jueves, 9 de mayo de 2013

La invasión de Irak, o el día que EEUU encendió la mecha del sectarismo regional


MÓNICA G. PRIETO | 21 DE MARZO DE 2013
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    Dos soldados colocan la bandera de EEUU sobre la estatua de Sadam, el 9 de abril de 2003, en Bagdad. / Mónica G. Prieto
    A veces pienso que el verdadero propósito de la invasión de Irak no era apropiarse de recursos naturales, vengarse de Sadam Husein por su pasado de amor/odio hacia Estados Unidos o proteger a Israel creando un régimen afín a los intereses norteamericanos en la antigua Mesopotamia. No es que nunca me creyese las mentiras que justificaron la invasión de Irak: ni la (in)existencia de Armas de Destrucción Masiva (varios expertos del programa UNSCOM, entre ellos Scott Ritter, me habían sacado de cualquier duda en Bagdad, en los meses previos a aquel desastre) ni la pretendida defensa de los Derechos Humanos que decía promover la Administración de George W. Bush. No había más que estar en Irak durante la ocupación para ver cómo los soldados norteamericanos observaban desde sus carros de combate cómo una banda de saqueadores robaba edificios públicos, escuelas  y hasta hospitales donde se seguía tratando a los heridos por los bombardeos y combates sin mover un sólo dedo. “No tenemos órdenes”, aducían cuando se les inquiría por qué no ponían fin al caos que presagiaba lo peor. Quizás ese fue el problema. No tenían órdenes ni un plan B. Invadieron un país que, harto de dictadura, no les plantó cara para luego ver cómo era devorado por las hienas. Y no me refiero sólo a los saqueos, sino a las milicias armadas que, animadas por la invasión en sí -cada una, a su manera- terminarían sumiendo el país en la guerra civil y expandiendo el odio sectario en todo Oriente Próximo.
    Tras un largo año de insurgencia generalizada, que hizo perder muchas vidas a los ocupantes, entre 2004 y 2005 la invasión dio un giro radical. Los primeros coches bomba contra objetivos sectarios comenzaron a producirse. Desmanteladas las Fuerzas de Seguridad del país, la seguridad corría a cargo de los ocupantes, quienes sólo velaban por su propia integridad y de facto ponían en peligro, con su presencia, las vidas de los civiles que se encontrasen cerca. La desbaazificación criminalizó a la comunidad suní, pese a que muchos militaban en el Baaz sólo para conseguir un puesto de trabajo. La entrada de yihadistas en el país, atraídos a combatir contra el icono imperialista, reforzaba a este bando opuesto a a la administración norteamericana, quien a su vez había confirmado su apuesta por la comunidad chií -duramente castigada por la dictadura suní de Sadam Husein- promoviéndola al poder. Los atisbos de insurgencia chií quedaron rápidamente devorados por atentados contra barriadas chiíes reclamados por grupos afines a Al Qaeda. El enemigo cambió de rostro: de las tropas norteamericanas a la comunidad suní.
    Ante la ausencia de líderes políticos iraquíes -masacrados por la dictadura ante el temor de que, un día, se hicieran con el poder, salvo aquellos llegados desde el exilio, vistos con desagrado en el interior- los clérigos chiíes tomaron el poder, a menudo hijos o sobrinos de respetados religiosos asesinados por el régimen. No estaban preparados para ejercer cargos de responsabilidad política, y a muchos de ellos les movía la venganza. No tardaron en crear milicias armadas que terminarían siendo integradas en los cuerpos de seguridad del Estado, incluidosescuadrones de la muerte que dependían de ministros, vice primeros ministros o incluso el jefe del Gobierno iraquí. La violencia sectaria quedó institucionalizada, definiendo el segundo bando en conflicto.
    Las potenciales tensiones entre chiíes y suníes eran obvias, y detonarlas era extremadamente sencillo. Hay quien piensa que la guerra civil iraquí -tantos coches bomba de procedencia dudosa, tantas explosiones de alto nivel profesional que no fueron reclamadas por Al Qaeda- fue parte de la estrategia de Estados Unidos para poner fin a los ataques contra sus tropas. Lo fuera o no, lo cierto es que funcionó en ese sentido: el número de bajas entre los ocupantes disminuyó drásticamente mientras las calles de Irak se llenaban de cadáveres. Los salvajes niveles de violencia empleados por ambas partes -cadáveres rellenos de explosivos, torturas y violaciones generalizadas, incluso de niños, secuestros a manos de fuerzas de Seguridad, bombas contra autobuses escolares, hoteles y hospitales- inocularon una desconfianza casi paranoica entre los iraquíes. A la destrucción material del país, producto de varias guerras, una década de sanciones y la invasión en sí, se sumó algo mucho peor: la destrucción del tejido social de un país que antes se caracterizaba por la convivencia religiosa. Y la degradación moral de una población que ha visto demasiadas atrocidades para no sufrir un trauma colectivo.
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    Imagen de la plaza Firdous de Bagdad, durante la invasión anglo-americana de 2003. / Mónica G. Prieto
