sábado, 27 de diciembre de 2014

El lenguaje de la tortura

 Por Robert Fisk *
Página 12
Gracias a Dios por Noam Chomsky. No por su vida de denunciar ataques sobre nuestra hipocresía política, sino por su lingüística. Mucho antes de que yo lo conociera, el Fisk estudiante trabajaba en su curso de lingüística de la universidad, donde el trabajo de Chomsky fue el que primero me alertó sobre el peligroso uso del idioma. Condenó la semántica vil del Pentágono y de la CIA. No sólo la obscena frase “daños colaterales”, sino el lenguaje de la tortura.
O, como los muchachos que torturan en nuestro nombre lo llaman, “técnicas de interrogatorio mejoradas”. Echemos un vistazo más de cerca a eso. “Mejorado” es una palabra que sugiere algo mejor, más culto, incluso menos costoso. Por ejemplo, “medicina mejorada” presumiblemente implica una forma más racional de mejorar tu salud. Al igual que “la escolarización mejorada” podría sugerir una educación más valiosa para un niño. “Interrogatorio” por lo menos insinúa que se trata todo esto. Hacer preguntas y obtener, o no, una respuesta. Pero “técnicas” les gana a todas. Una técnica es una habilidad técnica, ¿no es así? Por lo general, me dice mi diccionario, en la obra artística.
Por lo tanto, los que llevan a cabo los “interrogatorios” tienen habilidades especiales –que implica capacitación, trabajo aprendido, el producto del cerebro–. Que supongo, en cierto modo, es de lo que trata la tortura. No es simplemente la forma en que normalmente yo describiría el proceso de golpear a la gente contra las paredes, ahogándolas en agua e introduciendo hummus por el recto. Pero en caso de que eso sea demasiado gráfico, los muchachos y muchachas de prensa de Estados Unidos llegaron a referirse a ello en una forma familiar. Todo el proceso de “técnicas de interrogación mejoradas” se llama ahora EIT. Al igual que las armas de destrucción masiva (las llamadas WMD) –otra mentira en nuestro vocabulario político– todo el sucio asunto está envuelto en una abreviatura de tres letras.
Y luego nos enteramos de que todo esto es parte de un “programa”. Algo cuidadosamente planeado, un programa, una actuación, debidamente aprobado, incluso teatral. Mi viejo y fiel American College Dictionary incluso define “programa” como “un entretenimiento con referencia a sus piezas o números”, que es lo que supongo que los psicópatas en la CIA estaban disfrutando frente a sus víctimas. Atenlo, con trapos sobre el rostro, viertan el agua, no demasiadas burbujas por favor. Ah, bueno, golpéenlo contra la pared. Un programa por cierto.
Dick “Lado Oscuro” Cheney usó la palabra “programa” cuando condenó el informe del Senado estadounidense sobre torturas de la CIA. Curiosamente, sin embargo, su descripción del documento como “lleno de mierda” contenía un efecto secundario no deseado del proceso que aplaudía. Para aquellos que bajo tortura suelen orinarse y defecar y, como sabemos por los que sufrieron estos “programas”, la CIA a menudo deja a sus víctimas paradas desnudas, lo cual hizo que las víctimas se defecaran sobre ellas mismas. Cheney quiere que creamos, por supuesto, que estos pobres hombres obtuvieron información importante de las viles criaturas que los estaban torturando. Eso es exactamente lo que las inquisiciones medievales descubrieron cuando acusaron a los inocentes de brujería. Las víctimas admitieron que habían volado por los aires. Tal vez eso es lo que Khalid Sheikh Mohammed, después de ser sometido al submarino 183 veces, les dijo a sus torturadores de la CIA. Que podía volar por el aire. Un avión humano terrorista. Supongo que debe ser el tipo de “información vital” que Cheney afirma que las víctimas le dieron a la CIA.
Por supuesto, se dejó al director de la CIA, John Brennan, que tal vez sintiera la respiración en su nuca de algunos abogados de derechos humanos, decir que algunas de las “técnicas” –sí, esa es la palabra que utilizó– no estaban no autorizadas y eran “abominables”. Y así hábilmente presentó una nueva versión de los crímenes de la CIA. AIT –Abominables Técnicas de Tortura– “debe ser repudiadas por todos” –pero no, al parecer, las buenas EIT–. Como dijo Cheney, la tortura era “algo que cuidadosamente evitamos”. Tomo nota de las palabras “cuidadosamente”. Y me estremezco.
El bueno de Brennan nos dijo que “nos quedamos cortos cuando se trató de responsabilizar a algunos oficiales”. Pero es perfectamente claro que los torturadores –u “oficiales”– no van a ser considerados responsables. Tampoco lo es Brennan. Tampoco Dick Cheney. Y tampoco, me atrevo a mencionar esto, son los regímenes árabes donde la CIA consideraba que aquellas víctimas que merecen un trato aún más vil que el que podían dispensar en sus propias prisiones secretas. Un pobre chico, Maher Arar, ciudadano canadiense, un conductor de camiones incautados por la CIA en el aeropuerto JFK de Nueva York, partió a Siria para recibir un poco de AIT –no EIT, que quede claro– a petición de los estadounidenses. Metido en un agujero poco más grande que un ataúd, su primer contacto diario con AIT era la picana.
Así Cheney y sus muchachos satisfacían su sadismo, hasta el punto en que esas “técnicas de interrogatorio” ahora indignan tanto a Occidente que se está pidiendo el derrocamiento del régimen sirio (junto con el derrocamiento de Isis y Jabhat al-Nusra), a favor de los “moderados” recientemente armados que, supuestamente, participan sólo en EIT no en AIT.
Pero como mi colega periodista Rami Khouri señaló, los 54 países del “programa” de la CIA de entregas incluyen Argelia, Egipto, Irán, Irak, Jordania, Marruecos, Arabia Saudita, Siria, Turquía, los Emiratos Arabes Unidos y Yemen. Usted puede agregar la Libia de Khadafi a esa lista. De hecho, la policía secreta italiana incluso ayudó a la CIA a secuestrar a un imán en las calles de Milán y mandarlo a El Cairo por un poco de AIT a manos de los interrogadores de Mubarak. Lo que probablemente explica por qué el mundo árabe y musulmán estuvo un poco tranquilo desde que el informe del Senado fue publicado la semana pasada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.

