lunes, 4 de abril de 2016

La poderosa narrativa de los fanáticos

El ISIS ha creado una estructura copiada de su organización enemiga, Hezbolá. Su fuerza reside en la atracción de su mensaje


En 1989 el grupo chií libanés Hezbolá introdujo un cambio sustancial en su sistema interno que le permitió dejar de ser una milicia para convertirse, un cuarto de siglo después, en la organización política y militar más importante de Líbano, y en una de las más influyentes de Oriente Próximo. Ante el limitado impacto de los ataques, optó por crear órganos de dirección que ya no se ocupaban solo de la lucha armada, si no que interesaban también por la dimensión política e ideológica del combate en un momento en el que miles de personas se acercaban a sus filas seducidas por la creciente popularidad de sus operaciones. Se mantuvo al Consejo de Shura como máximo órgano de poder, pero se le dotó de un secretario general. A la nueva cabeza visible acompañaban cinco nombres secretos, incluido el jefe del Consejo de Yihad, única conexión del liderazgo político con el brazo armado, casi autónomo.
A la reforma se le añadieron dos tentáculos más: un órgano para la educación escolar y otro destinado a la propaganda a través de la televisión, medio de masas del momento. El objetivo era crear un universo en el que las familias chiíes —tantos años marginadas— sintieran un estado de confort, pertenencia y compromiso que favoreciera la fidelidad y la movilización. La estrategia funcionó. Diez años después, las tropas israelíes abandonaban derrotadas en el sur de Líbano, sin haber podido penetrar en la tupida red del liderazgo del grupo.
Una de las razones en las que se asienta el éxito la organización yihadista Estado Islámico (ISIS) es haber logrado replicar el sistema de Hezbolá, pese a ser una entidad suní, creada en un entorno suní, para defender un ideal suní que considera herejes y enemigos a los chiíes. Está igualmente dirigido por un Consejo de Shura secreto y tiene una cabeza visible: el autoproclamado califaAbu Bakr al Bagdadi. A su vera se sitúan los consejeros político, judicial y de la Yihad, y al menos cuatro más cuya identidad se desconoce. Todos están capacitados para suceder al califa si este fuera eliminado. Al igual que en Hezbolá, solo confían en un sistema ancestral de postas para comunicarse, sin teléfonos móviles ni correos electrónicos. Y al igual que el movimiento armado chií, la única conexión entre el brazo armado y la cúpula es el consejero de Yihad, que también se beneficia de un potente aparato de propaganda masiva. Un sistema que blinda la dirección, reduce al mínimo el impacto de los asesinatos selectivos y prima un segundo objetivo: crear un sentimiento de confort para los suníes, de identidad, pertenencia y compromiso que favorezca la fidelidad y la movilización.
Pero la estructura por sí sola no explica por qué las actuales tácticas occidentales —basadas en ineficaces bombardeos aéreos— están abocadas al fracaso. Jacob Olidort, catedrático adjunto en la Universidad George Washington, lanzó en la revista Foreign Affairs una pregunta esencial: ¿en que momento un extremista se convierte en un extremista violento? Y concluyó que más allá de los factores políticos y económicos, el problema radica en el arma más poderosa de los grupos yihadistas: cómo funciona su ideología. “Es la capacidad que tiene el ISIS de vender y validar su visión del mundo entre las distintas circunstancias que las comunidades musulmanas experimentan y observan”, explica.
En este marco, atacar en Bruselas, París o Lahore no es un fin en sí mismo. Si no que forma parte de una causa: la de defender la única interpretación que consideran válida del islam frente a la pléyade que forman sus enemigos, entre los que colocan también a aquellos que ejercen su propia religión de otro modo. Los hermanos Kouachi, autores de la matanza de Charlie Hebdo, y Ahmedi Coulibay, el hombre que entró en el supermercado judío, señalaron que su acción era “una venganza contra quienes insultan al islam”. Una ideología, una causa, que llena por igual el vacío social y existencial, la falta de horizontes y el afán humano de sentirse útiles y protagonistas, de aquellos que la abrazan.
Según la revista Dabiq, órgano de propaganda del ISIS, el territorio bajo su control ofrece todo lo necesario para ser un buen musulmán. Representa —dicen— una sociedad “pura”, a salvo de los perniciosos vicios de occidente, y del “islam pervertido”. Un espacio ideal en el que las aspiraciones prosaicas también están garantizadas. Uno puede casarse, combatir, formar un familia y trabajar con vecinos que son como tú. Una sensación de identidad, de pertenencia, de compromiso e incluso de solidaridad que favorece el reclutamiento, incluso de familias enteras. Por eso el ISIS supone algo más que un grupo terrorista. Necesita un territorio en el que presentar como una realidad su quimera.
Olidort eludía, sin embargo, otra pregunta fundamental. ¿De dónde viene y cómo se financia esta ideología? La narrativa de los movimientos yihadistas actuales, ya sea el ISIS o Al Qaeda, se fundamenta en el wahabismo, la interpretación literalista del islam que rige en Arabia Saudí desde el siglo XVI. Existen mínimas diferencias en cómo aplican este islam herético los dirigentes y clérigos de la autocracia saudí, el autoproclamado califa o el líder de la red fundada por Bin Laden. En la década de los ochenta, Riad se sumó a un proyecto norteamericano para enviar guerreros islámicos (muyahidin) a combatir el comunismo en Afganistán. Según datos de la Fundación Rey Fahd, la oligarquía gastó más de 4.000 millones de petrodólares en la edificación de mezquitas y madrasas en Afganistán, Pakistán y otros puntos de Asia. El objetivo era promover el wahabismo como el único islam, y a la familia real saudí como el verdadero guardián de la fe primigenia. La casa de Saud promocionó su interpretación del islam como una ideología indispensable y durante la década de los noventa financió 1.500 mezquitas más, 2.210 madrasas y centros islámicos, 4.000 imanes en África, Europa y Norteamérica. Pese a que la conexión saudí se estableció claramente en los atentados del 11-S, en 2013 el 75% de las mezquitas de EE UU estaban en poder de clérigos que predican una interpretación del islam que se opone a los valores occidentales. Similares porcentajes se repetían en Reino Unido, Francia o Túnez. Los hermanos Kouachi asistían a una mezquita wahabí en su barrio.
Son asociaciones caritativas y hombres acaudalados radicados en Arabia Saudí y otros países del golfo Pérsico los que financian esta red de mezquitas que Occidente ha dejado crecer. Una compleja madeja que, pese a las condenas de los dirigentes saudíes contra el yihadismo, desempeña una labor esencial en la política del reino y en el afán de sobrevivir de la actual familia real. Si Europa quiere derrotar a la nueva amenaza, antes que en las bombas quizá deba pensar en buscar vías para contrarrestar la narrativa ideológica de los fanáticos, y enterrar la política de alianzas e intereses que ha dominado el siglo XX.
Javier Martín es arabista, delegado de Efe en el norte de África, autor de ensayos como Estado Islámico. Geopolítica del caos, La casa de Saud y Hizbulá. El brazo armado de Dios.
www.elpais.com
Más allá de los factores políticos y económicos, el arma más poderosa de los yihadistas es su ideología

