lunes, 3 de diciembre de 2012

Europa presiona a Israel para suspender los asentamientos


Mientras Francia, Gran Bretaña, España, Suecia y Dinamarca convocaron a los embajadores israelíes en sus países para protestar por el anuncio de la construcción de 3000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este, y Estados Unidos pedía a Tel Aviv "reconsiderar" la decisión, el Ministerio del Interior israelí manifestó su intención de reactivar el proyecto de construcción de 1600 viviendas en Ramat Shlomo, una colonia judía de Jerusalén oriental, ocupado por Israel, pese a que el plan fue condenado por Washington en 2010.
"Instamos a los líderes israelíes a reconsiderar estas decisiones unilaterales y a mostrar cautela, porque esas acciones son contraproducentes y hacen más difícil reanudar negociaciones directas" con los palestinos, advirtió el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney. Poco antes, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, había señalado que la decisión de Israel sería "especialmente perjudicial" para los esfuerzos en favor de una solución del conflicto con los palestinos que suponga la creación de dos estados.
Rusia, por su parte, dijo que "la construcción de colonias en los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, incluyendo Jerusalén Este, es ilegal", y "no reconocida" por la comunidad internacional. Los embajadores israelíes en Francia y en Gran Bretaña fueron convocados por la mañana para escuchar "la desaprobación" de París y las "preocupaciones" de Londres por la extensión de las colonias judías, y Poco después, Suecia y Dinamarca tomaron la misma medida.
España también convocó al embajador de Israel en Madrid para protestar por el anuncio de construcción de viviendas y por la decisión de congelar la transferencia de impuestos que Israel recauda para los territorios palestinos, dos medidas que "no son pasos hacia la paz", sino "más bien hacia la prolongación del conflicto", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. Alemania no convocó al embajador pero dijo estar "muy inquieta" porque considera que "Israel mina la confianza en su voluntad de negociación".
Luego del reconocimiento de Palestina por parte de la ONU como estado observador, Israel anunció su propòsito de construir 3000 viviendas más en Jerusalén Este y Cisjordania, en particular en la zona llamada E1, situada entre Jerusalén y la colonia de Maalé Adoumim. La construcción de viviendas en este corredor uniría Maalé Adoumim a las colonias judías de Jerusalén oriental, con lo que Cisjordania quedaría prácticamente cortada en dos y se comprometería la viabilidad de un futuro Estado palestino.
Francia, España, Suecia y Dinamarca votaron a favor de la resolución de Naciones Unidas, mientras Gran Bretaña y Alemania se abstuvieron. Como represalia, el gobierno israelí también decidió bloquear la transferencia a la Autoridad Palestina de 460 millones de shekel (unos 92 millones de euros) en impuestos que Israel recauda para los territorios palestinos.
Para el gobierno británico, la decisión de expandir los asentamientos "amenaza la viabilidad de la solución de dos Estados", que incluye la creación de un Estado palestino. "Hemos instado al gobierno israelí a que reconsidere [su decisión], si sigue adelante con esta decisión, entonces habrá una fuerte reacción", señaló el Foreign Office en un comunicado.
Según el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, ese proyecto sería "un obstáculo serio para constituir dos Estados", porque impediría "la contigüidad territorial de un futuro Estado palestino". Pero Francia y Gran Bretaña no confirmaron que se plantearan llamar a consultas a sus embajadores en Israel, lo que sería una primicia en sus relaciones diplomáticas con ese país. Según el diario israelí Haaretz, París y Londres se plantean tomar esa medida de manera concertada.
El presidente François Hollande, por su parte, afirmó que Francia "no quiere entrar en una lógica de sanciones" con Israel sino que quiere llevar a cabo un "trabajo de convicción". "Nuestra gran preocupación es la instalación de nuevas colonias con todas las consecuencias que ello podría tener en el proceso de paz", dijo Hollande.
Por su parte el ministerio británico de Relaciones Exteriores indicó, sin dar más precisiones, que "cualquier otra medida que el Reino Unido pueda tomar contra Israel dependerá del desenlace de nuestras discusiones actuales con el gobierno israelí y nuestros socios internacionales, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea".
En Israel, una fuente del despacho del primer ministro, Benjamin Netanyahu, afirmó que el gobierno israelí no renunciará a su proyecto pese a las presiones internacionales. "Israel insiste siempre en sus intereses vitales, incluso bajo las presiones internacionales, y no habrá cambio en la decisión que ha sido tomada", dijo la fuente.
La ONG israelí La Paz Ahora, por su lado, denunció la instalación de nuevos colonos judíos en un edificio en el corazón de un barrio palestino de Jerusalén, lo que supone extender una pequeña colonia que existe desde hace dos años.
Página 12 día 3/12/12

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