El imperio del consumo





La explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales. Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble. La parranda aturde y nubla la mirada; esta gran borrachera universal parece no tener límites en el tiempo ni en el espacio. Pero la cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía; y a la hora de la verdad, cuando el estrépito cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo, acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar. La expansión de la demanda choca con las fronteras que le impone el mismo sistema que la genera. El sistema necesita mercados cada vez más abiertos y más amplios, como los pulmones necesitan el aire, y a la vez necesita que anden por los suelos, como andan, los precios de las materias primas y de la fuerza humana de trabajo. El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora; pero ni modo: para casi todos esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor. La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo.
 El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica. EEUU consume la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás drogas químicas que se venden legalmente en el mundo, y más de la mitad de las drogas prohibidas que se venden ilegalmente, lo que no es moco de pavo si se tiene en cuenta que EEUU apenas suma el cinco por ciento de la población mundial.

«Gente infeliz, la que vive comparándose», lamenta una mujer en el barrio del Buceo, en Montevideo. El dolor de ya no ser, que otrora cantara el tango, ha dejado paso a la vergüenza de no tener. Un hombre pobre es un pobre hombre. «Cuando no tenés nada, pensás que no valés nada», dice un muchacho en el barrio Villa Fiorito, de Buenos Aires. Y otro comprueba, en la ciudad dominicana de San Francisco de Macorís: «Mis hermanos trabajan para las marcas. Viven comprando etiquetas, y viven sudando la gota gorda para pagar las cuotas».

Invisible violencia del mercado: la diversidad es enemiga de la rentabilidad, y la uniformidad manda. La producción en serie, en escala gigantesca, impone en todas partes sus obligatorias pautas de consumo. Esta dictadura de la uniformización obligatoria es más devastadora que cualquier dictadura del partido único: impone, en el mundo entero, un modo de vida que reproduce a los seres humanos como fotocopias del consumidor ejemplar.

El consumidor ejemplar es el hombre quieto. Esta civilización, que confunde la cantidad con la calidad, confunde la gordura con la buena alimentación. Según la revista científica The Lancet, en la última década la «obesidad grave» ha crecido casi un 30% entre la población joven de los países más desarrollados. Entre los niños norteamericanos, la obesidad aumentó en un 40% en los últimos 16 años, según la investigación reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado. El país que inventó las comidas y bebidas light, la diet food y los alimentos fat free, tiene la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado ante la pantalla chica, pasa cuatro horas diarias devorando comida de plástico.

