viernes, 27 de febrero de 2015

Rescatar al islam de sus estereotipos

Por Hamurabi Noufouri

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La intrascendencia dada al asesinato de tres estudiantes estadounidenses musulmanes por un fundamentalista que no lo era; la detención e interrogatorio en una comisaría del sur de Francia de un niño de 8 años por negarse a mantener el minuto de silencio con que su colegio homenajeaba a las víctimas de los recientes atentados; que nadie se pregunte porqué para la sensibilidad colectiva no asocia el islam a la conducta heroica del empleado musulmán del super kosher ni a los muertos musulmanes en Charlie Hebdo, y sí con la de sus victimarios; o que casi no se mencionara que los cuatro judíos asesinados en el supermercado eran tambien árabes norafricanos; y luego de los atentados en Copenhague que la policía danesa informara que buscaba a un hombre de “apariencia árabe”; todo ello induce a pensar que más que un problema con “el islam” y “lo árabe”, lo que ocurre es que se tiene una imagen de estos que es un problema.


Se trata de un problema que viene siendo aprovechando para propagar el pánico y aversión hacia todo lo que se califique con tales palabras. Toda una estrategia de destrucción del tejido social y cultural euroamericano para conseguir adeptos a los fanatismos.



Cabría preguntarse si esto seria posible si no se viniera empleando esa imagen, quizás más que a ninguna otra, para definir “aquello que nosotros no somos” desde mucho antes que el 11S.



Si para muestra vale un botón, y recordando que el gusto estético por lo “morisco” o “islámico” hacía furor en la Europa y America del siglo XIX y principios del XX, un reciente estudio de la biblioteca de Hitler ha revelado que éste subrayó el siguiente párrafo del libro “Ensayos Alemanes” del reputado orientalista y especialista en religiones Paul de Lagarde (1827-1891): “A pesar de su deseo de que se les ponga en igualdad de condiciones con los alemanes, los judíos insisten constantemente en su condición extraña a la nuestra, y ello de la manera más obvia, a través del estilo de sus sinagogas. ¿Qué se supone que significa esto? Por una parte reclaman para ellos el honroso nombre de ‘alemán’, mientras, por otro, formulan lo más sagrado que uno tiene en un estilo «moro», para que no se olvide que uno es semita, asiático, extranjero” (T.W. Ryback, Hitler’s Private Library. The book that Shaped His Life, Londres, Vintage, 2010, p.140, cit. Yvonne Sherratt, Los filósofos de Hitler, Cátedra, 2014, p.43)



Si la solución a los problemas depende de los términos en que estos se formulen, entonces cabe esperar que la falta de modificación de esta matriz de pensamiento nos condene a contestar como aquel beduino a su compañero de ruta, quien para demostrarle que el bulto que veían en la cumbre de del risco era una cabra y no un ave, arrojó una piedra contra la ladera cuyo golpe hizo que el ave volara, a pesar de lo cual en el acto le espetó: “¡Cabra aunque vuele!".



Hamurabi Noufouri es Director del Instituto y la Maestría en Diversidad Cultural de la UNTREF.

