sábado, 28 de junio de 2014

Egipto y Palestina en la época de Sisi

El régimen de Sisi continuará obstruyendo el movimiento nacional palestino.


Aljazeera.com 
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

 
El levantamiento egipcio fue claro respecto a su apoyo a Palestina, escribió Al-Arian [AFP / Getty Images]
En el verano de 1970, el entonces presidente egipcio Gamal Abdel Nasser declaró su apoyo a una iniciativa de Estados Unidos para resolver el conflicto árabe-israelí, que lo ubicó en desacuerdo con los refugiados palestinos residentes en El Cairo. Cuando cientos de estudiantes activistas palestinos protestaron por la aceptación por parte de Egipto del Plan de Rogers, Nasser, que fue durante mucho tiempo un defensor de los derechos palestinos, les hizo redadas en la oscuridad de la noche y los deportó a Jordania. Al llegar a Ammán, muchos de ellos estaban todavía en pijama.
Independientemente de su retórica en contrario, a lo largo de las últimas cuatro décadas, las políticas del gobierno egipcio hacia los palestinos han puesto de manifiesto una clara ruptura con su histórica reputación como un líder regional decidido a enfrentar la hegemonía israelí. De hecho, y en particular a la luz de la reciente asunción del general Abdel Fattah El de Sisi a la presidencia de Egipto, los días venideros prometen ofrecer un rejuvenecido papel obstruccionista por parte de Egipto en la lucha por la justicia para los palestinos.
A las pocas horas del golpe militar que derrocó al presidente Mohamed Morsi hace un año, Sisi reanudó el asedio total de la población palestina de Gaza. Esto incluyó el impulso más agresivo hasta la fecha en la campaña para demoler los túneles que proporcionan bienes esenciales para la supervivencia de 1,7 millones de residentes de Gaza.
No era coincidencia que Sisi, según se informes, estaba en contacto frecuente con sus homólogos israelíes en los momentos más cruciales del golpe de Estado que lleva a la ola de represión violenta sin precedentes puesta en marcha por el Estado egipcio contra sus propios ciudadanos. En los EE.UU., el lobby pro-Israel ha dedicado considerable energía a reforzar el ejército egipcio aun cuando comete abusos contra los derechos humanos y erosiona cualquier posibilidad de un gobierno representativo en Egipto. La alineación del sistema de seguridad en Egipto con los intereses estratégicos de Israel es un proceso que lleva varias décadas de puesta en marcha.
Obstruccionismo histórico
Desde el momento en el qu el expresidente de Egipto Anwar al-Sadat señaló su voluntad de llegar a un acuerdo de paz con Israel a mediados de la década de 1970, la supervivencia del régimen autoritario de Egipto se convirtió en una prioridad para Israel y su principal benefactor, los EE.UU. A cambio del flujo constante de la ayuda económica y militar de los EE.UU., Egipto realineó su política exterior en apoyo de los intereses de Estados Unidos e Israel, desde la ampliación del apoyo al régimen del sha de Irán para aislar los llamados regímenes árabes radicales en Siria y más tarde, a Irak, la política de Egipto hacia diversas facciones del movimiento nacional palestino ha oscilado entre el intento de cooptación a la destrucción pura y simple.
Para el final de la Guerra Fría, la externalización de la política exterior de Egipto parecía un pequeño precio a pagar para estar en el lado ganador de un conflicto global que había dejado una huella destructiva en el Oriente Medio. Por su parte, los dirigentes palestinos que firmaron los Acuerdos de Oslo de 1993 reconocieron que estaban atrapados en medio de un acuerdo de seguridad regional patrocinada por Estados Unidos entre Israel y Egipto.
Sería difícil argumentar que el llamado proceso de paz ha hecho algo más que crear una Autoridad Palestina flexible (PA) que funciona como subcontratista  de la ocupación.  Este funcionamiento ha permitido el crecimiento de los asentamientos ilegales israelíes en tasas históricamente sin precedentes y para el establecimiento de un régimen de apartheid en los territorios palestinos.
A pesar de que su decisión de participar en las elecciones de 2006 marcó un deseo de ser admitido en este arreglo, la victoria de Hamas en las elecciones legislativas se consideró demasiado amenazador a un status quo cuidadosamente construido. Bajo el ex presidente Hosni Mubarak, la política de Egipto pasó de uno de aliado reacio a socio entusiasta en el debilitamiento de la posición palestina, que culminó en el papel agresivo que desempeñó en el asedio de Gaza desde que Hamas obtuvo la victoria electoral.
