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sábado, 8 de junio de 2013

Turquía en rebelión


Plaza Taksim, Estambul, 8-6-13 (Stoyan Nenov / Reuters)
Alain Gresh Le Monde diplomatique

«Es muy tentador, en las manifestaciones turcas, ver las protestas de un movimiento laico republicano contra un islamismo gubernamental, lo contrario de la plaza Tahir de El Cairo, donde el poder laico republicano se enfrentaba a la revolución de una nebulosa islamista…»

Ante esta cuestión de Mediapart, el 4 de junio de 2013, Levent Yilmaz, profesor de historia de la universidad Bilgi de Estambul respondía:

«La noche del sábado (1 de junio) mostró alineamientos que desafían ese tipo de clasificación. Vimos incluso a forofos de clubs de fútbol rivales ayudándose en tanto que el llamamiento, al mismo tiempo poderoso y unánime, de las redes sociales había hecho su trabajo: una organización impresionante sin las características, las particularidades y los exclusivismos relacionados con los movimientos partidistas.

Por otra parte la oposición institucional renunció al intento de captar al movimiento y su millón de turcos contestatarios, lo que demuestra un levantamiento popular espontáneo, sin una ideología preconcebida, en manos de personas responsables que llegaron incluso a limpiar la plaza y sus jardines después de las cargas policiales».

Pasemos al enunciado del periodista… y a la definición de la lucha egipcia como enfrentamiento de una nebulosa islamista a un poder laico republicano (¡estamos soñando!), pero la respuesta de Yilmaz rebate las simplificaciones sobre Turquía, y más ampliamente sobre el mundo árabe (Túnez, Egipto), que reducen la vida política a un enfrentamiento entre dos bloques.

Para una buena revisión de lo que se escribe respecto a Turquía, se puede consultar la web de Alain Bertho, Anthropologie du présent , que sigue los acontecimientos al día, así como el blog de Etienne Copeaux, Un pas de côté dans les études turques .

Sí, el partido Justicia y Desarrollo (AKP) procede de un movimiento islamista cercano a los Hermanos Musulmanes. Pero es importante hacer un balance objetivo de sus realizaciones desde que llegó al poder en 2002 que le han dado dos victorias más en las elecciones legislativas de 2007 y 2011 (esta última con casi el 50% de los votos).

El avance más importante realizado por ese partido fue devolver al ejército a sus cuarteles (sobre ese enfrentamiento leer Qui gouverne la Turquie ? Hasta entonces esa institución hacía y deshacía y tenía un peso político desmesurado, regularmente denunciado por la Unión Europea. Porque es obvio que no puede haber progreso democrático cuando el estado mayor decide los asuntos esenciales. Uno de los problemas de la oposición denominada de izquierda (el Partido Republicano del Pueblo, CHP) es que es incapaz de elegir entre su lealtad al ejército y la democracia. Este partido está atravesado por numerosas corrientes y es incapaz de representar una alternativa del AKP (obtuvo alrededor del 26% de los votos en 2011).

En una web apasionada dedicada al fútbol y su ubicación en Oriente Próximo, The Turbulent World of Middle East Soccer (con un lugar importante concedido a los ultras, los partidarios de los clubs cuyo papel es más conocido, sobre todo en Egipto), James Dorsey señalaba el 2 de junio:

«Al contrario que las manifestaciones masivas que derrocaron a los dirigentes en los países del norte de África, las manifestaciones en Turquía van contra un dirigente democráticamente elegido que ha ganado tres elecciones con una mayoría respetable, ha presidido un período de crecimiento económico importante y ha posicionado a su país como una potencia regional con ambiciones internacionales. Se trata de un país que, al contrario que los países árabes y a pesar de todos sus defectos, es democrático y tiene una sociedad civil inquieta y muy desarrollada».

Hay que añadir que también fue este gobierno el que tuvo la valentía de abrir negociaciones con los «terroristas» del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Entonces, ¿qué pasó? ¿Por qué una manifestación de signo ecológico en el centro de Estambul se convirtió en una revuelta?

Han jugado dos factores, al menos de manera indirecta, que provocaron el descontento: primero la ralentización económica (hay que señalar que a pesar de una disminución sensible en los años 2000, las desigualdades siguen siendo considerables en Turquía). El otro factor es una hostilidad creciente hacia el activismo de Ankara en Siria.

Pero la principal responsabilidad de la revuelta incumbe al mismo que dio el éxito al AKP, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro. Embriagado por sus logros pretende consolidar su poder a cualquier precio, intenta que se redacte una constitución presidencial que le permita aspirar al cargo de jefe del Estado y desprecia a sus rivales, lo que multiplica las iniciativas sucias.