    La identidad de los ciudadanos con su nación ha desaparecido: ahora se identifican con su secta o su etnia, no con su país”, me explica por correo electrónico el escritor e intelectual iraquíRaed al Hamed. Es el veneno sectario que divide a chiíes y suníes y que, desde Irak, se ha exportado a todo Oriente Próximo. El hecho de que la invasión -ironías del destino- haya colocado a importantes aliados de Irán en el Gobierno iraquí ha reforzado a Teherán hasta niveles insospechados: si antes era el único país de mayoría chií con un régimen chií de Oriente Próximo, ahora ha ganado en Irak a un socio privilegiado. Y confía en que Bahréin, de mayoría chií pero gobernado por una monarquía suní y en plena revuelta social para revertir esa realidad, siga el mismo camino para ampliar así su poder regional.
    Los suníes, mayoritarios en el Islam y mucho más conservadores que sus colegas chiíes, ven con muy malos ojos ese aumento de la influencia chií en la región. Eso explica que regímenes como el de Arabia Saudí, Kuwait o Qatar armen a los rebeldes sirios en lo que ellos ven como un conflicto sectario: una mayoría suní enfrentada contra una minoría alauí, escisión del chiísmo. Sus propósitos tampoco tienen nada que ver con la justicia, la democracia -se trata de regímenes totalitarios- o la libertad de los sirios: invierten en extender el poder suní por Oriente Próximo, no en velar por sus poblaciones. Y no les importaría que ese poder lo aplique una dictadura, siempre que sea suní y vele por los intereses de los suníes.
    Siria es un buen ejemplo de cómo el sectarismo que incendió Irak se ha extendido por toda la región. Algunos de los sirios que, en su día, fueron a combatir en Irak con los suníes en contra de la ocupación y, posteriormente, en contra de la comunidad chií, hace tiempo que regresaron para poner en práctica sus habilidades bélicas en su propio país. A Bashar Assad se le volvió en contra su perversa estrategia de permitir el paso por sus fronteras de yihadistas con destino a Irak, pensando que debilitaba así a Estados Unidos, ya que éstos han regresado a Siria para derribar su régimen. Y si la oposición suní es ayudada por los regímenes suníes del Golfo, así como por Al Qaeda, al régimen le apoyan activamente todos sus aliados chiíes: desde Hizbulá hasta combatientes iraníes, pasando por clérigos iraquíes como Muqtada al Sadr, que respaldan verbalmente a Assad y, según la oposición, habría enviado milicianos a tierra siria. En un peligroso giro, hace unos días medio centenar de soldados sirios morían en suelo iraquí víctimas de una emboscada que ha sido reivindicada por el Estado Islámico de Irak, la rama local de Al Qaeda, en lo que confirma la regionalización del conflicto entre chiíes y suníes. “Destacamentos militares han logrado aniquilar una columna entera del Ejército safávida”, explicó el grupo en un comunicado empleando un término que alude a una de las grandes dinastías persas para referirse a las tropas sirias.
    Los medios árabes describen los acontecimientos en Siria con términos sectarios, los mismos que emplean los políticos regionales ahondando en las diferencias religiosas. En Irak, la terminología sectaria también es común, como lo es desde hace pocos años en Líbano. El país del Cedro es otro ejemplo de país que corre el riesgo de ser devorado por el sectarismo regional. Con un 40% de chiíes, otro 40% de suníes y un 20% de minorías religiosas, la tensión entre ambos bandos es tan extrema que incluso el primer ministro, Najib Miqati, pronunciaba en su cuenta Twitter hace días una frase inquietante: “Que Dios proteja al Líbano”. Suníes libaneses acusan a sus hermanos chiíes de ser corresponsables de la masacre siria, y los chiíes acusan a los suníes de proteger a los “terroristas” sirios que pretenden acabar con el régimen alauí. Y el sectarismo regional no se queda ahí: en Arabia Saudí, la minoría chií de Qatif es reprimida duramente en las calles por exigir igualdad con los suníes, en Yemen los houthis (minoría chií) que aspiran a la secesión son armados por Irán y se han convertido en objeto de ataques de Al Qaeda, en Bahréin la población -minoría- suní ha radicalizado su oposición hacia las protestas de la mayoría chií…
    Hablo con suníes iraquíes implicados en las protestas masivas que se están produciendo en la provincia de Anbar y llego a la conclusión de que Irak, tal como lo entendemos, está perdido. Me dicen que las manifestaciones son preparativos para una nueva fase militar que pretende independizar de facto las áreas suníes de Irak y muy en especial Anbar, que comparte fronteras con Siria, Jordania y Arabia Saudí, tres países de mayoría suní. ¿Se trata del principio de un nuevo Oriente Próximo? “No creo que Irak siga unido en el futuro, tras el derramamiento de sangre de los últimos 10 años a manos de milicias apoyadas por el Gobierno iraquí y por Irán. Por eso, los suníes piden ahora con voz firme un Estado suní independiente, y no una confederación”, incide Al Hamed.
    Por eso comienzo a pensar que el verdadero objetivo de la invasión era muy distinto al petróleo o la venganza. Más bien parece que una estrategia de redistribución de Oriente Próximo, que pretende trazar nuevas fronteras según la composición sectaria aniquilando identidades nacionales. A veces parece que el principal objetivo de la invasión de Irak era promover el odio entre musulmanes, desatando guerras internas que distraigan a los extremistas y les aparten así de objetivos occidentales. Si esa era la apuesta, lo están logrando. Pero que nadie piense que no se volverá en el futuro contra Occidente.

