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martes, 18 de diciembre de 2012

Where Should the Birds Fly? Gaza-Palestinian by Fida Qishta

Where Should the Birds Fly? is a powerful new film about Gaza by Palestinian filmmaker Fida Qishta. It is the moving story of two young Palestinian women struggling for normalcy in the cruel abnormality of Gaza. This story reveals the resilience of the human spirit, as the farmers, fisherman, merchants, school children, teachers, and medical workers find ways to snatch a semblance of normality from this insanity. But what happens when the abnormal becomes normal?  What happens when children grow up among the rubble of their homes and cities, when they face the future as orphans colored by the memory of their parents’ violent deaths?


Aquí debajo el corto de 9 minutos de duración



lunes, 3 de diciembre de 2012

Europa presiona a Israel para suspender los asentamientos


Mientras Francia, Gran Bretaña, España, Suecia y Dinamarca convocaron a los embajadores israelíes en sus países para protestar por el anuncio de la construcción de 3000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este, y Estados Unidos pedía a Tel Aviv "reconsiderar" la decisión, el Ministerio del Interior israelí manifestó su intención de reactivar el proyecto de construcción de 1600 viviendas en Ramat Shlomo, una colonia judía de Jerusalén oriental, ocupado por Israel, pese a que el plan fue condenado por Washington en 2010.
"Instamos a los líderes israelíes a reconsiderar estas decisiones unilaterales y a mostrar cautela, porque esas acciones son contraproducentes y hacen más difícil reanudar negociaciones directas" con los palestinos, advirtió el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney. Poco antes, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, había señalado que la decisión de Israel sería "especialmente perjudicial" para los esfuerzos en favor de una solución del conflicto con los palestinos que suponga la creación de dos estados.
Rusia, por su parte, dijo que "la construcción de colonias en los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, incluyendo Jerusalén Este, es ilegal", y "no reconocida" por la comunidad internacional. Los embajadores israelíes en Francia y en Gran Bretaña fueron convocados por la mañana para escuchar "la desaprobación" de París y las "preocupaciones" de Londres por la extensión de las colonias judías, y Poco después, Suecia y Dinamarca tomaron la misma medida.
España también convocó al embajador de Israel en Madrid para protestar por el anuncio de construcción de viviendas y por la decisión de congelar la transferencia de impuestos que Israel recauda para los territorios palestinos, dos medidas que "no son pasos hacia la paz", sino "más bien hacia la prolongación del conflicto", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. Alemania no convocó al embajador pero dijo estar "muy inquieta" porque considera que "Israel mina la confianza en su voluntad de negociación".
Luego del reconocimiento de Palestina por parte de la ONU como estado observador, Israel anunció su propòsito de construir 3000 viviendas más en Jerusalén Este y Cisjordania, en particular en la zona llamada E1, situada entre Jerusalén y la colonia de Maalé Adoumim. La construcción de viviendas en este corredor uniría Maalé Adoumim a las colonias judías de Jerusalén oriental, con lo que Cisjordania quedaría prácticamente cortada en dos y se comprometería la viabilidad de un futuro Estado palestino.
Francia, España, Suecia y Dinamarca votaron a favor de la resolución de Naciones Unidas, mientras Gran Bretaña y Alemania se abstuvieron. Como represalia, el gobierno israelí también decidió bloquear la transferencia a la Autoridad Palestina de 460 millones de shekel (unos 92 millones de euros) en impuestos que Israel recauda para los territorios palestinos.
Para el gobierno británico, la decisión de expandir los asentamientos "amenaza la viabilidad de la solución de dos Estados", que incluye la creación de un Estado palestino. "Hemos instado al gobierno israelí a que reconsidere [su decisión], si sigue adelante con esta decisión, entonces habrá una fuerte reacción", señaló el Foreign Office en un comunicado.
Según el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, ese proyecto sería "un obstáculo serio para constituir dos Estados", porque impediría "la contigüidad territorial de un futuro Estado palestino". Pero Francia y Gran Bretaña no confirmaron que se plantearan llamar a consultas a sus embajadores en Israel, lo que sería una primicia en sus relaciones diplomáticas con ese país. Según el diario israelí Haaretz, París y Londres se plantean tomar esa medida de manera concertada.
El presidente François Hollande, por su parte, afirmó que Francia "no quiere entrar en una lógica de sanciones" con Israel sino que quiere llevar a cabo un "trabajo de convicción". "Nuestra gran preocupación es la instalación de nuevas colonias con todas las consecuencias que ello podría tener en el proceso de paz", dijo Hollande.
Por su parte el ministerio británico de Relaciones Exteriores indicó, sin dar más precisiones, que "cualquier otra medida que el Reino Unido pueda tomar contra Israel dependerá del desenlace de nuestras discusiones actuales con el gobierno israelí y nuestros socios internacionales, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea".
En Israel, una fuente del despacho del primer ministro, Benjamin Netanyahu, afirmó que el gobierno israelí no renunciará a su proyecto pese a las presiones internacionales. "Israel insiste siempre en sus intereses vitales, incluso bajo las presiones internacionales, y no habrá cambio en la decisión que ha sido tomada", dijo la fuente.
La ONG israelí La Paz Ahora, por su lado, denunció la instalación de nuevos colonos judíos en un edificio en el corazón de un barrio palestino de Jerusalén, lo que supone extender una pequeña colonia que existe desde hace dos años.
Página 12 día 3/12/12