Sin duda lo más grave es la deriva autoritaria que ha causado la encarcelación de decenas de periodistas y cientos de opositores, especialmente kurdos. La brutalidad de la represión contra los manifestantes de Taksim ha reunido contra Erdogan un amplio frente muy heterogéneo y que probablemente no se limita a los «laicos». Así que, recordando a James Dorsey, por primera vez desde hace 30 años los forofos de tres grandes clubs de fútbol de Estambul, sin embargo rivales, se unieron a los manifestantes cuya diversidad política y sociológica es muy notable, como señalan Didem Collinsworth y Hug Pope The Politics of an Unexpected Movement , 4 de junio:

«Todavía más sorprendente es la presencia de grupos rivales que actúan codo con codo, incluidos los representantes de la comunidad aleví (alrededor del 10% de la población de Turquía), ultranacionalistas, conservadores de derecha, algunos islamistas y los kurdos de Turquía –algunos ondeando la bandera del PKK- Algunos grupos más marginales también se unieron a las manifestaciones, incluidos los izquierdistas y los marxistas, así como los anarquistas ondeando banderas negras».

El enfoque que querría ver en esas acciones un movimiento contra la «reislamización» de la sociedad no corresponde a la realidad. Levent Yilmaz señala:

«Nosotros hemos entendido claramente un actuación frente a un gobierno conservador musulmán, que sin embargo no ejerce una opresión confesional. Erdogan presenta un perfil autoritario. Parece en vías de 'putinización'. Se mete en todo y suscita miedo. Esta atmósfera de temor agobiante ha ganado sectores que parecían intelectualmente armados para resistir: los medios de comunicación, la universidad…

Pero los enfoques en Francia u otros lugares a veces empujan a ‘sobreinterpretar’ algunos signos de autoritarismo como señales religiosas. El ejemplo de las recientes disposiciones que limitan el comercio del alcohol es sintomático. El asunto me parece menos represivo que muchas de las ordenanzas del otro lado del Atlántico donde, por ejemplo, la venta está prohibida a los menores de 21 años. En Turquía se basa en una legislación ya existente, el poder puede impedir semejante comercio tras las 22 h. o en la proximidad de las escuelas. Veo más la señal de conservadurismo que de islamismo».

También hay que señalar que el control del poder sobre los grandes medios de comunicación audiovisuales también jugó un papel en la furia de los manifestantes (leer Dans la rue, la colère monte contre “CNN-Pingouins” et les médias turcs acquis au pouvoir , LeMonde.fr, 4 de junio.

¿Qué pasará ahora que el primer ministro está en el Norte de África, que el sindicato de la función pública ha llamado a una huelga de 48 horas (poco seguida) y que la Confederación Sindical de los Trabajadores Revolucionarios (DISK), que declara 420.000 miembros, llama a una huelga el miércoles 5 de junio?

En ausencia de Erdogan, el viceprimer ministro Bülen Arinc reconoció, según la AFP, las «legítimas» reivindicaciones de los ecologistas que están en el origen de la revuelta. Además presentó sus «excusas» a los numerosos heridos civiles y lamentó la utilización abusiva de gas lacrimógeno por parte de la policía «que hizo descarrilar las cosas».

¿Hay divisiones en el AKP? Sin duda, y las declaraciones del presidente Gul fueron tan apaciguadoras como las del viceprimer ministro. Pero sería prematuro descartar a Erdogan, que todavía dispone de amplios apoyos, incluso en una parte importante de la población.

(Sobre el movimiento de Fethullah Gülen, leer de Wendy Kristianasen Ces visages multiples de l’islamisme Le Monde diplomatique, julio 1997.
Hay otro factor que pesará, revela Dorsey: «El rival islamista de Erdogan, Fethullah Gülen, un religioso con poder autoexiliado en Pensilvania, que ejerce una influencia en la policía, puede muy bien haber visto las protestas como una ocasión de debilitar al primer ministro. El colega de partido de Erdogan, el presidente Abdullah Gul, está considerado próximo a Gülen. En una alusión velada a Erdogan, Gülen predicó recientemente contra el orgullo. Por otra parte, los informes que circulan en Estambul dicen que el ejército, que comparte las sospechas de los laicos con respecto al gobierno, ha rechazado las demandas de ayuda de la policía y que incluso un hospital militar distribuyó máscaras antigás a los manifestantes».