El exjefe de la inteligencia general de Egipto, el tenebroso Omar Suleiman, fue el artífice de esta política. En su intento por aislar y presionar a los líderes de Hamas, Suleiman señaló  en un momento que quería que Gaza "tenga hambre pero que no mera de hambre". Los reiterados intentos de conciliar entre Hamas y Fatah en el transcurso de los siguientes cinco años se vieron obstaculizados continuamente por Suleiman, quien en la supervisión de las negociaciones, era propenso a la creación de desincentivos para disuadir a Fatah de formar un gobierno de unidad con Hamas; por ejemplo, ofreciendo formación en seguridad y el flujo continuo de armas a la Autoridad Palestina, siempre y cuando Hamas se mantuviera aislado.
Las profundas divisiones entre los palestinos reforzaron la mano de Egipto en Gaza, algo que no fue apreciado por los EE.UU. e Israel, como lo demuestran los cables diplomáticos filtrados que datan a 2007.
El levantamiento de Egipto y más lejos
No fue ninguna sorpresa entonces, cuando a la altura del levantamiento anti-Mubarak, que comenzó el 25 de enero de 2011, Mubarak abandonó su proyecto para transferir la presidencia a su hijo Gamal y en su lugar nombró a Suleiman como su vicepresidente y sucesor, en un intento de apuntalar el respaldo de EE.UU. a la supervivencia de su régimen.
En contra de las reflexiones del periodista Thomas Friedman de que el levantamiento se centró exclusivamente en los problemas internos, los millones de egipcios que pedían la destitución de Mubarak hizo demandas explícitas para el cambio en la política exterior de Egipto, en particular destacando su papel destructivo en Gaza. Para un régimen que había atado su programa de liberalización económica a su normalización con Israel, sus políticas fallidas fueron percibidas inevitablemente vinculadas a una perspectiva regional inmoral, como se ve en el infame acuerdo para vender gas natural egipcio a Israel a precios por debajo del mercado.
A pesar de la cancelación de ese acuerdo de gas y el levantamiento de algunas de las condiciones opresivas en Gaza, la era post-Mubarak era apenas transformadora. Incluso la Hermandad Musulmana, que durante décadas había sido elocuente en su condena de la normalización de Egipto con Israel, mantiene un cierre parcial del cruce de Rafah y continuó la campaña para destruir los túneles subterráneos entre Gaza y el Sinaí durante la efímera presidencia Morsi.
A pesar de que Morsi nunca cuestionó la política exterior de Egipto con respecto a Israel y Palestina, la ola de protestas contra Morsi creó una narrativa de capitulación de Egipto a un régimen terrorista en Gaza. Una fuerte corriente subterránea de la retórica anti-palestina dominó el movimiento anti-Morsi en los meses previos al golpe militar del pasado verano. 
El proceso por el que la solidaridad de Egipto con los palestinos pasó de ser una característica clave del levantamiento del 25 de enero a una de las primeras bajas en el golpe del 03 de julio sirve como una confirmación más de que este movimiento era, de hecho, la contrarrevolución trazada por el aparato de seguridad egipcio en connivencia con los revolucionarios miopes que buscan resolver su diferendos con los Hermanos Musulmanes.
En el transcurso del ascenso de Sisi, la tarjeta de Palestina, por así decirlo, ha desempeñado dos funciones principales. En primer lugar, Sisi ha relacionado dos objetivos contrarrevolucionarios de los militares con la noción de que el establecimiento de seguridad de Egipto es indispensable para los intereses regionales de Estados Unidos e Israel. En segundo lugar, la narrativa anti-palestina era una parte fundamental de los intentos de desplazar las demandas de los líderes  revolucionarios golpistas que exigían una política más justa hacia Palestina.
El caso de espionaje alegando que Morsi espió a favor de Hamas es, con mucho, la más politizada de las letanías de acusaciones penales que han sido presentadas contra el ex presidente desde el golpe. La publicidad en torno a este juicio promete cumplir los objetivos de Sisi tanto en el plano internacional como en el doméstico.
Con todos los rumores de una toma de control del Sinaí por Hamas, en realidad era Israel que extendió sus operaciones militares en territorio egipcio con un ataque de drones en agosto  de 2013 que mató a cinco personas, en un ejemplo de la estrecha coordinación entre el ejército egipcio e israelí.
En cuanto al futuro, en el régimen de Sisi es probable que se intensifiquen los esfuerzos de la era de Mubarak para mantener la desunión y el conflicto entre las facciones palestinas. A finales de abril, Hamas y Fatah anunciaron que habían llegado a un acuerdo para formar un gobierno de unidad. Notablemente ausente de la última ronda de negociaciones fue Egipto, el intermediario tradicional en estas conversaciones.
Mientras tanto en Egipto, Sisi continúa empleando tácticas represivas para aplastar a la oposición política en el país mientras se reproduce un papel vital en la capacidad de Israel de hacer lo mismo en Palestina.
Abdullah Al-Arian es profesor asistente de historia en la Universidad de Georgetown, la Escuela de Servicio Exterior de Qatar y autor de Answering the Call: Popular Islamic Activism in Sadat's Egypt. Twitter: @anhistorian
 
