jueves, 19 de mayo de 2016

Irak: ¿otra vez al borde del abismo?

Anand Gopal 

10/05/2016
La crisis política que se ha cocinado a fuego lento en Irak, casi completamente desapercibida por los medios en EE.UU., ha acabado por estallar durante el fin de semana pasado con las manifestantes anti-gubernamentales convocadas por los partidarios del clérigo chiíta Moqtada al-Sadr en la llamada "Zona Verde" de la capital de Bagdad y el asaltó al parlamento del país. Mientras tanto, continua la guerra de EE.UU. contra el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), en coordinación con el gobierno de Bagdad apoyado por Washington en Bagdad.
El periodista Anand Gopal es autor del libro premiado No Good Men Among the Living: América, The Talibans and the War Through Afghan Eyes y de numerosos artículos sobre las guerras y ocupaciones de Estados Unidos en Oriente Medio para el Wall Street JournalChristian Science Monitor The Nation , entre otras publicaciones. Ha sido corresponsal en Irak para The Atlantic sobre la guerra contra ISIS.
Ashley Smith entrevistó a Gopal para la revista Socialist Worker de EE UU. La transcripción fue de Denise Herrera
¿Cómo esta Irak actualmente?
Este es el año 13 de la violencia sin fin precipitada por la invasión estadounidense del país. Un extraordinario número de civiles han sido muerto por ISIS, los ataques aéreos estadounidenses contra ISIS, las milicias chiítas y el ejército iraquí.
Oímos hablar de la violencia ISIS, pero rara vez sobre las otras causas de muerte y destrucción. Hace sólo unos días, por ejemplo, un amigo me dijo que su hermano-político y su familia murieron en un ataque aéreo estadounidense en la ciudad de Hit , un ataque del que nunca se informó en los medios de comunicación internacionales.
De hecho, el Pentágono afirma que solo ha matado a 41 civiles en los miles de ataques aéreos en los últimos dos años. El número real de civiles muertos es probablemente 50 veces mayor.
El derramamiento de sangre sigue siendo enorme. Hay enfrentamientos cotidianos, y hay atentados suicidas de ISIS en Bagdad.
El conflicto fundamental es entre el estado iraquí respaldado por EE.UU. e ISIS. Con cobertura aérea estadounidense, el Estado ha utilizado su ejército y a las milicias chiítas apoyadas por Irán para expulsar a ISIS de las áreas que conquistó en 2013 y 2014. ISIS ha perdido alrededor del 50 por ciento de su antiguo territorio.
Algunas de esas áreas han sido tomadas por las milicias chiítas, que han cometido atrocidades contra las poblaciones locales. Gracias a esas milicias, Irán - cuyo gobierno chiíta está aliado con esas fuerzas en Irak - ha sido capaz de ampliar su influencia de manera espectacular en los últimos dos años. Esta situación, sin embargo, no solo no ha traído la estabilidad al país, sino que ha agravado la crisis política.
De hecho, el Estado iraquí se tambalea en medio de una nueva crisis. El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi se enfrenta a una doble amenaza. Por un lado, los partidos chiítas apoyados por Irán están tratando de removerlo, porque quieren proteger su control sectario de la política iraquí.
Por otro lado, un movimiento popular iraquí transversal y no sectario quiere tirarlo por razones muy diferentes. Inicialmente laico, este movimiento está exigiendo el fin del sistema de cuotas sectarias y al clientelismo en los nombramientos de funcionarios corruptos. Nace de la frustración por la inmensa cantidad de corrupción que corroe al estado.
Hay una posibilidad real de que Abadi sea expulsado del poder. Así que Irak hoy es un polvorín, y está a punto de explotar.
La mayoría de los medios de comunicación de EE.UU. se han centrado en ISIS y la guerra de Obama contra el Estado Islámico. ¿Cómo estallo y cómo evoluciona?
Primero, necesitamos distinguir entre ISIS en Siria y en Irak. Son en realidad fenómenos ligeramente diferentes.
ISIS surgió originalmente en Irak por el caos y la agitación causados por la ocupación de EE.UU. del país. Eso creó las condiciones para que ISIS se desarrollase.
EE.UU. libró una brutal contrainsurgencia contra todos los oponentes a su conquista del país tras la invasión de 2003. Como parte de esa contrainsurgencia, sus fuerzas fueron casa por casa, especialmente en las comunidades suníes, para detener a personas por el solo hecho de ser sospechosas de oponerse a la ocupación, y los enviaban a cárceles como Abu Ghraib, donde muchos fueron torturados.
Muchos futuros líderes de ISIS se conocieron en esas prisiones. Cuando salieron, se unieron a Al-Qaeda en Irak o a grupos similares, que jugaron un papel destructivo y sectario en el seno de la insurgencia iraquí. Estos grupos atacaban no sólo a las tropas de Estados Unidos, sino también a la población chiíta y sus lugares de culto y peregrinación. Esto provocó que las fuerzas chiítas dentro del nuevo estado y sus milicias se enfrentaran a la resistencia y a la población sunita en general, lo que provocó la actual guerra civil sectaria.
Como Al-Qaeda en Irak llegó a dominar la insurgencia sunita política y financieramente, la élite suní local se encontró derrotada dos veces: por los chiítas que dominaban el Estado iraquí y por Al-Qaeda en Irak. Así que, esencialmente, cambiaron de bando y se unieron a los EE.UU. Este fue el llamado Despertar suní. EE.UU. repartió armas y dinero para respaldar a las milicias tribales sunitas y para que luchasen contra Al-Qaeda en Irak.
Aunque ello supuso un enorme retroceso de Al-Qaeda en Irak, las milicias suníes con el respaldo de los EE.UU. se prepararon para otra guerra civil. Las milicias suníes ven al Estado iraquí como una estructura de poder sectaria chií que se niega a integrarlos en una solución política.
La nueva guerra civil estalló en 2013. Se desarrolló a partir de un movimiento de protesta en todas las regiones sunitas donde las personas comenzaron a manifestarse contra el trato sectario del Estado iraquí a los sunitas - en particular la detención y tortura de los sunitas acusados ​​de "terrorismo".
El movimiento exigió el fin de las leyes de ocupación estadounidenses, como la des-baathcificación, que permitieron al Estado iraquí discriminar a los sunitas. Las protestas exigían la derogación de la ley antiterrorista que daba carta blanca al Estado para detener a cualquier sospechoso, encarcelarlo sin juicio, y torturarlos.
