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lunes, 10 de junio de 2013

Chomsky, un imprescindible


(Por Atilio A. Boron) Noam Chomsky cumple hoy años, 84 para ser más precisos. Sin duda, una de las mayores figuras intelectuales y científicas de nuestro tiempo. Un raro ejemplar de “intelectual público” invariablemente solidario y militante al servicio de las mejores causas de la humanidad y un prominente científico que revolucionó la lingüística con aportes que marcaron un antes y un después en la historia de la disciplina. Pero el influjo de sus ideas se extiende mucho más allá de la lingüística: sus ideas han impactado fuertemente en la filosofía, la psicología, la  historia, la ciencia política y las ciencias sociales en general. Como “intelectual público”, dotado de una  infrecuente capacidad para abordar con claridad y sencillez los temas más complejos y profundos de su tiempo: sus críticas a la política exterior de Estados Unidos -sobre todo a partir de la Guerra de Vietnam- al papel manipulador de los medios de comunicación de masas y a la involución democrática de su país tuvieron un enorme impacto a nivel de la opinión pública y la clase política pero fueron (y son todavía hoy)  sistemáticamente negados en los paradigmas dominantes de la ciencia política y relaciones internacionales donde sus numerosos escritos (más de 100 libros) no son tenidos en cuenta ni siquiera para ser criticados. Todo esto habla a los gritos de la escandalosa regresión reaccionaria de las ciencias sociales, que se escudan en la especificidad disciplinaria para silenciar las ideas del gran lingüista norteamericano. Cuando son interrogados por  las razones por las cuales no se incluyen los libros de Chomsky en sus bibliografías, eminentes mediocridades de las ciencias sociales a nivel mundial se limitan a declarar que no es un politólogo, o un sociólogo o un historiador. Que su idoneidad se localiza en otro campo y que cuando incursiona en otras disciplinas sus puntos de vista son irrelevantes o equivocados. Estos atildados y muy conservadores académicos ignoran, o simulan ignorar, que ninguna de las grandes figuras de las ciencias sociales aceptó encerrarse en los límites de una disciplina. Marx fue un filósofo, un economista, un politólogo, un sociólogo y un historiador, amén de cultivar con menor énfasis otras disciplinas. Y del otro lado del espectro ideológico ocurre lo mismo: ¿Cuál fue la disciplina de Max Weber? Él se llamaba a si mismo historiador pero fue un brillante sociólogo, politólogo, estudioso de las religiones comparadas  y economista. Sólo los mediocres que tomaron la academia por asalto creen en eso de la “disciplinariedad”, ardid mediante el cual inoculan en sus estudiantes el virus de la resignación y el conformismo que necesita el capitalismo para ser concebido como un sistema eterno y por eso mismo desalentar toda esperanza de cambio. Por eso Chomsky los irrita y los enfurece, porque su obra es una convocatoria no a la disciplina sino a la creatividad y la militancia social que se nutren de la “indisciplina”, condición indispensable de todo pensamiento crítico. Es, como lo exigía Bertolt Brecht, uno de esos que lucha todos los días, sin desmayos. Un imprescindible en la ardua lucha por construir una buena sociedad. Por eso, ¡salud y larga vida Maestro!  
Como pequeño homenaje por su cumpleaños nos permitimos compartir un fragmento de una de sus últimas notas:”Temas que Romney y Obama evitan”, publicado en su sitio web en vísperas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. ( http://www.chomsky.info/articles/20121007.htm )