http://www.rebelion.org/

lunes, 23 de junio de 2014

ISIS, Internet y la fascinación mediática

La difusión de imágenes de sus propias atrocidades es una estrategia habitual en grupos que precisan sembrar el terror para mantenerse y sumar adeptos. 
Hace tiempo que la cobertura internacional de Oriente Medio y Norte de África ha quedado prácticamente monopolizada por los aspectos identitarios y sectarios, incluso en el caso de imágenes de dudosa credibilidad.
Captura del mensaje en twitter del diario DailyMail, 16 junio 2014.
Captura del mensaje en twitter del diario DailyMail, 16 junio 2014.
En el contexto del avance militar del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), el Ministerio de Comunicaciones iraquí anunció el 13 de junio cortes de internet en distintos puntos del país. Según fuentes oficiales a través de Facebook, los cortes respondían a operaciones de "mantenimiento de los cables de fibra óptica". Activistas del interior de Irak apuntan a los intentos del gobierno de Nuri Al Maliki de invisibilizar su pérdida de control del país y minimizar las voces triunfalistas de los extremistas en redes sociales.
Hay quienes justifican la medida del gobierno iraquí, apelando a la necesidad de mitigar el impacto del despliegue de ISIS y su propaganda, que ha sembrado el pánico en buena parte del país. En cualquier caso, la táctica se ha revelado de nuevo inefectiva, creando un efecto de magnificación de lo que precisamente se trata de silenciar.

"De todo lo que publica ISIS se hace eco medio mundo" 

La difusión de imágenes de sus propias atrocidades es una estrategia habitual en grupos que precisan sembrar el terror para mantenerse y sumar adeptos. Se da tanto en estructuras consolidadas como las de las filas del régimen sirio, con grabaciones de torturas, ejecuciones y las conocidas como "confesiones forzosas" que se emiten en la televisión estatal y se difunden a través de internet, como entre guerrillas y milicias como la nigeriana Boko Haram y la somalí Al-Shabaab. En este ámbito, ISIS ha superado a la propia Al Qaeda, que se desmarcó hace tiempo del grupo.
ISIS, que pasó de cientos de militantes a decenas de miles con la ocupación estadounidense, como afirma el periodista Javier Espinosa, se ha expandido y consolidado en su incursión en Siria, espoleado por el clima de caos e impunidad desatado por la represión gubernamental. En el contexto corrupto de Irak, ISIS se presenta ahora más fuerte, con más victorias a sus espaldas y con una actitud desafiante que los combatientes proyectan a través de sus propios espacios digitales.
En palabras de la periodista iraquí Mina al-Oraibi: “Terribles imágenes de ejecuciones masivas de ISIS en Tikrit. Fotos que publican los propios combatientes, que no quieren ocultarlas. Política del terror.”  
La actividad del grupo incluye imágenes como las difundidas a través de Twitter el 15 de junio, en las que se ve a decenas de jóvenes a punto de ser ejecutados. Estas imágenes enormemente gráficas, acompañadas de la noticia del asesinato de 1.700 reclutas iraquíes, fueron redifundidas en las horas siguientes por cientos de medios internacionales, antes de que su autenticidad pudiese ser comprobada.
La campaña de comunicación no se limita a las atrocidades cometidas, sino que incluye celebraciones y anuncios de los próximos objetivos. Desde las cuentas oficiales de ISIS, se publican mensajes que incluyen dibujos como este, en el que se ven tres camiones cargados de combatientes, y en el que se lee: “ISIS se dirige a Bagdad”. 
Dibujo publicado en el canal de twitter de ISIS, con el título "ISIS se dirige a Bagdad". 15 junio 2014.
Dibujo publicado en el canal de twitter de ISIS, con el título "ISIS se dirige a Bagdad". 15 junio 2014.
En los últimos días, el grupo ha publicado también  infografías en las que se muestran de forma visual las operaciones llevadas a cabo en Irak.
Las operaciones militares y su difusión por internet van acompañadas de gestos de buena voluntad, que también son anunciados a través de sus canales digitales. Demostrando una inteligencia estratégica mucho mayor que la del gobierno de Al Maliki, ISIS liberó tras su ocupación de Mosul a todas las mujeres presas en las cárceles de la ciudad, y a decenas de prisioneros detenidos en el marco del sectarismo del gobierno contra la comunidad suní. La celebración de las liberaciones fue también fotografiada y ampliamente difundida por internet.
Según el activista y cofundador de Social Media Exchange, Mohammad Najem, ISIS ya tenía sus propias redes sociales, muy activas tanto online como offline, mucho más que el gobierno iraquí, al que la capacidad de difusión del grupo ha cogido por sorpresa. "De todo lo que graban y publican se hace eco medio mundo, algo que no han conseguido otros grupos", explicó en conversación con eldiario.es. 

El "atractivo look desaliñado" de un líder de ISIS

La fascinación mediática con grupos de perfil islamista radical no es nueva. Hace tiempo que la cobertura internacional de Oriente Medio y Norte de África ha quedado prácticamente monopolizada por los aspectos identitarios y sectarios. Incluso en el caso de imágenes de dudosa credibilidad, los medios internacionales muerden con frecuencia el cebo de los grupos extremistas, que dependen del terror que sean capaces de generar en la población y del éxito de su llamada a las armas. En este clima de euforia, ISIS ha llegado a lanzar su propia  serie yihadista en DVD. 
"Jihad", la serie en DVD de ISIS
"Jihad", la serie en DVD de ISIS