Todo comenzó como un movimiento pacífico, que algunos incluso llamaron la primavera iraquí. Se dividió en aproximadamente tres alas. Una, exigió la reforma de las leyes sectarias que discriminaban a los suníes, como la ley de desbaathcificación y la legislación antiterrorista. Otra ala exigió que se concediera a los sunitas un territorio autónomo, al igual que los kurdos en el norte, dentro de un país federado. Y un tercer grupo defendió la toma revolucionaria del estado iraquí.
Al considerarlo una amenaza, el entonces primer ministro, Nuri al Maliki, utilizó la fuerza bruta para reprimir este movimiento. Ordenó a sus tropas abrir fuego contra los manifestantes desarmados. Al igual que la represión de Assad contra la Revolución siria forzó su militarización, la represión de Maliki contra los manifestantes pacíficos los empujo a tomar las armas.
A medida que el movimiento se fue militarizando, las voces laicas fueron ahogadas por quienes tenían acceso a las armas y la financiación. Al Qaeda en Irak, ahora rebautizada como ISIS, se convirtió en el jugador dominante a finales de 2013. Las comunidades sunitas se enfrentaron a continuación al dilema de ponerse del lado de ISIS o del Estado iraquí.
Muchos eligieron ISIS. Así, el grupo tomó el poder en gran parte del oeste de Irak con el apoyo de las comunidades sunitas, que lo veían como el menor de dos males. Después de hacerse con el control de Mosul en 2014, ISIS controlaba las áreas predominantemente sunitas de Irak. A continuación, reprimió a todas las otras fuerzas de la resistencia suní e impuso su dominación reaccionaria.
Algunos de los que dirigen ISIS tienen experiencia del viejo Partido Baath de Saddam Hussein. Durante la década de 1990, Saddam trató de promover el Islam como una forma de legitimar su despiadado gobierno, y parece que algunos futuros líderes de ISIS se islamizaron durante este período.
Después de la ocupación, perdieron todo vestigio de su pasado baazista laico - todo excepto tal vez su capacidad militar y de inteligencia - y abrazaron el fundamentalismo. Así que las raíces de ISIS son las políticas de Saddam, el caos total y la destrucción de Iraq causados ​​por los EE.UU., y el estado sectario que ayudó a su nacimiento.
¿Cuál es la estrategia de EE.UU. para combatir ISIS? ¿Está funcionando? ¿Qué impacto tendrá sobre la estabilidad de Irak?
La estrategia de Obama es bombardear sin descanso los objetivos de ISIS, proporcionar instructores militares y asesores para el Ejército iraquí y apoyar al ejército y sus milicias chiítas aliadas para volver a retomar el territorio controlado por ISIS. En virtud de esta ofensiva, ISIS empieza a agrietarse, no sólo a causa de la presión militar, sino también por otras razones.
Una de las razones es el colapso internacional en los precios del petróleo. ISIS depende de la venta de petróleo de contrabando como una de sus principales fuentes de financiación, por lo que la caída de los precios ha erosionado mucho finanzas. Tiene menos dinero para pagar a sus combatientes y administrar los servicios en las zonas que controla.
Otra razón para la nueva debilidad de ISIS ha sido la incapacidad de conquistar nuevo territorio. La razón no es sólo militar, sino política. No puede apelar a otras comunidades más allá de los sunitas, debido a su sectarismo reaccionario. Sin nuevas conquistas, ISIS ha perdido el flujo constante de fondos a través de la confiscación de casas, coches y otros despojos que distribuye a sus partidarios. Y el colapso de la economía en el territorio del Estado Islámico significa que el grupo se está quedando sin ingresos fiscales.
EE.UU. está ganando así la batalla militar contra ISIS. Espero que ISIS, como fuerza militar en Irak, no será capaz de mantener los territorios por mucho más tiempo. Dentro de un año es probable que haya perdido la mayor parte de sus territorios en Irak.
Sin embargo, EE.UU. no está ganando la batalla política para estabilizar o llevar la paz a Irak. Porque se basa en el fortalecimiento de las milicias estatales y sectarias existentes, lo que significa mantener las condiciones políticas que dieron origen a ISIS en el primer lugar. Por lo tanto, es probable que haya violencia y caos durante mucho tiempo.
Así que ¿todas las afirmaciones de Estados Unidos acerca de los progresos para superar el sectarismo son falsas?
Completamente falsas. EE.UU. ha hecho algunos progresos para mejorar la capacidad de combate del ejército iraquí, que ahora se las arregla para luchar de verdad, en lugar de huir como hizo cuando lanzó su ofensiva contra ISIS en 2014.
Pero EE.UU. no ha podido cambiar la naturaleza sectaria del Estado iraquí y sus fuerzas armadas. Para ello sería necesario desmantelar el estado que EE.UU. estableció con la ocupación. Y no lo van a hacer.
Por supuesto, los funcionarios de Estados Unidos han hablado mucho de la reforma del gobierno iraquí y como acabar con el sectarismo. Pero en la práctica, han hecho todo lo contrario. Han dado el poder indirectamente a las milicias chiítas, e incluso han apoyado algunas de ellas. Esto está alimentando aun más las divisiones sectarias. Las milicias chiítas entran en áreas que han "liberado" y aterrorizan a las poblaciones locales.
A veces, el ejército iraquí hace lo mismo. El año pasado, fue casa por casa en unas pocas ciudades en Babil, al sur de Bagdad, y detuvo a todos y cada uno de los hombres suníes mayores de 18 años. No han vuelto.
El principal objetivo del gobierno de EE.UU. es contra-terrorista, y está dispuesto a sacrificar todo lo demás a cambio, incluida la reforma del sectarismo del gobierno y frenar la brutalidad de su ejército y las milicias chiítas aliadas.
EE.UU. ha celebrado las mejores condiciones de la parte kurda del país. ¿Han concedido realmente a los kurdos el derecho a la libre determinación y mejorado sus condiciones?
Tradicionalmente, EE.UU. se ha opuesto a la creación de un estado kurdo independiente en Irak. Eso no ha cambiado, a pesar del hecho de que las fuerzas especiales de Estados Unidos operan con la milicia peshmerga kurda en Irak para volver a tomar Mosul y con las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas en Siria, para retomar el territorio de ISIS.
