La Cancillería pidió "no sumar nuevos horrores a los que ya sufrimos" y cuestionó el poder de veto en el Consejo de Seguridad; recomendó enviar asistencia humanitaria a través de la ONU
Cancillería fijó su posición ocho días después de la denuncia de uso de armas químicas. Foto: Archivo
Cancillería fijó su posición ocho días después de la denuncia de uso de armas químicas. Foto: Archivo
La Argentina, que durante este mes ejerce la presidencia provisional en el Consejo de Seguridad en las Naciones Unidas, fijó finalmente su posición frente a la guerra civil en Siria, con un fuerte rechazo a la posible intervención por parte de algunas potencias, como Estados Unidos y Gran Bretaña.
Además, pidió nuevamente que se elimine el poder de veto en la ONU y esbozó tres propuestas: "el embargo de armas, una intervención humanitaria liderada por el Secretario General, una reunión de emergencia de la Asamblea General o la acción en el terreno del conflicto de los cancilleres miembros del Consejo de Seguridad".
"Lo que Argentina jamás propondrá, ni avalará, es una intervención militar extranjera. El gobierno y el pueblo argentino no serán cómplices de nuevas muertes", afirmaron hacia el final del extenso texto.
La pronunciación de la cartera encabezada por Héctor Timerman llega tras una semana de fuerte debate en la comunidad internacional desde que, el 21 de agosto pasado, la oposición siria denunció que el régimen de Bashar al-Assad utilizó armas químicas contra la sociedad civil ymató a unas 1400 personas. El gobierno, en cambio, responsabiliza a los rebeldes, mientras un equipo de inspectores de la ONU se encuentra en el lugar para confirmar el uso de gas letal.
Tal como habían anticipado diplomáticos, la Cancillería "apoya decididamente la investigación puesta en marcha por el Secretario General y espera contar con resultados contundentes, transparentes, objetivos e imparciales a la brevedad".
En ese sentido, el ministerio sostuvo que "la utilización de armas químicas letales en todas sus formas es un crimen de guerra y de lesa humanidad" y que quienes lo hayan usado "deben ser juzgados y castigados por la Justicia, específicamente por el Tribunal Penal Internacional".
Después de un repaso histórico sobre la tradicional "defensa del principio de no intervención militar extranjera" por parte de la Argentina y América latina, el comunicado rechazó con contundencia la creciente probabilidad de que Estados Unidos y sus socios de la OTAN lideren una acción militar en el país árabe.
"En línea con lo expresado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la responsabilidad de proteger civiles para justificar la intervención militar unilateral o por medio de alianzas circunstanciales puede dar lugar a que se abusen de los valores de paz y seguridad y se termine atacando precisamente los valores que se dice defender", dice el comunicado. "No sumemos nuevos horrores a los horrores que ya sufrimos", reafirma.
"La intervención militar extranjera en forma de respuesta automática a la utilización de armas químicas sin siquiera esperar a que las Naciones Unidas determinen si se utilizaron y quienes las utilizaron, implica una derrota del sistema multilateral y un menosprecio a su sistema legal", aseguraron desde Cancillería.
"Volvemos a reiterar el concepto que las Naciones Unidas no serán eficaces mientras los poderosos crean que sólo los débiles deben cumplir sus resoluciones", continuaron, para volver a cuestionar la asimetría en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde cinco potencias (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) tienen poder de veto. La Argentina preside ese órgano hasta mañana.
LAS PROPUESTAS
Entre las propuestas que recomienda la Cancillería, se encuentra "la posibilidad de una intervención humanitaria sin fines ni medios militares y con mandato de la ONU". Al respecto, opinaron que si esta opción no es aceptada por alguno de los miembros permanentes del Consejo, en referencia a Rusia y China -aliados de Siria-, "quedaría una vez más plasmada una situación descripta por la presidenta de la República hace pocas semanas en el Consejo de Seguridad al decir que «cuando en la gestión de conflictos aparece el derecho de veto, la solución se torna mucho más difícil y por momentos imposible»".
Por eso, aconsejaron que el tema sea tratado en una reunión de urgencia de la Asamblea General y que, luego de que el secretario general, Ban Ki-moon defina la autoría del uso de las armas químicas, encabece la intervención humanitaria.
"Sin duda, llegar a esta instancia dejaría al desnudo que el Consejo de Seguridad está contaminado por el juego de intereses de un pequeño grupo de países que, ejerciendo el «privilegio» del veto, vuelven a este órgano no sólo ineficaz sino irrelevante para la paz mundial", volvieron a cuestionar.
Además, el ministerio planteó como necesario el embargo de armas hacia Siria. "Es importante también reconocer que la provisión de armamentos a las partes en conflicto, lejos de definir la contienda, ha contribuido a multiplicar la sangre derramada por cientos de miles de inocentes", destacaron.
Finalmente, la última opción que propusieron es "que los 15 cancilleres que representan a los países miembros del Consejo de Seguridad se convoquen ya mismo en Siria para exigir el cese de la violencia y el inicio de un diálogo entre las partes en conflicto".
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