lunes, 12 de agosto de 2013

Siria: Dejen de ejecutar a civiles para lograr éxitos militares

La población civil sigue sufriendo abusos en Siria.
La población civil sigue sufriendo abusos en Siria.
© Susanne Keller


"Esto hace pensar que los ataques contra la población civil de Al Baydah y Banias, sobre todo la que está próxima a los combatientes de la oposición, son una táctica deliberada para desplazar forzosamente al mayor número posible de civiles y dejar así a los combatientes de la oposición más expuestos y sin base de apoyo local."

Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.


La población civil que vive en las proximidades de bases de combatientes de la oposición en la gobernación de Tartous corre el riesgo de ser víctima de ejecuciones sumarias a manos de las fuerzas afines al gobierno, ha declarado Amnistía Internacional. Tras el homicidio deliberado de 13 miembros de la misma familia en el pueblo de Al Baydah, la organización ha instado al gobierno sirio a que ponga fin de inmediato a todas las ejecuciones extrajudiciales.
“La muerte de 13 civiles de la misma familia, mujeres y niños incluidos, en un solo pueblo es deplorable”, ha manifestado Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
El pasado fin de semana se encontraron los cuerpos de tres hermanos con heridas de bala enfrente de su casa, en este pueblo de la región occidental de Siria. Dentro de la vivienda fueron halladas cuatro mujeres de la familia y seis niños de entre dos y 13 años. Los homicidios se cometieron poco después de que las fuerzas afines al gobierno se enfrentasen a combatientes de la oposición cerca de la casa.
El incidente se produjo tres meses después del homicidio masivo de más de 250 civiles, el pasado mayo, en el mismo pueblo y en la ciudad vecina de Banias.
“Esto hace pensar que los ataques contra la población civil de Al Baydah y Banias, sobre todo la que está próxima a los combatientes de la oposición, son una táctica deliberada para desplazar forzosamente al mayor número posible de civiles y dejar así a los combatientes de la oposición más expuestos y sin base de apoyo local”, añadió Philip Luther.
Amnistía Internacional ha pedido que se ponga fin a todos los ataques contra la población civil. La organización considera a las autoridades sirias responsables directas de las violaciones que cometen las milicias respaldadas por el gobierno.
Según las investigaciones de Amnistía Internacional sobre los incidentes del 2 y el 3 de mayo, las fuerzas progubernamentales estaban tras la muerte de al menos 138 personas en Banias y de 130 en Al Baydah.
A tenor de los testimonios de supervivientes y testigos presenciales recabados por la organización, en ambas localidades los atacantes hicieron una redada casa por casa y detuvieron a los habitantes. Luego alinearon en la calle a hombres desarmados, mujeres y niños  y les dispararon a quemarropa. Otros fueron asesinados a tiros en sus casas. Además, saquearon e incendiaron un número no especificado de viviendas.

Una mujer cuyo esposo y dos hijos fueron asesinados en Al Baydah dijo que 10 hombres vestidos con uniformes militares de faena abrieron la puerta de su casa a patadas. Uno de ellos apuñaló a su esposo con una bayoneta. A ella la amenazaron varias veces con violarla y luego sacaron a sus dos hijos, a su esposo y a otro hombre y les mataron a tiros en la calle.
Otro superviviente contó que les detuvieron a él y a un amigo cuando trataban de huir por la carretera de Latakia a Tartous. Unos hombres vestidos con uniformes militares los llevaron a un puesto de control, les arrojaron al suelo boca abajo y empezaron a darles puntapiés, pisotones y golpes.
“Nos pegaron tanto que pensé que iba a morir”, dijo el superviviente.
Luego dijo que les rociaron con gasolina y les prendieron fuego:
“Trajeron una botella grande de dos litros de gasolina, la vertieron sobre Louay y le prendieron fuego… en segundos, mientras caía, le dispararon en la cabeza y se desplomó. Quedaba un poco de gasolina en la botella, así que me la vertieron encima y me prendieron fuego… Empecé a arder… Empecé a quitarme la ropa, la chaqueta… luego corrí hacia los cultivos… Después empezaron a dispararme… Seguí corriendo y corriendo… No sé cómo lo conseguí.”
En el distrito de Ras al Naba de Banias, testigos presenciales dijeron que habían visto cadáveres apilados en las calles y civiles detenidos por las fuerzas progubernamentales. Un residente dijo que había visto a las fuerzas progubernamentales disparar contra una familia, incluida una mujer y dos niños, que estaba agachada en una esquina junto a una pared. Aparentemente después quemaron los cuerpos.
“Al parecer, las fuerzas progubernamentales atacan a los civiles en estas zonas con total impunidad”, dijo Philip Luther.
“Los investigadores de la ONU deben tener acceso inmediato a Siria para investigar todos los homicidios de civiles cometidos desde que comenzó el levantamiento en 2011.”

http://www.amnesty.org/

domingo, 11 de agosto de 2013

Argentina's president slams use of veto against Palestinians

Ramona Wadi
By Ramona Wadi
As Argentina assumes the UN Security Council presidency this month, President Cristina Fernandez condemned the misuse of veto by the five permanent members and reserved harshest criticism for the US, whose use of veto has shielded Israel from accountability throughout the decades of its illegal occupation of Palestine. Veto, Fernandez asserted, has undermined a multitude of UN resolutions which weaken the organisation's authority and further conflict mismanagement.
Since 1972, the US has utilised veto more than any other permanent member of the UN Security Council in response to various condemnations and resolutions regarding Israel's illegalities and atrocities. From calls to respect the rights of the Palestinian population, Israeli repressive measures, the invasion of Lebanon, application of the Fourth Geneva Convention, Israel's policies in the Occupied Palestinian Territories, as well as the more recent vetoes with regard to the targeted assassination of Sheikh Ahmed Yassin, calls to halt attacks on Gaza and settlement building, the US has proved to be a formidable ally in ensuring the stability of the state of Israel based upon a foundation of contempt for international law.
Since 2002, the US has utilised the Negroponte Doctrine to justify its use of veto against the various UN resolutions condemning Israel's actions. On August 5 2002, the US permanent representative to the United Nations, John Negroponte delivered a speech which criticised the UN for its alleged lack of condemnations regarding militant operations carried out by Hamas and accusing the organisation of misrepresentation of 'the context of the current violence in the Middle East' by attempting to 'write an alternative report'. The speech continues with references to the US as remaining the UNRWA's largest financial contributor and states that the country emphasises the necessity of Israel taking 'concrete steps' to ensure Palestinian freedom. In conclusion, Negroponte states that UN resolutions should incorporate a condemnation of terrorism, the explicit naming of Palestinian militant factions, an appeal to both parties to solve the conflict and an improvement of security coordination.
There are various issues which the Negroponte Doctrine fails to address in order to complete its misrepresentation of violence. Primarily, the use of 'conflict' instead of illegal occupation enhances an erroneous assumption that violence takes place within a political vacuum, thus equating armed resistance with terrorism in order to shield Israel from its brutal tactics. Resistance is enshrined within international law, hence any deconstructing discourse should be interpreted within other parameters constructed by Israel and its ally; namely the intentional disregard for international law. The correlation between humanitarian aid and human rights abuses has been expounded upon by academics and activists, including Noam Chomsky and Guglielmo Verdirame, who maintain that humanitarian aid is supported by a system which thrives upon illegalities.
Further exhibiting the futility of the UN taking a stance against oppression, Ban Ki Moon's reaction to Fernandez's speech was a congratulatory tribute to the alleged cooperation in managing crisis and conflict, portraying an outright evasion of discussed themes while attempting to focus upon UN legitimacy in fostering understanding and cooperation, presumably while the international organisation's limited power fades in comparison to the absolute authority wielded by the US and its allies.
- See more at: http://www.middleeastmonitor.com/blogs/politics/6833-argentinas-president-slams-use-of-veto-against-palestinians#sthash.SnNCAfoI.dpuf

Estiman que los muertos en Siria llegarían a 200 mil

Son las cifras que maneja el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Hasta ahora hay documentados más de 106.000.