jueves, 24 de marzo de 2016

Occidente-Oriente: el lenguaje de la construcción del enemigo

oriente_occidente


La Dra. Susana Murphy aborda un tema de gran actualidad: “las marcas de la alteridad en la construcción intelectual Oriente-Occidente”. Lo hace a través del análisis del “lenguaje de la construcción del enemigo en Cercano Oriente antiguo y contemporáneo”. La clave para entenderlo está en la exaltación de Occidente frente a la eliminación y/u omisión de Oriente. Sostiene: “Europa, nace en la historia moderna y se expresa en términos de cristianismo en oposición al mundo musulmán de árabes, turcos, y a los judíos” y “La representación imaginaria del mundo islámico que empieza a bosquejarse en Occidente es conflictiva; los rasgos centrales que lo representan son la guerra, la violencia y luego la religión”.
Curiosamente, el “enemigo” no lo es únicamente la religión. El “pérfido”, el “bárbaro”, el “monstruo” es el portador de los valores religiosos. Juzguen si algo ha cambiado desde la Edad Media.
Dra. Susana Murphy
IHAO- FF y L- CLEARAB, UBA – UNLu

El mythos nos remite a la palabra generadora de ilusión, como a la palabra generadora de verdad. Así se elabora un relato mítico de la otredad, en el que se afirma que Occidente tiene su origen en el mundo clásico. Pero en este caso no será la memoria ni la palabra generadora de verdad la que opere, sino el olvido, la omisión y la mentira. La idea de la historia se iniciaría milagrosamente con Heródoto, como si los esbozos historiográficos anteriores se esfumasen en mitos bizarros e inapropiados. Así, se elimina toda influencia oriental, se desconoce la transmisión cultural del mundo griego de las civilizaciones del Próximo Oriente al mundo griego, la diversidad de la época helenística, la admiración que produjo Egipto en los pensadores clásicos del Renacimiento. Y en su reemplazo se exalta en un continuum, el mito de la democracia, la política, la razón, la religión cristiana y la cultura occidental en un espacio particular, Europa.
Redundancia, discontinuidad, irrealidad, son algunas de las principales coordenadas del eurocentrismo, sin embargo la clave para comprender este proceso está dada por la producción y demonización del enemigo. Así, el nómade, bárbaro, meteco, esclavo, pagano, judío, negro, bruja, el inmigrante en el siglo XX, son figuras de exclusión en la sociedad europea que aparta, condena en diferentes tiempos de la historia y los sitúa en espacios acotados y limitados. Los enemigos son distintos y siguen costumbres diferentes. El diferente por excelencia es, el extranjero.
Nos interesa analizar el modelo recurrente de la creación de un enemigo que es análogo a la construcción del “otro”. Así, la construcción del enemigo debe ser intensiva y constante para que sea efectiva. En este sentido la historia del “orientalismo”, es la de una gran patología, cuyos síntomas se inscriben particularmente en la ideología del individualismo y la modernidad. Con respecto a ese objeto de estudio que denominamos “Oriente”, el problema no radica en el objeto de conocimiento como en la constitución de un sujeto observante que debe tomar conciencia de lo que lo caracteriza, así como a la sociedad a la que pertenece.
Europa, nace en la historia moderna y se expresa en términos de cristianismo en oposición al mundo musulmán de árabes, turcos, y a los judíos.
La literatura religiosa de los siglos IX y X da cuenta del temor que cunde en Europa.: “…Todo son ciudades despobladas, monasterios destruidos o incendiados, campos desolados…”, y las causas radican en las últimas invasiones de árabes, húngaros y escandinavos. Los escandinavos y sarracenos tuvieron un elemento en común, la marinería, lo que les permitió el dominio del mar, el avance hacia las costas y la actividad expedicionaria y la conquista. El siglo IX da cuenta de la incursión de los árabes en el sur de la actual Italia y España. Los testimonios ofrecen indicios de asentamiento de población musulmana e incluso la formación de una organización estatal, el emirato, dependiente del califato de Damasco, con centro en Córdoba.
Asimismo, existen evidencias de incursiones efímeras en los Alpes, Pirineos y Valle del Rhin.
Sin embargo, el contacto con Occidente se había establecido previamente mediante la red comercial a larga distancia del Islam, que abarcaba desde China hasta el estrecho de Gibraltar. Los intercambios económicos, las piezas de oro, las monedas de plata que circulaban en Europa provenían únicamente de talleres árabes o griegos. Tanto musulmanes como judíos realizaron importantes aportes científicos y tecnológicos y así se instituyó en una importante vía de circulación no sólo de bienes sino de personas, ideas, y culturas hasta el siglo XII. Otra vía de comunicación Oriente-Occidente fueron las peregrinaciones de judíos, musulmanes y cristianos. El viaje ritual a la Meca por parte de los musulmanes les permitía estudiar en la Meca, en El Cairo o en otros centros, para luego trasladar los conocimientos científicos y filosóficos adquiridos y transmitirlos en Sicilia y al-Andalus. Lo mismo sucedía con los judíos y sus viajes a la Tierra Prometida, y los cristianos realizaban peregrinaciones por el Camino de Santiago conectándose en sus viajes con la cultura musulmana y judía. Finalmente, las Cruzadas fueron también un puente entre Oriente y Occidente en beneficio de este último.