jueves, 26 de febrero de 2015

Siria: en el foco de la tormenta

Miércoles, 25 Febrero 2015
Siria: en el foco de la tormenta

Por Leandro Albani. Un sinfín de denuncias confirma la estrecha relación entre Washington y los grupos terroristas en Medio Oriente. Dinero, armamento y entrenamiento forman parte de la estrategia estadounidense contra el gobierno sirio.
Una larga lista de denuncias y acusaciones se vienen acumulando en algún lugar donde las pujas de poder se definen bajo profundos conceptos guerreristas. El escenario de estas pujas es Siria, que desde hace cuatro años sufre una intensa guerra de agresión encabezada por grupos terroristas, principalmente el Estado Islámico (EI -o Daesh, en árabe-) y el Frente Al Nusra. El resultado es la muerte de 200 mil personas y la huída de cientos de miles, ahora refugiadas en las peores condiciones en los países vecinos.
El gobierno del presidente Bashar Al Assad, junto a Irán y Rusia, no dejó de presentar pruebas concretas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el financiamiento de las monarquías del Golfo Pérsico, Turquía, Israel y Estados Unidos a las organizaciones irregulares armadas.
Desde Washington, la respuesta es redoblar los intentos de derrocar al gobierno sirio. La administración de Barack Obama y el Congreso estadounidense aprobaron recientemente la entrega de 500 millones de dólares anuales a la “oposición moderada” siria, además de armamento y entrenamiento. La oposición que la Casa Blanca defiende y promociona como democrática y civilizada, por lo visto necesita un respaldo a puro fuego para desarrollar su política.
En los últimos días las acusaciones contra Estados Unidos y sus aliados confirman que los mercenarios liderados por Abu Bakar Al Bagdadi gozan de una buena salud financiera. En el terreno, los golpes recibidos por el EI por parte las milicias del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en Rojavá, del Ejército sirio y del movimiento libanés Hezbollah muestran un retroceso cada vez mayor de una organización que basa su ideario en matanzas crueles y bolsillos repletos de dólares. Mientras tanto las denuncias no dejan de aparecer: 
-El general estadounidense Wesley Clark, ex comandante supremo de la OTAN, declaró a la cadena CNN que el EI fue “creado por nuestros amigos y aliados para vencer a Hezbollah. El militar explicó que “si se requiere a alguien que luche a muerte contra Hezbollah, se busca a fanáticos y fundamentalistas. Sólo ellos pueden lidiar contra Hezbollah”. En un libro publicado en 2003, Clark señaló que Estados Unidos lleva a cabo una campaña de guerra que comenzó en Irak y que se extendería por Siria, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y, al final, Irán.
-El representante de Siria ante la ONU, Bashar Al Yafari, acusó a Turquía por apoyar y movilizar a terroristas de muchos países. En un sesión especial del Consejo de Seguridad realizada el lunes 23 de febrero, Al Yafari denunció “el entrenamiento de mercenarios extranjeros en campamentos supervisados por Estados Unidos en Arabia Saudíta, Turquía, Qatar y Jordania, y su envío, a través de las fronteras, para luchar contra el Estado sirio, hechos que constituyen una violación flagrante de los principios más elementales de la Carta de la ONU”.
-El ex enviado especial de la ONU para Siria, Lajdar Brahimi, acusó a Estados Unidos de generar las condiciones que permitieron el surgimiento del EIIL. En una entrevista al diario Al Hayat, el ex funcionario afirmó que luego de la invasión a Irak en 2003 “llevaron a Al Qaeda” a ese país “y causaron que Daesh ganase poder”. Brahimi, que renunció a su cargo en mayo de 2014, había suplantado a Kofi Annan, que también dejó su puesto argumentando que no había recibido “todos los apoyos que merecía la causa. Hay divisiones en la comunidad internacional. Todo esto complicó mi tarea”. 
-El parlamentario iraquí Harem Al Zameli denunció que las fuerzas de su país derribaron dos aviones británicos que llevaban armas al EI. El hecho ocurrió en la provincia occidental de Al Anbar. Al Zameli, que preside la Comisión de la Seguridad y Defensa del Congreso, alertó que Estados Unidos busca que esa zona se mantenga en estado de conflictividad por su cercanía a Bagdad. El legislador agregó que diarios locales revelaron los frecuentes vuelos de aeronaves británicas y estadounidenses. El domingo 22 de febrero, el ministro iraquí de Defensa, Jaled Al Obeidi, había advertido que “cualquier aeronave que busque ayudar a Daesh es un blanco legítimo para las fuerzas iraquíes. No importa a qué país pertenece”. Ante esta situación, el presidente de la Asamblea Suprema Islámica de Irak, Seyed Amar Al Hakim, demandó explicaciones al máximo general del Comando Central de Estados Unidos, Lloyd Austin. En un encuentro que sostuvieron en Bagdad, el militar estadounidense rechazó la acusación.