Llanto. Entre la gran cantidad de víctimas hay más de 5.500 chicos. La población civil es la más afectada./AFP
DAMASCO. DPA, AFP, AP Y EFE - 11/08/13
A dos años y medio de su inicio, la sangrienta guerra civil en Siria cobró dimensiones alarmantes por la cantidad de víctimas que está dejando. De acuerdo a organismos de derechos humanos, los muertos podrían llegar a 200 mil, cifra que da una dimensión de la catástrofe que implica para la región.
Desde el comienzo de las revueltas, en marzo de 2011, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) documentó la muerte violenta de 106.423 personas, aunque aseguró que el número efectivo de víctimas mortales la duplica. “ Estimamos que la cifra real es el doble que la documentada debido al extremo secretismo por parte de ambas partes en el conflicto sobre sus bajas”, explicó la organización.
Al efectuar un detalle de las cifras, el Observatorio –con sede en Londres– señaló que murieron 53.851 civiles, entre ellos 5.553 niños.
El número de soldados muertos en las tropas del gobierno sería de 26.853. Además, registró 7.564 víctimas fatales entre las filas de las milicias fieles al régimen. De ellos, 171 serían miembros del grupo shiíta libanés Hezbollah.
Mientras tanto los rebeldes, que se habían visto doblegados por la ofensiva de tropas gubernamentales, lograron reagruparse y lanzar nuevos ataques contra el régimen. Uno de sus objetivos fue la provincia de Latakia, bastión de la familia del presidente Bashar Al Assad en el oeste del país. Varios de ellos tuvieron que huir hacia un sitio más seguro.
Assad desplazó hacia el lugar a miembros de la Guardia Republicana para actuar como refuerzos, debido a la formación de un nuevo frente de batalla. Inclusive lanzó un feroz bombardeo sobre las posiciones rebeldes y logró dominar la región. Hasta el momento los combates dejaron más de 30 muertos, la mayoría civiles.
En otro frente, en el norte del país, ayer murieron más de una decena de civiles en un ataque aéreo del Ejército sirio a la ciudad de Raqa, única capital provincial en manos de los rebeldes. Allí se hicieron fuertes los yihadistas. “Trece civiles, entre ellos seis niñas y un niño de entre 4 y 10 años de edad, murieron cuando un helicóptero militar lanzó varias cargas explosivas sobre sectores de la ciudad”, explicó el OSDH.
Pese a lo dramático de la situación, las negociaciones internacionales no prosperan. Rusia y EE.UU. acordaron realizar una conferencia de paz, pero aún sin fecha determinada.

sábado, 10 de agosto de 2013

El necesario cambio de paradigma

Del “proceso de paz” a la lucha contra el apartheid israelí

El muro que cerca Cisjordania

Ustedes tienen que hablar el lenguaje de la paz. No importa lo que hagan sobre el terreno. Usen siempre el discurso de la paz, y no digan nunca lo que realmente van a hacer” (Lyndon B. Johnson a los dirigentes israelíes). [1]

 ¿Se puede sentar a negociar a la víctima y al verdugo, al violador y a la violada, al opresor y al oprimido; o en este caso, al ocupante y al ocupado, al colonizador y al colonizado? ¿Qué tipo de “negociación” se puede dar cuando existe entre las dos partes una desmesurada asimetría de poder? Ciertamente, nunca una que beneficie a la parte más débil. Sobre todo cuando la negociación pretende sustituir y eludir otros caminos: el de la justicia y la rendición de cuentas del más fuerte.