sábado, 24 de noviembre de 2012

La guerra no es por Gaza


ARTES, 3 DE FEBRERO DE 2009

Por Pedro Brieger- 

Desde el comienzo de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza y su posterior invasión se han brindado numerosas explicaciones para comprender porqué el Estado de Israel lanzó una ofensiva militar a fines de diciembre. Probablemente existan múltiples motivos. Por un lado, se puede señalar los aspectos que hacen a la geopolítica internacional que van desde el fin de la “era Bush” y su lucha contra “el terror” que encontró en los últimos gobiernos israelíes a su principal aliado, hasta la inminente llegada de Barack Obama a la presidencia y la pregunta de lo que hará al frente de la primera potencia mundial. Por el otro, las elecciones de febrero en el Estado de Israel con el ministro de defensa Ehud Barak y la canciller Tzipi Livni formando parte de un mismo gobierno pero compitiendo entre ellos por el cargo de primer ministro, y la necesidad de desarticular al Movimiento de Resistencia Islámico (HAMAS) que en los últimos años no dejó de lanzar cohetes sobre territorio israelí. Sin embargo, la actual guerra -presentada como “el Estado de Israel vs HAMAS”- es un eslabón más del enfrentamiento entre el Estado de Israel y el pueblo palestino en su conjunto. Esta no es una guerra entre un Estado y una organización “terrorista” sin apoyo popular que se ha atrincherado en la diminuta Franja de Gaza con el objetivo de destruir al Estado de Israel. Conociendo la disparidad de fuerzas hasta suena ridículo plantearlo. La disparidad es tan obvia y abismal que el periodista israelí Gideon Levy definió la invasión como “Guerra de lujo”, por la incapacidad de los palestinos de responder al fuego de aviones, buques de guerra y tanquesDe la misma manera, en el pasado no había una guerra entre Israel y la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), también calificada en su momento como terrorista hasta que se sentaron a negociar con ellos. Los motivos originales del conflicto, esto es, la expulsión de la población palestina de su tierra y el nacimiento del Estado de Israel, son todavía una espina atragantada. Sin embargo, tanto para la OLP como para HAMAS ya hace muchos años que la cuestión central es la continuidad de la ocupación de Cisjordania y Gaza que ya se prolonga por más de cuarenta años. Pero la palabra ocupación no existe en el lenguaje oficial del gobierno israelí, ni en el sentimiento de la mayoría de la población. Para los israelíes esta guerra sería otra prueba del odio eterno de los árabes/palestinos/musulmanes (y de gran parte del mundo) hacia todos los judíos. Trazando una línea de continuidad maniquea el odio de los palestinos sería la prolongación de aquel que culminó en el holocausto nazi. Más aún, en el discurso de los israelíes existe el intento (vano por cierto) de apropiarse del sufrimiento humano como si este fuera patrimonio de los judíos. Víctimas eternas, donde no cabe la posibilidad de haberse convertido en victimarios. De allí que se autoconvencen de estar exentos de todo tipo de responsabilidad por lo que sucede en los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza.Uno escucha los dirigentes israelíes y éstos siempre están asombrados y/o enojados cuando se les hace ver que el odio que sienten los palestinos hacia ellos tiene motivos reales y concretos. Para los israelíes la culpa de todos los males de los palestinos es pura y exclusiva responsabilidad de ellos mismos y de sus “hermanos” árabes. Son culpables de haber rechazado la partición de Palestina en 1947 y la creación del Estado de Israel en 1948. Son