    miércoles, 8 de mayo de 2013

    Los ataques aéreos israelíes sobre Damasco nos involucran en la guerra


    The Independent
    La ausencia de respuesta de EE.UU. y la UE supondría su aprobación
    Luces sobre Damasco. Otro ataque israelí ("audaz", claro está, según los simpatizantes de Israel y el segundo en dos días) sobre armamento, instalaciones militares y arsenales de Bashar al-Assad. La historia ya resulta familiar: los israelíes querían evitar un cargamento de misiles de fabricación iraní Fateh-110 con destino a Hezbolá en Líbano, que iba a ser enviado por el gobierno sirio. Al menos según una "fuente de inteligencia occidental". Anónima, evidentemente. Y se reabre la vieja pregunta: ¿por qué razón iba el régimen sirio, que lucha por su supervivencia, a enviar misiles avanzados fuera de Siria?Los propios sirios han confirmado oficialmente el bombardeo de sus instalaciones por la aviación israelí. Y no era la primera vez que ocurría durante la rebelión. Los misiles Fateh-110 -la nueva versión, al menos- tienen un alcance de 250 km. y podrían llegar a Israel desde el Líbano. Si Hezbolá hubiera adquirido realmente alguno. Pero ¿por qué motivo iba Siria a desprenderse de ellos, como mantenían fuentes estadounidenses anoche, cuando los mismos norteamericanos afirmaban el pasado diciembre que tropas gubernamentales habían utilizado ese tipo de misiles tierra-tierra contra fuerzas rebeldes en Siria?
    Es decir, que el régimen sirio estaba dispuesto a prescindir de sus misiles para enviarlos al Líbano aunque los estuviera usando en su propia guerra brutal... Pero ésa no es la única pregunta sin respuesta. Si las fuerzas aéreas sirias pueden utilizar de forma tan devastadora los aviones MIG –que tantas pérdidas civiles causan- contra sus enemigos dentro del país, ¿por qué no pudieron enviar esos cazas para proteger Damasco y atacar a la aviación israelí? ¿No se supone que la fuerza aérea siria está para defender al país de Israel? ¿O es que los MIG no tienen capacidad técnica para enfrentarse al armamento más sofisticado (estadounidense) de Israel? ¿O eso sería ir demasiado lejos?
    Pero lo más importante de todo es el hecho destacado de que Israel ya ha intervenido en la guerra siria. Puede que diga que su ataque solo tenía como objetivo las armas destinadas a Hezbolá, pero esas mismas armas se estaban usando también contra las fuerzas rebeldes sirias. La reducción del arsenal del régimen contribuye a su derrocamiento por los rebeldes. Y como Israel se considera a sí misma una nación occidental –el mejor amigo y mejor aliado militar de EE.UU. en Oriente Próximo, etc., etc.- eso significa que todos "nosotros" estamos ahora involucrados en la guerra, que nuestra participación ha caído directamente del cielo".
    Vamos a ver si Estados Unidos y la Unión Europea condenan los ataques aéreos israelíes, pero dudo mucho que lo hagan. Si nos mantenemos en silencio significaría que los aprobamos. En palabras de Tomas Moro, el silencio otorga consentimiento.
    Así que, ahora que se acusa a los iraníes y a Hezbolá de intervenir en Siria –lo cual es cierto, aunque no hasta el punto en que nos quieren hacer creer- y a Qatar y Arabia Saudí de pasar armas a los rebeldes –lo cual es cierto, pero no las suficientes, según los rebeldes sirios- los israelíes acaban de unirse. Ahora ya estamos involucrados militarmente.
    Traducido del inglés para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo
    Fuente original: http://www.independent.co.uk/voices/comment/robert-fisk-the-truth-is-that-after-israels-air-strikes-we-are-involved-8604593.html

    martes, 7 de mayo de 2013

    Google 'calienta' conflicto en Medio Oriente


    El reconocimiento del buscador web a Palestina como estado enfurece a las autoridades de Israel.
    'Google reconoce la independencia de Palestina', señala Israel. (betazeta.com)
    'Google reconoce la independencia de Palestina', señala Israel. (betazeta.com)
    Agencias
    TEL AVIV, Israel.- Las autoridades israelíes mostraron profundo descontento con la decisión deGoogle de reconocer al Estado Palestino y acusaron al gigante de internet de apoyar laindependencia de los palestinos.

    Google siguió el paso de la ONU de reconocer al Estado Palestino. Hace unos días en la versión palestina del buscador (www.google.ps) empezó a aparecer la palabra 'Palestina' debajo del logo de Google, mientras que antes el gigante denominaba a esta zona como 'Territorios palestinos'.
    Los altos funcionarios israelíes, a su vez, condenaron esta decisión de Google. "Creo que esta decisión en medio de los acontecimientos de los últimos días se ve muy, muy problemática", anunció Zeev Ekin, viceministro de Relaciones Exteriores de Israel y asesor del primer ministro Benjamin Netanyahu, según publica la agencia rusa RT.
    "Con este paso, Google aleja la paz, socava el proceso de negociación y crea la ilusión entre los dirigentes palestinos de que puedan lograr resultados tangibles", declaró el diplomático en un comunicado y añadió "sin negociación directa con nosotros, no pasará nada".
    El enfurecido diplomático israelí no se limitó a una entrevista y envió una carta al confundador de Google, Larry Page, donde criticó el cambio de la página principal del buscador.
    "Cambiando el nombre, en realidad, Google reconoce la independencia de Palestina", se dice en el mensaje de las autoridades israelíes.
    Sin embargo, un portavoz de Google en Israel insistió en que la compañía no va a cambiar el nombre del motor de búsqueda. "En este tema seguimos la política de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales", señaló.
    En noviembre pasado la Asamblea General de la ONU aprobó la elevación del estatus de Palestina de 'observador' a 'Estado observador' por 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones, pese a la fuerte oposición por parte de EU e Israel.

    sábado, 4 de mayo de 2013

    Israel ataca un envío de sofisticados misiles de Siria al grupo chií Hizbulá


    Un caza F-15 israelí maniobrando para aterrizar, en una base de Israel. | Efe
    Sal Emergui | Jerusalén
    Actualizado sábado 04/05/20