Independientemente de esta colaboración, EE.UU. ha dejado una vez más en claro que se opone a la autodeterminación kurda. Y todo el bombo sobre el Kurdistán iraquí como modelo para el resto de Irak está fracasando con la caída de los precios del petróleo. El Gobierno regional está sin dinero y se ha visto obligado a adoptar medidas de austeridad aún más severas que las del gobierno central en Bagdad.
Antes ha mencionado el movimiento de protesta contra la corrupción del gobierno que EE.UU. apoya en Irak. ¿Cuáles son las perspectivas de esta lucha?
Este es el logro más alentador en años. Se inició el verano pasado, que fue especialmente calido, con temperaturas que alcanzaron los 45 grados. En medio de esa ola de calor, Bagdad y otras partes del país se quedaron sin electricidad. Para muchos iraquíes, ello simbolizó la corrupción absoluta del Estado y su falta de capacidad para garantizar los servicios más básicos.
Los iraquíes, hartos, salieron a la calle, sobre todo en Bagdad. Las primeras movilizaciones fueron casi enteramente laicas y dirigidas por organizaciones liberales y de izquierdas. Establecieron un campamento todos los viernes en la plaza Tahrir de Bagdad y llevaron a cabo protestas cada vez más numerosas con reivindicaciones económicas y políticas.
Una de sus principales exigencias fue terminar con el sistema de cuotas sectaria de la política iraquí desde 2003. También pidieron el fin de las medidas de austeridad que el Estado iraquí ha estado aplicando para ahorrar dinero tras la caída de los precios del petróleo. También protestaron contra el nombramiento de varios burócratas vinculados a los partidos islámicos corruptos.
Esta última reivindicación es realmente importante. Cuando EE.UU. invadió, estableció un estado con funcionarios que habían estado viviendo fuera del país durante décadas y por lo tanto no tenían base política en el interior del país. Por tanto, estos funcionarios se apoyaron en el clientelismo y el favoritismo para comprar apoyos, lo que ha corrompido al estado iraquí. La mayoría de estas personalidades - en particular los de los partidos islamistas – se resisten a renunciar a los privilegios que han adquirido en los últimos 10 ó 12 años. El movimiento de protesta ha pedido el fin de este sistema corrupto.
A pesar de que comenzó como un movimiento laico y sobre todo de izquierda, el ala más nacionalista de los partidos chiíes, especialmente el dirigido por Muqtada al-Sadr, ha llegado a dominarlo. Si bien ha hecho que sea un verdadero movimiento masivo, el precio ha sido la desaparición de las fuerzas laicas.
Por otro lado, los partidos islamistas chiíes que se han beneficiado del sistema clientelar están haciendo todo lo posible para preservarlo. El ex primer ministro Maliki encabeza ese esfuerzo. Incluso hubo rumores de que estas fuerzas preparaban un golpe contra Abadi para proteger sus privilegios.
Así que la situación es muy tensa en Bagdad. Es difícil decir lo que va a ocurrir, pero es muy inestable. El gobierno podría muy bien caer en los próximos meses.
¿Por eso el Secretario de Estado John Kerry viajó repentinamente a Bagdad en una visita sorpresa a Abadi?
Sí, esa es exactamente la razón. Tanto EE.UU. como Irán han decidido que es mejor mantener a Abadi por el momento y evitar que sea derrocado por el movimiento. Así que la única base de apoyo del gobierno es EE.UU. y, en menor medida, Irán. Sin su respaldo, Abadi caería, ya sea por el movimiento o las fuerzas de Maliki.
En un giro sorpresivo, tanto EE.UU. como Irán están apoyando a Abadi. Este es uno de los muchos ejemplos de la colaboración efectiva entre estos dos estados antagónicos con anterioridad a su acuerdo nuclear. Ambos quieren estabilizar el estado existente en Irak mientras luchan contra ISIS.
¿Cómo evoluciona la situación en Irak y Siria?
Está evidente que las grandes potencias extranjeras están decididas a estabilizar los regímenes a los que apoyan y finalmente aplastar a ISIS. En Irak, EE.UU., así como Irán, están apuntalando el régimen de Abadi. En Siria, Rusia e Irán están apoyando al régimen de Assad, sin importar el coste humano.
Sin embargo, estos estados son las principales fuerzas que defienden el orden sectario existente, lo que de entrada fue la causa de la aparición de ISIS. Sólo están avivando las llamas del conflicto sectario.
La verdadera esperanza es la lucha popular en Irak y Siria - y sobre todo, la Revolución siria, que sorprendentemente continúa a pesar de la increíble represión y violencia. Sin embargo, los bombardeos permanentes de Assad y las potencias extranjeras hacen que las condiciones sean tan peligrosas que es muy difícil para un movimiento de protesta laico sostenerse solo.
Sin embargo, cuando hay alguna tregua en la carnicería, podemos ver renacer al movimiento desde abajo. En 2010 y 2011 en Irak, hubo un florecimiento puntual de las políticas anti-sectarias. Lo vimos de nuevo el año pasado en Bagdad cuando era relativamente seguro, a diferencia del verano anterior cuando ISIS estaba presionando a sus puertas.
En Siria, durante el reciente cese parcial de las hostilidades, hemos visto a los revolucionarios manifestarse contra el régimen de Assad en una ciudad tras otra. En algunas ciudades, también se manifestaron contra la franquicia de Al Qaeda, al-Nusra, mostrando su hostilidad al islamismo sectario. Creo que ello apunta a la posibilidad real de unir a la gente por encima de divisiones sectarias y etnicas.
Esto depende, sin embargo, de que las potencias extranjeras no utilicen Siria para sus propios fines. La mayoría de los sirios creen que tanto los americanos como los rusos están tratando de destruir la revolución, con el "terrorismo" como excusa. EE.UU. se está incluso aproximando al régimen de Assad, que considera un mal menor en comparación con ISIS.
Esto significa que la necesidad de solidaridad con la Revolución Siria, a la que se ha difamado tanto a derecha como izquierda en términos racistas y islamófobos, es mayor que nunca. En medio de las tragedias de la región, esa lucha es realmente la única solución.
autor del libro premiado No Good Men Among the Living: América, The Talibans and the War Through Afghan Eyes y de numerosos artículos sobre las guerras y ocupaciones de Estados Unidos en Oriente Medio para el Wall Street Journal, Christian Science Monitor y The Nation , entre otras publicaciones. Ha sido corresponsal en Irak para The Atlantic sobre la guerra contra ISIS.
Fuente:
https://socialistworker.org/2016/05/02/what-is-driving-iraq-back-to-the-brink
Traducción:
Enrique García