Un siglo después de la muerte del profeta Mahoma, el sur de Europa siente pavor ante la penetración del “extranjero absoluto”, el musulmán, dado que es “otro” que comporta una doble extranjería, no pertenece a la comunidad y no es cristiano, por lo tanto ante esta situación existen dos caminos: la destrucción o la conversión.
La representación imaginaria del mundo islámico que empieza a bosquejarse en Occidente es conflictiva; los rasgos centrales que lo representan son la guerra, la violencia y luego la religión. Se los denota como perfida gens sarracenorum, en otros términos, una comunidad de infieles perversos a los que posteriormente se los etiquetará de bárbaros. Se destacan en particular sus rasgos militares más que su religión, lo que refleja la negación de todo sentimiento religioso de aquellos pueblos que no comparten la fe cristiana. El sarraceno es un guerrero pagano y finalmente idólatra. La figura del bárbaro, identificado con el musulmán, es la representación de la frontera que socava el orden topográfico y mental del cristianismo.
Por su parte, la Histoire anonyme de la Première Croisade; devela en parte la imagen que los musulmanes tenían de los cristianos y de Occidente, los cristianos son vistos como “mendigos, desvalidos y miserables”, las ciudades cristianas se caracterizan por “la suciedad y los olores desagradables”. Los relatos de viajeros cuentan la impresión que les causa la suciedad de los europeos pues no se bañan y no cambian sus vestimentas.
El papa Urbano II, convocó en el año 1095 a un concilio en Clermont en el que exhortó a los cristianos a alistarse para emprender la lucha contra los infieles y recuperar el Santo Sepulcro. La primera peregrinación a Tierra Santa se realizó bajo la dirección del monje Pedro el Ermitaño; los fieles que marcharon junto a él eran de muy humilde condición y el bandidaje aprovechó la marcha de los cruzados en defensa de Jerusalén para realizar todo tipo de atropellos. Así los relatos conservados dan cuenta de otra presencia extraña: los judíos. En efecto, al mando de Emich de Lesingen un pequeño barón, mitad bandido, mitad señor, algunos peregrinos alemanes emprendieron a lo largo de su itinerario abominables matanzas de judíos. Una crónica judía de la época atribuida a Salomón bar Simeón, relata que: “El día (3 de mayo) los enemigos asaltaron la comunidad de Espira y mataron a once santas personas”.  Lo mismo se repitió en Worms, Maguncia y Colonia donde se destruyeron sinagogas y se tiraron por las calles los rollos de la Torá. Al comparar las imágenes que transmiten cristianos, musulmanes y judíos es posible marcar diferencias. La visión cristiana destaca y subraya la barbarie, la violencia, la perfidia, y ante la presencia del invasor total que no se inclina ante la cruz. Los musulmanes aluden particularmente a la falta de higiene, la suciedad, la miseria, la pobreza, el hacinamiento, características de las ciudades medievales; mientras que las crónicas judías denotan la intolerancia, la persecución, el rechazo y la barbarie instauradas por algunos cristianos.
Las representaciones negativas en torno al Islam que se forjaron en el seno de la cristiandad se ambientaron en espacios simbólicos alejados, montañosos, y en los claustros de los monasterios. Allí se elaboraron distintas representaciones, dado que eran los recintos del saber, lugar de la lectura y escritura.
Las imágenes que evocan el mundo musulmán se asocian con el reino animal, con la desnudez en tanto signo de inferioridad e identificada con hombres violentos y salvajes, con la vida profana, la prostitución y el libertinaje.
En el sentido señalado la representación de la sexualidad, bajo la figura de la prostituta, fue y es un instrumento para denigrar a las “otras” y los “otros” y situarlos en el campo de la marginalidad e incluso la exclusión. Un ejemplo de lo expuesto lo aporta la ciudad de Venecia, que albergaba a un gran número de prostitutas debido a la presencia de extranjeros que recalaban en el puerto de la ciudad para los intercambios de bienes y productos. Las autoridades de la ciudad trataban a las prostitutas como “cuerpos extraños” y por lo tanto era necesario segregarlas, al igual que a los judíos prestamistas, que estaban obligados a usar ropa o distintivos de color amarillo. A su vez, en algunos lugares las mujeres judías fueron señaladas como prostitutas, y en otras ciudades se les obligaba a usar pendientes, que simbolizaban “impureza sexual” y “tentación”.
Como puede observarse, la prostituta, el judío y la mujer judía eran seres marginales, despreciados, segregados, eran seres extraños que no pertenecían a la comunidad cristiana y no respetaban los valores de la religión,  en consecuencia era preciso marcarlos, señalarlos para impedir cualquier tipo de integración, excluirlos. Las huellas de la prostitución se encuentran diseminadas en diferentes espacios en la India, en el Antiguo Testamento, en la Mesopotamia y en particular en la prestigiosa ciudad de Babilonia; existen evidencias documentales de la prostitución “sagrada”, ejercida por las sacerdotisas del templo, a las que se les prohibía el matrimonio y que tenían la obligación de realizar el acto sexual con cualquiera que diese una contraprestación, para las divinidades y por ende al templo. En la India las bailarinas “sagradas” danzaban para las divinidades en los templos y eran también el objeto sexual de los contribuyentes (brahmanes y mercaderes). Como puede observarse, desde los inicios la institución de la prostitución: es masculina, lo recaudado era para el servicio del templo y sus sacerdotes. La invocación a las divinidades era la forma de coerción ideológica impuesta a las sacerdotisas para que cumpliesen con el ritual sexual.