culpables de todo lo que pasa en Cisjordania y la Franja de Gaza por no aceptar vivir bajo ocupación y hasta son culpables de sus propias muertes cuando los aviones israelíes los bombardean. Y en otra construcción maniquea los palestinos serían siempre culpables y los israelíes siempre inocentes. Claro que una mirada menos apasionada podría preguntar desde el sentido común ¿y porqué debían haber aceptado la partición de su territorio cuando ni siquiera fueron consultados? ¿Por qué deberían resignarse a la expulsión de su tierra y abandonar el reclamo de retornar a ella si vivieron allí por siglos? ¿Por qué deberían aceptar una ocupación que se prolonga por más de cuarenta años? Lo que sucede en la Franja de Gaza hoy es parte de esta historia. Los israelíes siempre les recriminaron a los palestinos que se rebelaran en contra de la ocupación, sea de manera pacífica o de manera violenta; poco importaba la forma. La Intifada de 1987-1988 fue un levantamiento popular contra una ocupación que ya llevaba veinte años y fue conocida como “la guerra de las piedras” porque los jóvenes lanzaban piedras contra los tanques israelíes. Y aquella revuelta, y aquellos jóvenes, también recibieron el calificativo de “terrorista”. En otras palabras, para los israelíes siempre fue y es un terrorista quien se opone a la ocupación. Desde aquel que escribía un artículo en un diario contra el estado de sitio o el cierre de una universidad, o el que implora hoy para que no les arranquen sus árboles de olivo, hasta el que le dispara a un soldado. Son todos “terroristas” aunque la resolución 3070 de la Asamblea general de Naciones Unidas de noviembre de 1973 reconoce “la legitimidad de la lucha de los pueblos por librarse de la dominación colonial extranjera y de la subyugación foránea por todos los medios posibles, incluida la lucha armada.”La historia del siglo XIX y XX (aunque se podría ir mucho más atrás) enseña que toda ocupación extranjera trae resistencia y que ésta provoca mayor represión, lo que hace aún más violenta la resistencia. Este es un círculo infernal que sólo se puede comenzar a cerrar con el fin de la ocupación. Con todas sus particularidades y diferencias, la ocupación de Cisjordania y Gaza desde 1967 es una ocupación que reviste las características de una ocupación colonial. Miles fueron secuestrados, detenidos y asesinados por las Fuerzas Armadas israelíes en los veinte años anteriores al nacimiento de HAMAS y continúa aún hoy. Por esta razón el Movimiento de Resistencia Islámico representa un eslabón más en la historia de un pueblo expulsado y ocupado. Primero fue la Organización para la Liberación de Palestina, que surgió en un contexto de movimientos de liberación nacional, laicos y socialistas en Africa y Asia y fue durante muchos años el paraguas que contenía en su seno a todos los movimientos de la llamada “resistencia palestina”. Amén de las diferencias ideológicas la OLP y HAMAS tienen puntos fundacionales en común porque ambos surgieron levantando las banderas de la liberación de Palestina, entre cuyos objetivos se encontraba el retorno de los palestinos expulsados de su tierra en 1948 al nacer el Estado de Israel. Y el factor central para su desarrollo fue la imposibilidad de la OLP de liberar Palestina, de acabar con la ocupación y de pasar de la resistencia armada a la vía diplomática. Más aún, los acuerdos de Oslo firmados entre la OLP e Israel en 1993 permiten comprender mejor que nada la puja entre la OLP y HAMAS y el posterior triunfo electoral de este último en las elecciones de 2006. La OLP convenció a la mayoría de los palestinos de que los acuerdos