    Fuentes israelíes han confirmado el ataque aéreo contra un envío de sofisticados misiles de Siria al grupo chií libanés Hizbulá. Las fuentes, bajo el anonimato y citadas por AP, añaden que el objetivo en la madrugada del viernes no fue un depósito de armas químicas sino un arsenal avanzado que "puede cambiar la relación de fuerzas". Todo indica que se trata de modernos misiles tierra-tierra de largo alcance. Mientras, el Ejército israelí declina hacer comentarios.
    "¿Qué significa confirmación? ¿Quiénes son esos funcionarios que citan? Para mí, la confirmación es oficial cuando lo hace el portavoz del Ejército", ha afirmado esta tarde el alto funcionario del Ministerio de Defensa israelí Amos Gilad, que se ha negado a confirmar o desmentir las informaciones al respecto.
    Según varias cadenas norteamericanas, los cazas israelíeshabrían atacado en la noche del jueves al viernes un almacén sin violar el espacio aéreo sirio. El ataque destinado a evitar latransferencia de armas del régimen de Bashar Asad a su aliado Hizbulá habría sido efectuado desde el Líbano. Según la web del Ejército libanés, un total de 16 vuelos de cazas israelíes violaron su espacio aéreo desde el jueves por la noche hasta el viernes por la tarde.
    Citando "una fuente de seguridad en la región", Reuters confirma el ataque revelando que tuvo lugar tras una reunión secreta del minigabinete de seguridad israelí mantenida el jueves por la noche. "El objetivo no fue una instalación de armas químicas sirias", añade la fuente.
    Preguntado por el supuesto ataque, el embajador sirio en la ONU, Bashar Ja'afari declaró: "No estoy al tanto de ningún ataque en estos momentos". Sin embargo, un comandante rebelde, Qassim Saadedin, confirma los hechos a Reuters. "Nuestra información indica que ha habido un bombardeo israelí contra un convoy que transfería misiles a Hizbulá. Aún tenemos que confirmar la localización", señaló Saadedin, ex coronel del Ejército sirio desertor al bando rebelde.

    Secretismo israelí

    Mientras los dirigentes israelíes no hacen declaraciones públicas este sábado -ya sea por ser la festividad del Shabat o por ser un tema altamente delicado- la embajada en Washington rechazó comentar la información limitándose a la postura oficial y conocida: "Israel está empeñado en imposibilitar el traspaso de armas químicas u otro tipo de armamento excepcional del régimen sirio a los terroristas, sobre todo a Hizbulá en el Líbano".
    "Nosotros haremos lo que sea necesario para frenar la transferencia de sofisticadas armas de Siria a grupos terroristas", explicó hace unos días a ELMUNDO.es una fuente del ministerio de Defensa israelí que no quiso confirmar ni desmentir el ataque del pasado mes de enero contra un convoy sirio de misiles antiaéreos SA-17 que iba destinado a Hizbulá.
    Dos fuentes estadounidenses, citadas por la cadena CNN, declaran hoy que "no hay razones que hagan creer que Israel ha atacado instalaciones de armas químicas".

    Armas químicas

    El paradero de las armas químicas sirias se ha convertido en los últimos meses en una prioridad para numerosos países y objeto de seguimiento especial de los servicios de Inteligencia de Israel, EEUU y Gran Bretaña.
    La posibilidad de que Asad las use contra su población o caigan en manos de Hizbulá o de yihadistas de Al Qaeda en Siria es unalínea roja tanto para Israel como para EE.UU.
    Hace unos días, el jefe de la unidad de investigación de la Inteligencia Militar israelí, Itai Brun, reveló que las tropas de Asad ya hicieron uso de armas químicas -en concreto gas sarín- contra los sirios.
    Estados Unidos fue sorprendido por esta valoración pero días después la Casa Blanca informó de la existencia de "ciertas garantías" de que las armas químicas fueran empleadas.
    Según fuentes militares israelíes, el envio de arsenal muy sofisticado (en su mayoria de fabricación rusa) a Hizbulá es también una "línea roja" que, en según qué circunstancias, les obligaría a intervenir.

    Incertidumbre israelí

    Israel mira con incertidumbre a sus dos fronteras norte, Siria y Líbano. Teme que El Asad esté entregando armas sofisticadas a Hezbolá, como pago o como custodia, que acaben sirviendo para un nuevo ataque contra sus intereses. Por el momento no hay pruebas de que la milicia tenga armas químicas, que seguirían en poder del régimen sirio. La inteligencia israelí vigila de cerca que nunca se produzca este intercambio. El conflicto sirio es hoy un interrogante para Israel, que teme que El Asad mantenga el poder y con él perpetúe su alianza con Hezbolá e Irán pero, a la vez, también recela de los islamistas, cada vez más presentes entre la insurgencia, como relevo en Damasco.
    Sobre el terreno, esta mañana los opositores Comités Locales de Coordinación informan de otra posible masacre con 200 muertos, asesinados a puñaladas y luego quemados, en Raas Nabea, un barrio de Banias, la ciudad costera que está siendo asediada por tercer día consecutivo. Las tropas del régimen atacan su periferia, suní, protegiendo el corazón de la ciudad, alauí como el presidente El Asad. Ninguna otra ONG disidente ha informado de este caso.
    Anoche, el Ejército Libre de Siria lanzó dos cohetes contra el aeropuerto de Damasco, causando un potente incendio, informa la agencia oficial SANA. Es la primera vez que un medio del Gobierno confirma un impacto en aeródromo

    martes, 30 de abril de 2013

    Mesa: Estudios de la colonialidad y las resistencias en el Mundo Árabe contemporáneo ss. XX-XXI


    XlV Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA):
    "Asia y África. Conexiones, intercambio y nuevos abordajes académicos desde América Latina".
    Homenaje a Kazuya Sakai
    13-17 de agosto, 2013
    Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
    Universidad Nacional de La Plata
    La Plata
    Provincia de Buenos Aires
    República Argentina

    Mesa: Estudios de la colonialidad y las resistencias en el Mundo Árabe contemporáneo ss. XX-XXI.

