https://www.clacso.org/la-coyuntura-en-tiempos-del-covid-19/
Observatorio Geohistórico UNLu
“Palestina y América Latina” CLACSO
Idea original, Carolina Squicciarini
Martín Martinelli, del Observatorio Geohistórico de la Universidad Nacional de Luján, Argentina, y co-coordinador del Grupo Especial CLACSO/Revista Al Zeytun «Palestina y América Latina», entrevista al periodista Pedro Brieger sobre el análisis de la coyuntura mundial actual frente a la crisis desatada por la pandemia del Covid-19.
Esta entrevista en particular inaugurará una serie de entrevistas audiovisuales. Formarán parte de un Canal de Youtube, Coordenadas del Observatorio Geohistórico de la Universidad de Luján.
-MM: ¿Qué lectura hacés del impacto social si se quiere o que destacarías vos con respecto a la crisis?
-PB: El capitalismo siempre está en crisis. Pero también el capitalismo ha tenido mecanismos a lo largo de la historia como para poder reciclarse e incluso utilizar las crisis para para mantenerse, seguir creciendo y seguir desarrollándose. Yo no hablaría del fin del capitalismo. Estamos en el medio de esta pandemia, yo digo que estamos cruzando el río, un río que nosotros no sabemos cuán ancho es, cuán profundo es, ni siquiera vemos la orilla del otro lado y ya queremos tener la respuesta de qué hay en esa orilla, cuando ni siquiera la vemos. Por lo tanto, es muy difícil dar respuestas acabadas, y yo prefiero ser extremadamente cauto antes que tirar sobre la mesa respuestas en base a una valoración, qué puedo hacer hoy y que mañana puede cambiar completamente, porque no sabemos cómo esto se está desarrollando. Tomemos en cuenta que cuando esto comenzó y afectaba Italia y España, Estados Unidos parecía estar inmune y hoy Estados Unidos ya tiene más muertos de los que tuvo en la Guerra de Vietnam. Por lo tanto, en menos de un mes y medio, cambió todo y el virus se fue de un lado a otro, o la cantidad de muertes creció en otro lugar, por lo cual es muy difícil dar una respuesta acabada. Si resaltaría algunos elementos que me parecen interesantes. Uno, que en un primer momento se dijo que el virus está atacando a todo el mundo por igual. Creo que no. Creo que nos dimos cuenta que no ataca a todo el mundo por igual. La gente más vulnerable, es más vulnerable, en todas las circunstancias y también frente a este virus. En un primer momento, se decía que ataca a todos por igual porque todo se puede contagiar. Es verdad, todo el mundo se puede contagiar. Cuando yo le doy la mano una persona en la calle y lo contagió con el virus, el virus no se fija que hay en la cuenta bancaria, si es abultado o no, es decir, puede contagiar cualquier persona, pero las personas más vulnerables son aquellas personas que tienen un deficiente acceso a la salud, un deficiente acceso a la alimentación, un deficiente acceso a las nuevas tecnologías. Por lo tanto, son más vulnerables. Cuando se habla tanto de “abrir la economía”, entre comillas, una frase que gustan utilizar los economistas y comunicadores, que por lo general están alineados con posturas de derecha, liberales o neoliberales, no se toma en cuenta que muchas de esas personas que justamente son las que dicen que hay que “abrir la economía”, probablemente van a seguir haciendo el trabajo desde sus casas. Pero “abrir la economía”, implica que miles de personas, que no están muy protegidas, van a salir a la calle y que probablemente se vayan a contagiar. Uno de los principales lugares de contagio, es el transporte público. Las personas que tienen ciertas comodidades o que pueden hacer teletrabajo, muchas de esas personas no tomarán el transporte público. No se moverán de sus casas, podrán seguir haciendo el teletrabajo. Pero también acá, descubrimos muchas deficiencias respecto del teletrabajo. Sociedades como la española, que no tenía tan desarrollado el teletrabajo, una sociedad como la estadounidense, dónde hay deficiencias a nivel tecnológico, que mucha gente pensaba que no se podían dar y se dan. Ni que hablar de las personas más vulnerables también en los Estados Unidos. Negros, latinos, que segun diversas fuentes y análisis estadísticos, son las personas más afectadas. Por lo tanto, yo creo que un elemento para señalar es que las personas más vulnerables siguen siendo más vulnerables como siempre. También frente a la pandemia.