Una vez más, Estados Unidos e Israel lograron que los desprestigiados dirigentes palestinos se sentaran a una mesa de negociaciones en la que nadie bien informado (incluidos ellos) ha puesto la menor expectativa, para repetir por enésima vez la farsa de un “proceso de paz” diseñado por el mismo “mediador” que otorga 3000 millones de dólares anuales sólo en ayuda militar a una de las partes, además de su incondicional respaldo diplomático para evitar la rendición de cuentas en Naciones Unidas [2].
Aun los más ingenuos u optimistas reconocen que esta vez las negociaciones se retoman en las peores condiciones posibles para los intereses palestinos: no sólo porque la dominación israelí está más fuerte que nunca (en términos militares y económicos), ni porque el “mediador” designado por Obama es Martin Indyk (un reconocido lobista pro-Israel que tuvo un papel activo en instancias anteriores fracasadas), sino sobre todo porque EEUU ha logrado que las negociaciones se reanuden “sin condiciones” para Israel, es decir, dejando de lado incluso los términos de referencia que guiaron las instancias anteriores: tomar como base la Línea Verde o mal llamada “frontera de 1967” [3] y suspender la imparable construcción de colonias judías en el territorio palestino que se supone tendrá que devolver.
En efecto, la posición israelí, adoptada por la administración Obama y aceptada por la Unión Europea, era que las negociaciones debían reanudarse “sin precondiciones”. Pero esta regla se aplica sólo a una de las partes; a los palestinos se les ha exigido siempre cumplir las condiciones de abandonar la lucha armada y reconocer al Estado de Israel (a pesar de que Israel nunca dejó de emprender acciones militares mientras negociaba, y nunca –hasta hoy- reconoció a la ANP). Israel, en cambio, queda exonerado de suspender la construcción de colonias o aceptar las fronteras del 67 como punto de partida de las negociaciones.
Al grupo de Mahmoud Abbas [4], no obstante, no le quedaba alternativa (excepto la autodisolución, reclamada por muchos sectores del pueblo palestino) que ceder a las presiones: EEUU es hoy el principal donante individual de la ANP (el primero es la Unión Europea). Los dirigentes, sus familias, sus correligionarios, sus funcionarios y su ‘clientela’ dependen vitalmente de los millones de dólares que EEUU está siempre amenazando con cortar si la ANP no se doblega a sus mandatos. 
¿Qué hay de nuevo?
Como señalaba estos días un analista, ¿dónde está la novedad? Palestinos e israelíes dialogan todo el tiempo. Desde la firma de los Acuerdos de Oslo hasta hoy no han dejado de dialogar. Oslo garantiza que la dependencia de la ANP hacia Israel sea total y por lo tanto tenga que pedir permiso hasta para reparar un depósito de agua. Y sobre todo la “coordinación de seguridad” a la que los palestinos se comprometieron en Oslo (es decir, a reprimir la resistencia armada) hace que estén en permanente comunicación.
De hecho, palestinos e israelíes no han dejado nunca de negociar; incluso durante los períodos de crisis. Y no sólo la ANP -del partido Fatah- negocia con Israel: también Hamas lo hace (recordemos el intercambio de prisioneros de 2011 para liberar al soldado Gilad Shalit), aun cuando Israel asesine a sus negociadores cuando están a punto de alcanzar un acuerdo (como hizo en noviembre de 2012 con el líder Ahmad Jabari). [5]
Las negociaciones en el marco del llamado “proceso de paz” para alcanzar una supuesta solución al conflicto tienen por lo menos 20 años de historia, si tomamos la fecha de la firma de los primeros acuerdos de Oslo (1993) o 22, si consideramos la Conferencia de Madrid (1991) con la que el proceso se puso en marcha. Lo cierto es que nadie cree en ellas porque no han dado resultado positivo alguno para la causa palestina.
A Israel sí que le han servido: como cortina de humo. Mientras jugaba a negociar la paz, paralelamente afianzaba la ocupación y el control del territorio palestino: en los 20 años del proceso de paz, el número de colonos israelíes asentados ilegalmente en Cisjordania se duplicó; el territorio fue dividido en áreas A, B y C [6], y crecientemente fragmentado y atomizado en verdaderos bantustanes por más de 500 ‘cierres’ de diversas formas: caminos bloqueados, checkpoints, carreteras de uso exclusivo judío, áreas militares cerradas y, sobre todo, el Muro o barrera de separación que Israel empezó a construir en 2002 (con 85% de su ruta dentro del territorio palestino).
El objetivo de este complejo y perverso sistema de medidas era claramente crear “hechos consumados” que hicieran inviable un futuro Estado palestino con Jerusalén Este como su capital. El resultado es que hoy los palestinos tienen un control (relativo) sobre apenas un 12% de lo que fue su territorio histórico.
Es más: algunos críticos llegan a afirmar que Israel sólo aceptó sentarse a “negociar” a principios de los 90 después de haberse asegurado que la ocupación y colonización de los territorios iniciada en 1967 era irreversible y hacía ya impracticable la creación de un Estado palestino independiente.
Y sin embargo, durante más de veinte años los dirigentes de Fatah /la ANP se embarcaron en un “proceso de paz” promovido y liderado por EEUU, que fue la gran trampa de normalización de la ocupación, lo que le dio a ésta una fachada de legalidad, encargándole a la flamante ‘autoridad’ palestina hacer el trabajo sucio para el poder ocupante (domesticar la primera Intifaday poner en funcionamiento un remedo de autogobierno, liberando a Israel de toda responsabilidad por el bienestar de la población ocupada (en materia de salud, educación, vivienda, infraestructura, alimentación, etc.).
Así, a cambio de una mínima y dudosa ‘autonomía’ (que en la práctica tiene menos poder que una autoridad municipal), los políticos liderados por Arafat primero y luego por Abbas postergaron para una etapa posterior de las negociaciones los “asuntos que requieren un acuerdo definitivo”, y que en realidad son los fundamentales y más conflictivos: el estatuto de Jerusalén Este (y los derechos elementales de su población palestina) [7], el derecho al retorno de los cinco millones de refugiados/as, y las colonias israelíes en territorio palestino. 
¿A quién le sirven las negociaciones?
El antecedente inmediato de la ronda que está a punto de comenzar fue septiembre de 2010, cuando las partes retomaron el errático proceso de negociaciones. Pero éste se rompió enseguida porque los palestinos se retiraron ante la negativa israelí de prolongar una moratoria (que había durado apenas unos meses) a la construcción y expansión de colonias en Cisjordania. De hecho la cifra se disparó al levantarse la moratoria, y desde entonces asistimos a un récord de construcción de nuevas viviendas para colonos judíos en el territorio ocupado [8]. Sin ir más lejos, en el último trimestre –y mientras John Kerry iba y venía en sus gestiones- el gobierno israelí aprobó la construcción de 5000 nuevas viviendas judías en el territorio palestino, comenzó a construir 1000 de ellas y continuó la construcción de un tren que conectará las colonias con Israel.
Razones para el escepticismo le sobran, pues, a las y los palestinos. No se necesita mucha imaginación para entender que nadie invertiría sumas multimillonarias en levantar en territorio ajeno ciudades enteras, con su correspondiente infraestructura, viviendas y servicios de primer mundo, si estuviera realmente dispuesto a devolverlo algún día.
Y es que cualquiera que siga de cerca la retórica doméstica de los políticos israelíes –mucho más explícita de lo que la gente en Occidente cree- sabe perfectamente, sin necesidad de especular ni usar la imaginación, que el proyecto sionista (con diferencias sólo de matiz entre los partidos de turno en el gobierno) no tuvo, no tiene ni tendrá nunca la menor intención de devolver a los palestinos su territorio. [9] Mucho menos el actual gobierno de ultra-derecha, controlado por los colonos, algunos de cuyos ministros (como el de Economía Neptali Bennett) llaman abiertamente a la anexión de toda Cisjordania y la expulsión de “los árabes”.
Israel es el último interesado en que las negociaciones algún día arriben a una solución. No le interesa el resultado (porque sabe que el único afín a sus intereses es inaceptable para la comunidad internacional: quedarse con el 100% del territorio), sino hacer durar el proceso lo más posible para entretanto seguir creando “hechos consumados” [10], y de paso presentar ante el mundo una imagen de voluntad negociadora que no es tal. Por eso siempre que los palestinos estuvieron dispuestos a ceder algo más a las demandas israelíes, éstos subieron la apuesta y plantearon nuevas exigencias [11] (asegurándose, además, que los medios internacionales mostraran la imagen invertida: Israel siempre condescendiente haciendo “generosas ofertas” y los palestinos eternamente intransigentes). [12]
Por si quedaran dudas, el parlamento israelí está en proceso de aprobar una ley que obligaría al Ejecutivo a someter a referéndum cualquier posible acuerdo de devolución de territorio. El resultado de dicha consulta (que por supuesto no tendría en cuenta la opinión palestina) es fácilmente previsible: las encuestas de opinión pública han revelado recientemente que la mayoría de los judíos israelíes, aunque dicen apoyar una solución de “dos estados” (entendido como total separación de los palestinos), en realidad se oponen a ceder en ninguno de los aspectos fundamentales: fronteras anteriores a 1967, evacuación de las colonias, división de Jerusalén y derecho al retorno de los refugiados palestinos. [13] 
¿Qué busca eludir Israel?
En los últimos años, la lucha palestina comenzó a desarrollar dos estrategias paralelas: por un lado, la ANP -ante el fracaso reiterado de las negociaciones- optó por recurrir a la ONU para lograr allí lo que no ha podido obtener sentándose a la mesa con los israelíes. El primer resultado –modesto pero significativo, aunque sólo simbólico- fue la aceptación de Palestina como “Estado observador” en la Asamblea General de la ONU (29/11/12). Por otro lado, en 2005 la sociedad civil palestina lanzó una campaña global –inspirada en la lucha contra el apartheid sudafricano- llamando al boicot, el retiro de inversiones y las sanciones contra Israel (el Movimiento BDS) para obligarlo a respetar las resoluciones de la ONU y el derecho internacional.
Ambas estrategias tienen en común haber sido exitosas y plantearse como alternativas al proceso de paz, distanciándose del paradigma de Oslo. Y es que, a pesar de la inoperancia de la ONU, Israel teme los avances diplomáticos que Palestina ha logrado en ese ámbito (por ejemplo, la membresía en la UNESCO). Israel y EEUU siempre han denunciado que esos logros “dañan el proceso de paz”. En este plano, la mayor amenaza de la ANP –reiterada pero incumplida- fue la de recurrir a la Corte Penal Internacional y a la Corte Internacional de Justicia para demandar a Israel por crímenes de guerra y otras violaciones. Obviamente Israel prefiere que el ‘conflicto’ con los palestinos se dirima en un ámbito controlado por su protector y principal aliado (EEUU), que en el sistema multilateral. La misma Tzipi Livni, principal negociadora israelí en esta etapa, lo dijo claramente en 2011: “El reinicio de las negociaciones detendrá la bola de nieve que está rodando hacia nosotros en Naciones Unidas, y en general”. Como era previsible, la ANP aceptó abandonar cualquier iniciativa ante la ONU mientras duren las negociaciones.
Del mismo modo, el 4 de junio, uno de los más prestigiosos analistas internacionales del New York Times, Thomas Friedman, escribió que “el movimiento BDS está creando una poderosa ola de opinión internacional -especialmente en Europa y en los campus universitarios- que ve a Israel como un Estado paria por su ocupación de Cisjordania." La principal razón por la que ese país debe poner fin a la ocupación, según Friedman, es "para revertir la tendencia a la deslegitimación internacional que se cierne sobre Israel." [14]
Si bien cada día el movimiento BDS obtiene victorias significativas en el plano económico, cultural y académico, un salto cualitativo fue la decisión del físico Stephen Hawking en mayo de no asistir a la conferencia convocada en Jerusalén por el presidente Shimon Peres. Más recientemente, la Unión Europea –que hasta ahora no había pasado de una retórica condenatoria a la colonización y de la amenaza de etiquetar los productos de las colonias ilegales (sin dejar de comercializarlos)- emitió directivas estableciendo que las líneas de financiación y fondos de cooperación de la UE a Israel no se aplicarán a empresas, instituciones educativas, ONGs u órganosde gobierno ubicados en el territorio palestino ocupado (es decir, al este de la Línea Verde). [15] Y como dijo un columnista israelí, el reinicio de las negociaciones “es preferible a la actual campaña de incitación contra Israel que se está llevando a cabo en los supermercados de toda Europa". [16]
El fantasma del apartheid
Finalmente, como señalan varios analistas [17], el “proceso de paz” también puede salvar a Israel del mayor peligro de todos: la democratización. Dicho proceso está asociado al paradigma de los dos estados separados, pensado para mantener la etnocracia del estado judío y evitar la amenaza demográfica que constituye el crecimiento de la población árabe (a ambos lados de la Línea Verde), o la amenaza política de traducir esa realidad en un estado bi-nacional (es decir, no judío).
La misma Tzipi Livni dijo en junio que "la única manera de preservar a Israel -como un estado judío- es a través del proceso político". Es la misma razón por la que más de 120 importantes figuras judías estadounidenses escribieron recientemente a Netanyahu urgiéndole a buscar una solución negociada de dos estados con el fin de neutralizar -en palabras del propio primer ministro israelí- la amenaza de "un estado bi-nacional". [18]
La realidad innegable es que hoy Israel gobierna a dos grupos de poblaciones en un único territorio (desde el Mediterráneo hasta el Jordán), sometiendo a cada una de ellas a regímenes legales diferentes. No hablamos de uno y otro lado de la Línea Verde: dentro mismo de Cisjordania ocupada, la población judía que habita las colonias (y que goza de derechos y un nivel de vida radicalmente superiores) se rige por las leyes civiles de Israel, mientras que la población palestina es gobernada por el ejército y la legislación militar. Del mismo modo, al oeste de la Línea Verde, Israel es una ‘democracia’ sólo para la población judía, pues existen más de 50 leyes que discriminan a la población árabe [19].
Ese es el gran dilema que enfrenta hoy el proyecto sionista que fundó a Israel como un estado judío (es decir, etnocrático o teocrático, según como queramos entenderlo), en la medida que no ha podido en 65 años deshacerse de la población árabe nativa: o la integra en igualdad de derechos, poniendo fin al carácter judío del Estado, o continúa sometiéndola a un régimen de dominación y discriminación intolerables en el siglo XXI.
No hay otro nombre para definir un régimen de esta naturaleza que el de apartheid [20]. Nadie más calificado para decirlo que el pueblo sudafricano, que no por casualidad es el país donde el BDS es más fuerte (adoptado por iglesias, sindicatos, universidades y hasta el propio partido de gobierno). Y si miramos la historia contemporánea, sabemos que un régimen racista, de apartheid o de colonialismo de asentamientos (como es el sionismo) no se supera con negociaciones de paz que no vayan acompañadas de fuertes medidas de aislamiento, sanciones y presión internacionales hacia la parte más poderosa o dominante [21]. Esa es la verdadera “amenaza existencial” que enfrenta Israel.
Y como también enseña la historia, la caída de un régimen así es cuestión de tiempo. Israel lo sabe (igual que EEUU), y por eso embarcarse en una nueva ronda del ficticio “proceso de paz” no es más que otra forma de hacer tiempo. Esta vez EEUU ha dado nueve meses para alcanzar un acuerdo. ¿Quién da más?