    Coordinadores: Martin A. Martinelli (UNLu/IHAO-CLEARAB UBA), Eduardo Wehbe
    (UTDT) y Gabriel F. López (UBA-ISPJVG).
    Correos de contacto:
    Martin Martinelli martinellima@hotmail.com
    Gabriel F. López espartako68@hotmail.com
     Eduardo Wehbe e_wehbe@hotmail.com
    Presentación

    La notable progresión de sucesos históricos de gran significación política que hemos observado en los últimos anos en el mundo árabe ha despertado diferentes reacciones y análisis. En el afán de rotular los eventos, los críticos y analistas designaron a este proceso Primavera árabe,Despertar árabeLevantamientos árabes y aun yendo más lejos Revoluciones árabes. Más allá de las denominaciones, es evidente que asistimos a un momento histórico de quiebre, esos momentos en que la historia parece tomarse una revancha, por sorpresa, claro, cuando comenzamos a sentirnos seguros del poder explicativo de las categorías que por años nos cobijaron. Y la revancha de la historia tiene que ver con eso. Ante la tendencia inicial a interpretar los hechos desde los modelos habituales, la historia nos obliga a repensar, recategorizar, a tomar distancia para comprender estos fenómenos. Los cuales requieren ser explicados por miradas que actualizan las teorías clásicas como el marxismo y las ponen a dialogar con otras teorías descolonizadoras (subalternistas, poscoloniales, descoloniales), u otras que, por el contrario, ponen en cuestión a viejos paradigmas. Surgen así una serie de interrogantes: ¿Pueden los países árabes hacer la historia? ¿Es posible que comiencen a narrarse por si mismos? .Estamos en presencia de otra ola de descolonización no formal? .Las  sociedades árabes quieren salir del circulo vicioso autoritario o el reclamo alcanza solo a mejores condiciones de vida? .Cuales son las verdaderas fuerzas políticas que se liberan? .Cuales son los limites formales de las independencias históricas? .Cual es la proyección de la constitución de subjetividades emancipadas? .Estamos ante un proceso de resistencia que puede ser reconstruido históricamente? y finalmente .Estamos en presencia de un quiebre real de la historia de la región?
    La presente mesa en este XlV Congreso de la Asociación Latinoamérica de
    Estudios de Asia y África (ALADAA) propiciara el debate y la lectura histórica de los recientes acontecimientos en el mundo árabe junto a aquellos que conformaron las condiciones objetivas y subjetivas actuales, así como también propugnara una posible comprensión desde la clave poscolonial crítica. Sin duda que ese es nuestro propósito, problematizar el conocimiento histórico de la región conocida como Mundo Árabe junto a ello el papel tanto de Israel como de las potencias internacionales. A la vez que mostrar los puntos en común con nuestra Latinoamérica y el llamado Tercer Mundo que nos ayuden a su historización trazando vínculos y diferencias. Lo poscolonial y lo descolonial evocan la tensión entre la superación del colonialismo y la persistencia de la colonialidad y el imperialismo.
    La pertinencia de la propuesta parte de que, los actuales sucesos en el mundo árabe “cambiaron la historia”, la capacidad de movilización y trascendencia internacional nos lleva a considerarlos como un proceso vivo que “esta haciendo historia”. El esfuerzo   crítico permite una conexión entre modernidad, nacionalismo, colonialismo e imperialismo, términos profundamente ligados. La propuesta aspira a abrir el debate hacia nuevas formas interpretativas de la realidad del conocido euro céntricamente como “Medio Oriente” desde una mirada latinoamericana ya que encontramos entre ambos una empatía epistemológica digna de ser aprovechada para nuestras inquietudes teórico-metodológicas en la comprensión de los mitos y discursos coloniales implicados en los problemas a tratar.

    PLAZOS Y FORMATO DE PRESENTACIÓN DE RESÚMENES Y PONENCIAS/ DEADLINES AND FORMAT OF ABSTRACTS AND PAPERS.

    PRESENTACIÓN DE RESÚMENES: HASTA EL 15 DE MAYO/ SUBMISSION OF ABSTRACTS: UNTIL MAY 15th

    PRESENTACIÓN DE PONENCIAS: HASTA EL 15 DE JULIO/ DEADLINE FOR FINAL PAPERS: UNTIL JULY 15th

    Formato de los Resúmenes/ Abstracts

    Letra Times New Roman 12, interlineado de 1,5. Extensión máxima de 350 palabras.
    It should be typed in Times New Roman 12 point, 1.5 spaced, 350 words in length.
    Encabezado con los siguientes datos/It must include:
    • Titulo del trabajo/ Title of the paper.
    • Autor/a/es, con su pertenencia institucional aclarada en cada caso entre paréntesis, al lado del nombre//Author’s Name and Institutional affiliation in brackets.
    • Correo de contacto/E-mail address.
    • Mesa a la que envía el resumen/la ponencia//Session to which you send the abstract/paper.
    • Adjuntar al resumen un breve curriculum vitae (2-5 renglones) donde se consigne formación, desempeño profesional, etc.//Please, add a brief CV with academic degrees and professional activities (two to five lines).