Triunfa la basura disfrazada de comida: esta industria está conquistando los paladares del mundo y está haciendo trizas las tradiciones de la cocina local. Las costumbres del buen comer, que vienen de lejos, tienen, en algunos países, miles de años de refinamiento y diversidad, y son un patrimonio colectivo que de alguna manera está en los fogones de todos y no sólo en la mesa de los ricos. Esas tradiciones, esas señas de identidad cultural, esas fiestas de la vida, están siendo apabulladas, de manera fulminante, por la imposición del saber químico y único: la globalización de la hamburguesa, la dictadura de la fast food. La plastificación de la comida en escala mundial, obra de McDonald’s, Burger King y otras fábricas, viola exitosamente el derecho a la autodeterminación de la cocina: sagrado derecho, porque en la boca tiene el alma una de sus puertas.

El campeonato mundial de fútbol del 98 nos confirmó, entre otras cosas, que la tarjeta MasterCard tonifica los músculos, que la Coca-Cola brinda eterna juventud y que el menú de McDonald’s no puede faltar en la barriga de un buen atleta. El inmenso ejército de McDonald’s dispara hamburguesas a las bocas de los niños y de los adultos en el planeta entero. El doble arco de esa M sirvió de estandarte, durante la reciente conquista de los países del Este de Europa. Las colas ante el McDonald’s de Moscú, inaugurado en 1990 con bombos y platillos, simbolizaron la victoria de Occidente con tanta elocuencia como el desmoronamiento del Muro de Berlín.

Un signo de los tiempos: esta empresa, que encarna las virtudes del mundo libre, niega a sus empleados la libertad de afiliarse a ningún sindicato. McDonald’s viola, así, un derecho legalmente consagrado en los muchos países donde opera. En 1997, algunos trabajadores, miembros de eso que la empresa llama la Macfamilia, intentaron sindicalizarse en un restaurante de Montreal en Canadá: el restaurante cerró. Pero en el 98, otros empleados e McDonald’s, en una pequeña ciudad cercana a Vancouver, lograron esa conquista, digna de la Guía Guinness.
Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que el televisor transmite. En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más Coca-Cola y cada vez menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio. Tiempo libre, tiempo prisionero: las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la palabra. Comprado a plazos, ese animalito prueba la vocación democrática del progreso: a nadie escucha, pero habla para todos. Pobres y ricos conocen, así, las virtudes de los automóviles último modelo, y pobres y ricos se enteran de las ventajosas tasas de interés que tal o cual banco ofrece.

Los expertos saben convertir las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan, el perfume te besa y el auto es el amigo que nunca falla. La cultura del consumo ha hecho de la soledad el más lucrativo de los mercados. Los agujeros del pecho se llenan atiborrándolos de cosas, o soñando con hacerlo. Y las cosas no solamente pueden abrazar: también pueden ser símbolos de ascenso social, salvoconductos para atravesar las aduanas de la sociedad de clases, llaves que abren las puertas prohibidas. Cuanto más exclusivas, tanto mejor: las cosas te eligen y te salvan del anonimato multitudinario. La publicidad no informa sobre el producto que vende, o rara vez lo hace. Eso es lo de menos. Su función primordial consiste en compensar frustraciones y alimentar fantasías: ¿En quién quiere usted convertirse comprando esta loción de afeitar?

El criminólogo Anthony Platt ha observado que los delitos de la calle no son solamente fruto de la pobreza extrema. También son fruto de la ética individualista. La obsesión social del éxito, dice Platt, incide decisivamente en la apropiación ilegal de las cosas. Yo siempre he escuchado decir que el dinero no produce la felicidad; pero cualquier televidente pobre tiene motivos de sobra para creer que el dinero produce algo tan parecido, que la diferencia es asunto de especialistas.

Según el historiador Eric Hobsbawm, el siglo XX puso fin a 7.000 años de vida humana centrada en la agricultura desde que aparecieron los primeros cultivos, a fines del paleolítico. La población mundial se urbaniza, los campesinos se hacen ciudadanos. En América Latina tenemos campos sin nadie y enormes hormigueros urbanos: las mayores ciudades del mundo, y las más injustas. Expulsados por la agricultura moderna de exportación y por la erosión de sus tierras, los campesinos invaden los suburbios. Ellos creen que Dios está en todas partes, pero por experiencia saben que atiende en las grandes urbes. Las ciudades prometen trabajo, prosperidad, un porvenir para los hijos. En los campos, los esperadores miran pasar la vida, y mueren bostezando; en las ciudades, la vida ocurre y llama. Hacinados en tugurios, lo primero que descubren los recién llegados es que el trabajo falta y los brazos sobran, que nada es gratis y que los más caros artículos de lujo son el aire y el silencio.