Comentarios como el del Daily Mail, centrado en el “atractivo look desaliñado” de un líder de ISIS, dan buena muestra de esta fascinación, a menudo centrada en los aspectos más frívolos de la realidad de la región. 
Mientras los extremistas reciben toda la atención que precisan, resulta cada vez más difícil encontrar análisis que incluyan voces locales vinculadas a proyectos locales de resistencia civil, construcción y reconstrucción sobre el terreno, y de promoción de la sociedad civil, como las de la red de jóvenes blogueros iraquíes, o las que se pueden encontrar recogidas en el archivo delportal SyriaUntold  o en la página Creative Syria. Iniciativas cotidianas que se convierten en heroicas en un contexto de caos e impunidad cada vez mayor y que no reciben un eco ni de lejos comparable al de quienes siembran el terror en las calles y redes sociales de la región.
www.eldiario.es

viernes, 20 de junio de 2014

Cine y refugio: 12 películas para saber más

Propuestas desde el séptimo arte para conocer la realidad de quienes han tenido que abandonar su lugar de origen

Fotograma de 'Las tortugas también vuelan'

Unos 45 millones de personas en todo el mundo han recibido en algún momento la etiqueta de refugiado. Huyeron por necesidad, porque necesitaban escapar de guerras, de desastres naturales que los empujaban a la pobreza, de persecuciones por razón de su ideología, de su orientación sexual, de su raza, su religión o su género. Cada uno se topa con unas complicaciones que suelen ser parecidas (dificultades para obtener asilo, exclusión social, desconocimiento del idioma del lugar de destino, ausencia de trabajo o medios económicos, soledad, vulnerabilidad...) pero por cada persona que tiene que desplazarse de manera forzosa, hay una historia y un drama a las espaldas. A veces, un final feliz. 
Hay muchas maneras de acercarse al drama de estos millones de desplazados, a sus historias, sus problemas y sueños. Para conmemorar el Día Mundial del Refugiado, la organización ACCEM propone hacerlo mediante un ciclo de cine que ha llevado por varias ciudades españolasy que, ahora o más adelante, puede utilizarse como guía cinematográfica para ahondar en la realidad de estas personas, obligadas abandonar su lugar de origen.

1. Infancia clandestina (Argentina, 2011)

“Hoy emprendemos el regreso a la Argentina”. Así empieza la nueva vida de Juan, un niño de 12 años que, después de vivir en el exilio, regresa con su familia a un país que sigue bajo el régimen militar que les hizo huir. Infancia clandestina es una conmovedora historia repleta de documentos falsos, escondites, mentiras piadosas y traslados inesperados contada desde el punto de vista de un niño que intenta llevar una vida normal pese a la caótica situación en la que se encuentra. Para eso, Juan cuenta con su adorado tío Beto (Ernesto Alterio) quien, en contrapunto con papá, entiende que sus ideales y su lucha no están reñidos con las ganas de disfrutar. Pero, ¿es eso posible?

2. 14 kilómetros (España, 2007)

Catorce kilómetros es la distancia que separa África de Europa, pero también es la barrera que separa los sueños de millones de africanos que ven en Occidente su única salida para escapar del hambre y de la miseria. Tres jóvenes africanos, Violeta, Buba y Mukela, recorren ese largo y peligroso viaje a través del Sáhara hacia el estrecho de Gibraltar para conocer lo que nunca enseñan los medios de comunicación.

3. El tercer hombre (Reino Unido, 1949)

Viena, 1947. En este clásico de espías de la Guerra Fría, el norteamericano Holly Martins llega a la capital austriaca cuando la ciudad está ocupada por los aliados de la Segunda Guerra Mundial. El mismo día de su llegada coincide con el entierro de uno de sus amigos, que ha sido atropellado por un coche. Sin embargo, las versiones contradictorias llevan a Holly a investigar el caso, pues sospecha que su amigo ha sido asesinado.
4. Hotel Rwanda (Reino Unido. 2004)
Es el año 1994 y Ruanda se encuentra en plena Guerra Civil. Los odios ancestrales entre los hutu (la etnia dominante) y los tutsi provocan el asesinato del presidente del país, disturbios en las calles y, finalmente, una terrible matanza de los tutsi. Paul, que es hutu, trabaja como gerente de un hotel de lujo de Kigali y, cuando empiezan los disturbios, decide que el mejor refugio es precisamente el hotel. Y hacia allí organiza una huida desesperada acompañado no sólo de su familia, sino también de sus vecinos tutsi. Basada en hechos reales.

5. Edén al Oeste (Francia, 2012)

Elías es un joven emigrante que atraviesa el mar Egeo en medio de numerosos contratiempos para con el objetivo de entrar ilegalmente en la Unión Europea y, en concreto, llegar a París. El protagonista conoce el cielo y el infierno, pero nada le frena con tal de encontrar un hogar.

6. Intocable (Francia, 2012)

Aunque parezca imposible, hay muchas cosas que pueden unir a un millonario tetrapléjico y un poco esnob y a un tipo senegalés sin papeles y sin trabajo. Philippe necesita un asistente y realiza un casting para elegir el mejor; Driss, que vive en un barrio marginal y no tiene otra cosa que hacer,  se presenta. Para horror del entorno del ricachón, este encuentra en el joven mucho más que un asistente: un compañero con el buscar y experimentar todo lo que la vida puede ofrecer.