    Formato de las Ponencias/Papers

    A4, Márgenes 2,5; Letra Times New Roman 12, interlineado de 1,5, citas en el texto de acuerdo a la manera de citar de APA (citas textuales de hasta 39 palabras en el mismo párrafo, entre comillas y citas textuales de 40 o más palabras, en párrafo aparte con un margen más pequeño que el resto del texto.
    Ejemplo de cita textual del autor: González, 2005, p. 47.
    Ejemplo de cita no textual: González (2005).
    Notas al pie solamente de contenido (no de datos bibliográficos); bibliografía al final del texto (de acuerdo a la manera de citar de APA); paginas numeradas.
    La extensión de los trabajos será de entre 12 y 20 páginas.
    A4, 2,5 borders; Times New Roman 12 point, 1.5 spaced, quotations according to APA mode (textual quotations up to 39 words in the same paragraph, between quotation marks and textual quotations of 40 words or more, in a different paragraph, with a smaller border).
    Example of textual quotation: Gonzalez, 2005, p. 47.
    Example of non textual quotation: Gonzalez (2005).
    Foot notes only of contents not of bibliographic data; Bibliography at the end of the text according to APA mode); numbered pages.
    Extension of papers: between 12 and 20 pages.


    TODOS LOS RESÚMENES DEBEN SER ENVIADOS AL/LOS
    CORREOS DE LA MESA  Y A LA COMISIÓN
    ORGANIZADORA DEL CONGRESO (aladaaxiv@gmail.com)
    ALL ABSTRACTS MUST BE SENT TO THE SPECIFIC SESSION OF
    INTEREST AND TO THE ORGANIZING COMMITTEE
    (aladaaxiv@gmail.com)

    lunes, 29 de abril de 2013

    El regreso de los muertos vivientes


    Los evangelistas israelíes a favor de una guerra contra Irán están todavía de moda y sus mentirosas recetas propagandísticas todavía seducen a muchos neoconservadores y demócratas en los Estados Unidos y Occidente europeo. La mentira para justificar una guerra contra Irán puede todavía funcionar, como fue en su época el falaz pretexto de la bomba atómica de Saddam Hussein para invadir Irak. Pero habría que analizar más de cerca el impacto mediático de la mentira —y no la supuesta bomba— para neutralizarla como “arma de destrucción masiva” de control del pensamiento y sentimiento de los verdaderos intereses de los pueblos pacíficos del mundo, tal como nos advirtió el sabio maestro José Saramago.
      
    l tío Marx nunca se le ocurrió que la historia se repetiría como una doble tragedia después de haber sido una farsa para comenzar. Examinemos el caso del que se trata. Ante todo, echemos una mirada al artículo de opinión del Wall Street Journal de septiembre de 2002, en los histéricos preparativos de la invasión de Irak.
    Título: «El caso a favor del derrocamiento de Sadam». Autor:Benjamin "Bibi" Netanyahu, entonces aspirante al gobierno israelí.
    Lo dice todo: “un dictador que expande rápidamente su arsenal de armas biológicas y químicas” y “que trata febrilmente de adquirir armas nucleares”; el paralelo entre Sadam e Hitler; el retrato de Israel (una potencia nuclear de facto) como víctima indefensa del “terror” palestino; la afirmación de que Sadam podría producir combustible nuclear “en centrífugas del tamaño de máquinas de lavar que pueden ocultarse por todo el país, e Iraq es un país muy grande”; la agitación a favor de un ataque preventivo unilateral; y la conclusión inevitable de que “nada dará resultado salvo el desmantelamiento de su régimen”.
    Avancemos rápidamente más de 10 años a esta semana en Israel. La escena: conferencia de prensa del primer ministro israelí Bibi Netanyahu y del visitante, el presidente de EE.UU. Barack Obama. Cualquiera que lo viera en vivo en al-Jazeera, de Medio Oriente al Este de Asia, tiene que haber pensado que estaba viendo un Regreso al futuro geopolítico y, francamente, Michael J. Fox por lo menos tenía encanto.
    Esta vez no hay encanto que valga; fue más bien un escalofriante Regreso de los muertos vivientes de cuello y corbata. Bibi y Obama se esforzaron por subrayar que el lazo entre EE.UU. e Israel es “eterno”. En realidad Bibi prefirió destacar que las armas nucleares (inexistentes) de Irán plantean una amenaza existencial para Israel. Repitió, una y otra vez, que Obama es inflexible: Israel tiene derecho a hacer lo que quiera para defenderse, su seguridad no es responsabilidad de nadie más, ni siquiera de Washington.
    Obama, por su parte, subrayó otra vez que la política oficial de Washington hacia Irán no es de contención, sino impedir que Irán adquiera un arma nuclear. Subrayó que la “ventana de oportunidad” se está achicando; y, por supuesto, que todas las opciones están sobre la mesa.
    La idea de que el presidente de EE.UU. (POTUS) ignore intencionalmente el veredicto sobre Irán de su propia sopa de letras de agencias de inteligencia podrá tomar por sorpresa a un mundo racional. Pero no se trata de realidad; se parece más bien a un reality de mala calidad.