Notas

[1] C itado por el historiador Ilan Pappé en una conferencia de 2010 en Stuttgard.
[2] EEUU ha usado 41 veces el veto en el Consejo de Seguridad para frustrar resoluciones condenatorias a Israel, y ha votado en contra de todas las resoluciones emitidas por la Asamblea General en favor de los derechos palestinos.
[3] El término alude a la provisoria frontera definida por el armisticio de 1949 que puso fin a la guerra entre Israel y Egipto-Jordania, y que pasó a considerarse la frontera oficial entre el flamante país y el futuro estado palestino, otorgándole al primero el 78% de la Palestina histórica. Frontera que no obstante fue borrada por Israel en 1967 cuando ocupó Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza, y que hasta el día de hoy se niega a reconocer (razón por la cual nunca ha definido oficialmente sus fronteras y no tiene una Constitución).
[4] Vale la pena recordar que el mandato del presidente de la ANP terminó en enero de 2009 (prorrogado “por emergencia” por un año más), y desde entonces no se ha podido convocar a nuevas elecciones debido a la fractura política entre Fatah (que gobierna en Cisjordania) y Hamas (que gobierna de facto en Gaza desde 2007).
[6] Una división que supuestamente debía terminar en 1999, pero se ha vuelto uno de los elementos clave y más eficaces del control territorial y la dominación del ejército israelí.
[7] La ONU había definido que la ciudad, por su carácter sagrado e histórico, debía tener un estatuto especial y ser compartida por ambos estados. En 1967 Israel anexó unilateralmente la parte Este, destinada a ser la futura capital del Estado palestino (pero no otorgó la ciudadanía a sus habitantes palestinos, que tienen apenas un incierto “permiso de residencia”). La comunidad internacional nunca reconoció la proclamación de Jerusalén como “capital única e indivisible de Israel” y por eso ningún país ha establecido su embajada en la ciudad.
[8] Reiteradas resoluciones de la ONU –ignoradas por Israel- han afirmado que las colonias israelíes en el territorio palestino ocupado, además de ser ilegales según el derecho internacional humanitario (IV Convenio de Ginebra, art. 49), son el principal obstáculo para la paz.
[9] Danny Danon, viceministro de Defensa y presidente del Comité Central del Likud, dejó claro en una entrevista con el Times of Israel que “el partido y la coalición de gobierno se oponen firmemente a una solución de dos estados, y bloquearían la creación de un Estado palestino en caso de que la opción se sometiera a voto.” Citado por Sergio Yahni en: http://sergioyahni.wordpress.com/2013/08/09/when-will-israelis-accept-peace-agreement/
[10] Aunque no hay espacio aquí para desarrollarlos, los planes israelíes en curso para apoderarse del resto de Cisjordania son el llamado E1 (área alrededor de Jerusalén), la Zona Militar 918 (en las Colinas del Sur de Hebrón) y toda el área del Valle del Jordán. Y dentro de las fronteras de Israel, planes similares están en marcha para expulsar a 40.000 árabes beduinos del desierto del Negev (el resistido Plan Prawer) y para seguir judaizando la región de Galilea, donde se concentra la población palestina.
[11] Más aún: después que los palestinos reconocieron al Estado de Israel, éste como siempre planteó una nueva exigencia: que reconocieran a Israel como un “estado judío”. Eso significaría aceptar la supremacía étnico-religiosa que sustenta hoy el régimen israelí y desconocer los derechos del millón y medio de palestinos/as que constituyen el 20% de la población de Israel y no gozan del privilegio de la nacionalidad judía.
[12] A principios de 2011 la cadena Al Jazeera dio a conocer documentos secretos de las negociaciones (“ Los papeles palestinos ”) que revelaron hasta qué punto los negociadores palestinos estaban dispuestos a ceder en los temas cruciales.
[13] http://sergioyahni.wordpress.com/2013/08/09/when-will-israelis-accept-peace-agreement/ 
[14] http://www.nytimes.com/2013/06/05/opinion/friedman-israel-lives-the-joseph-story.html?_r=1& Ver también el artículo del israelí Larry Derfner reseñando los logros del BDS y la amenaza que plantea para Israel en:http://972mag.com/consensus-wisdom-the-boycott-of-israel-is-working/74297/
[19] http://adalah.org/eng/Israeli-Discriminatory-Law-Database (Adalah, Centro Legal para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel)
[20] Incluso mecanismos de la ONU han empleado este término al analizar el régimen israelí, como el comité encargado de vigilar el cumplimiento de la Convención Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD).
[21] Tampoco es casualidad que Israel diera apoyo militar, económico y diplomático al apartheid sudafricano, y fuera de los últimos países en mantener dicho apoyo hasta la caída del régimen racista.