Mientras nacía el siglo XIV, fray Giordano da Rivalto pronunció en Florencia un elogio de las ciudades. Dijo que las ciudades crecían «porque la gente tiene el gusto de juntarse». Juntarse, encontrarse. Ahora, ¿quién se encuentra con quién? ¿Se encuentra la esperanza con la realidad? El deseo, ¿se encuentra con el mundo? Y la gente, ¿se encuentra con la gente? Si las relaciones humanas han sido reducidas a relaciones entre cosas, ¿cuánta gente se encuentra con las cosas?

El mundo entero tiende a convertirse en una gran pantalla de televisión, donde las cosas se miran pero no se tocan. Las mercancías en oferta invaden y privatizan los espacios públicos. Las estaciones de autobuses y de trenes, que hasta hace poco eran espacios de encuentro entre personas, se están convirtiendo ahora en espacios de exhibición comercial.

El shopping center, o shopping mall, vidriera de todas las vidrieras, impone su presencia avasallante. Las multitudes acuden, en peregrinación, a este templo mayor de las misas del consumo. La mayoría de los devotos contempla, en éxtasis, las cosas que sus bolsillos no pueden pagar, mientras la minoría compradora se somete al bombardeo de la oferta incesante y extenuante. El gentío, que sube y baja por las escaleras mecánicas, viaja por el mundo: los maniquíes visten como en Milán o París y las máquinas suenan como en Chicago, y para ver y oír no es preciso pagar pasaje. Los turistas venidos de los pueblos del interior, o de las ciudades que aún no han merecido estas bendiciones de la felicidad moderna, posan para la foto, al pie de las marcas internacionales más famosas, como antes posaban al pie de la estatua del prócer en la plaza. Beatriz Solano ha observado que los habitantes de los barrios suburbanos acuden al center, al shopping center, como antes acudían al centro. El tradicional paseo del fin de semana al centro de la ciudad, tiende a ser sustituido por la excursión a estos centros urbanos. Lavados y planchados y peinados, vestidos con sus mejores galas, los visitantes vienen a una fiesta donde no son convidados, pero pueden ser mirones. Familias enteras emprenden el viaje en la cápsula espacial que recorre el universo del consumo, donde la estética del mercado ha diseñado un paisaje alucinante de modelos, marcas y etiquetas.

La cultura del consumo, cultura de lo efímero, condena todo al desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al servicio de la necesidad de vender. Las cosas envejecen en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras cosas de vida fugaz. Hoy que lo único que permanece es la inseguridad; las mercancías, fabricadas para no durar, resultan tan volátiles como el capital que las financia y el trabajo que las genera. El dinero vuela a la velocidad de la luz: ayer estaba allá, hoy está aquí, mañana quién sabe, y todo trabajador es un desempleado en potencia. Paradójicamente, los shoppings centers, reinos de la fugacidad, ofrecen la más exitosa ilusión de seguridad. Ellos resisten fuera del tiempo, sin edad y sin raíz, sin noche y sin día y sin memoria, y existen fuera del espacio, más allá de las turbulencias de la peligrosa realidad del mundo.

Los dueños del mundo usan al mundo como si fuera descartable: una mercancía de vida efímera, que se agota como se agotan, a poco de nacer, las imágenes que dispara la ametralladora de la televisión y las modas y los ídolos que la publicidad lanza, sin tregua, al mercado. Pero, ¿a qué otro mundo vamos a mudarnos? ¿Estamos todos obligados a creernos el cuento de que Dios ha vendido el planeta unas cuantas empresas, porque estando de mal humor decidió privatizar el universo? La sociedad de consumo es una trampa cazabobos. Los que tienen la manija simulan ignorarlo, pero cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que la gran mayoría de la gente consume poco, poquito y nada necesariamente, para garantizar la existencia de la poca naturaleza que nos queda. La injusticia social no es un error que se debe corregir, ni un defecto que se debe superar: es una necesidad esencial. No hay naturaleza capaz de alimentar un shopping center del tamaño del planeta.

Rebelion

lunes, 22 de diciembre de 2014

"Se puede ser israelí y palestino, judío y árabe, y estar del mismo lado"

