dreano: "La belle Irène, l’éléphant et le gouverneur", 4 enero 2003, https://france.attac.org/archives/spip.php?article1657
9/ Lo que hacen las diferentes autoridades francesas, cuando hablan por ejemplo de "ministros provenientes de la sociedad civil" porque son antiguos empresarios.
10/ GONGO: governmental organized non-governmental organisations, creadas por y para los regímenes.
11/ La constitución concedida por el rey en 2002 previó un Parlamento en el que la mitad de las y los diputados son nombrados por el rey y la otra mitad es elegida. El partido mayoritario en las urnas no es mas que una minoría (18 escaños de 80), mientras que el diseño de las circunscripciones y la asignación de los votos permite hacer elegir a "independientes" devotos del régimen.
12/ Según la expresión de Hannah Arandt en el segundo tomo de sus Orígenes del totalitarismo (1951).
13/ El volumen I de Patrie de la mémoire et de l’ex l (dhakrtalutin walmanafaa),publicado en Beirut por Dar Faradees en 2015, que corresponde a la primera parte de la presente obra.
Fuente https://vientosur.info/spip.php?article14255
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