 “El segundo tema importante, la guerra nuclear, también está en las primeras planas todos los días, pero en una forma que asombraría a un marciano que observara las extrañas actividades en la Tierra.  La amenaza actual está de nuevo en Medio Oriente, específicamente Irán; es decir, al menos según Occidente. En Medio Oriente, Estados Unidos e Israel son considerados amenazas mucho mayores.” 
            “A diferencia de Irán, Israel se niega a permitir inspecciones o firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Tiene cientos de armas nucleares y sistemas de lanzamiento avanzados, y un largo historial de violencia, agresión e ilegalidad, gracias al absoluto apoyo estadounidense. Si Irán está buscando desarrollar armas nucleares, el espionaje estadounidense no lo sabe.” 
             “En su informe más reciente, la Agencia Internacional de Energía Atómica dice que no puede demostrar la ausencia de material nuclear y actividades no declarados en Irán; una forma indirecta de condenar a Irán, como demanda Estados Unidos, mientras admite que la agencia no puede añadir nada a las conclusiones del espionaje estadounidense.  Por lo tanto, a Irán debe negársele el derecho a enriquecer uranio que está garantizado por el Tratado de No Proliferación Nuclear, y es apoyado por la mayor parte del mundo, incluidos los países no alineados que acaban de reunirse en Teherán. La posibilidad de que Irán pudiera desarrollar armas nucleares surge en la campaña electoral. (El hecho de que Israel ya las tenga no.) Dos posiciones se contraponen: ¿Estados Unidos debería declarar que atacará si Irán alcanza la capacidad para desarrollar armas nucleares, las cuales disfrutan docenas de países? ¿O Washington debería mantener la línea roja más indefinida?” 
         “La segunda postura es la de la Casa Blanca; la primera es la demandada por los belicosos israelíes, y la aceptada por el Congreso de Estados Unidos. El Senado votó 90 a 1 a favor de apoyar la postura israelí. Lo inexistente en el debate es la forma obvia de mitigar o poner fin a cualquier amenaza que pudiera creerse representa Irán: establecer una zona libre de armas nucleares en la región. La oportunidad está fácilmente disponible: una conferencia internacional se reunirá en unos meses para buscar este objetivo, apoyado por casi todo el mundo, incluida una mayoría de los israelíes.” 
          “El gobierno de Israel, sin embargo, ha anunciado que no participará hasta que haya un acuerdo de paz general en la región, lo cual es inalcanzable en tanto Israel persista en sus actividades ilegales en los territorios palestinos ocupados. Washington mantiene la misma postura, e insiste en que Israel debe ser excluido de cualquier acuerdo regional de ese tipo.” 
          “Pudiéramos estar avanzando hacia una guerra devastadora, posiblemente incluso nuclear. Existen formas claras de superar esta amenaza, pero no se adoptarán a menos que haya un activismo público a gran escala que demande que la oportunidad sea aprovechada. Esto, a su vez, es altamente improbable en tanto estos temas sigan fuera de la agenda, no sólo en el circo electoral, sino en los medios y el gran debate nacional.”


sábado, 8 de junio de 2013

Turquía en rebelión


Plaza Taksim, Estambul, 8-6-13 (Stoyan Nenov / Reuters)
Alain Gresh Le Monde diplomatique

«Es muy tentador, en las manifestaciones turcas, ver las protestas de un movimiento laico republicano contra un islamismo gubernamental, lo contrario de la plaza Tahir de El Cairo, donde el poder laico republicano se enfrentaba a la revolución de una nebulosa islamista…»

Ante esta cuestión de Mediapart, el 4 de junio de 2013, Levent Yilmaz, profesor de historia de la universidad Bilgi de Estambul respondía:

«La noche del sábado (1 de junio) mostró alineamientos que desafían ese tipo de clasificación. Vimos incluso a forofos de clubs de fútbol rivales ayudándose en tanto que el llamamiento, al mismo tiempo poderoso y unánime, de las redes sociales había hecho su trabajo: una organización impresionante sin las características, las particularidades y los exclusivismos relacionados con los movimientos partidistas.

Por otra parte la oposición institucional renunció al intento de captar al movimiento y su millón de turcos contestatarios, lo que demuestra un levantamiento popular espontáneo, sin una ideología preconcebida, en manos de personas responsables que llegaron incluso a limpiar la plaza y sus jardines después de las cargas policiales».

Pasemos al enunciado del periodista… y a la definición de la lucha egipcia como enfrentamiento de una nebulosa islamista a un poder laico republicano (¡estamos soñando!), pero la respuesta de Yilmaz rebate las simplificaciones sobre Turquía, y más ampliamente sobre el mundo árabe (Túnez, Egipto), que reducen la vida política a un enfrentamiento entre dos bloques.

Para una buena revisión de lo que se escribe respecto a Turquía, se puede consultar la web de Alain Bertho, Anthropologie du présent , que sigue los acontecimientos al día, así como el blog de Etienne Copeaux, Un pas de côté dans les études turques .

Sí, el partido Justicia y Desarrollo (AKP) procede de un movimiento islamista cercano a los Hermanos Musulmanes. Pero es importante hacer un balance objetivo de sus realizaciones desde que llegó al poder en 2002 que le han dado dos victorias más en las elecciones legislativas de 2007 y 2011 (esta última con casi el 50% de los votos).

El avance más importante realizado por ese partido fue devolver al ejército a sus cuarteles (sobre ese enfrentamiento leer Qui gouverne la Turquie ? Hasta entonces esa institución hacía y deshacía y tenía un peso político desmesurado, regularmente denunciado por la Unión Europea. Porque es obvio que no puede haber progreso democrático cuando el estado mayor decide los asuntos esenciales. Uno de los problemas de la oposición denominada de izquierda (el Partido Republicano del Pueblo, CHP) es que es incapaz de elegir entre su lealtad al ejército y la democracia. Este partido está atravesado por numerosas corrientes y es incapaz de representar una alternativa del AKP (obtuvo alrededor del 26% de los votos en 2011).