Reportaje a fondo.
La lógica del conflicto en Oriente Medio plantea divisiones que en muchos casos son artificales e impuestas desde afuera, dice el historiador y académico israelí Efraim Davidi.
Gerardo Dell' Oro
Gerardo Dell' Oro
Fabian Bosoer
Efraim Davidi, 60 años, es un investigador israelí nacido en Buenos Aires, docente en las universidades de Tel-Aviv y Ben-Gurion del Negev. Autor de varios libros en hebreo, entre ellos “Che Guevara, la historia de un revo- lucionario”(verdadero best-seller con siete ediciones). Debido a su conocida militancia comunista y su origen argentino, muchas veces sus alumnos le dicen “yo leí su autobiografia sobre el Che”, lo cual lo obliga a explicar que existe una gran diferencia entre “biografia” y “autobiografia”. Davidi fue periodista y jefe de redacción del matutino “Davar”, que ante la amenaza de sus dueños (la Histadrut, Confederacion de Trabajadores) de privatizarlo, encabezó una experiencia de autogestión entre 1994 y 1996. “Nos fuimos a pique, por falta de fondo y de créditos”, confiesa. Davidi dictó recientemente clases en Buenos Aires invitado por la Maestría de Diversidad Cultural de la UNTREF.
¿Qué riesgo existe de que el conflicto palestino-israelí vuelva a generar nuevas escaladas de violencia?
Es una olla a presión que siempre puede estallar por algún lado. El gobierno israelí dejó de utilizar la idea de “terminar el conflicto”, ahora se  habla de “manejar el conflicto”, concepción que significa que no hay resolución; hay que tenerlo “a fuego lento”. El problema es que los conflictos de este tipo no se pueden controlar. No importa aquí quién tiró el primer disparo, de una u otra forma vuelve a aparecer,a reventar. Y la sociedad israelí ya creó su dinámica frente a esta manera de gestionar el conflicto.
¿Cómo es esa respuesta?
Primero hay un lógico apoyo, la sociedad israelí es pluralista y contiene en su interior una minoría árabe palestina del  20%, ciudadanos que por supuesto no está de acuerdo. El resto, mayoritariamente, tiene un reflejo nacionalista, chauvinista: “si nos atacan vamos a a golpear”. Luego viene el segundo momento: “tiramos pero lloramos”. Se bombardea sobre civiles -Líbano, Gaza- y hay una crítica a la fuerza desmedida. Luego viene una tercera etapa en que se dice “no se han cumplido los objetivos”. Y la cuarta etapa, con la gente que dice, “esto es una locura”, la protesta por las secuelas de cada una de estas ofensivas.
En esa dinámica de un Estado enfrentando a organizaciones armadas enemigas, pareciera que a medida que la asimetría es mayor, sin embargo el peligro no decrece sino que aumenta, ¿cómo se explica?
No se puede justificar actos terroristas contra la población civil, no importa de qué lado vengan. Tampoco se puede pedir a un pueblo que está bajo una ocupación que actúe de manera “gandhiana”. La dinámica de estas guerras es que convierten a las poblaciones civiles en los blancos principales; no son soldados contra soldados o contra combatientes, sino que cada uno trata de influenciar a la otra parte golpeando en su flanco más expuesto, que es el de la población civil. Cuando Hamás tiraba sus cohetes lo hacía contra kibutzim, periferias donde vive la población más humilde. También Israel desarrolla nuevos métodos para tratar de contrarrestar esta ofensiva. Pero está claro que este conflicto no tendrá nunca una resolución militar.
La idea de dos estados para dos pueblos, ¿es todavía viable?
Todo el mundo sabe que la única salida es la creación de un estado palestino con Jerusalem oriental como capital de ese estado, desmantelamiento de las colonias en los territorios ocupados. El gobierno israelí también lo sabe. Su política es tratar de retrasar esta salida cuanto más se pueda. Pero cuanto más se retrase más sangre seguirá corriendo y mayor desgaste se operará en las dos sociedades.
¿La primavera árabe fue una ilusión perdida?
No. Es un proceso que no concluyó. y que tiene distintas expresiones nacionales. Se introdujo un desmadre que tiró abajo regímenes de opresión sin reemplazarlos con nada superador. Por ahora.
¿Ve relación entre el conflicto israelí-palestino, el  fundamentalismo islámico y los rebrotes antisemitas?
Hay visiones demonizadoras cruzadas: la que dice que “todo árabe es musulmán, todo musulmán es terrorista”. Del otro lado se dice, “todo judío es sionista, todo sionista apoya las políticas del estado israelí y es culpable de la situación del pueblo palestino”. Es una amalgama explosiva muy preocupante, que confunde las raíces del conflicto y fomenta el odio. Hay judíos y árabes a uno y otro lado de las líneas que separan en este conflicto. El antisemitismo y la islamofobia juntan a los fundamentalismos. El debate político y el conocimiento de las realidades nos permite entender que, aun en momentos como los que estamos viviendo, se puede ser israelí y palestino, judío y árabe, y estar del mismo lado. La idea de dos estados para dos pueblos, era también una opción minoritaria hace unas décadas. Lo judío y lo árabe no se oponen, se transforman mutuamente. En Israel hay partidos, grupos, organizaciones que forman judíos y árabes y luchan juntos. Es una opción minoritaria. Alguna vez será mayoritaria.
Copyright Clarín, 2014. Clarin.com Opinión 14/12/14

lunes, 15 de diciembre de 2014

XV JORNADAS INTERESCUELAS/DEPARTAMENTOS DE HISTORIA 16 al 18 de septiembre de 2015 Comodoro Rivadavia – Chubut

Propuesta de Mesa: “Estudios del Mashriq y el Magrib desde la contemporaneidad. Problemas de la descolonización, transformaciones y resistencias”.