martes, 17 de mayo de 2016

¿ARABE, MUSULMAN O ISLAMISTA?: LAS DIFERENCIAS

Por:
Abdullah Al-Kahwagi
Mucha gente llama “terroristas” a personas que visten túnicas, usan, turbante o hablan árabe. Nada más alejado de la realidad.

La Voz del Árabe (LVÁ) – Cd. de México, mayo 17 del 2016 – Mucho se habla y se habla de más, he escuchado a  mucha gente decir que sólo porque es musulmán ya es un terrorista, esto es una bil mentira, siempre lo ha sido y digo porque medios información con sello sionista estadounidense lo han dicho siempre, así lo han hecho creer a todo el mundo, para confundir a un musulmán o persona del Medio Oriente con un terrorista, esto no debe de ser así, el Musulmán, ya sea chií o suní es gente buena, de paz, no quiere guerra y sólo pide respeto, pero insisto como siempre lo he dicho, los medios sionistas han dedicado muchísimo tiempo en denigrar a los musulmanes a terroristas, desde guerras con antepasados se empezó a decir esto para tan sólo quedarse con tierras y petróleo, agua y muchas cosas más, como fueron guerras del siglo pasado, pero hoy será diferente.


Estos medios electrónicos nos permiten hablar bien lo que es bueno y mal de lo no es bueno, y en este caso debemos aprender a diferenciar lo que es cada uno de los árabes que no lo son todos, no todos los árabes son musulmanes y no todos los musulmanes son árabes, hay países en el mundo que sus habitantes son muchos más musulmanes que toda población del Mundo Árabe, sólo para empezar, por eso aquí presento esta pequeña investigación que logré de varias agencias y páginas profesionales, espero despejen dudas y aclaren realmente cómo este lío de tan sólo palabras que no se comprenden y emplean mal, aquí se aclara.

Empezamos preguntando ¿sabes la diferencia?, porque no es lo mismo un árabe que un musulmán, ni un yihadista que un islamista, aquí te explicamos en qué se parecen, qué los diferencia y la importancia de poder y saber diferenciarlos.

Un grupo de jóvenes camina por Polanco. Observa a un hombre vestido de negro, con kipá y barba larga. “Vámonos, no nos vaya a aventar una bomba”, dice uno de ellos. Evidentemente no sabía que el sujeto que miraba era un judío ortodoxo, que nada tiene que ver con el islam ni con el terrorismo.

Mucha gente llama “terroristas” a personas que visten túnicas, usan turbante o hablan árabe. Nada más alejado de la realidad. En tiempos de atentados constantes por parte de Daesh, resulta fundamental alejarse de los estereotipos y los juicios fáciles.  Ante todo, hay que saber diferenciarlos.

Las palabras “árabe”, “musulmán”, “islamista”, “moro” y “yihadista” no son sinónimos. Cada vocablo designa a un grupo con costumbres, ideas y formas de vida distintas.

ÁRABE: Se utiliza este término para referirse a todas las personas que nacen en países en donde el árabe es la lengua oficial, independientemente de su religión o ideas políticas.

Se trata, en suma, de una palabra que designa a un grupo etnolingüístico. O sea que puede haber árabes cristianos, árabes musulmanes o incluso árabes ateos. El hecho de haber nacido en un país árabe no los obliga a practicar un dogma ni los convierte en conservadores. Hay, de hecho, gente que comulga con la democracia, aunque muchas veces sus gobiernos lo prohíban.

Originalmente, sólo eran considerados árabes aquellos que nacieran en la Península Arábiga, pero desde el siglo VIII este idioma se ha extendido a diversas partes del mundo, como Medio Oriente y el norte de África.

En Marruecos, por ejemplo, no todos los habitantes son árabes. Alrededor del 35 por ciento son bereberes. Lo mismo sucede, aunque en menor medida, en países como Argelia o Túnez. Así que nadie se extrañe si un día se encuentra a un árabe rezando el Padre Nuestro en la Catedral de San Patricio de Nueva York. Es perfectamente normal.

 

MUSULMÁN: Éste sí es un término religioso. Se le llama musulmán a todo aquel que practica el islam y basa sus creencias en El Corán. Pero ojo: ser musulmán no implica ser fanático; mucho menos terrorista. Hay muchas formas de practicar el islam. Las costumbres de los fieles cambian según el país de origen, la raza o incluso la condición social.

Actualmente existen alrededor de mil 600 millones de musulmanes en el mundo, pero sólo el 20 por ciento de ellos son árabes. Según un estudio del Pew Research Center, en 2050 la comunidad musulmana alcanzará un total de 2760 millones de fieles, casi el mismo número que los seguidores de Jesucristo. Los países con mayor población musulmana son Indonesia, Pakistán, India y Bangladesh.

Usualmente se agrupa a los musulmanes en dos grandes ramas, que a su vez se dividen en diferentes escuelas. Todos creen en Allah como ser supremo.

*Suníes (sunismo): creen en Mahoma como profeta
*Chiitas (chiísmo): creen en Mahoma, pero también en su sucesor Ali.
*Jariyíes (Jariyismo): creen en Mahoma, pero no en Ali. Consideran que su califa no debe ser descendiente de nadie divino, sino de cualquier persona, “incluso un esclavo negro”. Conforman una comunidad muy pequeña que sólo habita en Omán.


¡PERO CUIDADO CON EL WAHABISMO!: Una de las corrientes del sunismo más radical es el wahabismo, que a menudo suele ser considerado el dogma ideológico de ISIS, explica el escritor y conocedor de la cultura musulmana Alberto Ruy Sánchez. Sus seguidores también son conocidos como “salafistas”.

“La cultura salafista es integrista, militante y pedestre. Es la manifestación más radical del islam y una secta fundamentalista que se expande en el mundo gracias al apoyo económico de los reinos petroleros, que a su vez son tolerados por los países occidentales como Estados Unidos, Francia o Inglaterra”, explica Ruy Sánchez. El salafismo –asegura– es un dogma que se propaga lentamente por el mundo. “El veneno es el salafismo. Ésa es la enfermedad que padece el islam y el resto del mundo”, advierte.

“Ellos están imitando al islam militante del primer siglo. Tienen una mentalidad expansionista. Su perspectiva es la sumisión. Para ellos, que una mujer use perfume es igual a fornicación. Están en contra de todo lo que amenace sus creencias”, señala el ensayista Sandro Cohen. Los terroristas que mataron a 130 personas en París el pasado 13 de noviembre de 2015 se declaraban practicantes del salafismo-wahabismo.