En una web apasionada dedicada al fútbol y su ubicación en Oriente Próximo, The Turbulent World of Middle East Soccer (con un lugar importante concedido a los ultras, los partidarios de los clubs cuyo papel es más conocido, sobre todo en Egipto), James Dorsey señalaba el 2 de junio:

«Al contrario que las manifestaciones masivas que derrocaron a los dirigentes en los países del norte de África, las manifestaciones en Turquía van contra un dirigente democráticamente elegido que ha ganado tres elecciones con una mayoría respetable, ha presidido un período de crecimiento económico importante y ha posicionado a su país como una potencia regional con ambiciones internacionales. Se trata de un país que, al contrario que los países árabes y a pesar de todos sus defectos, es democrático y tiene una sociedad civil inquieta y muy desarrollada».

Hay que añadir que también fue este gobierno el que tuvo la valentía de abrir negociaciones con los «terroristas» del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Entonces, ¿qué pasó? ¿Por qué una manifestación de signo ecológico en el centro de Estambul se convirtió en una revuelta?

Han jugado dos factores, al menos de manera indirecta, que provocaron el descontento: primero la ralentización económica (hay que señalar que a pesar de una disminución sensible en los años 2000, las desigualdades siguen siendo considerables en Turquía). El otro factor es una hostilidad creciente hacia el activismo de Ankara en Siria.

Pero la principal responsabilidad de la revuelta incumbe al mismo que dio el éxito al AKP, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro. Embriagado por sus logros pretende consolidar su poder a cualquier precio, intenta que se redacte una constitución presidencial que le permita aspirar al cargo de jefe del Estado y desprecia a sus rivales, lo que multiplica las iniciativas sucias.

Sin duda lo más grave es la deriva autoritaria que ha causado la encarcelación de decenas de periodistas y cientos de opositores, especialmente kurdos. La brutalidad de la represión contra los manifestantes de Taksim ha reunido contra Erdogan un amplio frente muy heterogéneo y que probablemente no se limita a los «laicos». Así que, recordando a James Dorsey, por primera vez desde hace 30 años los forofos de tres grandes clubs de fútbol de Estambul, sin embargo rivales, se unieron a los manifestantes cuya diversidad política y sociológica es muy notable, como señalan Didem Collinsworth y Hug Pope The Politics of an Unexpected Movement , 4 de junio:

«Todavía más sorprendente es la presencia de grupos rivales que actúan codo con codo, incluidos los representantes de la comunidad aleví (alrededor del 10% de la población de Turquía), ultranacionalistas, conservadores de derecha, algunos islamistas y los kurdos de Turquía –algunos ondeando la bandera del PKK- Algunos grupos más marginales también se unieron a las manifestaciones, incluidos los izquierdistas y los marxistas, así como los anarquistas ondeando banderas negras».

El enfoque que querría ver en esas acciones un movimiento contra la «reislamización» de la sociedad no corresponde a la realidad. Levent Yilmaz señala:

«Nosotros hemos entendido claramente un actuación frente a un gobierno conservador musulmán, que sin embargo no ejerce una opresión confesional. Erdogan presenta un perfil autoritario. Parece en vías de 'putinización'. Se mete en todo y suscita miedo. Esta atmósfera de temor agobiante ha ganado sectores que parecían intelectualmente armados para resistir: los medios de comunicación, la universidad…

Pero los enfoques en Francia u otros lugares a veces empujan a ‘sobreinterpretar’ algunos signos de autoritarismo como señales religiosas. El ejemplo de las recientes disposiciones que limitan el comercio del alcohol es sintomático. El asunto me parece menos represivo que muchas de las ordenanzas del otro lado del Atlántico donde, por ejemplo, la venta está prohibida a los menores de 21 años. En Turquía se basa en una legislación ya existente, el poder puede impedir semejante comercio tras las 22 h. o en la proximidad de las escuelas. Veo más la señal de conservadurismo que de islamismo».

También hay que señalar que el control del poder sobre los grandes medios de comunicación audiovisuales también jugó un papel en la furia de los manifestantes (leer Dans la rue, la colère monte contre “CNN-Pingouins” et les médias turcs acquis au pouvoir , LeMonde.fr, 4 de junio.

¿Qué pasará ahora que el primer ministro está en el Norte de África, que el sindicato de la función pública ha llamado a una huelga de 48 horas (poco seguida) y que la Confederación Sindical de los Trabajadores Revolucionarios (DISK), que declara 420.000 miembros, llama a una huelga el miércoles 5 de junio?

En ausencia de Erdogan, el viceprimer ministro Bülen Arinc reconoció, según la AFP, las «legítimas» reivindicaciones de los ecologistas que están en el origen de la revuelta. Además presentó sus «excusas» a los numerosos heridos civiles y lamentó la utilización abusiva de gas lacrimógeno por parte de la policía «que hizo descarrilar las cosas».

