on 21 julio, 2016
Resumen Medio Oriente, 21 de julio de 2016 – Por
estos días, Turquía vive momentos de profunda tensión, derivados del
intento de golpe de Estado ocurrido el viernes pasado. El gobierno de
Recep Tayyip Erdogan logró detener la movilización de sectores militares
sublevados y desde entonces se tejen diferentes hipótesis sobre lo
sucedido. Al mismo tiempo, Ejecutivo inició una masiva purga en las
Fuerzas Armadas, el Poder Judicial y entre los organismos estatales,
despidiendo a 50 mil trabajadoras y trabajadores, a los que acusa de
tener vínculos con Fetullah Gülen, principal aliado de Erdogan hasta
2013. En esta limpieza total, ayer Erdogan decretó el estado de
emergencia para el país por los próximos tres meses, abriendo la
posibilidad de desatar una represión masiva contra quienes considere
“enemigos”.
Resumen de Medio Oriente* dialogó
sobre lo que sucede en Turquía con Wafica Ibrahim, periodista libanesa
de la cadena Al Mayadeen, con el antropólogo kurdo Mehmer Dogan y con
Tamara Lalli, periodista e integrante de la Asociación Cultural Siria.
Wafica Ibrahim: “Erdogan toma el golpe como pretexto para reprimir”
Este golpe en realidad es un
seudo-golpe en el que no ha aparecido ninguna cara conocida ni tampoco
tuvo un discurso claro. A comparación de otros golpes que hubo en el
país este pareció un poco primitivo. Erdogan está tomando el golpe como
un pretexto para justificar la represión y para saldar cuentas en la
interna turca.
En el ambiente se respiraba
la intentona militar en Turquía desde que fue juzgada la red Ergenekon
en 2013 y se conociera la acusación dirigida, en aquel momento, contra
el Estado Mayor de querer derrocar al régimen. Quizá el mismo Erdogan
era el que más esperaba que ocurriera este golpe, porque hablaba
repetidamente de la influencia de Fetullah Gülen, en lo que denominaba
“entidad paralela”, que se ha mantenido como una contraparte rival al
partido AKP en la lucha por el poder dentro de la institución militar y
de los organismos del Estado.
Erdogan tomó esa amenaza
como un pretexto para consolidar su dominio en la conformación de los
comandos que le sean leales en los puestos claves de los organismos
militares y de seguridad. Esos comandantes en la jefatura del Estado
Mayor y en las flotas marítima y aérea, en las jefaturas de brigadas y
en el ministerio de Defensa, todos se pusieron firmes en una sola fila
detrás del presidente y contra la intentona. No debemos olvidar que
Erdogan aplicó la política de deshabilitar el rol político más
importante que juega el ejército, que es salvaguardar la Constitución y
el laicismo.
Erdogan preparó a los turcos
para el momento del golpe, insinuando que hay una conspiración
norteamericana contra Turquía a través de algunos oficiales del ejército
y de las instituciones donde están los simpatizantes de Gülen. Y no
vaciló en acusar a Washington de apoyar a lo que llama el “terrorismo
kurdo” en respuesta a las críticas constantes que se le hicieron por
abrir la frontera turca a Daesh y al Frente Al Nusra. Esta relación
“tibia” entre la administración norteamericana y Erdogan en este aspecto
se debe a los pasos que él ha dado debilitando al ejército, que es una
fuerza que forma parte de la estrategia de la OTAN y es una de las más
importantes de la alianza atlántica.
Mehmet Dogan: “Erdogan preparaba una intervención directa en el norte de Siria”
El gobierno de Erdogan y sus
aliados en el Ejército, iban a hacer una gran operación para arrestar a
más de 2000 militares, jueces, procuradores y profesores. Sectores del
ejército se dan cuenta de esto y pasan a la acción, pero no fue un
intento de golpe de Estado preparado. La mayoría de quienes encabezaron
el golpe son seguidores de Fetullah Gülen, el jefe de una secta sunita y
que tiene el apoyo de Estados Unidos. Gülen y Erodgan no eran sólo
aliados tácticos, sino ideológicos y estratégicos, hasta que en 2013
comienza el conflicto entre ellos. Aunque no hay mayores diferencias
entre los dos, Erdogan le declaró la guerra porque en 2013 Gülen y los
jueces que le responden publicaron las pruebas de que la familia de
Erdogan y muchos de sus ministros eran corruptos.