7. Las tortugas también vuelan (Irán, 2004)

Los campos de refugiados donde malviven víctimas de las guerras que asolan el mundo son el escenario donde se desarrolla esta cinta, la primera rodada en territorio iraquí desde la caída de Sadam Hussein. En concreto, Las tortugas también vuelan se centra en un campo de refugiados kurdos iraquíes situado en la frontera entre Irán y Turquía durante los meses previos al conflicto entre Irak y Estados Unidos. Satélite, un niño de 13 años, se gana la vida instalando antenas de televisión que permitiran a sus compatriotas enterarse de qué ocurre con la inminente guerra. El chico tiene un grupo de amigos con el que se dedica a buscar minas antipersona para revenderlas después. La vida de Satélite pega un vuelco cuando irrumpen en su vida un niño ciego, un muchacho sin brazos con un mensaje inquietante y una niña de mirada triste de la que queda prendado al instante.
8. Almanya: bienvenido a Alemania (Alemanía, 2011)
Divertida y tierna fábula sobre la integración social de los migrantes turcos en Alemania. La película es un retrato de una comunidad que cuenta en este país con más de 2,3 millones de integrantes y que ofrece la mirada de tres generaciones diferentes de una misma familia de origen migrante. Después de vivir 45 años como un “Gastarbeiter” (trabajador invitado) turco, Hüseyin Yilmaz, setenta años cumplidos, anuncia a su familia que ha comprado una casa en Turquía y que todos deben volver con él para hacer las reformas necesarias. La familia no se siente en absoluto atraída por la idea.

9. Pelle el Conquistador (Dinamarca, 1987)

"Si lo deseas, puedes conquistar el mundo", dice Lasse a su hijo Pelle. Esta es una frase que choca al niño, que ha pasado toda su vida en una granja en condiciones cercanas a la esclavitud. Pelle crece y va descubriendo cómo es la vida, desde lo bueno hasta lo peor. Un día, contempla grandes veleros navegando y sueña con las tierras lejanas que algún día conquistará. Su vida no ha hecho más que empezar.
10. La jaula de oro (España, 2013)
Sara, Juan y Samuel son tres adolescentes guatemaltecos que inician un arriesgado viaje hacia Estados Unidos desde su pobre tierra natal. En el camino se les unirá Chauk, un joven indio totzil que procede de la sierra de Chiapas y que no habla español. En la travesía habrá lugar para la aventura, el dolor, la amistad, el miedo, la rabia y la solidaridad. Y, por supuesto, para los sueños de una vida mejor y llena de posibilidades al final del camino.

11. Marina (Bélgica, Italia, 2013)

Salvatore, padre de Rocco, abandona Calabria (Italia) a finales de la década de los cuarenta para buscar trabajo en la minería del carbón en Bélgica, dejando en su bonita aldea de la montaña calabresa a su mujer y sus dos hijos. Meses después su familia le seguirá hasta los grises paisajes mineros de Limburgo. El filme está dedicado a los primeros años de la vida del cantante italo-belga, Rocco Granata, y a la inmigración italiana al término de la II Guerra Mundial. En clave de tragicomedia, se revelarán algunas de las dificultades que acompañan a los migrantes en su universal camino: la adaptación al nuevo y extraño medio; el rechazo de parte de la comunidad autóctona; las duras condiciones de vida; el riesgo de marginación social; la barrera del idioma; la soledad y el desarraigo… que se sumarán a la peligrosidad del trabajo en la mina.

12. Profesor Lazhar (Canadá, 2011)

El profesor Lazhar llega con nuevos viejos métodos con cierto olor a rancio y que desconciertan a sus jóvenes pupilos. Lazhar está un poquito lejos de la modernidad educativa de la escuela canadiense. Nada que ver con la profesora Claire, por ejemplo, que llena su aula de teatro, plantas y viajes para comunicarse, estimular y hacer soñar a sus alumnos. Pero anticuado o no, a Monsieur Lazhar le importan sus alumnos, su futuro y su situación después del golpe recibido con la muerte de su maestra. Sabe que los niños no están atravesando un momento fácil: la profesora fallecida se despidió de este mundo con dudoso gusto, dando una patada a una silla para ahorcarse en el misma aula en la que daba sus clases.
www.elpais.com