permitirían la creación de un Estado independiente en Cisjordania y Gaza con Jerusalén este como capital, resignando el sueño de la liberación de toda Palestina. HAMAS se opuso. A medida que los acuerdos de paz avanzaban decrecía el apoyo a HAMAS como quedó demostrado con la participación masiva en las elecciones en 2004 a la Autoridad Nacional Palestina que HAMAS boicoteó. A su vez, a medida que la posibilidad de construir el Estado se alejaba e Israel continuaba con su política de expropiación de tierras para construir más asentamientos el apoyo a HAMAS y su lucha armada –incluyendo los atentados suicidas- se incrementaba. Todo lo que hicieron los diferentes gobiernos israelíes desde la firma de los acuerdos de Oslo para impedir la creación de un Estado palestino minó la dirigencia de la OLP y abonó directamente el crecimiento de HAMAS. La retirada israelí de Gaza en 2005 impulsada por el entonces primer ministro Ariel Sharon fue parte de esa estrategia. Contrariamente a la versión repetida hasta el cansancio por los israelíes que la retirada le daba a los palestinos la posibilidad de comenzar a construir un Estado (vale la pena recordar que la Franja de Gaza tiene unos 60 km de largo por unos 15 de ancho) su objetivo central era torpedear el proceso de paz iniciado en Oslo, al que en su momento Sharon se opuso. Dov Weisglass, uno de sus asesores en una entrevista concedida al diario Haaretz dijo que se buscaba “congelar el proceso de paz (…) y cuando se congela el proceso se previene el establecimiento de un Estado palestino, se previene una discusión sobre los refugiados (palestinos), las fronteras y Jerusalén.” Para que no quedara ningún tipo de dudas agregó “la retirada pone la cantidad necesaria de formol para que no haya proceso político con los palestinos”. En síntesis, como decía el periodista que lo entrevistó, el gran logro del plan de Gaza fue el de congelar el proceso de paz; esto es, evitar la creación de un Estado palestino.
La evolución de HAMAS
La plataforma original de HAMAS publicada en agosto de 1988 llamaba a liberar toda Palestina y –por ende- a destruir el Estado de Israel. En esto HAMAS no difiere de los comienzos de la OLP cuando se planteaba objetivos muy similares aunque desde perspectiva laica. No obstante, de la misma manera que la OLP se fue transformando y abandonó la consigna de destruir la “entidad sionista” para plantear la construcción de un Estado independiente en Cisjordania y Gaza, HAMAS también fue cambiando. Y si en su plataforma original había un tono antisionista y antijudío, en 2001 Ahmed Yassin, su principal líder hasta su asesinato por Israel, dijo en una entrevista “no luchamos contra pueblos de otras religiones o los judíos por el hecho de ser judíos. Luchamos contra los que ocuparon nuestras tierras, tomaron nuestras propiedades, convirtieron en refugiados a nuestras familias y masacraron nuestros niños y mujeres” Ziad Abu Amr, profesor palestino de la Universidad de Bir Zeit en Cisjordania es autor del primer libro exhaustivo sobre HAMAS ("Islamic Fundamentalism in the West Bank and Gaza”, 1994). En un encuentro en 1995 nos decía que los movimientos islámicos como HAMAS lograron capitalizar la derrota de las ideologías seculares como las nacionalistas y panárabes, el socialismo árabe y el marxismo. Los programas políticos, económicos y sociales de estos sectores habían fracasado al no resolver los pro­blemas económicos y sociales de sus sociedades, el desempleo, la inflación, el analfabetismo, la movilidad social y la participa­ción popular. Ya en 1995 Abu Amr decía que HAMAS intentaba llegar a un compromiso con Israel