Estados Unidos desde hace
mucho tiempo tratan de controlar a muchos movimientos del poder y de la
oposición. Erdogan entra bajo el control de Estados Unidos para así
controlar a los Hermanos Musulmanes en el mundo árabe, y esto coincide
con el sueño de Erdogan y Gülen de reconstruir el Imperio Otomano,
dominar el mundo musulmán y controlar la reacción contra Israel.
Erdogan no puede regresar a
la normalización de relaciones con Rusia, porque el gobierno de Moscú le
pide que cambie su política para Irak y Siria. Al mismo tiempo, se
conoció que antes del intento de golpe Erdogan preparaba una
intervención directa en el norte de Siria, que es el Kurdistán
Occidental, y algunos militares no aceptaron esta resolución al igual
que Rusia. Si no se habría desarrollado este intento de golpe, el
ejército turco ahora estaría en el Kurdistán Occidental. La política de
Erdogan no coincide con Rusia, porque Moscú juega un papel muy
progresista en esta zona, porque uno de sus aliados son las Fuerzas
Democráticas de Siria (conformadas por kurdos y árabes en su mayoría, y
que controlan el norte del país). Y Erdogan nunca va a aceptar esto,
aparte no puede esconder su pasado criminal, como es la ayuda que le da a
ISIS para comercializar el petróleo.
Tamara Lalli: “La estabilidad de Turquía ya no es la misma”
El intento de golpe fue muy
débil desde el comienzo porque no contó con el apoyo de la plana mayor
del ejército, tampoco con el apoyo de las demás fuerzas de seguridad,
utilizaron pocos helicópteros, bombardearon a la gente y los objetivos
nunca fueron claros. En los países centrales se sabía que iba a haber
algún movimiento, pero tampoco se dieron señales, y la única es que
tardaron bastante las capitales europeas y Estados Unidos en
pronunciarse sobre el golpe. Lo que ahora sabemos es que la estabilidad
de Turquía ya no es la misma. ¿Por qué? Porque más allá de que haya una
popularidad grande de Erdogan, también hay mucho malestar porque después
del atentado en el aeropuerto de Ankara todos saben que ISIS está en el
país.
La población comienza a
mirar con desprecio al gobierno al que le dieron su apoyo y ahora los
están metiendo en cuanto conflicto existe en la región, más allá de
algunas señales como el restablecimiento de las relaciones con Rusia y
con Israel, y esto último le duele al pueblo turco.
Después del intento del
golpe lo que sucede es la destitución de jueces y militares, tal vez se
imponga la pena de muerte y si esto sucede a Turquía le va a costar,
porque nunca va ingresar a la Unión Europea. La purga que está haciendo
Erdogan dentro del Poder Judicial le va a dar la posibilidad de ser más
dictador, más autoritario y poder cambiar la Constitución y transformar
el Estado laico en uno islamista.
Ahora Erdogan va a tener
bastantes problemas internos y no creo que esté capacitado para seguir
con su afán intervencionista en Siria. Esta cuestión la va a dejar como
no prioritaria y más teniendo en cuenta que le pidió perdón a Rusia por
haber derribado uno de sus aviones en Siria. Y esto lo enemistó con
ISIS. Hay posibilidades de que Erdogan no dure mucho más en Turquía, no
porque no lo quiera la gente, sino porque ya se empiezan a debilitar los
resortes que tiene en el exterior y el realineamiento no va a ser el
mismo con Europa y Estados Unidos. Con este intento de golpe Estados
Unidos le está dando señales que no siempre va a tener apoyo. Hoy
Erdogan no tiene la fuerza que tenía años atrás.
*Resumen de Medio Oriente (www.resumenmediooriente.org) se emite todos los martes a las 20 por AM 740-Radio Rebelde
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