Y esto, nos lleva a la reflexión de cómo modificar la sociedad. Porque esto atañe a la salud, atañe a la vivienda, atañe a la alimentación. Y acá está la gran pregunta, una vez que se llegue a la otra orilla, como yo digo, ¿que se construirá de la otra orilla? ¿Se construirá una salud que sea para todo el mundo? ¿Se construirá una alimentación que sea para todo el mundo? Está claro, que todo el mundo debería tener acceso a la salud y que hay suficiente alimentación para alimentar a todo el planeta. De eso no cabe la menor duda.
-MM: O sea, que, por una parte, crees que las desigualdades que ya venían antes de esta crisis, de este impacto del coronavirus, van a seguir totalmente o incluso pueden empeorar. ¿Cómo observás el traslado geográfico, desde China, pasando por medio Oriente, o incluso directamente primero llegando a Europa y ahora hace eclosión sobre todo en América, en lo que es Estados Unidos y Brasil como casos más resonantes o como epicentro de la pandemia. ¿Crees que también incide, en que los medios de comunicación le prestan mayor atención o no?
-PB: Sin lugar a dudas. Si bien es cierto que hay creo que poco más de 10000 casos en África y todavía no llegó en gran medida a África, también es cierto que hay pestes que azotan en África cada dos por tres y eso no llega a los grandes medios de comunicación occidentales. El famoso informe McBride que tiene más de 40 años, sobre la concentración mediática y el flujo de la información concentrado en las grandes agencias de noticias internacionales europeas y norteamericanas, sigue siendo tal cual. Gran parte de la información, yo diría la mayoría de la información, sigue circulando a través de las grandes agencias de noticias internacionales que imponen la agenda. Y en esa agenda, no está el África y en menor medida, América latina.
-MM: Se habla de una crisis del petróleo, algo estructural, de la gran caída de los precios, en esto tiene que ver bueno, las diferentes producciones, el nuevo papel si se quiere de la última década Estados Unidos con el esquisto como productor mundial, una especie de fricción entre el líder de la OPEP Arabia Saudita y Rusia, para contener la producción y que eso haga mantener el precio estable o dentro de 50 y 80 dólares, y entonces, la pregunta es ¿cómo ves la crisis estructural digamos en el medio Oriente, tanto Siria Irak, las fricciones Arabia Saudita e Irán y en relación a esta crisis que sería más coyuntural del petróleo pero como digo viene de hace unos años también están fricción, estos cambios en los precios.
-PB: La verdad también es difícil dar una respuesta al respecto de esto. El petróleo implicó una revolución en el siglo XX respecto de la producción prácticamente todas las cosas que tenemos objetos que nos rodean son derivados del petróleo. Ahora no sabemos qué puede pasar de ahora en más, la verdad no lo sé, ni respecto al petróleo ni si puede aparecer algo alternativo a un modo de producción diferente. En algunos países, ya se está planteando el hecho de cerrarse, lo que implica tener menos contacto con el mundo. Tal vez, implica un desarrollo autóctono propio basado en otra estructura social, en otra forma de pensar, la verdad no lo sé.
No sabemos todavía cómo nos va a afectar esto. Se habla de transformaciones en las ciudades. Hace mucho tiempo que vengo señalando que las ciudades tal cual están, como las grandes ciudades en Argentina, no son vivibles. No tiene ninguna lógica que sigamos apostando a un modelo de tener cada persona un automóvil para después quejarnos que nos lleva dos horas ir de una punta a otra de la ciudad como pasa en Buenos Aires, o casos extremos, como en México.
¿Ahora llevará esto a una nueva forma de pensar, de pensarnos, en las ciudades? Difícil de saber, porque efectivamente si hay un nuevo modelo de ciudad o una nueva forma de vivir, en una de esas, la dependencia del petróleo cae. Pero es muy difícil dar una respuesta sobre esto, yo por ejemplo no tengo uno.