porque eran continuadores del egipcio Hassan el Banna fundador de los Hermanos Musulmanes en Egipto. “Es el ala de un movimiento reformista –explicaba- epistemológicamente y doc­trinariamente es la continuidad de un movimiento reformista. No es un movimiento que rechaza esta sociedad o que piensa que hay que destruirla. Hassan el Banna fue al­guien que trató con los gobiernos seculares, llegó a acuerdos, forjó alianzas, negociaciones, incluso participó de procesos electorales. HAMAS funciona así, con objetivos inmediatos, intermedios y finales. Si pensaran que pueden sacar una buena tajada nego­ciando con Israel, también lo harían. Sabe que plan­tando cientos de ataques suicidas en el corazón de Tel Aviv no va a hacer desaparecer a Israel. Ellos son concientes de eso. La idea no es liberar Palestina e implantar un Estado islámico, sino presionar con sus objetivos mediatos e inmediatos que responden a un clamor legítimo respecto de lo que pasa en Jericó y Gaza y el resto de Palestina. Estas tácticas sirven para debilitar la auto­ridad de Arafat y presionar a Israel para que tenga que conversar y negociar con HAMAS, no en los términos humillantes -como ellos dicen- que lo está haciendo Arafat.” (La versión completa de la entrevista la publicamos en “¿Guerra Santa o Lucha Política?” Ed Biblos 1996) Abdel Aziz Rantisi tomó el liderazgo de HAMAS después de Yassin y al mes también fue asesinado por Israel. En 2003 decía que “lo que se necesita es el retiro de toda Gaza y Cisjordania y la posibilidad de establecer un Estado independiente”. Esto es, la propia realidad le fue imponiendo los cambios a HAMAS. Así también se presentó en las elecciones a la Autoridad Nacional Palestina en 2006 lo que implicó un tácito reconocimiento del marco general de los acuerdos de Oslo, los mismos que antes había rechazado.El autor de varios libros y trabajos académicos sobre HAMAS, Khaled Hroub, realizó un exhaustivo análisis de las transformaciones del movimiento en los últimos años a través de una minuciosa lectura de sus documentos. Hroub destaca la plataforma electoral en 2006 y su plan de gobierno una vez logrado el triunfo, al que califica como el hecho más trascendental de su historia. En las conclusiones de su trabajo titulado “El nuevo HAMAS a través de sus documentos” sostiene que este movimiento es mucho más pragmático y menos radical que en 1988, producto, entre otras cosas, de la necesidad de dar respuestas concretas a la vida cotidiana de su pueblo no ya como movimiento de oposición sino como gobierno. Pero también señalaba que para que este curso se mantuviera mucho dependería del tiempo y de su consolidación en el poder, algo que no ha sucedido.Los palestinos hoy están en uno de los momentos más difíciles de su historia. Cisjordania continúa ocupada y perdiendo día a día tierras a expensas de los asentamientos que se expanden. Basta con visitar la ciudad de Belén con un intervalo de meses para ver cómo la rodean más y más calles y barrios construidos sólo para judíos. La Autoridad Nacional Palestina es una entelequia que no gobierna nada y que parece no tener otra estrategia que tocar a las puertas de Washington con la esperanza que desde allí presionen a Israel para que éste se retire de los territorios ocupados en 1967, cuando sucede todo lo contrario. Cisjordania continúa incomunicada con Gaza que –además- ha sido reducida a escombros y nadie sabe cuánto llevará hasta que se recupere del golpe recibido ni qué lugar ocupará HAMAS. Un panorama a todas luces incierto. Parafraseando aquella frase que popularizó Bill Clinton uno podría decir “No es HAMAS, es la ocupación….”