Coordinadores: Mariela Flores Torres (UNPSJB-UNQ) Martin A. Martinelli
(UNLu/IHAO-CLEARAB UBA), y Gabriel F. López (UBA-ISPJVG).

Correos de contacto:

Mariela Flores Torres: maflorestorres@yahoo.com.ar
Martin Martinelli: martinellima@hotmail.com
Gabriel F. López: espartako68@hotmail.com

Fundamentación

La mesa propone reflexionar sobre los cambios políticos, sociales, económicos, culturales que han atravesado el Magrib y el Mashirq desde los procesos de descolonización y qué transformaciones se encuentran en curso en la actualidad. Nos convocamos a reflexionar en torno a las complejas experiencias que han llevado a cabo las sociedades de la región para alcanzar la instauración de regímenes democráticos y dar énfasis a los aportes y conflictos en los procesos por la liberación en la región. Atenderemos, sin excluir otras propuestas pertinentes, a: 1- el proceso denominado “Primavera árabe”, 2- el conflicto palestino-israelí 3- las problemáticas de la descolonización y los abordajes críticos que la piensan y la analizan (materialismo histórico, perspectiva de poscolonial y subalternistas, entre otras tendencias).
La mesa propiciará el debate transversal, el cruce entre lo epistemológico, la lectura histórica y la comprensión a partir de las teorías críticas propuestas para ello, evocando así la tensión entre la superación del colonialismo y la persistencia de la colonialidad y el imperialismo. Nuestro propósito es problematizar el conocimiento histórico de la región, dada la gran importancia de los acontecimientos contemporáneos. A la vez, siendo declarado por la ONU el año 2014 como el año de solidaridad con Palestina atenderemos a su historia de colonización y resistencias, prestando particular atención a los debates sobre el régimen israelí y la revisión del impacto de los distintos movimientos civiles.

El esfuerzo crítico en el análisis de los procesos permite una conexión entre modernidad, nacionalismo, colonialismo e imperialismo, términos profundamente ligados. La propuesta aspira a abrir el debate hacia nuevas formas interpretativas de la realidad del mal llamado “Medio Oriente” desde una perspectiva de sur a sur, desde una mirada argentina y latinoamericana ya que encontramos entre ambas regiones una empatía epistemológica digna de ser aprovechada para nuestras inquietudes teórico-políticas en los problemas a tratar.

Presentación de resúmenes:
-Fecha límite de envío de resúmenes:
Hasta el día 22 de Febrero de 2015 a las 24 horas.
-Criterios de presentación:
Los resúmenes tendrán un mínimo de 350 y un máximo de 400 palabras. Deberán contener los planteos problemáticos del tema a desarrollar. El tipo de letra es Times New Roman, tamaño 12, interlineado 1,5. Se admitirá un resumen por persona en forma individual o en co-autoría (máximo dos coautores). El procedimiento de envío de los resúmenes será a través del siguiente link: http://goo.gl/forms/sSdmRyFB3r
-Comunicación a los interesados de la aceptación o rechazo de las propuestas de ponencia por parte de los coordinadores:
Hasta el día 15 de marzo de 2015.
Presentación de ponencias:
-Fecha límite de presentación de ponencias:
Hasta el día 17 de mayo de 2015 a las 24 horas.
-Criterios de presentación de las ponencias:
Las ponencias podrán tener un máximo de 40.000 caracteres, en letras times New Roman, tamaño 12, interlineado 1,5. Las citas a pie de página, interlineado simple, con la misma letra y en tamaño 10.
-Comunicación a los interesados de la aceptación o rechazo de las ponencias por parte de los coordinadores:
Hasta el día 30 de junio de 2015.