-MM: Me parece bueno el enfoque que haces porque en realidad, la entrevista ésta, al no ser de parte de un medio de comunicación, me interesa que me digas realmente qué reflexión te trae y, sobre todo, esto que haces hincapié, en varias de las respuestas, de si va a haber nuevo modo de pensar. La idea es que vos me digas qué impactó hasta el momento y me parece buena esa idea qué expresas, que hasta que no se llegue al final de esto, no se va a saber cómo se va a desenvolver incluso tiempo después. Porque la crisis del petróleo se produce lógicamente cuando hay una producción mayor y ya no hay lugar donde guardarla. Eso debería hacer que se repregunte. Y recién estaba leyendo un artículo, donde decía que los que iban a salir ganando igual, eran las grandes empresas de petróleo, las que iban a sobrevivir a esta crisis. O sea, que es más de lo mismo que venía antes. Como decimos, hay desigualdades. Esto parecía que iba a ser algo que tratará a todos por igual, pero no los ataca por igual.
Y, por otra parte, para ir dándole forma al cierre, quería saber cómo veías los últimos andamiajes, es decir, el viraje geopolítico de las nuevas posturas ya desde 2013 y antes, en cuanto a Rusia en lo militar, en cuanto a China en lo económico, y la disputa con Estados Unidos. Asimismo, pensar cómo esto afectó hasta el momento, mencionaste un poco los estragos que está haciendo la epidemia en Estados Unidos y no se sabe qué más va a pasar, y qué lecturas hacés, por ejemplo, de cómo enfrentó cada uno, China y la región asiática (no sólo China, Taiwán, Singapur, otros países). Y si crees que eso tiene que ver no sólo con la forma de gobierno, sino con la mentalidad, las tradiciones, las experiencias, frente a otras pandemias, otras epidemias.
-PB: Bueno, son muchas preguntas y cada sociedad es diferente. Yo trato de leer bastante de cómo reaccionaron en China, en Japón, en Singapur. Taiwán es un caso muy especial, porque Taiwán por su enfrentamiento con la República Popular de China, cada cosa que sucede en China, es vista siempre de manera negativa en Taiwán y, de hecho, las versiones de que el covid-19 surgió en un laboratorio chino provienen de Taiwán. Pero Taiwán, hace tiempo que viene señalando tanto los medios de comunicación, pero principalmente desde las posturas oficiales, que China está en crisis y que todo está mal, que China se hunde. Pero es cierto, que en Estados Unidos, han retomado muchas de las posturas que llegaban desde Taiwán. Creo que las actitudes difieren en cada sociedad pero tampoco haría una generalización. Estaba leyendo por ejemplo, que la alcaldesa de Tokio, criticaba muchísimo a la gente que salía a las calles (la gente tampoco obedecía). Tenemos una visión muy simplista del mundo oriental en su conjunto, como si fuera una sola cosa ahí. “Obedecen las reglas”, no no es así, se salen de las reglas también, depende de las circunstancias. Pero tampoco sabemos qué va a pasar en esas sociedades a raíz del covid-19. Lo que pasa es que, al estar en medio de la pandemia, es muy difícil dar respuestas a tus preguntas. Por eso, daba el ejemplo de Estados Unidos frente a Europa, porque en un primer momento las muertes parecían estar en Europa y Donald Trump incluso se burlaba de lo que estaba pasando y Estados Unidos es el epicentro de la pandemia. No sabemos si esto puede cambiar mañana. Por lo tanto, yo reitero que a mí me es muy difícil dar respuesta al respecto de dónde estamos en este momento, salvo algunas cuestiones que podemos ver en los países centrales. Los recortes que hubo en la salud, de los problemas que afecta a América Latina, porque también hubo muchos recortes a la salud con las políticas neoliberales. Ahora yo tampoco conozco lo suficiente lo que está pasando en Singapur como para dar una opinión. Ni siquiera en Japón, como para dar una opinión de cómo reacciona la sociedad japonesa. Creo que, además, son sociedades que tienen clases sociales, que tienen diferentes intereses, altos niveles de consumo, de consumo que también uno se pregunta para qué. No lo sé.