Fuente: http://blog.mondediplo.net/2013-06-05-Vent-de-fronde-en-Turquie
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169379
Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
http://www.eldiplo.org/notas-web/turquia-en-rebelion?token=&nID=1

viernes, 14 de diciembre de 2012

Turquía ante el conflicto sirio


Carmen Rodríguez | 15 Oct 2012
La Guerra Civil siria ha implicado inevitablemente a su vecino turco. Una primera y dramática consecuencia fueron las oleadas de refugiados que comenzaron a abandonar Siria en el año 2011. En la actualidad, se estima que alrededor de 94.000 personas han cruzado la frontera y las Naciones Unidas han pronosticado que, para finales de año, es probable que Turquía deba hacerse cargo de cerca de 280.000 refugiados.
Si bien las relaciones entre Ankara y Damasco habían sido excepcionalmente positivas en los últimos años, a raíz de los acontecimientos que se sucedían en el país vecino, el gobierno turco decidió tomar una clara posición a favor de un cambio de régimen. Esta apuesta ha llevado a confrontar al ejecutivo de Tayyip Erdoğan con el gobierno de Bashar Al-Assad. Turquía ha apoyado al Consejo Nacional Sirio y a la oposición armada del Ejército Sirio de Liberación. Entre esa oposición armada se encuentran combatientes salafistas provenientes de otros países, cuya presencia ha contribuido a radicalizar las consecuencias del conflicto sirio.
La tensión entre los gobiernos turco y sirio se ha incrementado notablemente en los últimos meses. En junio, un avión militar turco fue derribado por fuerzas sirias, por lo que Turquía convocó una reunión de consulta con los otros miembros de la OTAN amparado en el artículo 4 de su carta. En octubre, cinco civiles turcos perecían en Akçakale bajo fuego sirio. Tras este ataque, el Parlamento turco concedió permiso al gobierno (sin unanimidad) para llevar acciones militares al otro lado de la frontera. El gobierno turco se ha empeñado en matizar que no se trata de una declaración de guerra contra Siria, sino de ejercer el derecho de respuesta ante las agresiones sirias. En el interior, la población turca se ha mostrado mayoritariamente en contra de que Turquía declare la guerra a Siria.
El régimen de Al-Assad es apoyado por Rusia e Irán, dos países clave por razones comerciales y diplomáticas para Turquía. Por otro lado, Estados Unidos y la Unión Europea rehúyen implicarse directamente en el conflicto sirio. Para Turquía no es deseable, por lo tanto, una intervención unilateral que la enfrente a Rusia e Irán. El gobierno turco desearía una rápida transición que acabe con la inestabilidad siria. En un primer momento su no rotundo al régimen de Al Assad está siendo más matizado, y el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoğlu ha propuesto que el cambio político sea dirigido por el vice-ministro Faruk-Al Shara, una posición que acerca Turquía a Rusia, cuyo gobierno aspira a que la transición siria cuente entre sus dirigentes con parte del régimen anterior.
En la prensa nacional turca, las críticas de los columnistas apuntan que el ejecutivo turco se implicó en el conflicto sirio sin tener el peso diplomático y militar necesario para ello, haciendo de él un asunto de política interior o incluso de “honor”, lo que le ha dejado un margen de maniobra muy estrecho. Aunque el Gobierno turco no pretenda, en estos momentos, llevar la confrontación con Al-Assad hasta sus últimas consecuencias, la inestabilidad en la zona hace que sea impredecible saber lo que ocurrirá en el futuro.
Inicio en http://www.opemam.org/node/183

miércoles, 5 de diciembre de 2012

NATO approves to deploy Patriot missiles in Turkey



NATO foreign ministers meet at the Alliance’s headquarters in Brussels December 4, 2012. (Reuters)
NATO foreign ministers meet at the Alliance’s headquarters in Brussels December 4, 2012. (Reuters

By AL ARABIYA WITH AGENCIES 
The NATO military alliance on Tuesday agreed to the deployment of Patriot missiles as requested by member Turkey to help defend its border against threats from Syria.

“NATO has agreed to augment Turkey’s air defense capabilities in order to defend the population and territory of Turkey and to contribute to the de-escalation of the crisis along the alliance's border,” AFP reported NATO’s statement.

Russia, Syria and Iran have criticized Turkey’s request to the alliance to send the Patriots which can be used to intercept missiles.

Turkey asked NATO for the missiles in November after weeks of talks with allies about how to shore up security on its 900-km (560-mile) border. It has repeatedly scrambled fighter jets along the frontier and responded in kind to stray Syrian shells flying into its territory.

A major player in supporting Syria’s opposition and planning for the post-conflict era, Turkey is worried about Syria’s chemical weapons, the refugee crisis along its border, and what it says is Syrian support for Kurdish militants on its own soil.

Concerns over Syria’s chemical arms

NATO allies also expressed “grave” concern on Tuesday about reports that the Syrian government may be preparing to use its chemical weapons, Reuters reported NATO Secretary-General Anders Fogh Rasmussen as saying.

“The NATO ministers unanimously expressed grave concern about reports that the Syrian regime may be considering the use of chemical weapons,” Rasmussen told a news conference. “Any such action would be completely unacceptable and a clear reach of international law.”
http://english.alarabiya.net/articles/2012/12/04/253364.html en Iremai Unr Facebok