Jordania es el país que más refugiados ha recibido hasta la fecha, más de 532.000, según el Gobierno de Ammán
Por David Alandete, Ammán, 17/05/13
Niños sirios refugiados en la ciudad turca de Reyhanli, cerca de la frontera siria, el pasado 12 de mayo. / B. OZBILICI (AP)
En sólo 10 semanas, medio millón de refugiados ha huido de Siria, en uno de los mayores éxodos de población civil en la historia reciente. Son ya más de 1,5 millones las personas desplazadas desde que comenzara el conflicto entre el régimen de Bachar el Asad y los opositores en marzo de 2011, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Las naciones que los alojan, especialmente Jordania, han pedido ayuda a la comunidad internacional, porque consideran que la escasez de recursos alimentarios, médicos y económicos para atenderlos puede generar una grave crisis humanitaria.
Jordania, que comparte una frontera de 370 kilómetros con Siria, es el país que más refugiados ha recibido hasta la fecha. Según una estimación del Gobierno son más de 532.400. Antes de la revolución ya vivían 750.000 sirios en esta nación de 6,1 millones de habitantes. De los nuevos desplazados, casi 160.000 habitan en los campos de refugiados. A los que viven fuera de esos recintos, el Gobierno no les otorga permisos de trabajo, porque el desempleo de este país ya es de por sí del 12,8%.
“El problema de los refugiados tiene un gran coste social. Aquí en Jordania, muchos ciudadanos se ven ahora en la situación de tener que hacer colas para comprar pan, algo que no sucedía. Tiene un coste”, explica Anmar Al Nimer Al Hmoud, coordinador del comité especial del Gobierno de Jordania para los refugiados sirios. Las autoridades jordanas aseguran que los refugiados sirios han traído también enfermedades antes erradicadas a su país, como la tuberculosis o la esquistosomiasis. Muchos refugiados se han negado a vacunarse contra el sarampión, del que ha habido un reciente brote.
Entre miércoles y jueves, en sólo 24 horas, 1.846 sirios cruzaron la frontera con Jordania, donde hay al menos 45 puntos de cruce ilegal. Cuando llegan, el Ejército les traslada a unos campos provisionales, donde reciben atención inmediata. Tras Jordania, Líbano es el país que más desplazados acoge, unos 470.450, según ACNUR. Turquía, por su parte, aloja a 147.400, y Egipto, a 66.900. En su mayoría esos refugiados provienen de zonas rebeldes como Homs, Deraa o Alepo.
“Debemos seguir trabajando para que la ayuda humanitaria internacional alivie algo la carga de los Gobiernos en esta crisis”, explica Rianawati, una de las representantes de ACNUR en Jordania, indonesia de origen y que, como muchos de sus conciudadanos, sólo utiliza un nombre sin apellidos. “El peso sobre las naciones que alojan a los refugiados podría suponer riesgos, como el cierre de fronteras o las deportaciones. Es importante que las agencias de ayuda humanitaria sigan recibiendo fondos para evitar esos problemas”, añade.
El Gobierno de Jordania estima que cuando reciba 660.000 refugiados necesitará 500 millones de dólares en ayudas internacionales para poder distribuir alimentos y atención médica. A los refugiados sirios se les ofrece cobertura sanitaria universal, como al resto de la población jordana. “Los jordanos han recibido a sus hermanos sirios. Al fin y al cabo, muchos son de origen sirio, y todos somos árabes”, explica el coordinador gubernamental Al Hmoud. “En esta zona se dice que la costumbre es alojar a alguien de visita dos días. Convertir ese espacio de tiempo en años es ya una gran carga”, añade.
Cerca de la frontera de Jordania con Siria se halla ya el que es el segundo mayor campo de refugiados del mundo, Zaatari, donde viven casi 150.000 desplazados. Si el influjo de refugiados se mantiene como hasta ahora, antes de finales de año superará al mayor, el de Daab, en Kenia, en el que viven 500.000 personas junto a la frontera con Somalia.
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