disponible en http://pedrobrieger.blogspot.com.es/2009/02/brieger-la-guerra-no-es-por-gaza_03.html

lunes, 19 de noviembre de 2012

Israel, al abrigo de la Cúpula de Hierro


ESCALADA DE VIOLENCIA EN ORIENTE PRÓXIMO

Israel, al abrigo de la Cúpula de Hierro

El nuevo sistema defensivo acentúa la asimetría de la contienda bélica



Un grupo de soldados israelíes se tira al suelo antes de que el escudo antimisiles Cúpula de Hierro lance un cohete para interceptar un ataque desde la Franja. / MOTI MILROD (AP)

A diferencia de los palestinos de Gaza, el cerca del millón de israelíes que vive en el sur de Israel cuenta con refugios antibombas y sirenas que les avisan cuando va a caer un misil. Pero sobre todo disponen de la protección que les brinda la llamada Cúpula de Hierro, un escudo antimisiles desplegado por el país, que ha conseguido repeler más de 300 cohetes palestinos desde el inicio de la operación Pilar Defensivo hace seis días. La llamada Cúpula permite interceptar en el aire los cohetes y los militares cifran su efectividad entre el 80 y el 85%. Se ha convertido en la joya de la corona de la Defensa israelí.

La Cúpula de Hierro empezó a funcionar hace poco más de un año y desde entonces se ha ido ampliando para proteger a un mayor número de núcleos urbanos. La quinta batería se ha desplegado al calor de la operación Pilar Defensivo, cerca de Tel Aviv. La idea es tejer una red de hasta 13 baterías antimisiles.El sistema detecta con un radar el lanzamiento de cohetes y disparos de artillería y acto seguido establece el patrón de vuelo. Cuando se aproxima a una zona con alta densidad de población, un misil intercepta al proyectil y lo destruye en el aire. La operación Pilar Defensivo ha sido su prueba de fuego, superada con creces según los expertos. “Funciona mucho mejor de lo que esperábamos”, sostiene por teléfono Yakob Nagel, ex subdirector científico de Investigación y desarrollo en el Ministerio de Defensa. Diseñada para interceptar cohetes de corto alcance, la Cúpula ha demostrado que también es capaz de detener los de medio alcance lanzados recientemente por las milicias palestinas en dirección a Tel Aviv, asegura Nagel.

La Cúpula de Hierro acentúa por tanto la asimetría de la contienda que libra el poderoso Ejército israelí contra las milicias palestinas de Gaza. No es solo que Israel cuente con un arsenal mayor y más sofisticado y unos servicios de espionaje que le permiten actuar con cierta precisión. Ahora, su sistema defensivo es infinitamente superior al de los palestinos, impotentes frente a las bombas que lanzan los F-16 o los disparos procedentes de los drones, los tanques o los barcos de la marina israelí. “Siempre tiene que haber un equilibrio entre el sistema defensivo y el ofensivo. Si no hubiera Cúpula de Hierro, habría habido muchas víctimas israelíes y tal vez una ofensiva terrestre. Con la Cúpula, los líderes tienen más tiempo para barajar las distintas alternativas”, opina Nagel.
La financiación es, para los críticos del sistema, uno de sus puntos débiles. Ha costado 4.000 millones de shekels (unos 796, 4 millones de euros) hasta el momento y se prevé que haya que invertir una cantidad similar. Y no sólo cuesta la construcción y despliegue de las baterías. Cada cartucho cuesta unos 39.000 euros, según los datos que ofrece el ministerio de Defensa israelí. El sistema supone en definitiva una sangría para un Estado golpeado por la crisis mundial. Lo que se invierte en la cúpula se deja de invertir en hospitales, escuelas o viviendas sociales. Las inversiones en Defensa no suscitan sin embargo grandes críticas en Israel. Las generosas aportaciones de los contribuyentes estadounidenses permiten además la supervivencia económica del invento. En abril, Washington se comprometió a una nueva partida de 675 millones de dólares destinada a la Cúpula de Hierro.
Una inicial polémica sobre los costes de la cúpula ha quedado desterrada durante la operación Pilar Defensivo. Estos días todo son alabanzas a un sistema aún por perfeccionar. Prueba de ello son los tres israelíes muertos en Kiryat Malachi, en el sur del país y sobre todo el pánico que desatan los cohetes palestinos que impactan sobre las poblaciones israelíes y que dan fe de que la Cúpula de Hierro es imperfecta; un elemento tal vez necesario pero no suficiente para defender a la población.