    Sueña, sueña, sueño húmedo de colono

    Los que gobiernan Israel –a pesar de la avalancha de desmentidos de los medios corporativos infestados de neoconservadores de EE.UU.– fueron absolutamente esenciales en toda la operación de enardecimiento para la Guerra de Irak; Ariel Sharon alardeó entonces de que la coordinación estratégica entre Israel y EE.UU. había alcanzado “dimensiones sin precedentes”.
    Bibi fue solo era uno de tantos entonces –como detalla Jim Lobe aquí – citando palabras sabias de Bibi suministradas a un Congreso de EE.UU. mal informado hasta la inconsciencia en 2002.
    Cada “funcionario israelí” de entonces elucubraba sin aliento que Sadam estaba solo a meses de conseguir un arma nuclear. La mayor parte de la “inteligencia” sobre las armas de destrucción masiva presentada al Congreso y fielmente pregonada por los medios corporativos fue filtrada, si no enteramente amañada, por los servicios de inteligencia israelíes, debidamente detallado, entre otros, por Shlomo Brom en su estudio An Intelligence Failure, publicado por el Centro Jaffee de Estudios Estratégicos de la Universidad de Tel Aviv en noviembre de 2003.
    Por supuesto no importó que los inspectores de la ONU no encontrasen pruebas de un programa de armamento nuclear. Por supuesto no importó que el yerno de Sadam, Hussein Kamel, quien había desertado a Jordania en 1995, dijeran con precisión a los inspectores de la ONU que no había habido ningún arma de destrucción masiva desde 1991.
    Ahora es una doble tragedia, y de nuevo una doble farsa. Hasta los nepalíes que construyen brillantes torres en Dubai saben que la histeria de “Bombardead Irán” es la táctica de Tel Aviv para distraer del tema de la implacable confiscación de tierras/limpieza étnica a cámara lenta en Palestina y consecuentemente la imposibilidad total, de facto, de una solución de dos Estados.
    Aquí, Jonathan Cook detalla concisamente la configuración política francamente temible de Israel después de las últimas elecciones. La web israelí Ynet ha informado de que los colonos israelíes no dejan de aclamar al nuevo gabinete. Traducción: el último clavo en el ataúd del ya muerto y enterrado “proceso de paz”.
    De modo que ahora tenemos una moderna parábola geopolítica que intrigaría a Esopo. Bibli insulta en público a POTUS. Apoya desvergonzadamente a Mitt Romney (¿quién se acuerda?) en las elecciones presidenciales de EE.UU. Ataca el “proceso de paz” con una andanada de “hechos en el terreno” creados con misiles Hellfire (con considerable “daño colateral” palestino). Insiste en su único mensaje: Bombardead, bombardead, bombardead, Irán. Y entonces POTUS, en teoría el poderoso Doble 0 Bama con una licencia (lista) para matar pero que realmente se comporta como un turista accidental, aterriza en Israel con su lista para matar entre las piernas, para refocilarse en la gloria de Bibi.
    No es sorprendente que el rabioso tropel neoconservador/israelí ante todo/bombardead Irán esté encandato. Hace diez años su mantra fue “Los hombres de verdad van a Teherán”. La pregunta ahora es si POTUS tendrá los cojones necesarios para hacerlos ceder.

    CNN y la propaganda israelí en la ONU, ver video:



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    En septiembre de 2012 ante la Asamblea General de la ONU, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, siguió lanzando mentiras sin verguenza.

    Fuente: Asia Times Online, 21 de marzo de 2013.
    Traducido del inglés por Germán Leyens.

    sábado, 27 de abril de 2013

    El laberinto sirio


    Por Ignacio Alvarez Ossorio


    La irrupción de grupos salafistas ha fragmentado a la oposición y eso explica que el régimen de Bachar el Asad siga durando. Si la comunidad internacional hubiera entrado en el conflicto, esto se habría podido evitar