El imaginario cristiano medieval denostaba a musulmanes y judíos desde las palabras y las representaciones, y así incorporan una nueva imagen denigratoria de la sexualidad pecaminosa. La representación iconográfica de Babilonia es la de “la gran prostituta”, indudablemente con rostro de mujer, sentada en un trono, luciendo en sus sienes una corona con el símbolo del Islam, la medialuna, y adornos almenados que representan el estilo arquitectónico islámico y el agua del río sugerida mediante un diván.
La imagen del Islam en tanto “gran prostituta” es exhibida en contraposición a la religión cristiana, que tiene como prédica el ascetismo, la abstinencia sexual, el celibato. Cualquiera otra manifestación era considerada oprobiosa. Sin embargo, los Padres de la Iglesia, San Agustín y Santo Tomás consideraron que la prostitución era necesaria pues así se preservaba el honor de las mujeres casadas y la virginidad de las solteras. Se percibe en esta postura una cínica “doble moral” que la burguesía y el capitalismo continuará largamente.
Es justamente la escena del cuerpo prostituido lo que hace de él una metáfora, una representación del otro. Es el espejo de la alineación como gestora de la dimensión imaginaria, en la que el cuerpo queda inhibido, y se lo destina a elaborar una trama inconsciente.
Existía una representación imaginaria del Islam y no un conocimiento objetivo, se tenía una visión deformada y homogénea. Se forjó un ideario geométrico, Occidente percibía al Islam como un poder político-religioso cuya base estaba constituida por pueblos paganos e infieles y con un universo religioso falso, representado en la figura de Mahoma, y un espacio central pagano, Bagdad. Paralelamente, el poder político-religioso occidental estaba sustentado por pueblos cristianos, donde residía la verdadera religión encarnada en la figura de Jesucristo y el centro del cristianismo, la ciudad de Roma.
Una representación singular del Islam fue asociarlo a una bestia con cuernos, el dragón. Filotrasto sostuvo oportunamente que los árabes comían el corazón y el hígado del dragón o serpiente alada con fines mágicos, para efectuar sortilegios y adivinaciones. La figura del dragón, mushusshu en lengua acadia es significativa, el vocablo evoca la “serpiente furiosa”, y en el pensamiento mesopotámico se consideraba que la divinidad tenía rasgos de dragón, en tanto guardián y protector la ciudad.  La arquitectura monumental de la ciudad de Babilonia se refleja en la imponente puerta triunfal de Ishtar y la vía procesional ornamentada con figuras de dragones, toros y leones.
En otras civilizaciones, el dragón se asocia con el demonio, la imagen del mal, a menudo se lo menciona como “el anciano dragón”, y en las representaciones toma la forma del legendario animal asociado a la serpiente, como se manifiesta en el Salmo 74. Para la imaginería cristiana, es Cristo el que expulsa al mal, y vence al demonio, y esta acción se simboliza con la destrucción de la serpiente y con la decapitación del dragón. Las imágenes de San Miguel y San Jorge expresan el triunfo de la cristiandad al pisar la cabeza de dragones.
El sentimiento generalizado era hostil.  Se le asignó una imagen pérfida, la versión opuesta de Cristo, es Satán, el diablo, fabulador y carente de sentido, es decir, el Anticristo. El imaginario cristiano debía destruir la imagen del Profeta que transmitió a los hombres el mensaje divino. La analogía con Cristo era muy fuerte, por lo tanto se identifica a Mahoma con la figura del Anticristo y de esta forma se logra demonizarlo.
¿Acaso esas metáforas no son las representaciones del pecado y de los castigos colectivos impuestos por Dios y que se manifiestan en guerras, pestes y hambrunas?
La literatura de los siglos XV e inicios del siglo XVI refleja y alude a relatos cronísticos sobre monstruos, razas monstruosas, casos aberrantes de brujería y sortilegios, aparición de seres extraños y deformes,  historias prodigiosas de “cosas extrañas”, se mencionan los “milagros de la naturaleza”,  el desastre que se abatirá entre los hombres por haber pecado. La dramatización del pecado y sus consecuencias refuerza el poder de la autoridad clerical y de la institución eclesiástica al mismo tiempo que somete e impide el desvío.
La literatura y la lengua representan la imagen del pasado, presente y futuro y a menudo se advierten tergiversaciones en los distintos tiempos. Los logros de Dante en La Divina Comedia consistieron en combinar sutilmente la pintura realista de los conflictos de la sociedad florentina y los valores cristianos, que se evoca en la figura del Universo: Infierno-Purgatorio y Paraíso. Las tres partes se sostienen mutuamente, las tres constituyen el verdadero mundo invisible. Dante es el hombre que habla en nombre de la “Edad Media”, le da voz a las ideas cristianas de diez siglos, a la meditación cristiana. Recordemos que Dante entrará en el Infierno acompañado por Virgilio ¿Acaso este descender de círculo en círculo no será una necesidad y continuidad cultural de mantener vivo el recuerdo del pasado pagano occidental y la gestación del espíritu cristiano?
 Lo paradojal es que los antecedentes de la trilogía infierno-purgatorio-paraíso en la Divina Comedia se manifestaron en distintas etapas de la historia de la Mesopotamia, es decir en el Iraq actual.
www.notilamar.com

