La oposición denuncia una matanza de civiles en una gasolinera de Damasco.
Las fuerzas rebeldes asaltan un aeropuerto militar en el noroeste del país.
REUTERS Beirut 02/01/2013El País
Al menos 60.000 personas han muerto en Siria desde que estallara la revuelta popular contra el régimen de Bachar el Asad en marzo de 2011. Es el recuento que ha hecho público este miércoles la Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien cita un estudio detallado elaborado por esta organización.
El informe se llevó a cabo durante cinco meses y concluyó el 30 de noviembre del año pasado con un listado de 59.648 personas fallecidas. "Dado que el conflicto no se ha detenido desde fines de noviembre, podemos concluir que más de 60.000 personas han muerto", ha dicho Pillay. "El número de bajas es mucho más alto de lo que esperábamos, es verdaderamente estremecedor".
Una lista de víctimas que no para de crecer. Al menos 30 personas han muerto este miércoles en un bombardeo aéreo contra una gasolinera en un suburbio de Damasco, la capital de Siria, según han informado dos activistas opositores sobre el terreno.
"He contado al menos 30 cadáveres. Estaban quemados y destrozados", ha dicho Abu Said, un activista que llegó a la zona golpeada, en el suburbio de Mulehia, una hora después del ataque. Otro activista, Abu Fuad, dijo que aviones de guerra bombardearon la zona mientras llegaba nuevo combustible a la gasolinera, que estaba repleta de gente.
Mulehia es uno de una serie de suburbios suníes que rodean la capital y que son bastiones de las fuerzas opositoras al régimen.
El suceso se produce en un día en el que los combatientes del Frente al Nusra, un grupo vinculado a la red terrorista Al Qaeda, la brigada rebelde Ahrar al Sham (Hombres Libres de Siria) y otras unidades que luchan en la provincia de Idlib, en el noroeste, han atacado un aeropuerto militar cerca de Taftanaz con artillería y morteros, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El director del Observatorio, Rami Abdelrahman, ha declarado que éste ha sido el último de los varios intentos de las fuerzas contrarias al régimen deBachar al Asad por hacerse con el control de la base.
La principal amenaza para los insurgentes es el poder aéreo de las fuerzas de Al Asad y, a pesar de controlar gran parte de las provincias del este y del norte del país, así como varios barrios de Damasco, no han sido capaces de protegerse de los incesantes ataques con helicópteros y aviones. En los últimos meses, las fuerzas rebeldes han sitiado varias instalaciones militares.
Las fuerzas gubernamentales han llevado a cabo varios ataques con artillería y morteros en los distritos damascenos de Duma, Harasta, Irbin y Zamlaka, en el este de la capital, donde según varios activistas que se encuentran en la zona, los rebeldes afianzan su posición.
Se estima que al menos 45.000 personas han muerto desde que estalló el conflicto en marzo de 2011 y, de acuerdo con el Observatorio, más de un centenar de personas, incluidos 31 soldados y personal del Ejército de El Asad, han muerto durante el primer día del año.
en http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/02/actualidad/1357132298_950536.html
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