El antes y el después de tres barrios de Alepo en la guerra de Siria

El antes y el después del barrios sirios de Ard al Hambra, Jabal Badro y Tarip al-Bad.| Efe
El antes y el después del barrios sirios de Ard al Hambra, Jabal Badro y Tarip al-Bad.| Efe
Tres barrios de Alepo reflejan la destrucción del conflicto sirio, según unas fotos der Amnistía Internacional (AI). Las instantáneas, realizadas a través de un satélite y publicadas esta semana, muestran el antes y el después de la misma zona geográfica tomadas en diciembre de 2012 y febrero 2013.
Las imágenes muestran los barrios Ard al-Hamra, Jabal Badro y Tariq al-Bab. En uno de ellos se encuentra la Ciudad Antigua de Alepo, una zona considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, la belleza de su arquitectura no ha cautivado a los rebeldes ni al ejército sirio y gran parte ha quedado destruido. La misma suerte han corrido el mercado medieval Zoco de Al-Medina y el minarete de la Gran Mezquita de Alepo,
"Nuevas imágenes de satélite de Alepo constituyen la prueba más reciente de cómo el dilatado conflicto en Siria está dando lugar aviolaciones de derechos humanos masivas contra la población civil, que está sufriendo las peores consecuencias de la espiral de violencia, el desplazamiento y la crisis humanitaria", ha indicado AI en una publicación en su blog.
La Asociación Psiquiátrica Estadounidense para el Progreso de la Ciencia (AAAS) en colaboración con AI ha dirigido un análisis a fondo de las consecuencias de la violencia armada entre los detractores de Bashar Asad y el Gobierno de Siria.
"Alepo ha quedado completamente destruida; su población ha huido en masa de la conflagración", ha contado Donatella Rovera, directora del estudio tras pasar largos periodos investigando violaciones de derechos humanos sobre el terreno en Siria, ha informado AI.
Desplace la barra azul para ver el antes y el después
Amnistía Internacional denuncia que las "fuerzas del Gobierno han bombardeado zonas bajo el control de las fuerzas de oposiciónen toda Siria de manera indiscriminada e incansable", lo que al final la "víctima es la población civil".
La organización advierte de la desigualdad que existe en las zonas afectadas donde el control está en manos de los rebeldes o del Gobierno de Bashar Asad. "La destrucción causada en la ciudad afecta de manera 'gravemente desigual' a los barrios bajo el control de la oposición, según la valoración del estudio de la AAAS", han apuntado.
Más de 100.000 personas han muerto en Siria desde que comenzó el conflicto hace dos años que ha dejado también millones de desplazados. Las protestas, que comenzaron en marzo de 2011, pedían reformas democráticas, pero fueran acalladas por el régimen y desembocaron en el conflicto civil que aún continúa.

viernes, 9 de agosto de 2013

Occidente juega con fuego en Siria

POR LEANDRO ALBANI   
kabchi_04.jpg
En esta entrevista con Resumen Latinoamericano, el analista internacional Raimundo Kabchi realiza una extensa reflexión sobre lo que sucede en Medio Oriente
Resumen Latinoamericano (desde Caracas) - Raimundo Kabchi es abogado y analista internacional. Libanés de nacimiento, su patria hace 55 años es Venezuela, como él mismo lo remarca. Durante muchos años, Kabchi se desempeñó como asesor del presidente Hugo Chávez para temas de Medio Oriente, algo que lo transforma en referencia para consultar sobre esa región del mundo que se mantiene convulsionada desde hace bastante tiempo.
En esta charla con Resumen Latinoamericano, Kabchi dejará en claro que abordar las cuestiones de Medio Oriente implica una complejidad que no es fácil desentrañar. Pese a esta advertencia, Kabchi tiene la virtud de analizar al mundo árabe desde una posición de izquierda y antiimperialista, y a su vez explicar lo que sucede de forma simple y siempre apuntando al país que genera los conflictos en esa zona: Estados Unidos.

En este caso, la crisis interna en Siria que lleva más de dos años será uno de los temas principales de la entrevista. Kabchi además se referirá a la situación del Líbano, país en el cual existe el peligro real de que se traslade el conflicto sirio, generado principalmente por grupos terroristas financiados por Washington y sus aliados para derrocar al gobierno del presidente Bashar Al Assad. La postura de la organización político-militar Hezbollá, la realidad de Egipto y las diferencias entre Libia y Siria también estarán presentes en este diálogo esclarecedor.

-¿Qué análisis se puede realizar sobre la situación en Siria, luego de más de dos años de agresiones contra ese país?

-Siria es objeto de una conjura internacional. Frente a los planes imperio-sionistas y de la derecha árabe, Siria forma parte de un sistema que llamamos en Medio Oriente, sistema de resistencia. Es decir, se opone a los planes imperialistas, sionistas y de la derecha árabe, procurando destruir a este país, para consecuencialmente saltar al otro eslabón en esa cadena que sería Irán, Irak, el Líbano, Palestina, etc. Otro objetivo constante de Occidente en Medio Oriente, y es la existencia, la seguridad, y la expansión del Estado de Israel. Siria, al igual que Irán, resulta un estorbo para este propósito. Por otro lado, está el aprovechamiento de las riquezas patrias del mundo árabe. También Siria es un escollo en este camino. El petróleo, el gas, los petrodólares que se reciclan para las sociedades occidentales, agobiadas por una crisis estructural e internacional. Siria representa también un eslabón perdido en una cadena que tanto Estados Unidos como la Otan quieren tender frente a Rusia y China. Si echamos un vistazo al mapamundi encontraremos que hay una cadena de bases militares y escudos de misiles que se extienden desde el mar de Barents hasta Turquía, y después llega hasta el Golfo Pérsico. Si vemos hacia el Oriente, más bases en Filipinas, Corea del Sur, Taiwán, Guam, inclusive a Japón. Esa cadena está rota, de alguna manera, por Siria, el Líbano, Irán e Irak. Con destruir a Siria prácticamente se crea un sistema completo de bases militares alrededor de Rusia y China. No hace falta explicar por qué Estados Unidos quiere cercar a Rusia y China, países considerados como emergentes en el mundo, en un momento en que el imperialismo occidental, neoliberal y capitalista se encuentra en decadencia. Estas son alguna de las razones fundamentales por la cual esta Siria valiente, unida a través de un sabio liderazgo, un ejército ideológico y militante, y un pueblo aguerrido y nacionalista, ha logrado enfrentar a una conjura internacional de casi ochenta países del mundo y a un terrorismo internacional que Occidente dice combatir, pero que sin embargo alienta, arma y le da cobertura y legitimidad en Siria.

-¿Cómo se puede explicar la unidad de gobierno, pueblo y ejército en Siria?

-Achaco a la oposición venezolana que siempre quiere transpolar circunstancias de otros países, otras idiosincrasias y otras realidades a Venezuela, no obstante las condiciones y circunstancias diferentes. Así son los errores de Occidente frente a Siria. Pensaron que Siria y Libia significan lo mismo, y que Rusia y China van a tener una posición blanda como la tuvieron en Libia. Ni Muammar Al Gaddafi es Bashar Al Assad, ni Libia es Siria, ni la situación internacional es igual para Libia y Siria. Gaddafi fue víctima de sus propios errores, inducido por sus hijos,  Gaddafi se entregó a una orientación política llevada a cabo en especial por Saif Al Islam. Se abrió a Occidente, aumentó su intercambio con los Estados Unidos de 300 millones de dólares a casi 7.000 mil millones, se abrió a los países de la Otan no solo suministrando petróleo sino también ayudando con dinero a los candidatos a la presidencia y primeros ministros en Europa, algo que hoy es reconocido en el mundo entero. Como si fuera poco, el petróleo que había nacionalizado en la década del setenta, Gaddafi lo puso de nuevo a disposición de los grandes consorcios internacionales y se desvinculó de su trayectoria política: el Gaddafi nacionalista, progresista y unionista, cedió para dar paso a un pragmatismo en la política internacional. Y el imperialismo no perdona, no tiene amigos, el imperialismo tiene vasallos o enemigos. Al vasallo lo utiliza como un objeto desechable y al enemigo hace todo lo posible para destruirlo. En Siria es diferente por su posición histórica, por la trayectoria del partido gobernante, del propio presidente, del ejército y del pueblo, no claudicó, no se entregó, es consecuente con su historia y lucha, consciente de su realidad y segura de su futuro, resistió. Veintiocho meses resistiendo una embestida internacional de los países más feroces que ha conocido la historia y de unos grupos terroristas que jamás conoció el género humano, es la mejor prueba de que algo diferente hay en Siria, a diferencia de otros países.


kabchi_05.jpg

-¿Cómo explicar la posición de Estados Unidos y sus aliados europeos frente a lo que sucede en Medio Oriente?

-¿Cómo entender que Occidente comulga con países en el Medio Oriente que jamás han tenido una Constitución que rige sus realidades? Que no tienen partidos políticos de oposición y ni siquiera de gobierno. No tienen sindicatos, no se respetan los derechos humanos. Son estos países los aliados de Occidente, del mismo Occidente que dice querer llevar la democracia a Medio Oriente. ¿Cómo poder entender eso y cómo explicarlo? Su voracidad económica y su alianza con Israel no les permiten ser objetivos.

-¿Estamos hablando de las monarquías del Golfo Pérsico?