miércoles, 23 de marzo de 2016

El 87% de los atentados yihadistas desde el año 2000 han sido en países de mayoría musulmana

Casi nueve de cada diez atentados perpetrados por organizaciones terroristas de corte islamista entre 2000 y 2014 se produjeron en países de mayoría musulmana
Más de 72.000 personas murieron en estos atentados, 63.000 en países donde el Islam es la religión mayoritaria
El 87% de los atentados perpetrados por organizaciones terroristas islamistas entre 2000 y 2014 se produjeron en países donde la mayoría de la población es musulmana, según los datos de la ‘Global Terrorism Database’ analizados y recopilados por eldiario.es. La base de datos desarrollada por la Universidad de Maryland registra, al menos, 15.181 atentados ejecutados por grupos islamistas radicales identificados por eldiario.es.

Distribución de los atentados cometidos por organizaciones islamistas según la religión mayoritaria (2000-2014)


Fuente: Global Terrorism Database y Pew Research

La metodología de la base de datos entiende por atentados terroristas los actos violentos que tienen (1) un objetivo político, ideológico, económico, religioso o social, (2) que busquen intimidar o coaccionar a una mayor audiencia, y (3) estén fuera de los preceptos del Derecho Internacional Humanitario (DIH).
En total, más de 72.000 personas murieron a causa de estos actos terroristas en ese periodo. La mayoría, en países donde el Islam es la religión mayoritaria. La mitad de los ataques de organizaciones islamistas se llevaron a cabo en países que han sufrido graves conflictos bélicos como Irak (27%), Afganistán (15%) y Pakistán (9%). En estos tres países la religión musulmana representa a más de un 96% de la población, según datos del Pew Research Center.
En una situación diferente, Europa también ha comenzado a sentir el peligro que países de Oriente Medio y Asia Central, principalmente, han sufrido durante la última década. Los nuevos ataques en Bélgica reivindicados por el ISIS, donde varias explosiones han acabado con la vida de al menos 30 personas, representan una cruel pero mínima parte de los atentados cometidos por organizaciones de corte yihadista alrededor del mundo.

Mapa de los atentados cometidos por organizaciones islamistas según la religión mayoritaria (2000-2014)

Se han destacado los países de mayoría musulmana en amarillo. En azul, los de otras religiones.

Fuente: Global Terrorism Database y Pew Research

Europa no es la más afectada por los ataques ni siquiera entre los países donde la población cristiana es mayoría. Filipinas y Kenia, donde el cristianismo supera el 80% de la población, sufrieron 974 ataques desde el inicio del nuevo siglo. Más de 1.800 personas murieron en esos ataques. Una cifra que solo supera en los últimos quince años los atentados del 11S en Nueva York, donde murieron 2.996 personas. Los atentados fueron cometidos por Al-Qaeda.

Los atentados yihadistas se multiplican desde inicio de siglo

Los actos terroristas cometidos por organizaciones yihadistas se multiplican gracias al auge del Estado Islámico, Boko Haram o los movimientos talibanes en los últimos años. En 2000, los grupos islamistas ejecutaron 251 atentados en todo el mundo. Quince años después, en 2014, la cifra se multiplica hasta los 2.572 atentados.
Estos grupos defienden el integrismo islamista, que defiende la adaptación de la vida política a los mandatos religiosos más fanáticos del Islam. El término “islamista” no debe confundirse con “musulmán” o “islámico” ya que estos últimos se refieren a todo lo relacionado con la religión del Islam.

Evolución de muertos y atentados cometidos por organizaciones islamistas (2000-2014)


Fuente: Global Terrorism Database y Pew Research

El 0,1% de los atentados, en Europa Occidental

Solo se cometieron 22 atentados en los países de Europa Occidental entre 2000 y 2014. Representan un 0,1% de los 15.818 actos terroristas cometidos por grupos yihadistas en todo el mundo. Unos datos a los que se unirían los nuevos ataques este martes en Bruselas, donde han fallecido 30 personas, y en noviembre de 2015 en París, donde murieron 137 personas.
Entre 2000 y 2014, 248 personas murieron en ataques cometidos por organizaciones terroristas en los países de Europa Occidental. La mayoría en las explosiones del Metro de Londres en julio de 2005, con 56 fallecidos, y el 11M en Madrid. Los ataques de Atocha, llevados a cabo por una célula terrorista yihadista, acabaron con la vida de 192 personas.

Atentados y víctimas mortales por regiones (2000-2014)


Fuente: Global Terrorism Database y Pew Research
http://www.eldiario.es/

martes, 22 de marzo de 2016

Objetivo Bruselas

Ignacio Alvarez-Ossorio


Una vez más, el terrorismo yihadista ha golpeado una capital europea. No es el primer atentado de estas características y, desgraciadamente, tampoco será el último, puesto que el Daesh (las siglas en árabe del autodenominado Estado Islámico) ha situado al Viejo Continente en su mirilla. Europa parece haber desplazado a EE UU como objetivo prioritario, tal y como demuestra el hecho de que el territorio norteamericano no ha sido objeto de un atentado a gran escala desde el fatídico 11 de septiembre de 2011 perpetrado por Al Qaeda mientras que las matanzas se han sucedido en Madrid, Londres, París y, ahora, Bruselas. Con esta acción, el Daesh evidencia que, a pesar de los sistemáticos bombardeos a los que son sometidos sus feudos en Siria e Irak, sigue conservando su fuerza letal.

Dos detenidos que preparaban atentados en Nochevieja en Bruselas 
La elección de Bruselas como objetivo no es, ni mucho menos, baladí, puesto que además de capital belga es la sede de las instituciones europeas. Como tantas otras veces se busca llevar la guerra a nuestro territorio, pero también lograr un efecto amplificador para provocar la sensación de pánico entre la población. En definitiva: intensificar las grietas en el seno de la Unión Europea y provocar una mayor división entre sus integrantes en torno a las vías de combatir el fenómeno yihadista. 
No puede pasarse por alto tampoco que Bélgica es el principal exportador de yihadistas del continente europeo. La comunidad musulmana representa el 6 por 100 de la población belga, en total unas 650.000 personas. Aunque el número de yihadistas belgas es relativamente bajo en términos cuantitativos (medio millar, según diferentes estimaciones), lo cierto es que cuadruplican el número de combatientes de origen español enrolados en las filas del Daesh. Un dato, sin duda, alarmante. La intensificación de los bombardeos sobre Raqqa y Mosul ha motivado, a su vez, un efecto retorno hacia Europa de estos yihadistas que, además de haber sido radicalizados, ahora cuentan con experiencia de combate y están dispuestos a sacrificar sus vidas para golpear al ‘enemigo lejano’.