-MM: No, creo en parte esperaba que hagas ese comentario de la cuestión que hace un tiempo se llama Oriente-Occidente. Porque como China es el nuevo, posible o potencial hegemón, que va a disputar con Estados Unidos. Ya empezaron las primeras lecturas, como decis vos, que se hablaba de un virus chino y demás. Esa visión de lo oriental, del gobierno de China como autoritario y por eso la gente automatizada, iba a hacer caso de lo que le dijesen. Pero para ir cerrando, te quería preguntar, de algo concreto que sí está pasando. Pero la idea era que sea algo abarcativo, para que vos te puedas explayar.
Escribiste un artículo recientemente para CNN en español, donde hablabas de la reacción de Trump y Bolsonaro, las implicancias políticas que también acarrean implicancias sociales. Vos decías ahí, como Trump y Bolsonaro, dieron una primera respuesta digamos entre comillas “soberbia” o de decir “esto no va a pasar acá”. Se escucharon cosas también en México o en Brasil, por ejemplo, que han dicho, “a los brasileros no nos va a contagiar este virus” y esas cosas pues, tiene soberbia. En Brasil, si tuvieron ciertos costos políticos, con los Ministros de Salud y con cambios que se ven. En Estados Unidos todavía no se puede saber a ciencia cierta si esto va a impactar en la reelección porque luego Trump, hizo una inyección de dinero muy grande. Pero igualmente los dos, tuvieron la postura de decir, si se quiere a diferencia de Argentina, priorizo la economía por sobre la salud (si es que se pudiese priorizar entre una y otra).
-PB: Yo creo que más que priorizar la economía por sobre la salud, había un gran desprecio por lo que llegaba. Mucha ignorancia, mucho basarse en lo que ellos piensan, tanto Trump como Bolsonaro. Sin escuchar a la gente experta en el tema. Creo que hay una cuestión de soberbia personal que influye en estos casos. Que hizo que el propio Trump, hablara de que bueno se podría probar con tomar detergente pues, al día siguiente cambio, dijo “bueno que había sido un chascarrillo”. Yo creo que son personas que hablan por hablar, sin pensar. Creen que están por encima de todo el mundo. Creen que saben todo, lo que se demuestra es una gran incompetencia. Por eso, son dos casos tan emblemáticos y que se parecen. Pareciera que a veces compiten entre ellos para ver quién es más grotesco.
Respecto a Bolsonaro, yo lo vengo señalando desde el 2019 cuando se daban las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, yo dije incluso en público, que a mi juicio, en Europa lo ven a Bolsonaro como un troglodita. Una persona que está anclada en la visión del mundo de hace 70 años. Misógino, en contra de cuidar el medio ambiente, muy atrasado en su pensamiento y se lo vio ahora con su concepción respecto del virus también, de esta pandemia, de negarla. De decir, “yo soy fuerte”, “yo estoy bien de salud”. Hay una soberbia muy grande, que no sería relevante, si no fuera que estas dos personas están al frente de países. Ese es el tema. Uno de ellos está al frente de una primera potencia mundial, ni más ni menos.
-MM: Como última pregunta, me gustaría qué esboces alguna idea, justamente estos dos, son los países si se quiere que más influirían sobre Argentina, tanto Brasil, como Estados Unidos. Brasil en Sudamérica y Estados Unidos en toda América. Y cómo pensás, en términos de las últimas revueltas que había habido en Chile, el golpe de estado que había habido en Bolivia, y lo que la crisis que se viene viviendo en Venezuela. Si crees que esto, por ejemplo, en el caso de Chile, frenó todo ese tipo de protestas y bueno, Piñera aprovechó para sacar a los militares a la calle. Qué lectura hacés del último tiempo en general en América Latina, o decirlo con un caso en particular que haya afectado esta crisis.