-Estoy hablando de una gama de monarquías o dictaduras impuestas por Estados Unidos y la Otan en Medio Oriente durante los últimos cincuenta años. ¿Cómo considerar a Israel modelo y ejemplo de democracia y civilización siendo un país absolutamente agresor, belicista, racista, exclusivista y excluyente? Sin embargo, el palestino que procura regresar a su patria y quiere cumplir con la resolución de las Naciones Unidas que le dio vida a Israel (Resolución nº 181, del 29 de noviembre de 1947), y que también le tendría que dar vida a los palestinos, ¡Israel los considera terrorista, los asesina y los persigue! Occidente apoya esto. Uno no entiende que hay valores y principios perdidos totalmente no sólo en Medio Oriente, sino inclusive en los medio de comunicación internacionales. ¿Cómo es posible que gobiernos occidentales, como el de (Barack) Obama, (Nicolas) Sarkozy en su momento, (David) Cameron, (Ángela) Merkel, le pueden decir a un país libre y soberano que su Jefe de Estado, electo popularmente, es ilegitimo y tiene que irse? Siria hoy en día es objeto de una conjura internacional que requiere todo, menos democracia, libertades públicas y derechos humanos, porque no existe en los últimos veintiocho meses que dura esa agresión a Siria, un país en Medio Oriente que haya adelantado tantas reformas constitucionales, tantas transformaciones por respeto a los derechos humanos y a las libertades públicas, como el gobierno sirio. ¿Quién en la Otan escuchó esto? ¿Quién le dijo al gobierno sirio: “Bien hecho, es un paso firme en la vía de una mejor democracia”, que ellos dicen procurar? Nadie, ¡porque su afán se agota en el petróleo e Israel!

-¿Los combates en Siria se pueden trasladar a Líbano?

-Desde los primeros días de la agresión internacional a Siria todos hemos advertido a Occidente que jugar con fuego en Siria puede llevar la candela a los países vecinos, sobre todo a Turquía, que se hundió en el pantano de la agresión contra Siria. A Líbano y a otros, se advirtió de que lo que se quiere plantear en Siria es el gobierno de los Hermanos Musulmanes (HM), de los recalcitrantes islamistas que no conocen al Islam, sino como nombre para utilizarlo en sus afanes de llegar al poder. ¿Es obra del azar que quienes dijeron que el presidente Assad duraba dos o tres semanas y se iba, como la señora (Hillary) Clinton, que se fue ella primero, o el señor Sarkozy, que el pueblo francés lo rechazó? Turquía, y el problema existente en ese país amenaza con tener mayores proporciones debido a su importancia por la cercanía a centros europeos, que pueden también ser alcanzados por las llamas de la guerra y la confrontación. Uno de los objetivos de la conjura en Siria es debilitar a la organización nacionalista de resistencia Hezbollá en Líbano. Una organización que jamás cometió un solo acto de terrorismo y solo lucha contra un Israel agresor. Sin embargo, estos grandes “civilizadores y demócratas” de Occidente consideran a Hezbollá una organización terrorista. ¿Cuál es su culpa? Repeler la agresión israelí. El agresor pasa a ser un “civilizador demócrata” y el agredido es un vil terrorista. Esta es la paranoia de Occidente frente a los pueblos de Medio Oriente. Lo que es verdad es que los gobiernos que impusieron en Medio Oriente, como en Egipto, cayeron en menos de un año. En Libia hay una zozobra total, los países del Golfo tienen sus problemas, que pretenden cambios en las estructuras. 


kabchi_03.jpg

-¿Piensa que Hezbollá va a ser desequilibrante para contener el ingreso de terroristas a Líbano?

-Hemos dicho que los problemas de Medio Oriente son muy complejos y hay que estar muy familiarizado con los temas para entenderlos mejor. Yo soy libanés cristiano y a su la estoy con los postulados de la lucha de Hezbollá, no como los acusan de terrorismo, sino por la lucha de liberación en Líbano. Después de ser liberado el territorio, los libaneses, como hemos vivido durante miles de años podemos seguir viviendo en armonía. Hay un peligro inminente a la salud de Líbano por parte de quienes dicen que quieren sosiego y tranquilidad en Medio Oriente, es decir Israel y los países de la Otan. Mi país de origen era un ejemplo de democracia en Medio Oriente y lo desbarataron. ¿Cómo es posible que un terrorista en Estados Unidos, es terrorista, al igual que en el sur de Francia es terrorista, y en el norte de Mali también, y como tal hay que combatirlo? Pero si estos terroristas están en el Líbano amenazando al país, y no solo a Hezbollá, a Siria y a otras naciones, ¿por qué ayudarlos? ¿En nombre de qué principios morales, de derechos, de humanismo, ayudarlos? Como el imperialismo siempre nos trata, no solo como vasallos, sino como eunucos intelectuales, entonces a través de su prensa y de sus quintas columnas en nuestras sociedades, nos venden el blanco como negro, y el negro blanco. En el Líbano hay peligro inminente de los terroristas, de los mismos terroristas que obran hoy en día en Egipto, en Siria, en Irak. Ellos tratarán de llevar por delante a Líbano, o a Turquía, a Jordania o a muchos otros países si Occidente no cambia su estrategia y su agenda en Medio Oriente. Estos terroristas no trabajan solos. Desde Afganistán, en la época de la Unión Soviética, hasta el día de hoy, estos terroristas son auspiciados, ayudados, armados, financiados y protegidos mediáticamente, por la Otan e Israel, con el objetivo de de masacrar y tumbar a gobiernos que no son afines a los intereses de Occidente, sea en el Medio Oriente, en América Latina o en el mundo entero.

-¿Estados Unidos y sus aliados tienen noción real de esta situación?

-Lo que pasa es que Occidente, equivocado en su política en Medio Oriente, se da cuenta tarde que está jugando con fuego en una zona llena de petróleo inflamable y de petróleo que es la garantía para solucionar los problemas económicos de Occidente. Ya nadie habla de la salida de Bashar Al Assad, nadie habla de un triunfo de estos terroristas internacionales auspiciados por Occidente. ¿Qué dicen Obama y Kerry y Cameron, y otros? ¿Qué es lo que ahora piden para Siria? Seguir armando y enviando ayuda a los terroristas para que haya un balanceo en el terreno y, en consecuencia, en la mesa de conversaciones tengan, estos sectores del terrorismo internacional, una carta para negociar. Volver a la misma situación que planteó el gobierno sirio en un principio. Al problema sirio no se lo puede enfrentar con armas, con destrucción y con sangre. Siria tiene que tener una solución, en primer lugar, entre los sirios, y en segundo lugar, política y pacífica.

-¿Cómo se podrían explicar los factores que hoy están jugando en Egipto?

-Hoy en día en Egipto no existen esos factores. Si queremos un estudio sincero, profundo y objetivo, tenemos que decir que en Egipto hay dos corrientes, como las hay en cualquiera de los países de Medio Oriente. Existe una que quiere servir a los intereses de Occidente, y son presentados como libertadores y demócratas, pero sin serlos. Y están las fuerzas nacionalistas que pregonan la soberanía, la independencia, la libertad, la reivindicación de las riquezas patrias para el provecho del pueblo. ¿Cuántas veces hemos leído de que ese gobierno adicto a Occidente, de (Hosni) Mubarak por más de treinta años, dejó el país con más del 50% de la población pobre? ¿Quién llevó a los Hermanos Musulmanes al poder? Esa organización fue creada en 1928 en Egipto. Después de ochenta y cinco años de mala oposición que hicieron a lo largo y a lo ancho del mundo árabe, llegan al poder. Lo que desbarataron en ochenta y cinco años de oposición, lo hicieron en doce meses: aumentaron la pobreza, el analfabetismo, la economía quedó en el suelo, se ocuparon en matar uno de los ingresos más importantes en Egipto que es el turismo. Cuando leemos las declaraciones de Kerry, nos preguntamos cómo quedamos. Kerry dijo que el Ejército tuvo que intervenir para enderezar la democracia en Egipto. Eso lo podrían haber logrado impidiendo a su lacayo, el señor (Mohamed) Mursi, llevar a cabo una política totalmente sesgada, adelantar una Constitución totalmente contraria al sentir aplastante de la mayoría egipcia. No debemos olvidar de que Mursi, en la primera ronda electoral obtuvo cinco millones y medio de votantes, de un total de cincuenta millones. En la segunda ronda logró once millones, es decir que no representaba a la mayoría para hacer una Constitución a su medida y a la medida de su partido, que es excluyente, de corte islámico, pero de un Islam que no tiene nada que ver con el Corán. Es un Islam retrógrado que sólo sirve a los intereses políticos de un sector de la población. Kerry y su gobierno podrían haber impedido estas manifestaciones multimillonarias que llenaron las calles y pedirle al señor Mursi hacer un gobierno de amplitud, porque los demás tienen derechos, sean nasseristas, socialistas, unionistas, de los otros partidos. En Egipto están planteados dos modos de ver la política interna e internacional. Un modo de ver la política como sumisión a los intereses de Occidente y otro punto de vista, de la mayoría de la población, que quiere un Egipto soberano, independiente, que pueda aprovechar sus riquezas patrias y, sobre todo, volver a jugar su rol histórico de liderazgo en Medio Oriente y de equilibrio en una zona llena de contradicciones y de conflictos locales.