¿Hay divisiones en el AKP? Sin duda, y las declaraciones del presidente Gul fueron tan apaciguadoras como las del viceprimer ministro. Pero sería prematuro descartar a Erdogan, que todavía dispone de amplios apoyos, incluso en una parte importante de la población.

(Sobre el movimiento de Fethullah Gülen, leer de Wendy Kristianasen Ces visages multiples de l’islamisme Le Monde diplomatique, julio 1997.
Hay otro factor que pesará, revela Dorsey: «El rival islamista de Erdogan, Fethullah Gülen, un religioso con poder autoexiliado en Pensilvania, que ejerce una influencia en la policía, puede muy bien haber visto las protestas como una ocasión de debilitar al primer ministro. El colega de partido de Erdogan, el presidente Abdullah Gul, está considerado próximo a Gülen. En una alusión velada a Erdogan, Gülen predicó recientemente contra el orgullo. Por otra parte, los informes que circulan en Estambul dicen que el ejército, que comparte las sospechas de los laicos con respecto al gobierno, ha rechazado las demandas de ayuda de la policía y que incluso un hospital militar distribuyó máscaras antigás a los manifestantes».

Fuente: http://blog.mondediplo.net/2013-06-05-Vent-de-fronde-en-Turquie
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169379
Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
http://www.eldiplo.org/notas-web/turquia-en-rebelion?token=&nID=1

Asad habla, Rusia actúa


¿Cómo parar el insaciable neocolonialismo energético de ciertas potencias disfrazado de principios democráticos? ¿Cómo parar el saqueo desatado por EEUU, Reino Unido, Francia y otros países vasallos que buscan una geopolítica de dominación sobre otros pueblos para satisfacer únicamente sus intereses estratégicos y comerciales? El presidente ruso Vladímir Putin acaba de responder a la fuerza bruta occidental con una jugada maestra. Así Rusia, se posiciona en el mundo como defensor de la no injerencia, del respeto del derecho internacional así como la soberanía de los intereses de los países del Tercer Mundo. Veamos a continuación el análisis de nuestro colega Pepe Escobar.
  

Así que Bashar al-Asad ha hablado, exclusivamente con el periódico argentino Clarín [hay una inmensa diáspora siria en Argentina, así como en el vecino Brasil).
Viendo a través de la niebla de la histeria occidental, hizo algunas observaciones valiosas. El historial muestra que sí, que el régimen ha aceptado varias veces hablar con la oposición; pero la miríada de grupos “rebeldes” sin una dirigencia creíble y unificada, siempre se ha negado. Por lo tanto no existe un camino al alto el fuego que pueda finalmente acordarse en una cumbre, como la próxima conferencia en Ginebra de EE.UU. y Rusia.
Asad tiene algo de sentido cuando dice: "Nosotros no podemos discutir una hoja de ruta con una parte si no sabemos quiénes son”.
Bueno, a estas alturas cualquiera que observe la tragedia siria sabe quiénes son en su mayoría. Se sabe que el Ejército de Caníbales Sirios No-libres, perdón el Ejército Libre Sirio (ELS), es una colección variopinta de señores de la guerra, gángsteres y oportunistas de todo tipo cruzados con yihadistas de la línea duradel tipo de Jabhat al-Nusra (pero también con otros grupos vinculados a al Qaida o inspirados en él).
Reuters tardó meses en admitir finalmente que los yihadistas dominan el show sobre el terreno [1]. Un comandante “rebelde” incluso se quejó a Reuters, “Nusra es ahora dos Nusras. Uno que sigue la agenda de al Qaida de una gran nación islámica y otro que es sirio con una agenda nacional para ayudarnos a combatir a Asad”. Lo que no dijo es que el grupo realmente efectivo está vinculado a al Qaida.
Siria es ahora el Infierno de las Milicias; muy parecido a Irak a mediados de los años 2000, muy parecido al “liberado” Estado fracasado libio. Esta afganización/somalización es una consecuencia directa de la interferencia del eje OTAN/CCG/Israel [2]. Por lo tanto Asad también tiene razón cuando dice que Occidente está avivando el fuego y que solo está interesado en el cambio de régimen, sea cual sea el coste.