-PB: Creo que una característica es que tanto Brasil como los Estados Unidos, Trump y Bolsonaro llamaron a la gente a seguir estando a las calles, y que uno de los problemas de los movimientos de protesta en la región, principalmente progresistas, que confían en la ciencia, fue decir nosotros no podemos salir a la calle más bien todo lo contrario. Hay presiones sobre Bolsonaro para lo que nosotros llamamos cuarentena, presiones sobre Piñera para que imponga cuarentena y de hecho la Argentina, con este modelo, tiene mucho menos muertes que esos dos países, si tomamos el índice de muertes por millón. El problema es que en tanto en el caso Brasil como en el de Estados Unidos, siguen teniendo a la gente en las calles y esta pandemia nos tiene que hacer repensar nuevas formas de hacer política y de expresión política, que vaya más allá de las calles. Y eso es algo que tampoco tenemos respuesta ahora. Está claro que las protestas por redes pueden servir. Está claro que la movilización por redes puede servir, pero no sé si tienen la misma potencia que la movilización callejera. Y en el caso de Chile lo vimos. Las movilizaciones desaparecieron una vez que el tema del virus se convirtió en el eje central de la política chilena. Piñera pudo suprimir o suspender la convocatoria al referéndum para el 26 de abril. No se sabe qué va a pasar con la constituyente de octubre que obviamente no se va a hacer en esa fecha y en este sentido, ganó tiempo, por cuanto, no lo sabemos por ahora.
-MM: Bueno para cerrar, si tienes tiempo de hacer una idea general, nada más porque venía pensando qué preguntarte con otros profesores también y quería saber (si bien no tiene directamente relación con esta último que decías), sí en cuanto a China y la reacción, porque cuando en Estados Unidos empezó a florecer ahí la pandemia y hasta el día de hoy, el estado de Nueva York es el epicentro y no se pudo cercar ahí. En cambio, en China pareció que y a diferencia también de Brasil, que cada estado o cada provincia autónoma, pudieron controlarlo. Lo contrario sucedió en Brasil y en Estados Unidos. Allí se mostraron disidencias de varios de los gobernadores con el poder central. Eso, por un lado, y por el otro, una cuestión más estructural ¿qué lectura hacés vos o qué implicancia tiene la Nueva Ruta de la Seda china en cuanto a la conexión mundial? Sobre todo, que tienen vías terrestres, vías marítimas y se volcó una inversión en infraestructura entre esos países que por supuesto ahora está cortada. Pero me interesaría saber con lo que te había preguntado antes, de ese nuevo orden mundial que ya se está viendo, con China, Rusia, Estados Unidos como hegemones pero después con otras subpotencias y que cambios estuvo y están trayendo, esta construcción de la Nueva Ruta de la Seda. Y sobre todo está visto que, en el coronavirus, Estados Unidos más Cuba, mandaron ayuda a otros países. En cambio, Estados Unidos, como mencionamos, es la potencia número uno a nivel mundial. Sin embargo, se cerró y no demostró esa inquietud universal o si se quiere, de influir, en diferentes partes del mundo. En cambio, China sí. ¿Pero esta idea ya se viene viendo desde que se implementó la Nueva Ruta de la seda y como la ves?
-PB: En suspenso. Hoy todo está en suspenso. Yo no me atrevería a hablar del nuevo orden internacional todavía. Creo que no hay un momento de ruptura para hablar de un nuevo orden internacional, como el año 1991 cuando se estaba disolviendo la Unión Soviética y Bush lanza su frase “el nuevo orden internacional”, invade Kuwait para echar a las tropas de Saddam Husein de Irak. Yo no sé cómo China va a reconstruir esto de la Nueva Ruta a la Seda. Es un proyecto muy ambicioso. Pero siempre se dice que en China hay tiempo y que el manejo del mismo, es diferente al nuestro y que pueden pensar a muy largo plazo. A diferencia de que nosotros estamos tratando de pensar ahora a muy corto plazo. La verdad no sé. Hay que esperar.
-MM: Bueno te agradezco nuevamente Pedro. Y si hay otra oportunidad más adelante, muchas gracias.
-PB: Por supuesto, te mando un abrazo grande.
2020