-Esta semana, Faud Hussein, jefe de Gabinete del gobierno autónomo del Kurdistán iraquí, expresó que “existe simpatía hacia el Daesh en muchos países árabes y esto se ha traducido en dinero”. Aunque la administración comandada por Masud Barzani es aliada de Washington desde siempre, el avance del EI tensionó la relación. Hussein explicó que el Estado Islámico y el Frente Al Nusra absorbieron a los grupos terroristas más pequeños, por lo cual ahora poseen “el dinero y las armas” entregadas por las monarquías del Golfo.
-El 21 de febrero se conoció un video, publicado en Youtube por Mehwar TV, en el que se ven cargamentos de armas arrojados en la frontera entre Egipcio y Libia. En este último país el EI tomó la ciudad de Sirte y comenzó el avance por diferentes poblados de la costa del país. Desde Mehwar TV se denunció que el “cargamento está destinado a grupos terroristas con voluntad de matar”. Según testimonios de pobladores, los aviones que lanzaron el armamento eran estadounidenses.
-El presidente de Sudán, Omar Al Bashir, declaró a Euronews que los principales responsables de la existencia del Estado Islámico son Israel y Estados Unidos. “He dicho que la CIA y el Mossad están detrás de estas organizaciones. Lo que está claro es que ningún musulmán está preparado para hacer este tipo de acciones”, remarcó el mandatario. Al Bashir manifestó que “la injerencia de Estados Unidos en la región y el apoyo a Israel explican por qué muchos jóvenes se unen a este tipo de organizaciones, grupos que sin duda cuentan con el apoyo de los organismos internacionales que quieren dañar la imagen del islam”.
-En el informe “El Balance Militar 2015”, el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres reconoció que países como Turquía, Qatar y Arabia Saudíta sostienen a los grupos terroristas en Siria, ya que consideran a Al Assad como el “principal enemigo”. En el mismo documento se aseveró que en 2014 la política del gobierno sirio “se hizo más fuerte que en ningún otro momento desde 2012”, por lo cual “continúa demostrando su capacidad para adaptarse y mantener su superioridad militar” sobre los grupos irregulares, además de que “las fuerzas armadas sirias se han convertido en más expertas en las tácticas de la guerra y la contrainsurgencia en las áreas urbanas”.
-A finales de enero, el diario israelí Haaretz reveló que Tel Aviv “proporciona asistencia al Frente Al Nusra, que está en la lista de organizaciones terroristas, y también se cree que está recibiendo ayuda por parte de ese grupo”. A su vez, el grupo terrorista que operan en los Altos del Golán “suministran información de inteligencia en curso para Israel y también reciben ayuda de este último en forma de armas y entrenamiento militar”. Haaretz informó que el gobierno hebreo traslada a los terroristas heridos a hospitales en los territorios ocupados por Israel, los asiste y luego los envían nuevamente a Siria. El 24 de diciembre del año pasado, el ministro israelí de asuntos militares, Moshe Yaalon, había reconocido la cooperación mutua entre Tel Aviv y el Ejército Libre Sirio (ELS), una de las organizaciones terroristas que opera en la nación árabe. El año pasado también fue difundida la foto del primer ministro Benjuamin Netanyahu visitando a miembros de grupos terroristas que estaban siendo atendidos en hospitales israelíes.
-A finales de diciembre, el presidente Al Assad denunció que la aviación israelí opera “como la Fuerza Aérea de Al Qaeda”. En una entrevista a la revista Foreign Affaire, el mandatario explicó que donde las fuerzas armadas sirias logran un avance “ellos atacan para socavar al ejército”. “Es por eso que algunos en Siria dicen en broma: ¿cómo pueden decir que Al Qaeda no tiene Fuerza Aérea? Ellos tienen a la Fuerza Aérea israelí”, argumentó Al Assad.
El 12 de febrero pasado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución en la que sanciona a los estados, organizaciones o personas físicas que apoyen o comercien a al EI y al Frente Al Nusra. Una resolución que por lo pronto duerme en los cajones de la diplomacia internacional.
www.marcha.org