Lo que no dijo Asad

No se puede decir que Asad sea exactamente un político brillante, por lo tanto desperdició una excelente oportunidad para explicar a la opinión pública occidental, aunque sea brevemente, por qué las petromonarquías del CCG, Arabia Saudí y Catar, más Turquía, están interesados en incendiar Siria. Pudo hablar de que Catar quiere entregar Siria a la Hermandad Musulmana y Arabia Saudí sueña con una colonia que sea un “cripto-emirato”. Pudo hablar de que ambos están aterrorizados por los chiíes del Golfo Pérsico que albergan legítimos ideales de la Primavera Árabe.
Pudo señalar la ruina absoluta de la política exterior turca de “cero problemas con nuestros vecinos”: un día hay una tríada de colaboración Ankara-Damasco-Bagdad, y al día siguiente Ankara quiere cambio de régimen en Damasco y se pone enfrente de Bagdad. Y para colmo Turquía se desconcierta al ver que los kurdos se sienten alentados desde el norte de Irak hasta el norte de Siria.
Pudo detallar que Gran Bretaña y Francia dentro de la OTAN, para no mencionar a EE.UU., así como sus petromonarcas marionetas, están utilizando la desintegración de Siria para perjudicar a Irán y que a ninguno de estos actores que suministran las armas y mucho dinero les interesan los sufrimientos del “pueblo sirio”. Lo único que importa son sus objetivos estratégicos.
Mientras hablaba Bashar al-Asad, Rusia actuaba. El presidente Vladimir Putin -perfectamente consciente de que las conversaciones de Ginebra están siendo descarriladas por diversos actores incluso antes de que tengan lugar– envió barcos de la marina rusa al Mediterráneo Oriental y ofreció a Siria una cantidad de ultramodernos misiles Yakhont tierra-mar más una cantidad de misiles antiaéreos S-300, el equivalente ruso del Patriot estadounidense. Además Siria ya tiene misiles antiaéreos rusos SA-17.




Entonces, tratad, cualquiera de vosotros, miembros de la banda OTAN-CCG, incluso dejando de lado a la ONU, de lanzar una mini-Conmoción y Pavor contra Damasco. O de instalar una zona de exclusión aérea. Catar y la Casa de Saud, son un chiste desde el punto de vista militar. Los británicos y Francia están seriamente tentados, pero no tienen los medios, o las agallas. Washington tiene los medios, pero no las agallas. Putin estaba perfectamente seguro de que el Pentágono comprendería su mensaje claramente

Y no hay que olvidar el «Oleoductistán»

Asad también pudo hablar de –¿Qué más?– el «Oleoductistán». Le hubieran bastado dos minutos para explicar el significado del acuerdo del gasoducto Irán-Irak-Siria por 10.000 millones de dólares que se firmó en julio de 2012. Este nodo crucial del «Oleoductistán» exportará gas desde el campo South Pars de Irán (el mayor del mundo, compartido con Catar), a través de Irak hacia Siria, con una posible extensión al Líbano, con clientes confirmados en Europa Occidental. Es lo que los chinos llaman una situación en la que no se puede perder.
Pero no para –¿Quién será?– Catar y Turquía. Catar sueña con un gasoducto rival desde su campo North (contiguo al campo South Pars de Irán), pasando por Arabia Saudí, Jordania, Siria y finalmente Turquía (que se presenta como el centro privilegiado de tránsito de energía entre Oriente y Occidente). Destino final, una vez más: Europa Occidental.
Como en todo lo que tiene que ver con «Oleoductistán», el punto crucial del juego es dejar de lado a Irán y Rusia. Es lo que pasa con el gasoducto catarí, frenéticamente apoyado por EE.UU. Pero en el caso del gasoducto Irán-Irak-Siria, la ruta de exportación no puede originarse en otro sitio que en Tartus, el puerto sirio en el Mediterráneo Oriental que alberga la marina rusa. Obviamente Gazprom formaría parte de todo el asunto, desde la inversión hasta la distribución.
Que no quepa duda: el «Oleoductistán» –nuevamente vinculado a circunvalar Rusia e Irán– explica muchas cosas sobre la destrucción de Siria.

El artilugio de petróleo de la Unión Europea para al Qaida

Mientras tanto el verdadero ejército sirio –respaldado por Hizbulá– está recuperando metódicamente Al-Qusayr del control “rebelde”. Su próximo paso será mirar hacia el este, donde Jabhat al-Nusra se está beneficiando alegremente de otra metedura de pata típica de la UE: la decisión de levantar las sanciones petroleras contra Siria [3].
El bloguero de Syria Comment, Joshua Landis, sacó las conclusiones necesarias: Quienquiera que se apodere del petróleo, el agua y la agricultura, tendrá en sus manos a la Siria suní. Por el momento es al-Nusra. El hecho de que Europa abriera el mercado al petróleo impuso esta situación. De ahí la conclusión de esta demencia de que Europa esté financiando a al Qaida”. Llamémoslo el artilugio petrolero de la UE para al Qaida.
El sudoeste de Asia –lo que Occidente llama Medio Oriente– seguirá siendo un campo privilegiado de irracionalidad. Tal como están las cosas en Siria, en lugar de una zona de exclusión aérea lo que en realidad debería establecerse es “todos vuelan por la paz”, y cada cual y su vecino debería estar involucrado: EE.UU., Rusia, la UE y también Hizbulá, Israel y por cierto Irán, como ha subrayado con entusiasmo el Ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov [4].
Mucho más allá de la obsesión occidental con el cambio de régimen, lo que la ya problemática conferencia de Ginebra podría producir es un acuerdo según la constitución siria que, a propósito, es absolutamente legítima, adoptada en 2012 por una mayoría de votos del verdadero y sufriente “pueblo sirio”. Eso incluso podría significar que Asad no fuera candidato a presidente en las elecciones programadas para 2014. Cambio de régimen, sí. Pero por medios pacíficos. ¿Permitirán la OTAN, el CCG e Israel que ocurra? No.

miércoles, 3 de abril de 2013

Entrevista a Asma Lamrabet: Mujer e islam.