 

ISLAMISTA: El término es más político. Suele ser utilizado para referirse a aquella persona –musulmana o no– que promueve la adaptación de la vida política, cultural y económica del mundo a los mandatos del Corán. En el Islamismo hay corrientes moderadas y radicales. A este segundo grupo pertenecen organizaciones como Al Qaeda, ISIS, Boko Haram, Hamás y Hezbollah.

Ejemplos de islamistas violentos: Abdelhamid Abaaoud, principal responsable de los atentados en París del 13-N; Osama Bin Laden, ex líder de Al Qaeda, y Hasan Nasrallah, líder de Hezbollah.


YIHADISTA: Es un término creado en Occidente para nombrar al islamista que comete actos terroristas en nombre de Alá. En árabe, “Yihad” significa Guerra Santa.
Por esta razón los medios de comunicación llamaron "yihadistas" a las personas que atacaron diversos puntos de Bruselas, y dejaron al menos 30 muertos y más de 200 heridos.
LVÁ publicó este artículo para denotar la diferencia: LA GUERRA SANTA ISLAMICA, LA YIHAD: LA GRAN MENTIRA

MORO: Para empezar, los moros ya no existen. Hoy sólo queda la palabra, que actualmente es utilizada de forma peyorativa para referirse a cualquier musulmán, principalmente a aquellos que provienen del norte de África. En el siglo VIII, los españoles llamaban “moros” a los musulmanes que habían conquistado sus tierras, que fueron anexionadas al Califato Omeya bajo el nombre de al-Andalus.

Saludos desde algún lugar de América…
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lunes, 16 de mayo de 2016