El hecho de que los servicios de inteligencia belgas hayan sido incapaces de impedir esta nueva carnicería podría llevarnos a pensar que es el Daesh quien lleva ventaja y va ganando la partida. Este planteamiento es erróneo, puesto que la organización se encuentra en una situación extraordinariamente delicada, ya que sus fuentes de financiación se están desecando y el flujo de yihadistas hacia sus feudos ha descendido de manera notable. Al contrario que en el pasado, en el presente se encuentra en una posición claramente defensiva lo que ha permitido recuperar varias localidades que estaban bajo su control y eliminar o capturar a algunos de sus dirigentes. Por lo tanto, el Daesh es hoy una bestia herida cuyos violentos zarpazos son más una señal de su debilidad que de su fortaleza, lo que no debería llevarnos ni mucho menos a bajar la guardia ni a subestimar la amenaza que todavía representa.

Otro de los objetivos de la formación yihadista es azuzar la islamofobia en las sociedades europeas. Como hemos tenido la oportunidad de comprobar en los últimos meses, los movimientos populistas y xenófobos no han dejado de ganar terreno en varios países. Son, sin ningún género de dudas, los principales beneficiados de los zarpazos yihadistas, pero también de la llegada de cientos de miles de refugiados a territorio europeo huyendo, precisamente, del caos y la anarquía que se ha apoderado de sus países de origen. Culpabilizar a las víctimas de las guerras que asolan la región y cerrar las puertas a quienes huyen del Daesh y de la violencia no parecen ser las maneras más sensatas de defender los valores europeos en estos tiempos de incertidumbre y desorientación.

En este sentido debe recordarse que el Daesh ha lanzado una campaña mediática para tratar de frenar el éxodo de sirios e iraquíes que está despoblando los territorios bajo su control. El número 11 de la revista Dabiq afirmaba al respecto: «Emigrar al territorio de los infieles es un pecado capital que puede equipararse a la apostasía». Dicha publicación advertía a su vez de que quienes buscan refugio en Europa corren el peligro de «abandonar el Islam y abrazar el cristianismo, el ateísmo o el liberalismo» y se exponen «a la amenaza de la fornicación, la sodomía, las drogas y el alcohol». No nos debería extrañar, por lo tanto, que el Daesh se felicite de las medidas adoptadas por la Unión Europea para tratar de cerrar a cal y canto sus fronteras y deportar a Turquía a quienes consigan alcanzar el territorio europeo. 

Por último es pertinente subrayar, una vez más, que el Daesh no sólo está en guerra contra Occidente, sino también contra el Islam. En estas horas trágicas en las debe honrarse la memoria de las víctimas de Bruselas, también tenemos que rendir tributo a todos aquellos que sufren a diario su barbarie tanto en Siria como en Irak. Y no sólo nos referimos a las minorías confesionales como los ismaelíes, drusos o yazidíes o las étnicas como los kurdos o turcomanos, sino también a los musulmanes sunníes que viven sometidos a su gobierno y también a los musulmanes chiíes, que se han convertido en el principal blanco de su violencia. Deberíamos comprender que los ataques contra los denominados ‘enemigo lejano’ y ‘enemigo cercano’, como los define la propaganda yihadista, son dos caras de la misma moneda y deben combatirse con la misma energía.

Una federación de pueblos en el rompecabezas sirio

Por Leandro Albani – @leanalbani
En el norte de Siria las organizaciones que defienden la zona del terrorismo declararon un sistema federal de gobierno.
Rojava mapa 1