martes, 9 de diciembre de 2014

XV Jornadas Interescuelas / Departamentos de Historia


Las jornadas se realizarán del 16 al 18 de septiembre de 2015 en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Comodoro Rivadavia – Chubut.  Presentación de Mesas temáticas hasta el 20 de octubre de 2014. Presentación de resúmenes: hasta el 11 de diciembre de 2014.
ORGANIZAN:
Departamento de Historia Sede Comodoro Rivadavia, de la Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (U.N.P.S.J.B.)
El Departamento de Historia, sede Comodoro Rivadavia, de la Facultad de Humanidades
y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, invita a participar
de las XV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia que se realizarán en la ciudad de
Comodoro Rivadavia, provincia del Chubut, entre el 16 y el 18 de septiembre de 2015.
Las Jornadas buscan llevar adelante una actualización de enfoques teóricos y
metodológicos expresados en análisis y resultados inéditos o en evaluaciones críticas de los
distintos temas de la investigación histórica. Las Jornadas se convocan cada dos años
organizadas por los Departamentos de Historia de las Universidades Nacionales Argentinas con
el fin de fortalecer un espacio para revisar los avances teóricos, metodológicos y los
conocimientos específicos referidos a procesos históricos analizados desde un punto de vista
SEDE: Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia
San Juan Bosco. Comodoro Rivadavia, Chubut.
INFORMACIÓN GENERAL
1. PRESENTACION DE MESAS
Se convoca a la presentación de Mesas temáticas hasta el 20 de octubre de 2014. El
procedimiento de envío será completando el FORMULARIO (plantilla/ formato obligatorio) en el
siguiente enlace:  https://docs.google.com/forms/d/1uhwemM2EKz5Hv2JFYC7picxfnyjmpiW7FEMZHr6Wmik/viewform
1.1. Criterios de presentación
Las mesas temáticas abiertas deberán fundamentarse sólidamente explicitando su
objetivo en la propuesta y deben ser presentadas por dos o tres coordinadores. Uno de los
coordinadores/as de mesa deberá ser docente de universidad nacional; los restantes podrán
ser de universidades argentinas o extranjeras y/o miembros de Centros de
Investigación/CONICET; en todos los casos no pueden pertenecer a la misma cátedra, al mismo
proyecto/programa de investigación, ni ser de la misma universidad.
Se requieren para el funcionamiento de cada Mesa un mínimo de 10 y un máximo de 20
ponencias.
1.2. Dinámica de trabajo
Para evitar superposiciones y garantizar una productiva dinámica de trabajo, los
coordinadores sólo podrán asumir esa función en una única Mesa temática.
Las Mesas funcionarán con coordinadores y relatores que tendrán a su cargo el
comentario de hasta 4 ponencias. Dependiendo del número de ponencias presentadas, los
coordinadores invitarán a relatores que podrán ser externos o expositores de la misma Mesa.
No se admitirán coordinadores que sean miembros de un mismo equipo de investigación y/o
docencia, aunque registren pertenencia institucional en Universidades diferentes.
1.3. Requisitos para coordinadores y relatores
En la ficha que se anexa, para presentación de mesas, los coordinadores deben
completar un breve CV (2000 caracteres con espacios) que acredite pertenencia institucional,
cargo docente efectivo en una Universidad Pública y antecedentes en docencia y/o
investigación directamente relacionados con la propuesta de la Mesa temática presentada.
Oportunamente se fijarán los requisitos para los relatores.
2. PUBLICACIÓN DE LAS MESAS Y CONVOCATORIA A PRESENTACION DE RESÚMENES
A partir del 27 de octubre de 2014.
3. PRESENTACIÓN DE RESÚMENES
Hasta el 11 de diciembre de 2014.
3.1. Criterios de presentación
Los resúmenes tendrán un mínimo de 350 y un máximo de 400 palabras, y deberán
contener los planteos problemáticos del tema a desarrollar. Los resúmenes serán enviados al
coordinador de la Mesa y a la organización general de las Interescuelas.
El tipo de letra requerida será Times New Roman, tamaño 12, interlineado de 1, 5.
3.2. Comunicación a los interesados de la aceptación o rechazo de las propuestas de ponencia
por parte de los coordinadores.
Hasta el 20 de febrero de 2015.
4. PRESENTACIÓN DE PONENCIAS
Hasta el 24 de abril de 2015.
4.1. Criterios de presentación
Las ponencias podrán tener un máximo de 40000 caracteres, en letra Times New
Roman, tamaño 12, interlineado de 1,5. Las citas a pie de página, con la misma letra y en
tamaño 10 numeradas consecutivamente de 1 en adelante. .
Oportunamente se fijarán los requisitos para cita de bibliografía.
Dada la magnitud de estas Jornadas se admitirá una ponencia por persona en forma
individual o en co-autoría.
4.2. Comunicación a los interesados de la aceptación o rechazo de las ponencias por parte de
los coordinadores
Hasta el 30 de mayo de 2015.
CONVOCATORIA AL TERCER CONCURSO DE TESIS DE LICENCIATURA
“Premio Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia”
La coordinación general de las Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia
convoca a graduados recientes de las Licenciaturas de Historia de las Universidades Públicas
Nacionales a participar en el Tercer Concurso Nacional de Tesis de Licenciaturas “Premio
Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia 2013”, que se llevará a cabo de
conformidad con las bases y condiciones que a continuación se detallan. Los resultados se
darán a conocer en las XV Jornadas Interescuelas de Historia, a realizarse en la Ciudad de
Comodoro Rivadavia, Chubut, entre el 16 y el 18 de septiembre de 2015.
INFORMES: Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de la
Patagonia San Juan Bosco – Secretaría de Investigación y Posgrado.
Dirección: Ciudad Universitaria – Ruta Provincial No 1 s/n – Km. 4 – Comodoro Rivadavia –
Tel. (0297) 4557318 – int. 29
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E-mail: xvinterescuelas@unp.edu.ar