Fotos: Verónica Canino

El anacrónico Consejo de Seguridad de la ONU

El anacrónico Consejo de Seguridad de la ONU

Por Leandro Morgenfeld*. Argentina preside este mes el Consejo de Seguridad de la ONU. Cristina Fernández criticó el martes su falta de efectividad, vinculada a los privilegios de los miembros permanentes. Cuáles son las tensiones en ese poderoso organismo y los proyectos de reforma.
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, entre 1944 y 1945, mientras el enfrentamiento militar permitía vislumbrar la derrota de las potencias del Eje, se sucedieron numerosas conferencias. En ellas se reunieron los líderes de los países aliados, Roosevelt (EE.UU.), Stalin (Unión Soviética) y Churchill (Gran Bretaña) –los Tres Grandes– y/o sus cancilleres. En febrero de 1945, estos jefes de Estado, se encontraron en Yalta, a orillas del Mar Negro, donde comenzaron a diseñar el mundo de la inminente posguerra.
Pocos meses más tarde, en la Conferencia de San Francisco, se aprobó la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que contaría con un Consejo de Seguridad con cinco miembros permanentes con derecho a veto: Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, China y Francia. En este exclusivo ámbito, que reúne además a 10 miembros rotativos sin derecho a veto, se toman resoluciones sobre los problemas de la paz y la seguridad entre las naciones. Fue una pieza clave durante la Guerra Fría: al tener Estados Unidos y la Unión Soviética derecho a veto, el Consejo operaba como una salvaguarda para evitar que las tensiones del mundo bipolar llevaran a una probable tercera guerra mundial (nuclear).
A lo largo de la historia, el Consejo fue objeto de diversas críticas por su carácter antidemocrático -no se puede resolver allí nada sin el acuerdo de las cinco potencias, incluso contra la opinión de la Asamblea General, en la que cada país cuenta con un voto- y existieron distintas propuestas para modificar su composición y su funcionamiento. La mayor reforma se realizó en 1965, cuando los miembros no permanentes aumentaron de 6 a 10. Las otros dos cambios fueron implementados en 1971 (la República Popular China asumió la representación de su país, en litigio con Taiwán) y dos décadas después la Federación Rusa reemplazó a la extinta Unión Soviética.
Las críticas se centran en cuatro puntos: el poder de veto de las potencias, la falta de representación de los países emergentes entre los miembros permanentes, la dificultad para obligar a las potencias a hacer cumplir las resoluciones del Consejo y lo antidemocrático de un organismo en el que sólo están presentes unos pocos países de los 193 que integran la ONU como Estados miembros. El derecho a veto, que otorga un poder desmedido a unos pocos, lleva a que muchas resoluciones de la Asamblea no sean cumplidas por las potencias. Por ejemplo, Gran Bretaña no inicia el diálogo con Argentina por la soberanía de Malvinas; Israel no cumple las disposiciones sobre Palestina. El Consejo, por decisión de Gran Bretaña y Estados Unidos, no obliga a que se cumplan las decisiones de la Asamblea.
Japón, Alemania, Brasil e India (el G4), impulsan su ingreso como miembros permanentes, junto a un país africano. Brasilia, fundamentalmente durante la gestión de Celso Amorin como canciller (2003-2010), impulsó con fuerza el ingreso de Brasil como miembro pleno, aunque admite que los nuevos integrantes del selecto grupo no tengan derecho a veto. Esta posición supuestamente realista -en tanto señala que las reformas deben consensuarse con los actuales cinco miembros permanentes-, llevó al gobierno brasilero a realizar concesiones a las potencias y a debilitar una posición regional conjunta de cuestionamiento del carácter vetusto del Consejo.
Una línea de intervención más adecuada es la planteada el martes pasado en el Consejo de Seguridad, bajo la presidencia argentina y con la presencia de un número importante de cancilleres latinoamericanos, representantes de la UNASUR y la CELAC. No sólo debe cuestionarse la existencia de miembros permanentes -o la necesidad de ampliar ese grupo minoritario para adaptarlo a la geopolítica del siglo XXI-, sino también y fundamentalmente el derecho a veto que ejercen las potencias nucleares.
¿Tiene sentido que la Asamblea General tome resoluciones que después los cinco "grandes" no acaten? ¿De qué sirve un Consejo que no pueda detener un ataque como el que Estados Unidos y algunos aliados lanzaron contra Irak en 2003 con argumentos falsos? ¿O que el pueblo palestino no tenga derecho a un Estado? ¿O que no pueda juzgarse al gobierno de Estados Unidos a pesar de que, como se probó hace dos semanas, haya espiado a las demás delegaciones para forzar al Consejo a que vote duras represalias contra Irán?
Las críticas al carácter obsoleto de la composición y funcionamiento del actual Consejo, de todas formas, pecan generalmente de cierta ingenuidad. Los organismos multilaterales como la Sociedad de las Naciones o posteriormente la propia ONU, más allá de sus objetivos manifiestos, no permitieron configurar un sistema internacional "justo" o equilibrado, y en general operaron al servicio de las grandes potencias imperialistas. La denuncia de los aspectos más antidemocráticos -como el derecho a veto o el no cumplimiento de las resoluciones- debe a la vez evitar el embellecimiento idealista de este tipo de instituciones.
La "paz perpetua" no va a lograrse a través del perfeccionamiento de un instrumento creado por las potencias en el contexto de la transición entre la derrota del nazifascismo y el inicio de la Guerra Fría. La contrucción de otro orden mundial requiere debatir no sólo los aspectos institucionales y organizativos, sino la estructura de poder -económico, militar, político, ideológico- que subyace al actual sistema internacional y a la Organización de las Naciones Unidas.
En esa línea, la presentación conjunta de los países latinoamericanos criticando el espionaje de Estados Unidos, la retención en Europa del avión que trasportaba a Evo Morales, la militarización del Atlántico Sur, a través de la base de la OTAN en Malvinas,  y otras cuestiones referentes al respeto de ciertos principios diplomáticos elementales, es un primer paso hacia un debate mayor: ¿Es aceptable que el antidemocrático Consejo de Seguridad tenga más poder que la Asamblea General en la ONU?

* Docente UBA. Investigador del CONICET. Autor de Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas (Ed. Continente, 2011), de Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos (Capital Intelectual, 2012) y del blogwww.vecinosenconflicto.blogspot.com  

miércoles, 7 de agosto de 2013

Es un proceso de larga duración. No hay nada decidido en un sentido u otro, es una situación abierta, en plena ebullición

Viento Sur
Entrevista a Gilbert Achcar sobre la situación en los países árabes



- El proceso revolucionario de la región árabe no deja de sorprender a los medios. ¿Cómo analizas los recientes acontecimientos en Egipto y Túnez?

-Gilbert Achcar. Ciertamente se producen cambios cualitativos, pero el hecho mismo de que se produzcan nuevas turbulencias no podría sorprender si se ha comprendido que lo que comenzó a finales de 2010-comienzos de 2011 es un proceso revolucionario de larga duración. La idea de que las victorias electorales de fuerzas procedentes del integrismo islámico en Túnez y en Egipto iban a cerrar el proceso se ha revelado completamente falsa. Esas fuerzas estaban condenadas al fracaso en la medida en que, como los regímenes a los que suceden, tampoco tienen respuesta a los muy graves problemas sociales y económicos que están en el origen de los levantamientos. Se sitúan en la continuidad de las recetas neoliberales y no podrían por tanto resolver esos problemas que no hacen más que agravarse. El proceso revolucionario puede tomar formas sorprendentes, pero vamos a continuar mucho tiempo pasando de conmoción en conmoción a escala regional antes de una estabilización de la situación que supondría, en una hipótesis positiva, un cambio profundo de la naturaleza social de los gobiernos hacia políticas que tengan como eje los intereses de los trabajadores y trabajadoras.