viernes, 20 de febrero de 2015

Islamofobia y Cristianofobia

Por:  

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En lo posible vamos a tratar de no caer en lugares comunes, o sea, en lo ya dicho y repetido desde el momento que se produjo el hecho luctuoso de Charlie Hedbo.
En las notas de prensa y artículos de comentaristas y analistas, figura la palabra "Islamofobia". Se utiliza el vocablo sin dar su definición, en el supuesto que el lector sabe qué es "Islamofobia". Pero hasta ahora – que yo sepa - nadie la ha definido con pelos y señales.
En ese interés, traté de hacerlo y me encontré ante la dificultad de seleccionar el vocablo más apropiado. Ensayé con varios: "rechazo", "discriminación", "racismo", "fundamentalismo", "exclusión", "repudio", "desprecio" "¿odio?" y otros. Escogí "desprecio" y ensayé mi definición:
Islamofobia es el desprecio que la población europea y estadounidense siente contra la población musulmana, producto de la campaña mediática y el fundamentalismo que comenzó con Las Cruzadas durante los siglos XI al XIII, organizadas por el Occidente cristiano (Papado), con el objeto de reconquistar los "Santos Lugares", que se encontraban bajo el poder musulmán. Las cruzadas fueron expediciones horrendas de exterminio de la población árabe. En esos doscientos años se realizaron ocho cruzadas. Resulta difícil diferenciar cuál fue más cruel y genocida.
Luego de transcurridos siglos de "civilización", encontramos que de nuevo, en el siglo XXI, la campaña mediática/fundamentalista, enerva las conciencias contra el Islam (Islamofobia), y realiza guerras de exterminio contra Afganistán, Irak, Libia, Siria, Irán, Líbano, Mali, Sudán, Somalia, Yemen, con el urdido pretexto de combatir el "terrorismo", vocablo que hasta ahora, ningún organismo internacional ha definido con claridad. ¿Qué es el terrorismo?
En las constituciones de todos los países figura el derecho de los pueblos a rebelarse contra los gobiernos que los esclavizan o les niegan los derechos humanos, cívicos, políticos (Colombia). O el derecho de los pueblos a constituirse en Nación y formar su propia República (Saharaui). Ese derecho que en su momento lo ejerció Cuba, Nicaragua, Argelia y otros países, ahora lo consideran "terrorismo".
Este es un aspecto del problema, por cuanto tiene otra cara más horrenda, la invasión, destrucción, demolición de países por el "delito" de la autodeterminación. Dentro de esa geopolítica estadounidense, se realizó la invasión a Granada, Panamá (1990), Yugoeslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Malí, Sudán, Somalia, la lista pudiera ser más larga por las amenazas que llueven contra Irán, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Venezuela.
Según la ley de los contrarios, si existe la Islamofobia, tiene que existir la Cristianofobia, vamos a tratar de definirla.
Cristianofobia es el desprecio que la población musulmana tiene contra la población cristiana, por la permanente agresión que durante mil años (1000 al 2015) han realizado contra la población árabe/musulmana, calificada de hereje, y en consecuencia, según la teología cristiana, deben morir en la hoguera como lo dispuso la Santa Inquisición o Santo Oficio, ahora encubierta bajo el eufemístico nombre de Congregación para la doctrina de la fe.
Es necesario dejar sentado que, la Cristianofobia, tiene su fundamento en las agresiones que, durante mil años, han padecido los pueblos árabe/musulmanes - ya lo explicamos - por Las Cruzadas, y más reciente, por las guerras genocidas del imperialismo, EE.UU/OTAN, contra los países del Norte de África y el Medio Oriente.
En contrario, los pueblos árabe/musulmanes nunca organizaron Cruzadas contra el Occidente cristiano. Tan sólo invadieron España, permanecieron durante 700 años y cuando se retiraron dejaron muestras de su extraordinaria cultura con aportes al idioma castellano, el arte, la ciencia, la arquitectura, la filosofía griega que había sido rescata por los filósofos árabes de Alejandría. No impusieron ni su religión ni su idioma ni sus costumbres. En España no se habla árabe ni se le reza a Alá ni se honra al profeta Mahoma, pero, se come cerdo en chuleta de sabor exquisito. No ocurre igual ahí donde llegó el cristianismo e impuso por la cruz, la espada, el caballo y el arcabuz, la religión, el idioma, las costumbres. En América esa imposición dejó 70 millones de aborígenes muertos por diferentes causas. Verdadero holocausto y no el que proclaman los judíos.