Sykes - Picot o el huevo de la serpiente

Por Guadi Calvo.
Quien quiera comprender las razones de las crónicas crisis esencialmente bélicas y de gobernabilidad que vive Medio Oriente tendrá que remontarse al acuerdo firmado de manera secreta entre los gobiernos de Gran Bretaña y Francia el 16 de mayo de 1916 conocido como el “Acuerdo Sykes-Picot”, aunque su nombre oficial es “Acuerdo de Asia Menor”.
Al británico Mark Sykes, teniente coronel, perteneciente al partido conservador y al abogado y diplomático francés François Georges Picot, les fue encomendado por sus respectivos gobiernos la misión de llegar a un acuerdo, que entraría en vigencia tras la caída del Imperio Otomano, aliado entonces, en el marco de la Primera Guerra Mundial, a Alemania y al Imperio Austro-Húngaro.
De este pacto había formado parte el Imperio Ruso representando por su ministro de exteriores Serguei Sazonov, pero el triunfo de la Revolución Bolchevique, no solo hizo que Rusia se abstuviera de las “ventajas” de las negociaciones, sino que también lo denunciara internacionalmente en diarios Izvestia y Pravda el 23 de noviembre de 1917, para que tres días más tarde el informe replicara en The Manchester Guardian.
Para gran sorpresa entre otros, además de los árabes, del presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, a quien le habían ocultado tanto Londres como Paris, las negociaciones que se venían llevando a cabo y que iban a acabar con seiscientos años de sultanato
El acuerdo Sykes-Picot dividía el Imperio Otomano, en el que desde 1909 reinaba el sultán Mehmed V, con una línea que unía Acre (Palestina) y Kirkuk (Irak): el norte sería para Francia; el sur, para Reino Unido, creado cinco zonas políticas y económicas de control o influencia de las dos naciones firmantes.
El Reino Unido se adjudicó los territorios que hoy se conocen como Jordania, el sur de Irak con Bagdad y Basora, que incluía una salida al golfo Pérsico y los puertos palestinos de Haifa y Acre. El resto de Palestina se dejó en una zona internacional cuyo control quedaba a las órdenes de la Sociedad de Naciones, antecedente de la actual Organización de Naciones Unidas (ONU) situada en Cisjordania y Palestina, cuyo centro era Jerusalén.
Los franceses obtuvieron el sureste de Turquía, el norte de Irak, Siria desde Mosul a Damasco, con la inclusión de Beirut en el actual Líbano con salida al Mediterráneo.
El arregló se fraguó sin considerar a su población, ni las cuestiones étnicas o religiosas, lo que todavía se sigue pagando con altísimo costo de vidas humanas.
A Rusia le hubiera correspondido Constantinopla, los estrechos del Bósforo y el de Dardanelos, Armenia y Kurdistán, los que nunca llegó a controlar por el estallido de la revolución en febrero de 1917.
Los británicos fueron quienes más habían bregaron por deponer a los otomanos del control de sus últimos bastiones de su gigantesco imperio.
El abril de1917 se firma el acuerdo de Saint-Jean-de-Maurienne con Italia, por el entonces Reino obtenía también algunas pequeñas concesiones territoriales.
Para conseguir la insubordinación de las tribus, los británicos habían establecido una alianza con el jerife de la Meca, Husayn ibn Ali, de la dinastía Hashemita, y con su hijo Faisal, a quién Londres había prometido la creación de un Estado Árabe.
Las acciones contra el sultán Mehmed V, en la modalidad de guerras de guerrillas las dirigió el mítico coronel Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia) agente de los servicios secretos británicos. El plan era conseguir el levantamiento de las diferentes tribus árabes que habitaban el territorio para el derrocamiento de Mehmed V y la conformación de un Estado Árabe unificado o una confederación de Estados Árabes, con capital en Damasco.
El testimonio de estas promesas ha quedado en la correspondencia mantenida durante 1915 y 1916 entre Husayn y Sir Henry McMahon, el alto comisionado británico en Egipto.
La salida de Moscú del acuerdo anglo-francés y el triunfo del movimiento nacional turco, en 1920 liderado por Mustafa Kemal Atatürk que convocó una Asamblea Nacional en Ankara que no reconoció el tratado y una posterior guerra civil que terminó con el sultanato y el califato y la creación de una república, que consiguió mantener la península de Anatolia y Estambul y obligó a los aliados a negociar de nuevo en Lausana en 1923.
A consecuencia, de la victoria de Atatürk, es que la nación Kurda que negociaba por su parte la recuperación de sus ancestrales territorios ha quedado eternamente postergada.
Los kurdos habían presentado en la Conferencia de París, de 1919, un mapa del Kurdistán que comprendía las regiones Kurdas de Turquía, Irak, Siria y Persia, el actual Irán, pero Turquía impidió la existencia del Kurdistán.
En noviembre de 1917, al acuerdo Sykes-Picot se le incorpora la conocida y controversial “Declaración Balfour”, una carta del entonces Secretario de Relaciones Exteriores británico, Arthur James Balfour, bajó presión del barón Lionel Walter Rothschild, un líder de la comunidad judía británica.