En plena revolución árabe, Asma Lamrabet ha visitado Euskal Herria de manos de Ipes, Askapena y Bilgune Feminista para hablar sobre feminismo islámico, una corriente cada vez más extendida entre las mujeres musulmanas. En la entrevista concedida a GARA, desmonta el discurso de Occidente sobre las mujeres y el islam.
¿En qué fundamentos se basa el feminismo islámico?
El feminismo islámico es el feminismo como lo conocemos en el resto del mundo, con principios universales, que reivindican libertad, emancipación y dignidad para la mujer. Es islámico porque se refiere a unos principios que están en nuestra cultura en lo referente al mensaje espiritual que encierra el islam. A este respecto, quisiera aclarar dos cosas. La gente cuando oye los términos feminismo e islam juntos, se queda como cortada y se pregunta el porqué de feminismo e islam, ya que el islam está visto como una religión discriminatoria hacia la mujer. Lo que quisiera aclarar es que cuando hablamos de religión, hablamos de sistema, de una ideología religiosa y de una institución religiosa, pero dentro de todas las religiones hay un mensaje espiritual. Lo que ha traído la discriminación de la mujer son las instituciones religiosas y el sistema religioso, no el mensaje. Nosotras queremos reivindicar los derechos a partir de este mensaje espiritual y luchar contra las instituciones religiosas, que son las que han hecho una lectura patriarcal del mensaje espiritual.
A la pregunta de por qué feminismo islámico y no simplemente feminismo, debo contestar que hay distintas corrientes feministas. No me van a decir que el feminismo occidental es un feminismo monolítico, que sólo hay uno y que ese uno es único, porque no es verdad. Dentro del feminismo hay modelos diferentes y también principios universales que todas compartimos. Hay que saber diferenciar entre modelos y principios. Los principios universales son la lucha por la emancipación de la mujer, por la dignidad y por la igualdad. Es por eso que, al igual que hay feminismo radical, feminismo de Estados Unidos o black feminism, existe el feminismo islámico. El islam y la mujer musulmana están tan estereotipados, que es difícil entender cómo una mujer musulmana reivindica sus derechos a partir de su, entre comillas, religión.
¿Cómo surge el feminismo islámico?
Como movimiento, es relativamente nuevo y plural, no hay un único feminismo islámico, ya que existen distintas corrientes. Así, por ejemplo, hay corrientes feministas islámicas que no quieren el título de «feminismo» porque tiene una connotación negativa occidental. Cuando estoy en Europa, digo que reivindico mi feminismo, porque sé que la gente lo entiende, pero cuando estoy en el mundo árabe lo digo de otra manera para que no choque ni traumatice. Es una cuestión de conceptos, no de principios y esto hay que respetarlo.
Este movimiento surgió en los años 90, pero no es un movimiento que nace en una sola parte del mundo. Nació en Egipto, pero también en Irán, en Marruecos, en Túnez, sin olvidarnos de los países más grandes del mundo musulmán; Indonesia y Malasia, donde hay un movimiento muy importante de feminismo islámico. También tomó cuerpo en comunidades islámicas de otros países, como, por ejemplo, dentro de Estados Unidos, donde las mujeres tienen estudios superiores.
Si bien comenzó en los 90, no lo hizo de la nada, es la continuación del feminismo nacionalista árabe, que cobró importancia entre los años 40 y 50 y en el que las mujeres lucharon codo con codo con los hombres por la descolonización. Pero después de la independencia, fueron marginadas y el feminismo nacionalista quedó muy ausente. En los 50, nació el feminismo laico que no quería tener nada que ver con la religión, porque era la época del marxismo y de la izquierda radical. El feminismo laico no dio sus frutos porque el pueblo árabe es un pueblo que está arraigado en el islam, que constituye una memoria, una historia, una experiencia milenaria que el pueblo no puede dejar. La generación joven, la que ha seguido y tenido acceso al estudio del islam, ha visto que todo lo que decían las feministas laicas no era del todo cierto, que la lectura que las instituciones han hecho de los textos sagrados, todas controladas por hombres, son las responsables de la marginación de la mujer.
¿Cuál es la situación actual?
Las mujeres han comenzado a releer los textos sagrados y se han dado cuenta de que lo que encierran es un mensaje espiritual, que, al contrario de lo que se dice, está liberando y ha liberado a las mujeres. Es liberador y emancipador. Es por eso que ahora las mujeres tenemos argumentos religiosos para luchar contra los ulemas e imanes que sostienen lo contrario.
¿Qué opinión tiene el movimiento feminista islamista sobre la sharia?
Cuando se habla de la sharia, la gente se asusta y piensa en un código penal de cortar manos y lapidar mujeres. Pero, la sharia no existe en el texto sagrado. El Corán habla de la sharia como norma, como una orientación. Literalmente, la palabra sharia significa «vía». El mensaje espiritual del Corán dice «te ofrezco una vía». La vía es un camino, una ética para seguir y no hay nada en todo el Corán que se llame sharia que se refiera a castigos corporales. Sólo el 3% del Corán habla exclusivamente de los castigos, pero se deben leer bien. En el Corán sólo aparecen cortar la mano al ladrón y flagelar al hombre o mujer adúltera, la lapidación no existe, es una tradición anterior al islam, una tradición judía. Pero, como he dicho, hay que leer bien, pues para cortar la mano al ladrón debemos estar en una sociedad ideal donde no hay pobres que necesiten robar. Es decir, más bien es una metáfora que un castigo de verdad. Además, debemos tener en cuenta que antes sólo existían los castigos corporales, no había cárceles ni nada así, y este versículo debe ser analizado teniendo en cuenta esa coyuntura. En definitiva, la finalidad de este versículo es que haya justicia, que no haya pobres que necesiten robar.
En lo referente a la flagelación, lo importante es que para decir que debemos flagelar al hombre o a la mujer necesitamos cuatro testigos que hayan asistido al acto sexual. ¿Qué quiere decir esto? Pues que es imposible demostrar el adulterio. Esto, en el Corán, era una pedagogía para educar al pueblo árabe -que era un pueblo tribal y primario- a respetar la intimidad de los demás. Pero, se suele hacer una lectura patriarcal y las instituciones han decidido que todo el Corán sea ese 3%. Esto viene de la cultura wahhabi, que es una ideología de Arabia Saudí. Toda la ideología radical extremista religiosa viene de este país. Los imanes y los ulemas hablan del islam y el pueblo árabe musulmán, que, por lo general, es muy analfabeto, se cree lo que éstos dicen porque tienen los medios y el dinero para divulgar su mensaje, son como el Papa. Este es el gran problema. Por supuesto, ellos no reconocen el feminismo islámico y nos acusan de traidoras y de occidentalistas.
¿Cómo están afectando las revueltas árabes al movimiento?
Pienso que es el momento ideal para el feminismo islámico. Yo estoy muy contenta, porque hemos podido ver a mujeres que eran desconocidas, que llevaban años trabajando por la revolución, pues no ha sido cosa de un día a otro, que estaban en la sombra. El hecho de que el premio Nobel haya sido para una revolucionaria yemení, periodista, desconocida, pobre, madre de tres hijos... que ha salido a la calle hablando por un microfóno, llamando a hombres y mujeres a luchar.
Estoy muy contenta de que den premios a mujeres jóvenes como ella que lo necesitan. O como cuando vemos en Siria a una artista que está saliendo a la calle, que ha sido raptada dos veces, violada, pero que sigue saliendo y es líder de esta revolución. O en Egipto, cuando la primera mujer escribió en un blog llamando a mujeres y hombres a salir a la calle y lo siguió haciendo todos los días.
Estoy feliz de ver que estas mujeres ya están saliendo. Y hay millones de mujeres como ellas. Yo soy optimista con esta revolución árabe porque son hombres y mujeres jóvenes que han salido y que no tienen ninguna ideología. Son un movimiento espontáneo cuyo único objetivo es la libertad, el honor y la dignidad. Esos son los tres eslóganes que hemos visto en todos los países.
¿Y la tendencia islamista en las elecciones tras las revueltas?
El problema es que cuando los jóvenes han ganado, llegan las elecciones y la mayoría de los partidos que se presentan son creados por el Estado déspota. Los únicos que estaban allí, que tenían cierta virginidad política porque siempre han estado en la oposición u oprimidos, son los islamistas y así el pueblo no ha tenido elección, por no votar a los mismos de siempre ha votado a los islamistas. Esta es una de las razones, pero no es la única, pues no debemos olvidar que el islam sigue siendo un referente indispensable. La cuestión es cuál será el proyecto de estos partidos islamistas. Yo no creo que tengan un proyecto social concreto, creo que han hecho oposición por oposición, pero no tienen un discurso moralizador, no tienen un proyecto para reformar, para poner fundamentos verdaderos de la democracia. Puede ser que me equivoque, el futuro nos lo dirá.
 