Cuando el pasado 17 de marzo las organizaciones políticas y militares que controlan el norte de Siria (Rojava, en kurdo) declararon la federalización de esa región, se concretó una realidad que desde hace tres años se abre paso en la turbulenta Siria. Levantando una polvareda de declaraciones cruzadas a nivel nacional e internacional, pero también demostrando que el proceso político y social en el norte del país tiene un fuerte respaldo de los pobladores, este hecho deja en claro que los pueblos de Rojava tienen un peso político por demás de importante en el devenir de Siria.
Las milicias YPG/YPJ que combaten al Estado Islámico (EI), junto a una decena de agrupaciones, entre las que se encuentra el PYD (Partido de la Unión Democrática), se reunieron durante dos días en el pueblo de Rimêlan, al noreste de Rojava, para debatir el futuro de la región.
La conclusión del encuentro -en el que participaron 31 agrupaciones políticas y 200 delegados de los cantones de Kobane, Afrin y Cizire, además de pobladores árabes, asirios, siríacos, armenios, turcomanos y chechenos de las regiones de Girê Spî, Shaddadi, Alepo y Shenba-, fue la declaración de un Sistema Federal Democrático para el norte del país.
En un comunicado difundido con posterioridad detallaron que el nuevo sistema federal “encapsula a todos los componentes sociales y garantiza que la futura Siria será para todos los sirios”. Además, fueron electos los co-presidentes y 31 representantes del flamante Consejo de Organización, que tendrán que redactar un Contrato Social (Constitución). El nuevo sistema, según lo informado, adhiere a las resoluciones de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, por lo cual se llama a los pobladores a participar “en la fraternidad de los pueblos y la paz”.
Uno de los puntos más importantes de la declaración es el que refiere que “la liberación de las mujeres es la esencia del sistema democrático federal”. “Las mujeres tienen el derecho a una participación igualitaria y a la toma de responsabilidades en relación a los temas de su interés –resolvieron los participantes -. Las mujeres serán representadas en igualdad en todas las esferas de la vida, incluyendo todas las esferas sociales y políticas”.
A su vez, para este nuevo sistema se defiende que las comunidades del territorio tengan libertad para desarrollar las relaciones económicas, sociales, culturales y democráticas “con quienes ellos estimen pertinente, o compartir sus creencias y cultura con los pueblos y comunidades a nivel regional o internacional, a condición de que esas relaciones no interfieran con los objetivos e intereses del sistema democrático federal”.
La historia de la federación
El concepto de federación anunciado en Rojava fue uno de los objetivos principales de las organizaciones kurdas y de otras nacionalidades que habitan el norte de Siria cuando comenzaron la defensa de su territorio, atacado en un principio por el Ejército sirio y luego por grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico. Su antecedente se encuentra en la ideología del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de su líder, Abdullah Öcalan, principal teórico del Confederalismo Democrático, ideología que tiene una fuerte impronta en el pueblo kurdo. En Rojava, los preceptos del Confederalismo Democrático fueron avanzando al mismo tiempo que las YPG/YPJ repelieron los ataques terroristas y conquistaron territorio. Es más, cuando los cantones de Rojava aprobaron su Contrato Social en 2014, en ese texto se aseguraba que se “reconoce la integridad territorial de Siria y aspira a mantener la paz interna e internacional”.
Autoadministración, construcción de poder comunal, una economía mixta que priorice las formas cooperativas, respeto de cultos, religiones y costumbres, y una permanente participación de las mujeres tanto en el plano político como de autodefensa son, a grandes rasgos, las características del Confederalismo Democrático, una ideología que se ha vuelto incomoda, pero que sin dudas abre un camino novedoso para Medio Oriente.
“Atravesamos una fase histórica y circunstancias muy críticas –se explicó en la declaración de Rimêlan-. Siria está experimentando la peor tragedia en su historia. Millones han sido desplazados y cientos de miles de personas han muerto, sin mencionar el inmenso daño que ha sufrido la infraestructura del país. A pesar de esto, una experiencia democrática ha sido creada y defendida en Rojava con la sangre de los mártires. Grandes avances se han logrado en este periodo. Esta es una verdadera oportunidad para construir un sistema democrático federal. Estamos seguros y confiados en que esto va a ser un modelo para una solución a la crisis de Siria”.
Kurdos federación 3
Las críticas
Rechazados en los diálogos de Ginebra, -donde se trata de buscar una solución a la crisis siria-, con el acecho de Turquía sobre sus cabezas –que no sólo respalda al Estado Islámico sino que bombardea Rojava-, y con un fuerte respaldo de los pueblos que viven en el norte sirio, las agrupaciones políticas, tribus y clanes que habitan la zona, encabezados por el PYD y las YPG/YPJ, rompieron la tensa calma diplomática que sobrevolaba Siria con la creación del sistema federal.
Las respuestas no se dejaron esperar. El gobierno de Damasco rechazó la iniciativa a través de su cancillería, que en un comunicado advirtió “todo intento de socavar la unidad o la integridad territorial de Siria bajo cualquier nombre”. El Ejecutivo argumentó que la declaración de un sistema federal “constituye una violación de la unidad del territorio sirio, y eso contradice a la constitución y los conceptos nacionales y las resoluciones internacionales”.
Desde el Consejo Nacional Sirio (CNS), organismo opositor y vinculado fuertemente con grupos irregulares, también rechazaron el anuncio y expresaron que “cualquier intento de formar entidades, regiones o administraciones que confiscan la voluntad del pueblo sirio”.
Quien alertó sobre el nuevo sistema fue el gobierno de Moscú, que a principios de marzo había sugerido que un Estado federal en Siria podía ser un modelo adecuado para preservar la unidad y la soberanía del país. El vicecanciller ruso, Mijail Bogdanov, declaró que “no tiene sentido alguno proclamar nada al margen del proceso de negociaciones y del diálogo intersirio. Es una posición para negociar pero no se pueden tomar aquí decisiones unilaterales”. A su vez, llamó a tomar las decisiones de este tipo “por consenso” y reiteró el llamado de Rusia para que los kurdos y las kurdas formen parte de los diálogos de Ginebra, algo que es rechazado de manera tajante por Turquía, que los acusa de “terroristas”.
Por su parte, Estados Unidos también negó la posibilidad de un sistema federal de Rojava. “Hemos sido muy claros con que no vamos a reconocer las regiones autónomas en Siria”, expresó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado. “Esto es algo que debe ser discutido y aceptado por todas las partes interesadas en Ginebra y luego por el propio pueblo sirio”, explicó el funcionario, aunque olvidó decir por qué los kurdos no participan en los diálogos.
Aunque las informaciones sobre el sistema federal en el norte de Siria son escasas, su concreción no es resultado de la coyuntura actual de Siria. El pueblo kurdo, junto a otras nacionalidades que habitan esa región, tiene en sus espaldas una larga historia de luchas, resistencias y reveses. La defensa de Rojava, los combates contra el Estado Islámico y la construcción de una sociedad que rompa con los paradigmas de Medio Oriente, es parte de ese proceso histórico con final abierto.  
www.marcha.org