domingo, 15 de junio de 2014

Irak y el fracaso de Washington

Editorial

Ante la insurrección y el avance de grupos fundamentalistas islámicos en Irak, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer que no descarta ninguna opción para apoyar al gobierno de ese país. Entre las opciones mencionadas por el mandatario destaca el envío de aeronaves de guerra –tripuladas y no tripuladas– a territorio iraquí.
Las recientes victorias logradas por el Estado Islámico de Irak y el Levante –organización que busca imponer la ley musulmana en todo el territorio y que controla gran parte del país– han sido interpretadas por analistas internacionales y por críticos de la Casa Blanca como una evidencia de que Estados Unidos se replegó demasiado pronto de Irak. Sin embargo, la realidad es que, más que poner en evidencia la estrategia militar de Obama, la circunstancia descrita da cuenta del fracaso de la política exterior que Washington adoptó hace más de 13 años bajo el gobierno de George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y que terminó por involucrar a Estados Unidos y a sus aliados en una cruzada mundial antiterrorista, que incluyó la invasión y destrucción de dos países, la muerte de centenares de miles de personas, la degradación de los derechos y libertades individuales en todo el mundo, la comisión, por parte de la superpotencia, de crímenes de lesa humanidad y el desarrollo de corrupción corporativa que sacó enormes dividendos de ambas tragedias.
Los resultados de esa política saltan a la vista: la guerra contra el terrorismo no sólo no ha hecho de Estados Unidos un país más seguro ni ha construido un mundo más estable, sino que ha multiplicado los factores de encono antiestadunidense y, en el caso de Irak, ha desembocado en una pérdida de control territorial por parte del régimen de Bagdad y el avance y crecimiento de grupos fundamentalistas que, a diferencia del depuesto régimen de Saddam Hussein, sí representan una amenaza a la seguridad de Estados Unidos.
Si bien el sucesor de Bush en la Casa Blanca puso fin a la intervención militar en Irak, también ha mantenido, en términos generales, un énfasis antiterrorista y beligerante en su discurso –como lo demuestra la alocución de ayer– y ha deteriorado con ello, la imagen y la credibilidad de una administración de por sí debilitada en lo político, lo militar y lo económico. Desde esa posición, parece poco factible que el gobernante estadunidense pueda recabar el apoyo legislativo e internacional necesario para emprender acciones bélicas como las que dejó entrever en la declaración comentada, lo que dejaría sus palabras en el ámbito de la balandronada, algo que no le favorece.
Por otro lado, si Obama enviara fuerzas militares a Irak, sumaría a su país y a su gobierno en la sima de deterioro moral, socavaría aún más su propia credibilidad política y terminaría por confirmar la desastrosa estrategia de su antecesor en el país árabe.
Lejos de reditar los errores y los horrores de la administración Bush y de auspiciar un baño de sangre mayor al que ya se desarrolla en Irak, es pertinente y necesario que el gobierno de Washington deponga la postura injerencista y beligerante que le ha caracterizado y que reconozca la situación por la que atraviesa Irak como lo que es: una muestra monumental de su ineptitud como potencia imperial y que inhibe su autoproclamada perspectiva de policía del mundo.
http://www.jornada.unam.mx/2014/06/13/opinion/002a1edi

jueves, 12 de junio de 2014

La finta del siglo XXI

Occidente paga a disgusto y sin comprender nada del desarrollo del terrorismo islamista


11 JUN 2014 


El siglo XXI nos ha hecho una finta que solo ahora empezamos a percibir. Empezó con la amenaza de un terrorismo que atacaría las grandes metrópolis y convertiría el tráfico de aviones, trenes y autobuses en objetivos bélicos. Acreditada la amenaza por los atentados de Nueva York del 11-S (2001), Occidente cambió sus sistemas de prevención y seguridad e incluso se propuso modificar sus criterios en cuestión de libertades y derechos individuales.
 De cara adentro, el limbo legal de Guantánamo abrió sus puertas, los servicios secretos secuestraron y torturaron, se pretendió dar carta legal al asesinato extrajudicial y a la confesión bajo coerción. De cara afuera, EE UU se implicó en dos guerras, una con cobertura de Naciones Unidas y otra sin ella, para cambiar los regímenes de Afganistán e Irak y construir allí una democracia de costes insoportables: los económicos, seis billones de dólares entre ambas, según algunas evaluaciones, contribuyeron dramáticamente a un endeudamiento insoportable; las pérdidas militares, 7.500 muertos, centenares de miles de heridos, dejaron al país exhausto y sin ganas de guerrear para muchos años; para no entrar en la difícil evaluación de los costes pagados por iraquíes y afganos: más de 130.000 víctimas civiles y la destrucción de ciudades, infraestructuras o de los equilibrios étnicos, religiosos y tribales que habían garantizado una cierta estabilidad.
Luego llegó la rectificación, total con la retirada de Irak ya completada y la muy próxima en Afganistán, y parcial en libertades y derechos: Guantánamo sigue abierto, los drones hacen ahora a distancia lo que antes se hacía con riesgos y costes políticos y los derechos individuales siguen sacrificándose, ahora al espionaje digital. Con un resultado que es bueno de cara adentro: apenas hay terrorismo en territorio occidental; pero malo de cara afuera, como demuestra la escalada yihadista estos días en tres puntos de la geografía tan alejados como Borno en Nigeria, Mosul en Irak o Karachi en Pakistán.
No hay coordinación ni conexión entre Boko Haram, el Estado Islámico de Irak y el Levante y los talibanes de Pakistán, los grupos responsables. Y poco tienen que ver el secuestro de 200 niñas, la ocupación de la segunda ciudad iraquí que es Mosul o el ataque al aeropuerto internacional de la capital financiera y comercial paquistaní que es Karachi. Pero todos tienen en su ADN el yihadismo de Al Qaeda y el objetivo de un califato donde se aplica la ley islámica o sharía a rajatabla y en su más primitiva y salvaje interpretación. También todos recogen la cosecha de sucesivos errores: primero la guerra global contra el terror y la democratización a cañonazos; y luego el desistimiento y la retirada precipitada. Y los frutos amargos de laprimavera árabe: la guerra civil libia explica la fuerza de Boko Haram como la siria explica la de los yihadistas de Irak y el Levante.
No llegan terroristas, llegan refugiados aterrorizados. Es el final de la finta del siglo XXI que Occidente paga a disgusto y sin comprender nada.
http://internacional.elpais.com/

martes, 10 de junio de 2014

Obama en West Point: más de lo mismo, sin el menor cambio


Buenos Aires, 4 Junio 2014.