domingo, 7 de diciembre de 2014

Identidades mudables, fronteras imaginarias

Reseña de "Los drusos de Belgrado", de Rabee Jaber




Los drusos de Belgrado fue galardonada en 2012 con el International Prize of Arabic Fiction, conocido como el Booker árabe. Su autor, Rabee Jaber (Beirut, 1972), es uno de los escritores de su generación que goza de mayor prestigio entre crítica y público árabe en general, no solo libanés. Jaber cuenta con una abundante obra narrativa, y varias de sus novelas han sido traducidas al inglés (The Mehlis Report), francés (Berytus, une ville sous terreAmerika) e italiano (Comme fili di seta). Los drusos de Belgrado forma parte de una corriente de novela histórica de gran éxito en el mundo árabe. Como en Occidente, esta moda admite dos versiones: la de enfoque best-seller y la más plenamente literaria. A esta segunda pertenece esta obra que elige un trasfondo histórico fascinante y poco conocido: las luchas fratricidas que mantuvieron los señores del Mediterráneo oriental durante la segunda mitad del siglo XIX para afianzar su cuota de poder ante el moribundo Imperio Otomano. Un hombre cualquiera, un vendedor de huevos maronita de Beirut, es confundido con un rebelde druso y apresado y enviado a Belgrado. A partir de ahí comienza una peripecia que le acaba convirtiendo prácticamente en un druso. Así lo creen los demás, e incluso él mismo, que ya no ve claro cuáles son sus límites identitarios. La novela aborda también las relaciones entre violencia y degradación humana, aunque no sucumbe al pesimismo y deja la puerta abierta a una fraternidad siempre reparadora. 
El traductor de Los drusos de Belgrado, Francisco Rodríguez Sierra, se ha enfrentado a una labor compleja, que ha resuelto con gran habilidad. La dificultad proviene de dos factores. Por un lado, en el relato se superponen multitud de registros lingüísticos, pues estando escrito en árabe refleja a la vez las dificultades de comunicación y anímicas del protagonista, un libanés prisionero del ejército otomano que recorre a finales del siglo XIX las diversas comunidades del Mediterráneo oriental (turcos, griegos, serbios, bosnios, árabes). Por otro, se multiplican los culturemas del trasfondo sociohistórico del argumento, encuadrado en la descomposición del Imperio Otomano y las luchas fratricidas entre sus confesiones y etnias. En ambas circunstancias el marco de unas identidades mudables en fronteras imaginarias tiene su correlato en la lengua de la narración, documentada en testimonios y obras coetáneos a los acontecimientos novelados, que se recogen en el anexo bibliográfico final. 
En español, Los drusos de Belgrado es la primera traducción de una obra de Jaber. El poco tiempo transcurrido entre la publicación original (2011) y la traducción de la novela no anima a suponer que se haya producido un cambio cualitativo en la dinámica que hasta ahora ha presidido la traducción de literatura árabe en España, caracterizada por el desinterés de las editoriales generalistas por los autores jóvenes y las obras más recientes. Pese a ello hay que saludar la nueva colección de Turner de narrativa árabe (llamada Kitab), que se inauguró en 2013 con esta novela y ya cuenta con tres títulos más: El oasis, de Baha Taher, Azazel, de Youssef Ziedan y Fragmentos de Bagdad, de Sinan Antoon. 
Rabee Jaber, Los drusos de Belgrado, traducción de Francisco Rodríguez Sierra, Madrid, Turner, 2013.

Luz Gómez es profesora de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Es autora, entre otras obras, de Diccionario de islam e islamismo (Madrid, Espasa, 2009). Recientemente ha editado el volumen colectivo BDS por Palestina. El boicot a la ocupación y el apartheid israelíes   (Madrid, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2014).