    La crisis siria ha ido mudando de piel desde su estallido hace dos años. Lo que en un principio fue una revuelta antiautoritaria se ha convertido en una guerra civil entre dos bandos claramente diferenciados. El presidente Bachar el Asad apostó por la solución militar para tratar de desmovilizar a los manifestantes, hecho que a su vez convenció a la oposición de la necesidad de recurrir a las armas. Desde entonces, las tropas regulares han bombardeado desde tierra y aire pueblos y ciudades enteras para frenar el avance de los rebeldes. La represión ha tenido un elevado coste en términos humanos: 70.000 muertes, un millón de refugiados en los países del entorno y otros tres millones de desplazados internos.
    A pesar de su abrumadora superioridad militar, el régimen no ha dejado de perder terreno y está a la defensiva. Del Estado omnímodo y todopoderoso del pasado tan solo queda hoy una fachada apuntalada a punto de desmoronarse. El clima de caos se ha extendido por buena parte del país con milicias armadas que imponen su propia ley y con bandas criminales organizadas que practican la extorsión y el pillaje. La autoridad de Bachar el Asad está fuertemente erosionada, ya que ha perdido el control de buena parte del país, lo que le ha obligado a recurrir a medios cada vez más taxativos para frenar el avance rebelde. Las matanzas contra poblaciones indefensas se han generalizado como demuestran los casos de Hula o Deraya (por citar tan solo dos ejemplos), pero también el empleo de armamento de guerra (incluidos misiles Scud o cazas Mig-21), lo que ha provocado un masivo éxodo de la población.
    Ante esta explosiva situación, Asad ha optado por la estrategia del divide y vencerás tratando de enfrentar a la población y manipular su heterogeneidad confesional. En algunas comunidades existe un creciente temor a que Siria siga los pasos de Irak y se vea envuelta en una guerra sectaria. El estallido de coches bomba en el barrio cristiano de Bab Tuma, el santuario chií de Saida Zainab o la zona drusa de Yaramana (todos ellos en Damasco) parecen confirmar estos temores. La minoría alauí, que ha disfrutado de una situación ventajosa desde que el Baaz conquistara el poder hace ahora 50 años, teme que la caída del régimen vaya acompañada de su persecución. La propia comisión de investigación sobre Siria de la ONU denunció, el 20 de diciembre de 2012, la creciente sectarización del conflicto tras la masacre de 200 alauíes en la ciudad de Aqrab.
    El embargo
    Una de las razones que explican la perduración del régimen sirio dos años después del inicio de la revuelta es la fragmentación de la oposición, incapaz de agruparse en torno a un programa de acción común y dividida en torno a la estrategia a adoptar. La frágil cohesión interna, la carencia de recursos o la dependencia de sus patrocinadores externos son algunas de las limitaciones de la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria, teledirigida desde el exterior por los Hermanos Musulmanes. La reciente dimisión de su líder Moaz al Jatib y las críticas generalizadas a la elección del desconocido Gassan Hitto, un empresario afincado en Tejas desde hace tres décadas, al frente de un Gobierno de transición, así lo demuestran.
    Los rebeldes, a su vez, se han embarcado en una guerra civil de incierta duración sin calcular antes el precio que tendrían que pagar. Si bien es cierto que se han logrado victorias importantes en las zonas norteñas, también lo es que la superioridad aérea del régimen frena su avance hacia Damasco, donde las fuerzas leales a Asad se han parapetado a la espera de la batalla final que decidirá el desenlace de la guerra. Además, el Ejército Sirio Libre no habla con una sola voz ni dispone de una estrategia compartida. En total existen más de un millar de unidades militares rebeldes, cada una librando su propia guerra por su cuenta y riesgo. Esta atomización ha servido a la comunidad internacional para justificar su negativa a armar a la oposición.
    Precisamente una de las cuestiones que más preocupan a los países occidentales es la irrupción de grupos radicales de orientación salafista (entre ellos, Ahrar al Sham, la Brigada Tawhid, la Yama Islamiyya y, sobre todo, el más conocido Frente al Nusra, que cuenta con 10.000 efectivos). Sin presencia en los primeros compases de la contienda ha sido la parálisis de la comunidad internacional, que ha permitido al régimen golpear impunemente a las manifestaciones pacíficas y las posiciones rebeldes, la que ha provocado un efecto llamada. El embargo de armas occidental a los rebeldes ha incrementado su dependencia de las petromonarquías del golfo Pérsico, que no se limitan a enviar armamento, sino que además pretenden influir en la Siria pos-Asad. Probablemente la entrada de elementos yihadistas se hubiera evitado con una decidida intervención de la comunidad internacional en los primeros compases de la revuelta, tal y como ocurrió en Libia.
    Algunas organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Human Rights Watch, han manifestado su preocupación por los crímenes de guerra perpetrados no solo por el régimen sino también por los rebeldes, entre ellos la práctica de torturas y las ejecuciones sumarias de prisioneros. También se ha constatado el recurso a la violencia sexual por parte de los shabiha, los escuadrones de la muertesubcontratados por el régimen a los que se responsabiliza de numerosas matanzas.
    En la eEn
    Mientras el país se hunde en el caos, los países occidentales mantienen un doble discurso. Por una parte dicen apoyar a la oposición, pero por otra mantienen el embargo de armamentos, lo que perpetua la superioridad de un régimen que es generosamente abastecido por Rusia e Irán. A no ser que se experimente un drástico cambio en la relación de fuerzas podríamos asistir a la progresiva libanización de Siria. Un escenario en el que el territorio se fragmente y quede en control de las diferentes facciones armadas. En ese caso, el régimen podría desarrollar operaciones de limpieza étnica en la franja costera situada entre Tartus y Latakia, todo ello con el propósito de crear un refugio seguro para la población alauí ante la eventual caída de Damasco. Para ello contarían con la ayuda de Irán y Hezbolá que pretenden mantener sus respectivas cuotas de poder en la Siria pos-Asad.
    El futuro de la Siria pos-Asad dependerá, por tanto, del cómo y el cuándo se cierre la etapa autoritaria. La guerra civil en la que está inmerso el país ha entrado ya en su tercer año y no parece vislumbrarse, en el horizonte cercano, la salida del túnel debido a la cerrazón del régimen que está librando un combate a vida o muerte contra la oposición. Tampoco parece factible una solución negociada de la crisis, puesto que se han roto todos los puentes de diálogo. Además, es cada vez más evidente que las potencias regionales (en especial Irán, Arabia Saudí, Turquía y Catar) interfieren en el conflicto dificultando su solución. Como denunciara Moaz al Jatib en la reciente Cumbre Árabe de Doha “me opongo a cualquier tipo de injerencia externa porque, con toda claridad, será para dividir Siria”.
    Quizás la principal incógnita de la Siria pos-Asad será precisamente saber si se repetirán los mismos errores de Irak tras la caída de Sadam Husein, entre ellos, la disolución del Ejército y la desbaazificación de la Administración, medidas que agravaron el sectarismo. Debe recordarse, en este sentido, que el Partido Baaz sirio, “líder del Estado y la sociedad” según la Constitución vigente durante las últimas décadas, cuenta con dos millones y medio de afiliados: una décima parte de la población siria. La disolución del Ejército, del partido único o de la Administración tendrían efectos devastadores, ya que provocaría el inmediato colapso estatal y convertiría a Siria en un nuevo Estado fallido en la región.
    Ignacio Álvarez-Ossorio es profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante y autor de Siria contemporánea.