La Islamofobia tiene su raíz en el fundamentalismo cristiano. Carece de otra motivación, por cuanto la cultura árabe como intermediaria entre Europa y Asia (China, India) creó vínculos pacíficos de ciencia y cultura. Por ello a la península arábiga se le da el nombre de bisagra, pivote de culturas entre África y Asia, por cuanto Europa no es un continente, sino una península del gran continente asiático.
No ocurre igual con la Cristianofobia que tiene su raíz en las agresiones militares, genocidas, que durante mil años ha padecido el pueblo árabe/musulmán. Los imperialismos europeos nunca les permitieron la autodeterminación a los pueblos árabes del Medio Oriente. Geopolítica asumida por el imperialismo estadounidense que ha desatado todo el poderío militar para destruir la infraestructura hasta los cimientos, según la orden dada por el general que comandó la segunda invasión de Irak. - "que no quede piedra sobre piedra".
Por similares motivos los pueblos latinoamericanos han cultivado el odio contra los Estados Unidos, por haber sido víctimas durante doscientos años de sus agresiones, invasiones, golpes de Estado. Sentimiento que definió con claridad la poetisa chilena, premio Nobel de Literatura (1945), Gabriela Mistral: "En América Latina lo que más une, además de nuestro bello idioma, es el odio contra los Estados Unidos". Aquí, no es la Cristianofobia lo que nos une y motiva, aquí es el derecho a la autodeterminación y a ser dueños de nuestras riquezas, arrebatadas por el saqueo y la rapiña imperialistas.
En los países árabes del Norte de África y el Medio Oriente, el odio contra las agresiones de los países europeos, a falta de poderío militar para rechazarlas, ha encontrado entre los luchadores más conscientes y audaces, formas de lucha elementales, que los pueblos, desde la más remota antigüedad, han utilizado contra sus agresores.
Paradójico, la Islamofobia tiene "derecho" a agredir a los países árabe/musulmanes para arrebatarles sus riquezas (petróleo, gas). Pero, la Cristianofobia no tienen derecho ni a defenderse, por cuanto, dichas acciones son calificadas de "terroristas".
Si colocamos en el Terrorisómetro, aparato parecido al Hijueputómetro, ideado por el canciller Raúl Roa, el cual, según decía, no se le puede aplicar a Estados Unidos porque lo revienta. Ahora bien, según el Terrorisómetro, la invasión a Irak causó la destrucción de su infraestructura física (acueductos, centrales eléctricas, carreteras, puentes. hospitales, universidades, escuelas, museos que guardaban el origen de la civilización asirio/caldea/ fenicio/mesopotámica; más el millón de habitantes asesinados; más el millón de niños muertos durante el bloqueo de diez años anteriores a la segunda invasión, más los gravísimos daños a la salud por el uso de "uranio empobrecido" que deja la secuela de cáncer y niños deformes. Esa segunda invasión fue realizada por n ejército de cobardes, por cuanto, durante esos diez años, destruyeron la posibilidad defensiva del pueblo iraquí. A pesar de esas ventajas militares, perdieron la guerra, salieron derrotados y ahora, para intentar un nuevo regreso, se inventaron lo del Califato, financiado y armado (Mosul), por Estados Unidos para poder continuar la agresión contra Irak y contra Siria, donde también han sido derrotados.
En todas estas guerras, agresiones, genocidios, torturas (Abu Ghraib, Guantánamo), ataques con drones a la población civil, está la raíz de la Cristianofobia, que tiene la obligación de dejarse agredir, sin ni siquiera intentar defenderse o vengarse, porque de inmediato recibe la condena de la comunidad internacional, esa misma que carece de humanismo o se hace de la vista gorda, para repudiar los crímenes contra los países árabe/musulmanes, cuya "desdicha" está en poseer el recurso natural de mayor ambición imperialista: petróleo y gas.
Las agresiones contra los pueblos incitan el odio. Las agresiones de los quince últimos años de EE.UU y la OTAN contra los pueblos del Medio Oriente, han fomentado el odio y elevado al clímax, que encuentra su trágica expresión en los hechos ocurridos en Paris esta semana. Estados Unidos está consciente de ese odio, de allí el temor a que un país árabe tenga capacidad nuclear, o la obtenga de algún país con desarrollo atómico. En lugar de cultivar el odio con las 700 bases militares que tiene dispersas por la mayoría de países, debería cultivar la paz para no tener que padecer la zozobra en que viven sus habitantes en los propios Estados Unidos o en el resto del mundo, cuando viajan como turistas. Han sembrado demasiado odio que sólo puede revertirse en tragedia. Ni Rusia ni China que son potencias nucleares, tienen bases militares en otros países.
http://www.aporrea.org/internacionales