En el escrito de Balfour se dejaba abierta las perspectiva de la fundación de un estado judío, y acordaba: “Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina”. Lo que abrió la inmigración judía a los territorios Palestinos iniciando un conflicto que hasta hoy no se resuelve y ha dejado un incalculable número de muertos y una serie de guerras que todavía siguen con menor o mayor intensidad siempre activas.
En tanto Faisal, el hijo de Husayn aprovechó el vacío de poder tras la derrota otomana y para declarar el tan anhelado Reino Árabe en 1918, que fue rápidamente abolido por Francia en 1920.
Lo que quedo y lo que vendrá.
Edward Said en Cultura e imperialismo dice “Los occidentales pueden haber abandonado físicamente sus colonias en África y en Asia, pero las han conservado no sólo como mercados sino como puntos de un mapa ideológico sobre el que siguen gobernando moral e intelectualmente”, la Primavera Árabe puesta en marcha en 2011, es la confirmación de la afirmación del intelectual palestino.
Nadie tiene dudas que tanto Sykes, como Picot, conocían perfectamente la situación social, política y militar en Medio Oriente y los acuerdos alcanzados por Lawrence y aliados árabes, lo que hace todavía más espurio el tratado y deja en claro la intencionalidad imperial tanto de Londres como de Paris.
En el palacio de Versalles, durante la conferencia de San Remo y el tratado de Sèvres (1920) se concretaron los acuerdos secretos que habían alcanzado Sykes y Picot: Reino Unido, representado por Lloyd George, añadió Mosul y creó Irak como estado, al tiempo que Francia, en la figura de Georges Clemenceau, cedía una pequeña porción de su territorio y establecía las actuales fronteras de Siria y Líbano. Transjordania (Tierra de más allá del Jordán) finalmente fue separada de Palestina y entregada a Abd Allah ibn Husayn, hijo de Husayn ibn Ali, con lo que se terminaría por conformar Jordania.
El nefasto y muy oscuro trío de Sykes, Picot y Balfour, se convertirían en los verdugos de miles de árabes, que hasta hoy siguen siendo ejecutados tan solo por existir.
Países artificialmente creados, sin fundamentos históricos, en tierras y pueblos milenarios como hoy son naciones como: Arabia Saudita, Siria, Jordania, Líbano, Turquía, Israel, Irak e Irán, padecerán por décadas las gentilezas de estos “buenos” señores, que han sembrado el huevo de la serpiente, de donde emerge un mal tan descomunal como infinito.

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.

domingo, 15 de mayo de 2016

Datos interesantes: La Nakba Palestina

La Nakba, fue un acto deliberado y sistemático necesario para la creación de un estado de mayoría judía en la Palestina histórica, que era mayoritariamente árabe antes de 1948.


Foto: combatientes de la Haganah expulsan a los palestinos de Haifa, el  12 de mayo de 1948. (AFP / Getty Images)
Para mayor información, consulte las  hojas informativas publicadas anteriormente por IMEU,  La Nakba: 65 años de despojo y Apartheid, y El 65 aniversario de la adopción del Plan Dalet.
Datos generales y cifras
- La  "Nakba" palestina (“catástrofe" en árabe) se refiere a la expulsión masiva de palestinos árabes de laPalestina del mandato británico durante la creación de Israel (1947-1949).
- La Nakba no fue un resultado involuntario de la guerra. Fue un acto deliberado y sistemático necesario para la creación de un estado de mayoría judía en la Palestina histórica, que era mayoritariamente árabe antes de 1948. Internamente, los líderes judíos sionistas utilizan el eufemismo "transferencia" cuando se habla de estos planes, pero hoy son calificados como "limpieza étnica".
- Las raíces de la Nakba radica en la aparición del sionismo político en la Europa del siglo 19, cuando algunos Judíos, influidos por el nacionalismo que entonces barría el continente, llegaron a la conclusión de que la solución a siglos de persecución antisemita en Europa y Rusia era la creación de un estado para los judíos en Palestina y empezó la emigración como colonos a la Tierra Santa, desplazando a los palestinos indígenas en el proceso.
- En noviembre de 1947, a raíz de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y el genocidio nazi de los judíos de Europa, la recién creada Organización de las  Naciones Unidas aprobó un plan para particionar el Mandato de Palestina en un estado judío y otro árabe. Se asigna aproximadamente el 55% de los terrenos a la propuesta de estado judío, aunque los judíos sionistas poseían sólo el 7% de la tierra privada en Palestina y representaban sólo alrededor del 33% de la población, un gran porcentaje de los cuales eran inmigrantes recientes de Europa. El estado árabe palestino se iba a crear en el 42% del Mandato de Palestina, con Jerusalén convirtiéndose en una ciudad internacional. (Ver el mapa del plan de partición y las posteriores líneas de armisticio de 1949).