(Por Atilio A. Boron)  En su reciente discurso de graduación ante la academia militar de West Point el presidente Barack Obama ratificó la validez de algunos tópicos que anidan en los cimientos mismos de la ideología imperialista norteamericana. Según este discurso, cuyas raíces llegan hasta los propios comienzos de la república, Estados Unidos es un país excepcional, indispensable e irreemplazable. Está llamado a liderar el mundo, porque si abdica de esa responsabilidad nadie podrá suplantarlo y el resultado será el caos. El burdo maniqueísmo de esta concepción afirma que o hay un orden comandado y modelado por Washington o, en caso contrario, el mundo se sumerge en el horror de un violento y generalizado desorden hobessiano, desencadenando una feroz lucha de todos contra todos. Subyace a esta formulación la idea de que hay un “Destino Manifiesto”, presuntamente resuelto por Dios, que le otorga a Estados Unidos una misión única e indivisible en el mantenimiento de la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos y la paz en todo el planeta. Esta idea mesiánica fue muy apropiada porque sirvió para justificar el despojo de las tierras de los pueblos originarios de América del Norte, la guerra con México y la anexión de Texas y, posteriormente, el inicio de la expansión extracontinental del imperio comenzando por el Caribe con la anexión de Cuba y Puerto Rico, siguiendo con Filipinas en el Pacífico  y, después de la Segunda Guerra Mundial, extendiendo los confines del informal imperio norteamericano a lo largo y a lo ancho de todo el globo.

     Esta beatífica visión reafirmada por enésima vez por el actual ocupante de la Casa Blanca no resiste el menor análisis. No creemos necesario desarrollar aquí un argumento que se encuentra en la obra de innumerables críticos de la política exterior de Estados Unidos, desde Mark Twain a Noam Chomsky, Gore Vidal y Howard Zinn.  Hace ya unos años uno de los más prominentes pensadores del imperio, ya fallecido, Samuel P. Huntington, se preguntaba qué otro país, salvo el caso excepcional de Estados Unidos, podía hacer cosas tales como “presionar a otros países para adoptar valores y prácticas norteamericanas en temas tales como derechos humanos y democracia; impedir que terceros países adquieran capacidades militares susceptibles de interferir con la superioridad militar norteamericana; hacer que la legislación norteamericana sea aplicada en otras sociedades; calificar a terceros países en función de su adhesión a los estándares norteamericanos en materia de derechos humanos, drogas, terrorismo, proliferación nuclear y de misiles y, ahora, libertad religiosa; aplicar sanciones contra los países que no conformen a los estándares norteamericanos en estas materias; promover los intereses empresariales norteamericanos bajo los eslóganes del comercio libre y mercados abiertos y modelar las políticas del FMI y el Banco Mundial para servir a esos mismos intereses […]; forzar a otros países a adoptar políticas sociales y económicas que beneficien a los intereses económicos norteamericanos; promover la venta de armas norteamericanas e impedir que otros países hagan lo mismo […]; categorizar a ciertos países como ‘Estados parias’ o delincuentes y excluirlos de las instituciones globales porque rehúsan a postrarse ante los deseos norteamericanos”. (Ver su “The lonely superpower”, en Foreign Affairs, Vol. 78, Nº 2, marzo-abril de 1999, pág. 48) 

      Como puede comprobarse, el listado de cosas que Washington hace en relación a terceros países es impresionante y por ello la respuesta a la retórica pregunta de Huntington tenía, y tiene, una única posible contestación: nadie. Nadie más puede hacer eso. Por eso este autor y antes que él una larga lista de gobernantes, políticos y mandarines imperiales de Estados Unidos adhieren a la noción del excepcionalismo norteamericano o,  como lo recordara la secretaria de Estado de Bill Clinton, Madeleine Albright, como “el país indispensable”. Y es cierto, es un país indispensable, como ahora lo ratificó Obama, aunque no para lo que ellos piensan y pregonan –promover la libertad, los derechos humanos, la democracia- sino exactamente para lo contrario, para sostener la estructura imperialista del actual (des)orden mundial. El mensaje  que el inverosímil Premio Nobel de la Paz transmitió a los cadetes en su ceremonia de graduación de West Point omitía toda referencia al siniestro papel que Estados Unidos ha venido desempeñando en la arena internacional para subraya, en cambio, la visión autocomplaciente que se necesita para cometer toda clase de crímenes y tropelías y poder conservar una cierta tranquilidad de conciencia.