-¿Cómo ves el enfrentamiento en curso en Egipto?

-En Egipto hay que distinguir entre dos niveles: las maniobras y conflictos alrededor del poder, y el mar de fondo popular. Éste conoce un segundo estallido después del de 2011, pero que desemboca, como el precedente, en una intervención del Ejército.

Ya en febrero de 2011 Mubarak fue apartado por los militares que tomaron entonces directamente el poder, situándose el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas en la cúspide del ejecutivo. Esta vez se han cuidado de repetir la misma operación al haberse quemado los dedos intentando gobernar el país en una situación de conmoción tal que provoca un desgaste muy rápido de cualquier gobierno que se limitara al horizonte de las políticas neoliberales. Pero los civiles designados a la cabeza del ejecutivo no pueden ocultar el hecho de que es el Ejército quien ejerce el poder. Dicho esto, el argumento según el cual, esta vez, el Ejército ha intervenido contra un gobierno democráticamente elegido remite a una concepción muy derechista de la democracia, según la cual los representantes elegidos tienen carta blanca para hacer lo que quieran durante la duración de su mandato, incluso si traicionan de forma flagrante las esperanzas de sus electores y electoras. Una concepción radical de la democracia implica el derecho a la revocación. Es esta forma la que ha tomado el movimiento en Egipto con la petición de la salida de Morsi y de nuevas elecciones que han lanzado los jóvenes del movimiento "Tamarrod" (Rebelión), que han reunido en algunos meses un número impresionante de firmas, muy superior al número de votos que había obtenido Morsi para su elección presidencial. Desde este punto de vista, su revocación era completamente legítima.

Por el contrario, el gran problema es que en vez de organizar el movimiento de masas a fin de derrocar a Morsi mediante los medios de la lucha de masas -la huelga general, la desobediencia civil- hemos visto a los dirigentes de la oposición liberal y de izquierdas ponerse de acuerdo con los militares y aplaudir su golpe de Estado, cuya lógica en última instancia es captar el potencial de movilización popular y desviarlo en favor del regreso a un orden autoritario, como lo confirman hoy las actuaciones de los militares. Esto es extremadamente grave, y a ese nivel hay una carencia fuerte de la izquierda egipcia en sus componentes mayoritarios. Ha dado lustre al escudo del Ejército, y ofrecido una buena imagen de su comandante en jefe. Éste es el hombre fuerte del nuevo-antiguo régimen. Aunque ministro de Defensa, se ha permitido convocar a la población a manifestarse en apoyo del Ejército, ignorando totalmente al nuevo gobierno.

Hoy, incluso los jóvenes de Tamarrod comienzan a inquietarse, pero un poco tarde, del engranaje en que se han dejado atrapar ellos mismos. El golpe de Estado permite a los Hermanos Musulmanes rehacerse una juventud política presentándose como mártires, víctimas de un golpe militar. Han reconsolidado su base social, ciertamente minoritaria -ahora está claro- pero sin embargo importante. La acción de los militares has exaltado su imagen.

-Así pues, ¿ha habido un desgaste muy rápido de los movimientos islamistas que han ocupado el lugar de los antiguos regímenes en Túnez y en Egipto, pero la debilidad de la izquierda plantea ahora un gran problema?

-Al margen de la izquierda revolucionaria, que sigue siendo marginal en Egipto, el grueso de la izquierda se ha implicado en el Frente de Salvación Nacional. Las corrientes que provienen del movimiento comunista tradicional así como la corriente nasseriana, que sigue siendo la más importante desde el punto de vista de la influencia popular, han participado en la empresa de mistificación de la gente sobre el papel del Ejército. Es tanto más deplorable en la medida en que esas mismas fuerzas estaban en la calle contra el Ejército en los meses que precedieron a la elección de Morsi. Cuando Sabahi, el líder nasseriano, explicaba algunos días antes del 30 de junio que había sido un error haber gritado un año antes "abajo el gobierno de los militares", sacaba las lecciones equivocadas de la historia. Lo que es un error, es arrepentirse de ello y pensar que de nuevo es necesario aplaudir al Ejército.

-¿Qué piensas de los dispositivos que intentan darse los tunecinos para poner fin al poder de Ennahda?

-Desgraciadamente, corremos el riesgo de tener en Túnez un escenario semejante al que conoce Egipto: una izquierda que no tiene la lucidez política para pelear por un programa de izquierdas, y que se dispone a entablar alianzas incluso con sectores del antiguo régimen presentes en Nidaa Tunes. Ese tipo de planteamiento beneficia finalmente a las fuerzas islamistas que utilizan la ocasión para denunciar el compromiso de la izquierda con los restos del antiguo régimen. Esto permite a los Hermanos Musulmanes o a Ennahda presentarse como portadores de la legitimidad y de la continuidad de la revolución.

-Por consiguiente ¿hay un problema de representación política de las capas populares que participan en la revolución?

-Si, el problema es que en lugar de intentar conquistar la hegemonía en el movimiento de masas luchando en primer lugar sobre la cuestión social, aún a riesgo de que se unan contra ella partidarios del neoliberalismo -que van de los integristas a los hombres del antiguo régimen pasando por los liberales- la izquierda se inscribe en alianzas de miras estrechas con sectores del antiguo régimen. En un país como Túnez, en mi opinión, la central sindical UGTT es una fuerza socialmente hegemónica y puede fácilmente llegar a serlo políticamente. Sin embargo se ha levantado una muralla entre lo sindical y lo político. La izquierda tunecina hoy a la cabeza de la UGTT, más que lanzar a la central a la batalla política con el horizonte de un gobierno de los trabajadores, parece orientarse hacia alianzas contranatura entre sus agrupamientos políticos organizados en el Frente Popular, de una parte, y los liberales y los restos del antiguo régimen del otro.

-A pesar de las dificultades para encontrar salidas, las revueltas continúan en numerosos países, se ven aparecer ahora movimientos "Tamarrod" en Libia, en Bahrein...


-En los seis países más profundamente afectados por los levantamientos de 2011 continúan los movimientos de masas. En Libia, hay una agitación permanente. Los medios no se hacen eco de ello, pero hay constantes movilizaciones populares, en particular contra los integristas; las instituciones elegidas están sometidas a presiones diversas de la base popular. En Yemen, el movimiento continúa, incluso si ha quedado debilitado por el compromiso en el que se han precipitado una parte de las fuerzas de oposición. Fuerzas radicales, en particular jóvenes y de izquierdas, continúan luchando contra ese simulacro de cambio. En Bahrein, el movimiento popular prosigue contra la monarquía.

Y en Siria, la guerra civil está en un punto álgido, ha alcanzado un nivel trágico hoy con una contraofensiva feroz del régimen sostenido por Rusia, Irán y el Hezbolá libanés. Siria es un caso flagrante de cinismo de las grandes potencias, que dejan masacrar un pueblo que sólo les inspira desconfianza.

-Así pues, dos años y medio después del comienzo del proceso, ¿éste continúa con mucha fuerza?

-Una dinámica revolucionaria se puso en marcha en 2011, un proceso de larga duración que va a conocer altos y bajos, episodios de reacción, de contrarrevolución y avances revolucionarios. Pero para una salida positiva a este proceso, será preciso que surjan fuerzas portadoras de respuestas progresistas a los problemas planteados en el plano social y económico. A falta de ello, hay otros escenarios posibles, de regresión, de reacción, de alianzas represivas contra las poblaciones entre quienes hoy parecen opuestos, militares e integristas. No hay nada decidido en un sentido u otro, es una situación abierta, en plena ebullición. La izquierda debe urgentemente afirmar una tercera vía independiente, contra los antiguos regímenes y contra los integristas, por la satisfacción de las reivindicaciones sociales de los y las que han sostenido estos levantamientos.

Traducción de Faustino Eguberri