- Casi inmediatamente después de la aprobación del plan de partición, estalló la violencia y comenzó las expulsiones masivas de palestinos, mucho antes de que los ejércitos de los Estados árabes vecinos se involucraran. Cuando la expansión fue terminada por las fuerzas sionistas, el nuevo estado de Israel comprendía el 78% de la Palestina histórica, y el resto, Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, y la Franja, cayendo bajo el control de Jordania y Egipto, respectivamente. En la guerra de 1967, Israel ocupó el 22% restante y se inició la colonización de ellos poco después.
- La Nakba no terminó en 1948 sino que continúa hasta el día de hoy, en forma de un robo continuo por parte de Israel de tierras palestinas para los asentamientos y comunidades judías en Israel, la destrucción de viviendas y tierras agrícolas palestinas, la revocación de los derechos de residencia, las deportaciones, losbrutales periódicos ataques militares que provocan bajas civiles en masa como el que tuvo lugar en Gaza en el verano de 2014, y la negación del derecho internacionalmente reconocido del retorno a millones de refugiados palestinos apátridas.
La Nakba por números
- Entre 750.000 y un millón: El número de palestinos expulsados y refugiados por los paramilitares sionistas, y, posteriormente, por las fuerzas israelíes, durante la creación de Israel en 1947 hasta 1949.
- Entre 250.000 y 350.000: El número de palestinos expulsados de sus hogares por los paramilitares sionistas entre la aprobación del plan de partición de las Naciones Unidas en noviembre de 1947 y  la declaración de independencia de Israel el 15 de Mayo de 1948,  antes del inicio de la guerra con los Estados árabes vecinos.
Aproximadamente 7,1 millones: El número de refugiados y desplazados palestinos a partir del año  2009, incluyendo supervivientes de la Nakba y sus descendientes. Ellos se encuentran principalmente en la ocupada Cisjordania y en los países árabes vecinos como Líbano, Jordania y Siria, negaron su derecho legal internacionalmente reconocido de regresar a su tierra por parte de Israel, simplemente porque no son judíos.
Aproximadamente 150.000: El número de palestinos que permanecieron dentro de lo que se convirtió en las fronteras de Israel en 1948, muchos de ellos desplazados internamente. Estos palestinos (a veces llamados "árabes israelíes") se les concedió la ciudadanía israelí, pero despojados de la mayor parte de su tierra y se ubicaron bajo la ley marcial hasta 1966. Hoy en día, hay aproximadamente 1,6 millones de ciudadanos palestinos de Israel, que viven como ciudadanos de segunda clase en su propia tierra, sujetos a más de 50 leyesque discriminan contra de ellos porque no son judíos.
Al menos dos docenas: El número de masacres a civiles palestinos realizadas por las fuerzas israelíes y sionistas, que desempeñó un papel crucial en la estimulación de la masiva huida de palestinos de sus hogares.
- Aproximadamente 100El número de civiles palestinos, entre ellos mujeres y niños, asesinados en la localidad de Deir Yassin el 9 de abril de 1948, por miembros del Irgún y Stern Gang, organizaciones terroristas sionistas pre-estatales encabezados por los futuros primeros ministros de Israel Menachem Begin y Isaac Shamir, respectivamente.
Más de 400El número de ciudades y pueblos destruidos sistemáticamente por las fuerzas israelíes o repoblados con judíos entre 1948 y 1950. La mayoría de los centros de población palestina, incluyendo casas, negocios, lugares de culto y vibrantes centros urbanos palestinos, fueron demolidas para impedir el regreso de sus propietarios palestinos, ahora refugiados fuera de las fronteras previas a 1967 de Israel, o internamente desplazadas en el interior de ellos. (Pinchar aquí para ver el mapa interactivo de los centros de población palestinos destruidos durante la creación de Israel.)
Aproximadamente 4.244.776: El número de acres de tierra palestina expropiadas por Israel durante e inmediatamente después de su creación en 1948.
- Entre 100 200 mil millonesSe estima que es la pérdida monetaria total de los palestinos desposeídos durante la creación de Israel, en dólares corrientes.
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: IMEU / Traducción: Palestinalibre.org
http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=61069
http://imeu.org/article/quick-facts-the-palestinian-nakba