jueves, 17 de enero de 2013

La relación Europa-Próximo Oriente en el temprano siglo XIX


Artículo de Libro en prensa próximo a salir por EUDEM presentado en 2011 en Mar del Plata

UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES.
DEPARTAMENTO DE HISTORIA – CEHIS.

IX COLOQUIO INTERNACIONAL DE HISTORIOGRAFÍA EUROPEA Y VI JORNADAS DE ESTUDIOS SOBRE LA MODERNIDAD CLÁSICA.
Mar del Plata, 24, 25 y 26 de noviembre de 2011

La relación Europa-Próximo Oriente en el temprano siglo XIX
Autor: Martinelli Martín Alejandro (UNLu)

Para analizar el tema de la relación Europa-Próximo Oriente son necesarias algunas aclaraciones. En el asunto del estudio del Próximo Oriente hay que determinar si el análisis se hace a través de la visión de la cultura concebida por el orientalismo occidental o si al contrario, se efectúa a través del prisma de los distintos grupos de las sociedades del mismo Oriente Próximo1.
Empezaremos entonces por procurar establecer qué espacio debe abarcar el análisis contemporáneo de Oriente Próximo. Esto es, según la vinculación con Europa y EE.UU. La noción de Oriente Próximo es un concepto geográfico que responde al modo europeo de concebir ese territorio. El Near East de los Ingleses o el Levant no es lo mismo que el Middle East, pues exceptúa a Irán, Paquistán y Afganistán. Estos últimos para los anglosajones, se incluyen en el término Oriente Medio. En el caso de Extremo Oriente se refiere a los mundos chino e indio. Para los cientistas sociales franceses el Oriente Medio empieza, en Egipto, finaliza en la frontera de Turquía con Irán y relega a los países del norte de África, también llamados “magrebíes”.
Desde un punto de vista histórico creemos oportuno aseverar que la delimitación de los espacios geográficos no es un ejercicio imparcial. No es la homogeneidad del medio geográfico lo que sirve para fijarlos, sino las áreas de influencia geopolítica de las grandes potencias. Actualmente, para los europeos aparece la noción la de “Mediterráneo”, que concurre con una concepción israelo-americana que intenta imponer “un nuevo Oriente Medio”, en cuyo centro se halla Israel. En el caso del concepto de Oriente Medio no empezó a tener un uso masivo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. En buena medida por el papel de Irán, Afganistán y, desde 1947, Paquistán, tres países que se convirtieron en elementos claves en la Guerra Fría.
Es de suma importancia al escribir la historia de Oriente Medio, que el autor defina su tema de estudio, las grandes nociones conceptuales de pueblo, Estado, nación, minoría, religión, cultura, etnia o mundo (árabe, musulman o arabomusulmán). Realizar una comparación metodológica fructífera con los conceptos que utiliza la cultura árabe para comprender la realidad social (Watan, Umma, quawmia, jama’t, millat, quotr), emplear esas nociones con rigor en función del contexto o de los niveles de análisis y de la influencia de los lenguajes históricos europeos en las lenguas árabes1. La existencia de minorías religiosas y étnicas es un hecho permanente en la historia de Oriente Próximo. Dado que estamos frente a la encrucijada de tres continentes, lugar de paso de numerosas migraciones, donde se desarrollaron parte de las mayores civilizaciones de la antigüedad. Y donde el monoteísmo en la forma de judaísmo, cristianismo y luego el Islam hallaron su cuna.2
En el caso de Europa el siglo XIX se erige en un siglo fundamental, en cuanto a la expansión imperial los protagonistas más emblemáticos fueron Inglaterra y Francia, y en segundo término Alemania, Bélgica y Holanda. La reflexión acerca de la identidad durante el siglo XIX fue la clave de las culturas imperialistas. La influencia planetaria del imperialismo clásico europeo del siglo XIX y principios del XX todavía continúa . En el siglo XIX se profundizó el uso de los censos, los mapas, los museos, que actuaron en conjunto como formas imaginadas de la dominación colonial en regiones geográficamente diferentes.
El mapa es utilizado como recurso de autoridad, en el que se expresa el control del espacio y se retiene la información y conocimiento para facilitar la expansión geográfica de la dominación. Existen distorsiones deliberadas en el contenido de los mapas mediante la adaptación de las proyecciones, la manipulación de la escala y la magnificación. Asimismo, quienes se ocupan del trazado de los mapas lógicamente apoyan la visión unilateral de las relaciones geopolíticas.

1 CORM, G., Dinámicas identitarias y geopolíticas en las relaciones entre el mundo árabe y Europa, en CIDOB Afers Internacionals nº43-44, diciembre 1998-enero 1999, pp. 35-56, en línea.
1 CORM, G. op. cit.
2GRESH A., VIDAL D., 100 claves para comprender Oriente Próximo, Barcelona, Paidós, 2004, p, 293


No hay comentarios:

Publicar un comentario