«EL ARTE DE LA GUERRA»
Obama la prefiere secreta
Estados Unidos ya no dispone de los gigantescos medios que le permitieron emprender grandes guerras, como las de Corea, Vietnam e Irak. Así que Obama prefiere intensificar la acción militar secreta. Manlio Dinucci nos explica el programa.
RED VOLTAIRE | ROMA (ITALIA)
Al
presidente Obama no le gusta la guerra. No porque le hayan dado el
Premio Nobel de la Paz sino porque la acción bélica abierta pone al
descubierto las cartas de la estrategia estadounidense y de los
intereses que la motivan. Así que ha emprendido un gran plan que,
según escribe el Washington Post, «refleja la
preferencia de su administración por el espionaje y la acción
secreta más que por el uso de la fuerza convencional».
Ese
plan prevé reestructurar y potenciar la DIA (Defense
Intelligence Agency) [1],
que hasta ahora se concentraba en las guerras de Afganistán e Irak,
para que pueda operar a escala global como «agencia
de espionaje focalizada en las amenazas emergentes, más
estrechamente vinculada con la CIA y con las unidades militares de
élite».
El
primer paso será reforzar el organigrama de la DIA, que después de
multiplicarse por dos durante el último decenio ya cuenta unos 16
500 miembros. Se formará «una nueva generación de agentes
secretos» para enviarlos al extranjero. La CIA se ocupará de
entrenarlos en su centro de Virginia, conocido como «la Granja»,
donde se forman agentes secretos. Para los de la DIA, que hoy
representan el 20% de los alumnos, se crearán nuevos puestos.
La
colaboración, cada vez más estrecha, entre las dos agencias se pone
de manifiesto en el hecho que la DIA ha adoptado algunas de las
estructuras internes de la CIA, entre las que se encuentra una unidad
llamada «Persia House», a cargo de coordinar las operaciones
secretas en territorio iraní.
Los
nuevos agentes de la DIA seguirán también un curso de
especialización en el Comando de Operaciones Especiales. Las
especialidades de este último, además de la eliminación de
enemigos, son la «guerra no convencional» que se realiza con
fuerzas externas entrenadas específicamente para ese fin; la
«contrainsurgencia» destinada a ayudar a los gobiernos
aliados a reprimir rebeliones y las «operaciones sicológicas»
destinadas a influir en la opinión pública para llevarla a
respaldar las acciones militares estadounidenses.
Después
de terminar su entrenamiento, los nuevos agentes de la DIA, unos 1
600 para comenzar, recibirán del Pentágono las misiones a realizar
en el mundo entero. El Departamento de Estado se ocupará de
proporcionarles identidades falsas, introduciendo a una parte en sus
embajadas. Pero, como las embajadas estadounidenses ya están llenas
de agentes de la CIA, habrá que dar a los agentes de la DIA otras
identidades falsas, como universitarios u hombres de negocios.
Gracias
a su experiencia militar, los agentes de la DIA tienen la reputación
de ser más idóneos en materia de reclutamiento de informantes
capaces de proporcionar datos de carácter militar como, por ejemplo,
sobre el nuevo avión interceptor chino. Y el desarrollo de su
organigrama permitirá a la DIA ampliar la gama de blancos para
los drones [Aviones sin pilotos. NdlR.] y las
fuerzas especiales estadounidenses.
Esa
será la nueva forma de guerra, en la que el ataque abierto se
prepara y se acompaña con la acción secreta destinada a minar el
país desde adentro, como se hizo en Libia, o para lograr que se
derrumbe actuando desde adentro, como está tratando de hacerse con
Siria. A eso se dirige la restructuración de la DIA emprendida por
el presidente Obama.
No
sabemos si el neocandidato a primer ministro [de Italia] Pier Luigi
Bersani [2],
gran admirador de Obama, ya felicitó al presidente estadounidense.
Por lo menos ya viajó a Libia para «retomar
el hilo de una fuerte presencia de Italia en el Mediterráneo».
Será probablemente el hilo de la guerra contra Libia en la que
Italia participó bajo las órdenes de Estados Unidos.
Geógrafo y politólogo. Últimas obras publicadas:Geograficamente. Per la Scuola media (3 vol.), Zanichelli (2008) ;Escalation. Anatomia della guerra infinita, DeriveApprodi (2005).
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