Occidente tiende a mostrar el velo como ejemplo de opresión de la mujer en la religión islámica ¿Qué opinión le merece esta valoración?
El velo no es ni cultural, ni político, ni ideológico, ni significa una sumisión al hombre. Es una convicción personal que está relacionada con la fe. El velo aparece citado en el Corán una sola vez y de manera sutil, como una mera recomendación dentro del comportamiento ético de la decencia y hace referencia tanto a hombres como a mujeres. El problema es que un discurso islámico machista y patriarcal ha hecho de este único versículo el principio básico de lo que debe ser una musulmana. Yo como persona independiente, libre y musulmana, tengo derecho a decidir qué quiero ponerme y todas deben tener este derecho. El velo es algo entre Dios y yo. Pero Occidente vive muy mal esto y no ha sido capaz de asumir toda esta diversidad. La prohibición del velo va en contra del derecho de la mujer sobre su cuerpo. Yo critico de la misma manera a aquellos que utilizan el cuerpo desnudo de la mujer para hacer publicidad, como a los radicales musulmanes que quieren que la mujer vaya tapada de arriba abajo y dejarla invisible.
¿Cuáles son las prioridades de su lucha?
Nuestra lucha está enfocada hacia la obtención de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida política, social y jurídica. Hay estatutos personales casi en todo el mundo árabe musulmán donde la mujer sigue siendo menor de edad a nivel jurídico con enormes contradicciones. Por ejemplo, en Arabia Saudí, la mujer puede ser directora de una empresa financiera, dispone de todos los medios que quiere, pero, sin embargo, no tiene permiso de viajar sin su marido, y si no hay marido, no puede viajar sin su hijo, aunque éste tenga 14 años. Tampoco tiene derecho de conducir. Por otro lado, las reformas llevadas a cabo en Túnez son muy positivas aunque no son suficientes si a su vez no se reforma la educación, pues el pueblo las interpreta como antislámicas. Hay que cambiar las mentalidades y para ello la educación.
Garazi Mugertza (Gara)