lunes, 21 de marzo de 2016

Elogio de la hipocresía

Por Guadi Calvo
 Ni la pregunta y mucho menos la respuesta tienen alguna importancia, pero quizás como mera curiosidad surge la reflexión: ¿alguna vez Europa se repondrá moralmente de la solución que ha encontrado a la cuestión de los refugiados?
Ya sabemos, la historia es generosa y según se ve olvidadiza. Si Europa no logra reponerse hará como hizo con la República Española a la que regaló un tirano durante 40 años que alejó el fantasma rojo de la península. O cuando apostó a Hitler, quien parecía ser el hombre indicado para terminar con la peste comunista que soplaba del oeste o más lo que hizo en los Balcanes apenas ayer.
Sin que ninguno de los políticos europeos haya entonado un mea culpa acerca de su responsabilidades con los millones de personas de África y Medio Oriente, solo en lo que va de este siglo han debido abandonar sus vidas, sus casas y sus historias a causa de las patológicas políticas de saqueo, por parte de ellos y su gran socio norteamericano.
Desde la medianoche del domingo 20 de marzo los 28 jefes de Estado que componen la UE han decidido cerrar las puertas a todos los “migrantes irregulares” tras acordar en Bruselas el viernes 18 el muy demorado arreglo con Turquía, que una vez más se compromete a recibir a todos los seres humanos que la UE le envíe desde Grecia a partir de ahora.
Las ultraderechas europeas como Víktor Orbán, el Primer Ministro húngaro o Jaroslaw Kaczynski, el hombre fuerte de Polonia, han impuesto sus principios; Ángela Merkel, la canciller alemana, Donald Tusk el ex primer ministro de Polonia y actual presidente del Consejo Europeo y el luxemburgués Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, han cedido una vez más a las imposiciones de Ankara y han debido bajar, honorablemente, la cabeza frente al Primer Ministro de Turquía Ahmet Davutoğlu.
Ahora los refugiados sirios, iraquíes y afganos saben que si no logran todos los “requisitos legales” para entrar a Europa apenas se los encuentren ilegales en Grecia serán devueltos a Turquía de manera sumaria y los miles de euros que han debido invertir para la aventura habrán naufragado en el Egeo como muchos de sus compatriotas. Además se les agrega un último castigo, quien sea deportado irremediablemente su nombre pasará a ser el último en la lista de los que pretenden instalarse en Europa.
Obviamente el acuerdo cumple con todas las leyes europeas e internacionales sin faltar ninguna: “cada migrante será tratado de forma individual con todo el respeto y dignidad”, ha declarado Tusk, tal cual han tratado las tropas de la OTAN a los prisioneros que han masacrado en prisiones de Afganistán e Irak o a los miles de civiles que se convirtieron en “daños colaterales” por donde las tropas occidentales han pasado.
Mariano Rajoy, el jefe del Gobierno español, ha regurgitado: “Hemos logrado un acuerdo razonable conforme a la legalidad y que pretende dar una respuesta eficaz al drama actual de los refugiados”, batiendo así una vez más sus propios récords olímpicos de hipocresía.
El acuerdo “temporal y extraordinario” no alcanza precisar las condiciones vitales en las que los refugiados deberán esperar a que sus peticiones se resuelvan.
El proceso burocrático parecería estar negociando la importación de café en vez del destino de los casi 4 millones de seres humanos que acarician la loca pretensión de tener una vida mientras aguardan en Turquía.
Un minué sobre el Bósforo
El agitado, demorado y publicitado acuerdo entre la UE y Turquía, si bien en los papeles parecería en orden, tiene un cantidad de requisitos burocráticos y materiales que lo hacen extremadamente complejo de llevar a cabo y en un tiempo más o menos inmediato. Por lo que la fecha del 20 de marzo solo marca el inicio de un largo y engorroso minué que tendrán que bailar los refugiados sobre el Bósforo, el estrecho que separa la Turquía europea de la asiática.
En la sociedad contemporánea todo es plata y de ello se trata fundamentalmente este acuerdo. Turquía, por fin, ha podido destrabar los 3.000 millones de euros que esperaba desde noviembre por parte de la UE, el dinero comenzará a llegar de manera inmediata para paliar las primeras necesidad de Recep Erdogan, el presidente turco, para contener a los refugiados. Se sabe que solo el 10 % de los 2.700.000 sirios que han llegado a Turquía desde el comienzo del conflicto viven en campos de acogida, el resto se ha desperdigado por el país intentando hacer su vida mientras conseguían la forma de llegar a Europa. A partir de 2018 Erdogan contará con otros 3.000 millones de euros para seguir sustentando a los refugiados.
Ankara espera también resolver en estas negociaciones la supresión de los visados para sus ciudadanos que quieran viajar a Europa y aspira además a abrir las negociaciones hasta ahora descartadas para el ingreso turco a la UE, lo que daría a Erdogan el aire que está necesitado desesperadamente para mantenerse en el poder tras innumerables acusaciones de corrupción, represión y violaciones de los derechos humanos.
Turquía en los acuerdos se compromete a combatir el tráfico de personas, impedir la salida de refugiados desde sus territorios y a readmitirlos, garantizando su “protección total” a los refugiados que les sean devueltos.
Por su parte, para establecer un punto de partida concreto, Grecia, que se encuentra desbordada por la presencia de refugiados en su territorio, ya que las restricciones impuestas por Macedonia ha impedido el flujo hacia el norte y han quedado varados en el país heleno cerca de 100.000 refugiados, deberá “limpiar” islas como la de Lesbos y otras próximas de migrantes ilegales para que de aquí en más sean individualizados los que tendrán que retornar a Turquía de producirse algún nuevo arribo.
En 2015 más de 885.000 refugiados llegaron de manera irregular a Grecia, de ellos 876.000 lo hicieron desde Turquía.
El acuerdo se centra fundamentalmente en los euros que Bruselas desembolsará, que son muchos, y más en tiempos de crisis, y la capacidad política de Erdogan para sustentar el acuerdo.
Europa ha mirado al costado respecto a las denuncias rusas sobre el negociado petrolero que la familia Erdogan ha desarrollado con los líderes del Estado Islámico, de lo que ya hemos dado cuenta en estas páginas. Quizás una devolución de gentilezas por el silencio que Erdogan guarda, ya que él fue un factor clave para cubrir el apoyo europeo a las fuerzas que operaron y operan contra Siria, por lo que a nadie le sirve hacer demasiada memoria ni mostrar demasiados pruritos.
La reciente ola de atentados que se han producido en territorio turco como el último producido el sábado 19 en Estambul, que dejó 5 muertos y 35 heridos según fuentes oficiales, sería obra de un suicida del Estado Islámico, podría ser producto de una campaña publicitaria de Erdogan para demostrar cuánto se sacrifica Turquía por Europa y los refugiados.
Por siniestra que pudiera parecer la especulación, nada se debe descartar cuando quienes de la hipocresía han hecho una forma de vida tienen el poder.
*Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.