martes, 3 de febrero de 2015

"Hagamos normal la libertad y la vida. Zarpemos hacia Gaza"

Manifiesto "Rumbo a Gaza"


www.rumboagaza.org


Tras los 50 días de bombardeos israelíes del pasado verano, que dejaron 500 niños y niñas muertos y 18.000 viviendas destruidas, la franja de Gaza vuelve a la normalidad. ¿Vuelve a la normalidad? Israel suele hacer olvidar un crimen con un crimen mayor, de manera que el alivio del fin de la guerra, y la dolorosa alegría de la resistencia, inducen la ilusión de una comunidad apaciguada y hasta de un mundo mejor. Si no hay guerra, hay paz. Si no hay bombas, hay flores. Si no hay aviones, hay bicicletas. Israel bombardea en realidad para que, al dejar de bombardear, Gaza se llene de paz, de flores y de bicicletas. Gracias a Israel, Gaza regresa ahora a la “normalidad”.
Gaza ha vuelto a la normalidad, sí, y eso es precisamente lo terrible. Porque en Gaza la normalidad no es la vida sino la muerte lenta; no es la libertad sino la celda; no es el pan y la luz sino la escasez y la oscuridad; no es la paz sino otra guerra. La normalidad en Gaza es el bloqueo israelí y sus consecuencias para la salud, la educación y la alimentación de los palestinos. Cada vez que Israel bombardea Gaza -2008, 2012, 2014- los gobiernos occidentales y los medios de comunicación deshumanizan y justifican los muertos; cada vez que Israel deja de bombardear, los gobiernos occidentales y los medios de comunicación olvidan a los vivos. Después de una agresión israelí no llega la “normalidad”; sigue la agresión israelí. Y lo único que es desgraciadamente normal es la indiferencia de todos.
¿Por qué hay que acabar con un bloqueo que dura ya casi ocho años? Sin duda por los terribles efectos que causa, agravados ahora por los bombardeos del pasado verano y por la posición de la dictadura egipcia, que ha cerrado el puesto fronterizo de Rafah. Israel tiene prisioneros a casi dos millones de palestinos -es decir, seres humanos- y les desliza entre los barrotes lo justo para que sufran sin morirse del todo. Gaza, la zona con mayor densidad demográfica del planeta, necesita 70.000 viviendas más y 400 escuelas nuevas, pero Israel no deja entrar materiales de construcción. El 40% de los gazatíes no puede trabajar, el 90% gana un dólar al día y el 80% depende de ayuda alimentaria para no morir de hambre mientras Israel prohibe la pesca, la agricultura y la exportación. En Gaza sólo hay electricidad cuatro horas al día y un consumo de agua de entre 20 y 70 litros por persona (frente a los 300 de Israel) porque Israel raciona el combustible, roba 12 millones de metros cúbicos de agua todos los años y para colmo destruye las depuradoras. En Gaza los pacientes con dolencias crónicas o enfermos de cáncer, tratados en hospitales sin luz eléctrica, no tienen acceso a aparatos y medicinas porque Israel puede manipular a distancia, sin tocarlos, los cuerpos de los palestinos y su esperanza de vida. Esto es el bloqueo: un pueblo entero en las fauces de un gato que aprieta los dientes, sin masticar, para prolongar la agonía de la que extrae su poder.
Porque el bloqueo es más que un dosificador cruel de sed, hambre, dolor y pobreza. Es sobre todo una infame declaración de poder absoluto que la mayor parte de los gobiernos del mundo tolera sin protestar. Lo que está en juego es aún más importante que la salud o la alimentación de los palestinos de Gaza. Lo que está en juego es, sí, su derecho a la normalidad. A una normalidad normal de gente con nombre que ríe y llora sin que nadie la empuje; una normalidad que no puede ser una tregua entre dos bombardeos; una normalidad que no debe ser el regalo del gato asesino. El bloqueo empobrece, encadena y mata, pero sobre todo ofende. Es una ofensa a la humanidad de los palestinos y a la de todos los seres humanos de la tierra. Y es la dignidad la que debe rebelarse contra él.
Es por eso que la Coalición Internacional, de la que forma parte Rumbo a Gaza, prepara una nueva campaña, Flotilla de la Libertad III “Gaza Puerto Abierto”, que pretende restablecer la normalidad ofendida mandando tres barcos a Gaza durante el año 2015. Es más urgente que nunca denunciar el bloqueo de Israel, exigir a nuestros gobiernos que se tomen en serio los Derechos Humanos que tan selectivamente invocan y ayudar a poner fin a la ocupación. Gaza Puerto Abierto se propone de entrada recordar que no se pueden poner vallas al campo ni clavar estacas en el cielo ni dar zarpazos a la dignidad humana.
Hagamos normal la libertad y la vida. Zarpemos hacia Gaza.

Fuente original: http://www.rumboagaza.org/manifiesto/