jueves, 21 de febrero de 2013

Al liberalismo no le preocupa la desigualdad


POR EZEQUIEL ADAMOVSKY HISTORIADOR (UBA, CONICET)


El representante de una fundación alemana argumentó en esta misma sección el miércoles que el liberalismo debe dejar de sonar a “mala palabra”, ya que es el “espíritu” de la democracia. Nada más alejado de la realidad. Los liberales han sido participes y defensores de innumerables regímenes dictatoriales por todo el mundo. Esto no es casual, está en su naturaleza.
El liberalismo ha sido históricamente enemigo del gobierno del pueblo.
Hasta mediados del siglo XIX, la corriente que en Europa se llamaba “liberal” estaba en contra de la ampliación del derecho al sufragio. De hecho, la problemática que le dio origen como tradición intelectual fue, precisamente, la del modo de limitar los alcances de la soberanía popular.
El liberalismo nació en tiempos del advenimiento de la modernidad, que vino de la mano de un descubrimiento revolucionario. Las leyes de este mundo pertenecen a este mundo, no emanan ni de Dios ni de ningún plano trascendente. El potencial democrático de este descubrimiento era enorme, porque significaba que las leyes legítimas surgían sólo de la decisión de cada comunidad.
Comprendiendo la amenaza que eso significaba, el liberalismo surgió como una adaptación a los tiempos.
Aparentó apoyarse en los preceptos de la modernidad, pero sólo para reintroducir por la ventana un nuevo plano trascendente.
Propuso que hay “derechos naturales” que poseen los individuos antes de vivir en sociedad, por lo que ninguna comunidad puede siquiera discutirlos. Entre ellos, la propiedad privada y, con ella, la potestad de usufructuarla y ampliarla sin ser molestado por regulaciones legales. Luego, diseñó todo un andamiaje institucional formado por la división de poderes, los legislativos con cuerpos altamente selectivos, la máxima autoridad judicial “protegida” de la voluntad popular y dispositivos para asegurarse que los gobiernos nunca pudieran amenazar la desigualdad.
Sólo entonces, a regañadientes y por presión de la política callejera, los liberales fueron aceptando la posibilidad de que todos los ciudadanos tuvieran derecho al voto. Así surgió el sistema político en el que hoy vivimos, la “democracia liberal” –un oxímoron para un habitante de principios del siglo XIX–, que no significa el gobierno del pueblo, sino que designa apenas un mecanismo para la selección de algunas autoridades con atribuciones que nunca alcanzan a arañar el núcleo duro de la desigualdad. Cada tanto, sin embargo, las dinámicas electorales o las luchas populares se las arreglan para abrir escenarios en los que los basamentos de la desigualdad son puestos en cuestión.
No es extraño –más bien la norma– que cuando eso sucede, los liberales promuevan regímenes de facto o intervenciones que “corrijan” el curso mediante la violencia y la arbitrariedad.
La del liberalismo no es “mala prensa”: es una reputación bien ganada.