sábado, 28 de septiembre de 2013

Obama y Rohani rompen 34 años de silencio entre Irán y EE.UU.

Hablaron por teléfono en la primera conversación de los máximos dirigentes de ambos países desde la revolución islámica de 1979; así, reforzaron las señales de apertura del nuevo líder iraní hacia Occidente
NUEVA YORK.- Durante décadas sólo se dieron la espalda. Nunca tuvieron a mano siquiera un teléfono rojo como Moscú y Washington en tiempos de la Guerra Fría. Pero ayer Estados Unidos e Irán, a través de susrespectivos presidentes, Barack Obama y Hassan Rohani, dejaron atrás más de 34 años de silencio y hablaron por teléfono en la primera comunicación directa entre líderes de ambas naciones desde la revolución islámica de 1979.
El diálogo selló el inesperado acercamiento, iniciado hace algunas semanas y acelerado en los últimos días, entre Irán y las potencias occidentales, en particular Estados Unidos, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Allí Rohani dio señales inequívocas, en reiteradas declaraciones, de querer acortar la brecha que distancia a Teherán de Occidente por el plan nuclear que expone a Irán, desde hace años, a durísimas sanciones económicas.
Y así como no hubo mediadores en el diálogo, tampoco los hubo en el anuncio. Fue Obama quien dio la noticia en declaraciones a la prensa, lo que fue confirmado por la presidencia iraní en su cuenta de Twitter. Rohani ratificó el giro diplomático y coincidió con el informe de Obama sobre el tema excluyente de la conversación: el programa nuclear iraní y el reinicio de las negociaciones para garantizar que Teherán no desarrolle armas nucleares.
"Hace unos minutos, hablé por teléfono con el presidente Rohani de la república islámica de Irán. Hablamos sobre los esfuerzos en curso para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní", dijo Obama.
"Somos conscientes de los desafíos que enfrentamos. El hecho de que se trató de la primera comunicación entre los presidentes estadounidense e iraní desde 1979 evidencia la profunda desconfianza que existe entre nuestros dos países, pero también abre la perspectiva de superar esta historia difícil. Creo que hay bases para una resolución", agregó.
La última conversación entre un presidente norteamericano y un líder iraní fue en 1979, entre Jimmy Carter y el sha Mohammed Reza Pahlevi.
Los iraníes fueron más breves, pero igual de optimistas y asertivos que el líder norteamericano: "En conversación telefónica el presidente Rohani y el presidente @BarackObama expresaron su mutua voluntad política de resolver rápidamente el tema nuclear", señaló la presidencia en un tuit.
"De cara al futuro, el presidente Rohani y yo instruimos a nuestros equipos para que sigan trabajando rápidamente, en cooperación con el P-5 más uno, para buscar un acuerdo", dijo Obama. Hacía referencia a las estancadas negociaciones entre representantes de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia), más Alemania, con diplomáticos iraníes.
Rohani no tiene margen para demoras: necesita aliviar cuanto antes las sanciones económicas de la ONU que pesan sobre su país por negarse a explicitar los pormenores de su programa nuclear. La economía tambalea, en parte, por las restricciones a la exportación de petróleo, entre otros perjuicios derivados de la penalización internacional.
Por más que Irán siempre afirmó que sus aspiraciones atómicas se limitan a usos civiles, nunca permitió una verificación exhaustiva y concluyente de expertos independientes a sus instalaciones. "Ambas partes tenemos preocupaciones importantes que tendremos que superar. Pero creo que tenemos la responsabilidad de continuar con la diplomacia y que tenemos una oportunidad única para avanzar con el nuevo liderazgo en Teherán", dijo Obama.
Estas declaraciones sobre el nuevo liderazgo de Rohani, elegido en junio pasado para suceder a Mahmoud Ahmadinejad, pueden anticipar otros cambios. Aunque no hubo mención explícita al respecto, ahora que se dirigen la palabra, se abre la alternativa de que Irán colabore con Estados Unidos y las demás potencias occidentales en una salida negociada a la guerra civil en Siria.
El régimen sirio de Bashar al-Assad cuenta entre sus más firmes aliados en su lucha contra las diversas milicias rebeldes a Irán y Rusia, ambos con interés en preservar o incluso aumentar su influencia en el conflictivo Medio Oriente.
Agencias ANSA, DPA, EFE y AFP

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