      Sería largo y no es esta la ocasión para emprender una meticulosa refutación del discurso del “excepcionalismo” norteamericano. Además, como decíamos más arriba, hay numerosos estudiosos que ya lo han hecho dentro mismo de Estados Unidos a los cuales agregaré, al final de esta nota, una breve lista de autores latinoamericanos que también trataron este tema. Por ahora me limitaré tan sólo a aportar algunas imágenes que desnudan con conmovedora elocuencia las falacias del discurso imperial.

¡Vamos a las imágenes!


Japón 1945 recibe una lección de democracia: dos ciudades (Hiroshima y Nagasaki), sin guarniciones militares e indefensas son reducidas a cenizas y escombros. Número estimado de víctimas: 250.000. El mayor ataque terrorista jamás registrado en la historia de la humanidad.


Vietnam, 1964-1975: once años de bombardeos. Víctimas estimadas: 3.000.000

Bombardeo indiscriminado con napalm en aldeas campesinas.


Ejecución sumaria de personas “sospechosas” de ser miembros del Vietcong

Bombardeo a mansalva, para destruir el país y su gente. Sobre Vietnam

se descargaron 4 veces más bombas que durante toda la Segunda Guerra Mundial,
un total de unas 10 millones (contando las aéreas y las de artillería) y 55.000 toneladas de agentes defoliantes (tanto napalm como Agente Naranja) lo que
destruyó la quinta parte de las regiones selváticas al paso que muchas zonas de cultivo quedaron contaminadas o llenas de cráteres y bombas sin estallar y el agua se contaminó con residuos químicos de todo tipo.
  

Irán: golpe de estado contra Mohammad Mosaddegh. La CIA reconoció en material desclasificado que urdió el golpe de 1953, junto con el MI6 británico, para acabar con un gobierno que afectaba los intereses de las compañías petroleras .




Indonesia: el Plan Yakarta, una de las mayores masacres de la historia, según la propia CIA. Cacería indiscriminada y asesinato de comunistas, y golpe contra Sukarno. Número mínimo estimado de víctimas: 500.000. En la foto, Ronald Reagan recibe a Suharto, uno de los mayores criminales de la historia.

Fusilamiento de campesinos acusados de comunistas  



Indonesia: parientes de las víctimas buscando muestras para encontrar
el ADN entre los cráneos de los fusilados

Chile: conspiración y golpe de estado contra el gobierno de Salvador Allende

Bombardeo e incendio del palacio presidencial "La Moneda"



Esta mesiánica nación, exaltada en el discurso de Obama, ha perpetrado una interminable lista de asesinatos políticos. Aquí apenas unos pocos:

Patrice Lumumba: asesinado en el Congo en 1961. La ejecución fue explícitamente
ordenada por la CIA mediante una “Acción Ejecutiva”. El agente de la CIA en el Congo era el espía Frank Carlucci, quien luego sería Vice Director de la CIA y Secretario de Defensa de Ronald Reagan. Jamás se hallaron los restos de Lumumba, que se sospecha fueron dinamitados.
El "guerrillero heroico"en Bolivia, 1967: herido en combate, apresado y cobardemente asesinado. La operación contó con el asesoramiento de los Rangers del Ejército de EEUU.

El brutal linchamiento de Gadaffi, cuya noticia provocó la carcajada de Hillary Clinton,
por entonces Secretaria de Estado de Obama. Puede verse en 
YouTube. (https://www.youtube.com/watch?v=Fgcd1ghag5Y )

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Llevando la democracia a Siria: esto pasó en Aleppo, ciudad que era
un patrimonio histórico de la humanidad

Barrio residencial, antes y después de la llegada de los portadores de
la democracia y los derechos humanos a Siria.


Otra vista de Aleppo

 
Mercenario de la OTAN-EEUU ejecutando soldados sirios
Materiales de consulta, para seguir profundizando en el tema 

En primer lugar, se sugiere consultar la monumental obra de Gregorio Selser, Cronología de las intervenciones extranjeras
 en América Latina (1776-1945) (México DF: UNAM/UOM/UAM-Azcapotzalco, 1985)

Ver asimismo (ordenadas por estricto orden alfabético) :

Atilio A. Boron,  América Latina en la Geopolítica del Imperialismo (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2012)
Atilio A. Boron y Andrea Vlahusic, El lado oscuro del imperio. La violación de los derechos humanos por Estados Unidos 
(Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2009)

Stella Calloni ,  Operación Cóndor: pacto criminal (La Habana: Editorial de
Ciencias Sociales, 2006)

Patricia Galeana,  Cronología iberoamericana 1803-1992 (México DF: Fondo de Cultura Económica, 1993).
Eduardo Galeano,  Las venas abiertas de América Latina (Siglo XXI: México, 1971)
José Luiz Méndez Méndez, Bajo las alas del Cóndor (Buenos Aires: Cartago, 2007)

Marcos Roitman, Tiempos de oscuridad. Historia de los golpes de Estado en América Latina (Madrid: AKAL, 2013)
John Saxe-Fernández, Terror e Imperio (México, DF: Arena Abierta, 2006)

Luis Suárez Salazar, Madre América. Un siglo de terror en América Latina (La Habana: Ocean Sur, 2005)